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miércoles, 14 de octubre de 2015

HÉROES. Hoy se cumplen 32 años de la decisión de un hombre que salvó al mundo, y nadie conoce



Apuesto a que nunca has escuchado el nombre Stanislaw Petrof… 4,000 millones de personas le debemos la vida, y nadie lo conoce. Aquí su increible historia:

A veces en la historia es más importante lo que casi pasó que lo que realmente ocurrió. Y quizás lo más asombroso de estas increíbles historias de héroes tan lejos del glamour de las historietas sean las sincronicidades que las rodean.

Les voy a contar cómo hace 32 años, un hombre del que la mayor parte del mundo jamás ha oído hablar se convertiría en el héroe más grande de todos los tiempos, por haber salvado “literalmente” al mundo de un Apocalipsis atómico.

Corría el año 1983, plena guerra fría, pero tan caliente como no lo había estado desde la crisis de los misiles en Cuba. El 23 de marzo, el Presidente Reagan lanzó “Star Wars – Guerra de las Galaxias”, llamando literalmente a Rusia “El Imperio del Mal”.

Y contaba con un importantísimo aliado igualmente decidido en terminar con el comunismo, Juan Pablo II. Los planetas parecían alineados para acabar con la Unión Soviética, y los soviéticos se lo tomaron muy en serio.

EEUU y la OTAN planeaban colocar misiles en Alemania Occidental y organizaban un ejercicio militar en Europa, entre otras cosas…

Pero los líderes de URSS eran de la generación de la Segunda Guerra y recordaban perfectamente cómo, con el pretexto de un ejercicio, Hitler había engañado a Stalin y lanzado la Operación Barbarroja.

Permitir que se repitiera era inadmisible.

Asumieron que lo del ejercicio era una tapadera para una invasión real, y tomaron su decisión. Disparar todo su arsenal al recibir la primera indicación de un ataque nuclear.

La tensión era Máxima. A punto tal que el 1° de septiembre de 1983, un avión de línea surcoreano entró por error en el espacio aéreo soviético y no dudaron en derribarlo sin aviso matando a 269 personas, incluido un senador y varios ciudadanos americanos.

Esta historia no pudo haber llegado en peor momento.

La noche del 25 de septiembre de 1983, un Coronel de 44 años de la sección de inteligencia militar de los servicios secretos de la Unión Soviética llegaba a su puesto de mando en el Centro de Alerta Temprana de la inteligencia militar, desde donde coordinaba la defensa aeroespacial rusa.

Sin embargo, ésa debería haber sido su noche libre. Fue convocado a último momento porque quien debía estar había dado parte de enfermo…

Su trabajo consistía en analizar y verificar todos los datos de los satélites sobre un posible ataque nuclear americano. Contaba para ello con un Protocolo sencillo y claro. Tan claro y tan sencillo que había redactado él mismo…

Después de las verificaciones correspondientes, debía alertar a su superior, quien de inmediato iniciaría el contraataque con armamento nuclear masivo sobre los Estados Unidos y sus aliados.

Poco después de la media noche, exactamente a las 12:14 del 26 de septiembre del ‘83, todos los sistemas de alerta saltaron; las sirenas sonaron y las pantallas de las computadoras mostraban: “ATAQUE DE MISIL NUCLEAR INMINENTE”.

Un misil había sido lanzado desde una de las bases de los Estados Unidos.

Pidió mantener la calma y que cada uno hiciera su trabajo. Y él hizo el suyo.

Verificó todos los datos y pidió confirmación de visión aérea, los únicos que no pudieron confirmar dadas las condiciones climáticas.

A pesar de las confirmaciones, concluyó que tenía que haber ocurrido un error. No era lógico que EEUU lanzara UN SOLO MISIL si estuviera atacando a la Unión Soviética.

Y desestimó la advertencia como una falsa alarma.

Pero poco después, el sistema indicó UN SEGUNDO MISIL. Y después UN TERCERO.

Preso de una fuerte descarga de adrenalina, desde el segundo piso del bunker podía ver, en la sala de operaciones, el gran mapa electrónico de Estados Unidos con la base militar en la costa Este, desde donde habían sido lanzados los misiles nucleares, parpadeando.

En ese momento el sistema indicó otro ataque. UN CUARTO MISIL NUCLAR, e inmediatamente UN QUINTO.

En menos de 5 minutos, 5 misiles nucleares habían sido lanzados desde bases americanas contra URSS. El tiempo de vuelo de un misil intercontinental balístico desde los EEUU era de 20 minutos.

