martes, 1 de septiembre de 2015

El alma entra al feto la séptima semana del embarazo por medio de mediante la Glándula Pineal.



Si partimos de la base y las creencias reencarnacionistas, en las que la muerte no es sino que un paso adelante (o atrás) en nuestra evolución para alcanzar el perfeccionamiento y el acercamiento a la luz suprema.

Deberíamos preguntarnos. ¿Cuando entra el alma en el cuerpo humano? ¿es el feto un alma humana desde el mismo momento de la concepción?

El Dr. Rick Strassman sugiere una hipótesis fascinante: El alma humana se encarna en el cuerpo a la séptima semana después de la concepción, utilizando la glándula pineal como canal espiritual y a la molécula psicodélica DMT (dimetiltriptamina) como catalizador.
 
GLANDULA PINEAL
La glándula pineal humana se hace visible en el feto en desarrollo a las 7 semanas, o 49 días, después de la concepción. Es interesante descubrir que coincide casi exactamente con el momento en el que ya se puede ver el primer indicativo del género del feto como femenino o masculino.

Toda esta teoría se explica en su libro DMT: The Spirit Molecule. El DMT es una poderosa sustancia psicodélica, que se produce de manera natural en la glándula pineal (algo que Strassman había sugerido sin tener pruebas, pero que recientemente se ha comprobado como cierto) y podría estar también vinculada con las experiencias cercanas de la muerte. A su vez, la Glándula Pineal se hace visible en el feto humano a los 49 días, misma cantidad de días en los que un alma tarda en reencarnar según el Bardo Thodol (Libro Tibetano de los Muertos). 

Estas coincidencias han llevado a Strassman a formular esta teoría, con sus propias palabras:


"En el Libro Tibetano de los Muertos se enseña que el alma tarda 49 días en reencarnar. Es decir, pasan siete semanas desde la muerte de un ser humano hasta que la fuerza vital “renace” en un nuevo cuerpo. El renacimiento del alma, la glándula pineal y los órganos sexuales requieren 49 días en manifestarse"
 
Strassman, tras investigar experiencias cercanas a la muerte en las que se describen momentos de consciencia incorpórea, afirma que el DMT es el responsable de acceder a estos estados.

La consecuencia de la masiva segregación de DMT a la hora de fallecer sobre nuestra mente es lo que los budistas Tibetanos llaman bardo, o estado intermedio entre esta vida y la siguiente.

Al fallecer, nuestra alma pasaría a ese estado intermedio, representado en otras culturas como un juicio donde las acciones realizadas en la anterior vida son puestas "en una balanza". En el budismo, se cree que la consciencia vaga por ese espacio transitorio, y si no logra encontrar la Luz Clara, regresa a esta vida y el ciclo vuelve a comenzar.

La asombrosa sincronicidad de los procesos descubiertos por Strassman podría generar un nuevo campo de investigación científica en los casos de las ECM (experiencias cercanas a la muerte) y la vida después de la muerte.

fuentes
http//:twitter.com/alepholo 
http://www.proyectopv.org

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