La actividad era frenética. Mientras él analizaba…

Después de detectar el objetivo, el sistema de alerta temprana lo hacía pasar por 29 niveles de seguridad que debían confirmar, lo hizo sospechar lo contundentemente que pasaban las alertas los niveles de seguridad.

Sabía que el sistema podía tener algún mal funcionamiento. Pero, podría todo el sistema haberse equivocado, 5 veces? ¿O estaba frente a Armagedón?

El principio básico de la estrategia de la Guerra Fría habría sido un lanzamiento nuclear masivo, una fuerza abrumadora y simultánea de cientos de misiles, no 5 misiles de a uno. Tenía que ser un error…

¿Pero si no lo era? ¿Si era una inteligente estrategia americana? El holocausto tan temido estaría sucediendo y él no haría nada?

Tenía cinco misiles nucleares balísticos intercontinentales en dirección a URSS y sólo 10 minutos para tomar la decisión “de qué informar” a la dirección soviética… Siendo perfectamente consciente que si informaba lo que todos los sistemas confirmaban, desencadenaría la Tercera Guerra Mundial.

Los 120 oficiales e ingenieros militares, con sus ojos fijos en él, esperaban su decisión.

Nunca antes en la historia, ni después, la suerte del mundo había estado en manos de un solo hombre como en esos 10 minutos. El futuro del mundo, o no, pendía de su decisión, mientras él luchaba entre si debía o no hacer accionar el “botón rojo’’.

Pensó: los americanos aún no tienen el sistema de defensa misilístico y saben que un ataque nuclear contra URSS equivale a la aniquilación inmediata de su propia población. Y aunque desconfiaba de ellos, sabía que no eran suicidas. Se dijo: “Ese gran imbécil no ha nacido todavía ni siquiera en los EEUU.”

Sabiendo que si estaba equivocado una explosión 250 veces mayor a la de Hiroshima ocurriría sobre ellos pocos minutos después sin que pudieran hacer nada, fue capaz de mantener la cabeza fría, de tener el coraje de escuchar a su instinto y de ajustarse a la conclusión lógica que le indicaba el SENTIDO COMUN.

Y decidió reportar un mal funcionamiento del sistema.

Paralizados y sudando a mares, él y los 120 hombres a su cargo contaban los minutos que faltaban para que los misiles alcanzaran Moscú…

Cuando DE GOLPE, segundos antes, las sirenas dejaron de sonar y las luces de advertencia se apagaron.

Había tomado la decisión correcta. Y salvado al mundo de un cataclismo nuclear.

Sus camaradas, empapados de sudor, se lanzaron sobre él abrazándolo y lo proclamaron un héroe.

Él se desplomó en su sillón y bebió más de medio litro de vodka sin respirar. Al terminar esa noche durmió 28 horas seguidas.

Cuando regresó al trabajo, sus camaradas le regalaron un televisor portátil de fabricación rusa para agradecerle. Todos estaban vivos gracias a la decisión que él había tomado.

Al enterarse de lo ocurrido, su superior le dijo que sería condecorado por haber evitado la catástrofe y que propondría crear un día en su honor.

Pero no fue así.

Rusia no podía permitirse que EEUU y el pueblo ruso se enteraran de lo sucedido.

Fue reprendido por no haber cumplido el protocolo. Se lo transfirió a un puesto de menor jerarquía. Y poco después se le dio la jubilación anticipada.

Vivió el resto de su vida en un modestísimo 2 ambientes en los suburbios de Moscú, sobreviviendo con una mísera pensión de 200 U$S por mes, en absoluta soledad y anonimato.

Hasta que en 1998, su comandante en jefe, Yury Votintsev, presente aquella noche, reveló lo ocurrido, el llamado “Incidente del Equinoccio de Otoño” causado por una rarísima conjunción astronómica, en un libro de memorias, que por casualidad llegó a Douglas Mattern, Presidente de la Organización Internacional de Paz, “Asociación de Ciudadanos del Mundo”.

Y después de verificar tan alucinante historia, salió en persona en busca de ese héroe anónimo al que todos le debíamos estar AÚN en este mundo, para hacerle entrega del “Premio Ciudadanos del Mundo”.

La única pista sobre dónde encontrarlo la recibió de un periodista ruso, que le advirtió que tendría que ir sin hacer una cita porque su teléfono no funcionaba, y su timbre tampoco.

Encontrar su rastro en una fila enorme de complejos conventillos grises a 50 kilómetros de Moscú no le resulto fácil.

Uno de los vecinos a quien le preguntó le dijo: “Usted debe estar loco. Si un hombre que ignoró una advertencia de un ataque nuclear estadounidense realmente hubiera existido, habría sido ejecutado. En esa época no había tal cosa como una falsa alarma en la Unión Soviética. El sistema nunca se equivocaba. Sólo el pueblo”.

Finalmente lo encontró en el segundo piso de uno de los edificios. Sin afeitar y desalineado, asomó la cabeza. “Sí, soy yo, pase.”

“Sentí que me encontraba con Jesús cuando él abrió la puerta”, dijo Douglas Mattern.

“Sin embargo, él estaba viviendo como una persona de la calle. Cojeando, con sus pies hinchados, sin poder caminar mucho y constándole ponerse de pie, me dijo que sólo salía para conseguir provisiones”.

Además de relatarle la historia más o menos como se las acabo de contar, este hombre le diría: “No me considero un héroe; sólo un oficial que a conciencia cumplió con su deber en un momento de gran peligro para la humanidad’’. “Sólo fui la persona correcta, en el lugar y momento indicado”.

“En un mundo tan lleno de vanidosos que “pretenden” salvar algo cuando en realidad lo único que hacen es daño a los demás y al planeta. En un mundo tan lleno de miserias, mezquindades, egos, avaricia y ambiciones; la humildad de este hombre y su indiferencia por la fama y la importancia, estremece profundamente”, dijo Mattern.

Después de conocerse este hecho, expertos de EEUU y Rusia calcularon cuál habría sido el alcance de la devastación según el arsenal con el que contaban y habrían lanzado en ese momento.

Y llegaron a la friolera de que entre 3 y 4 MIL MILLONES de personas, directa e indirectamente, fueron salvadas por la decisión que ese hombre tomó esa noche.

“La faz de la tierra se hubiera desfigurado y el mundo como lo conocemos, acabado”, dijo uno de los expertos.

Recibió:

• El Premio Ciudadano del Mundo el 21 de mayo 2004.

• El Senado australiano lo premió el 23 de junio 2004.

• Fue honrado en las Naciones Unidas el 19 de enero 2006. Dijo que fue su “día más feliz en muchos años.”

• En Alemania, en 2011, el dieron el Premio Alemán de Medios, que reconoce a personas que han hecho contribuciones significativas a la Paz Mundial, por haber evitado una potencial guerra nuclear.

• Fue Premiado en Baden Baden el 24 de febrero del 2012.

• Galardonado con el Dresden Preis en 2013.

• Y Kevin Coster realizó el documental “El Botón Rojo” en su honor.

Hoy en día continúa viviendo en su pequeño departamento de las afueras de Moscú, con su pequeña pensión de 200 u$s al mes, en relativo anonimato. Les dio la mayor parte del dinero de los premios a sus familiares y guardó un poco para comprarse una aspiradora con la que había soñado, y resultó defectuosa.

Cuando me enteré de esta historia, lo primero que pensé fue si, cuando sus vecinos o alguien lo destrata al mirarlos, alguna vez pensó que esa persona, su familia, descendencia y amigos están ahí gracias a él…

Si cuando ve las noticias y todo lo que pasa en el mundo, alguna vez se dijo que todo eso pasa por la decisión que él tomo en esos 10 minutos…

Si cuando mira el sol salir o ponerse, alguna vez piensa que tanta gente también lo puede hacer gracias a él…

Y me pregunto cuánto Darma puede ganar un alma humana que salvó miles de millones de seres humanos, plantas y animales; a un planeta…

Ese viejito que vive en un mísero 2 ambientes en los suburbios de Moscú con unos míseros 200 u$s mensuales SALVÓ AL MUNDO, Y NADIE LO SABE.

¿Cómo es posible que después de 32 años tan poca gente en el mundo sepa de él?

Me resulta inconcebiblemente y muy injusto.

Por eso. En este nuevo aniversario de la decisión de sentido común que salvó al mundo, sólo quería que conozcan al Hombre que la tomó.

El Teniente Coronel “Stanislaw Petrof”.


fuente/www.helmutcaceda.com/stanislaw-petrof/

viernes, 13 de junio de 2014

HÉROES. Salvó la vida a 669 niños y niñas del Holocausto. Él no lo sabe, pero esta sentado junto a éllos.

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Sir Nicholas Winton (Hampstead, Londres, 19 de mayo de 1909) es el hombre que salvó a 669 niños judíos de la muerte a manos de la Alemania nazi justo antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939.

Actualmente reside en Maidenhead, una pequeña localidad situada en el sur de Gran Bretaña. Siempre lleva consigo un anillo que le regalaron algunos de los niños a los que salvó con la siguiente inscripción: «Salva una vida, salva el Mundo».

Biografía[editar]
Hijo de inmigrantes alemanes de origen judío, su infancia y adolescencia transcurrieron de manera apacible y tranquila, tal y como correspondía a un joven inglés de familia acomodada de principios de siglo.

En 1931, una vez finalizados sus estudios, entró a trabajar como agente de bolsa en su ciudad natal, así hasta muy próxima Segunda Guerra Mundial. En diciembre de 1938 tenía previsto pasar unos días de vacaciones esquiando en Suiza cuando recibió una llamada telefónica de su amigo Martin Blake en la que éste le pidió que cancelara todos los planes que tuviera para esos días y se dirigiera a Praga. "Tengo una propuesta muy interesante para ti. No te molestes en traer tus esquís", le dijo Blake. Al llegar a Praga, Blake le preguntó si quería echarle una mano y trabajar temporalmente en los campos de refugiados de la zona, donde miles de seres humanos, muchos de los cuales eran niños de origen hebreo, malvivían en condiciones infrahumanas. La visión del drama le marcó profundamente y decidió montar una oficina improvisada en la habitación del hotel en el que se hospedaba y comenzó a elaborar un plan para sacar del país a tantos niños judíos como fuera posible para llevarlos a otros Estados y salvar sus vidas.

En poco tiempo, la comunidad hebrea de la capital checa se hizo eco de la presencia de Winton en la ciudad y del motivo que le impulsaba a seguir allí. De ahí que centenares de familias acudieran a visitarle para tratar de persuadirle de que incluyera a sus hijos en la lista de los niños que iba a intentar salvar. El alud de solicitudes provocó que se viera obligado a abrir una nueva oficina en la calle Vorsilska para poder atender a tanta gente como fuera posible. Su amigo Trevor Chadwick se ocupó personalmente de ese despacho. En pocos días centenares de familias habían acudido a solicitarle ayuda para salvar a sus hijos.

Consciente de la magnitud del problema que tenía ante sí, contactó con los embajadores de las naciones que consideraba que podrían hacerse cargo de los niños, pero sólo el gobierno sueco accedió a ocuparse de un grupo de niños. Por su parte, Gran Bretaña prometió aceptar a los que fueran menores de 18 años pero sólo sí antes encontraba a familias dispuestas a acogerlos y que además deberían comprometerse a abonar por anticipado un depósito de 50 libras por cada niño para pagar su futura vuelta a casa.

Finalmente Winton tuvo que volver a Londres para reincorporarse a su puesto de trabajo. Su regreso no le impidió seguir apuntalando su plan de rescate, así creó una organización a la que bautizó con el nombre de "El Comité Británico para los Refugiados de Checoslovaquia, Sección para Niños", que en un principio sólo contaba con él mismo, su madre, su secretaria y unos cuantos voluntarios.

Una vez creado el Comité, Winton tuvo que hacer frente a un gran problema: conseguir la financiación necesaria para pagar los costos del viaje en tren de los niños desde Checoslovaquia hasta el país de acogida y encontrar a personas que aceptaran hacerse cargo de estos chicos y pagar las 50 libras que reclamaba el gobierno. Winton comenzó a publicar anuncios en los diarios británicos, en las iglesias y en las sinagogas solicitando ayuda. La respuesta de los londinenses fue entusiasta. En unas semanas, centenares de familias aceptaron acoger a los niños y aportaron el dinero necesario como para iniciar los transportes desde Checoslovaquia hasta la capital inglesa.

El primero de ellos se efectuó el 14 de marzo de 1939 en avión. En los siguientes meses se organizaron otros siete transportes, todos por tren. El último tuvo lugar el 2 de agosto. Los ferrocarriles tenían como destino la estación de Liverpool Street, en Londres, donde esperaban las familias de acogida.

El octavo tren tenía que salir de Praga el 1 de septiembre de 1939 y en él iban a viajar otros 250 niños, pero ese mismo día Alemania invadió Polonia y cerró sus fronteras. El transporte, literalmente, desapareció. Ninguno de los menores volvió a ser visto nunca más. Fueron 250 víctimas que se sumaron a los más de 15.000 niños que perecieron asesinados en Checoslovaquia durante la Segunda Guerra Mundial.

En total Winton rescató a 669 niños judíos. Su hazaña que hubiera merecido múltiples condecoraciones y actos de homenaje pero quedó en el olvido durante 50 años ya que prefirió mantener en secreto lo sucedido. No fue hasta 1988 cuando Greta, su mujer, encontró un viejo maletín de cuero escondido en el desván de su casa y, rebuscando entre los papeles que contenía, se topó con las fotos de 669 niños, una lista con el nombre de todos ellos y algunas cartas de sus padres. Tal descubrimiento provocó que Winton no tuviera más remedio que explicarle a su esposa lo que había acontecido décadas atrás.

Sorprendida por la historia que le acababa de explicar su marido, Greta se puso en contacto con Elisabeth Maxwell, una historiadora especializada en el Holocausto nazi y mujer del magnate de la comunicación Robert Maxwell, propietario de periódicos como el Daily Mirror y el Sunday Mirror.

Maxwell, cuyas raíces eran checas, quedó tan impresionado por la gesta de Winton que decidió publicar la historia en sus diarios. Poco después, la BBC se hizo eco de los sucesos que habían acaecido medio siglo antes y los acontecimientos se precipitaron. En unos días pasó de ser un personaje anónimo a convertirse en un héroe nacional, tanto en su país como en la antigua Checoslovaquia. Así, en 1993 la Reina Isabel II le nombró Miembro del Imperio Británico; años más tarde, el 31 de diciembre del 2002, lo condecoró con el título de Caballero por sus servicios a la Humanidad; también ostenta el título de Liberador de la Ciudad de Praga y la Orden de T. G. Marsaryk, que recibió de manos de Vaclav Havel el 28 de octubre de 1998; el 9 de octubre de 2007 recibió la máxima condecoración militar checa, La Cruz de la 1ª Clase, en una ceremonia en la que el embajador checo mostró su apoyo público a una iniciativa impulsada por estudiantes del país que contaba ya con más de 32.000 firmas y en la que se solicitaba que le otorgaran el Premio Nóbel de la Paz.

La historia de Nicholas Winton ha servido de inspiración para la realización de dos filmes: All my loved ones, dirigida por el realizador checo Matej Mináč, y Nicholas Winton: The Power of Good, un documental que ganó un Emmy en 2002.

lunes, 1 de julio de 2013

HÉROES. Un enfermo terminal da 10 consejos para aprovechar la vida.

  www.deniswright.blogspot.ru

Un australiano, enfermo terminal de cáncer que vive cada día con la amenaza de que sea el último, decidió compartir con todo el mundo sus experiencias para no temer a la muerte y para aprovechar la vida.
Denis Wright acaba de celebrar su 66º cumpleaños. Sin embargo, según los pronósticos de los médicos, no estaba previsto que sobreviviera tanto tiempo. Desde 2009, cuando le fue diagnosticado con glioblastoma, una forma agresiva de tumor cerebral, el paciente ha ido superando varias 'fechas límite'.

Sabiendo que la muerte anda cerca, Wright se ha dedicado a meditar profundamente sobre los años pasados y decidió expresar sus pensamientos y conclusiones en una lista de "consejos de un moribundo", con la intención de describir cómo aprovechar lo máximo de la vida y no tenerle miedo a la muerte.

Actualmente Wright no sabe cuánto le queda, ya que su vida puede terminar en cualquier momento. Desde que supo de su enfermedad, el australiano regularmente escribe entradas en su blog, llamado 'Mi huésped no invitado', donde describe sus experiencias de la vida, como los problemas de salud, las relaciones con sus familiares y amigos y sus pensamientos sobre diversos temas.

Aquí están sus diez consejos para la vida, como resultado de sus reflexiones provocadas por la amenaza de un inminente final:

1. No pierda su vida en un trabajo que odia. La vida es demasiado corta como para vivir sólo por la noche y los fines de semana.

2. Si en su vida pasa algo malo, que usted no puede evitar, trate de adaptarse. Darse cabezazos contra la pared es inútil.

3. Si usted piensa que puede cambiar algo, trate de hacerlo, haga todo lo posible para lograrlo. Trate de entender la esencia del problema y entonces se dará cuenta de que se puede resolver.

4. No existen "buenas" y "malas" decisiones. Si ha hecho algo que cree que está mal, aprenda una lección de esto, la próxima vez lo corregirá. Usted no puede saber las vueltas que finalmente van a dar las cosas, por lo que sentarse a llorar es una pérdida del tiempo.

5. No se arrepientan del pasado, ya no podrá cambiarlo. Viva del presente. Pero no el de un solo momento, es demasiado corto. "Ahora" es un corto plazo de tiempo que incluye un poco del pasado, un poco del futuro y el presente mismo.

6. Pida perdón a las personas a quien usted siente que podría haber hecho daño. Usted no es perfecto, ni siquiera intente aparentarlo, sólo admita la responsabilidad del sufrimiento que ha causado a otra persona.

7. Esté abierto a diferentes ideas. No descarte otras posibilidades.

8. Trate de no perder nunca el sentido del humor, aunque no siempre sea posible.

9. Carpe Diem. En otras palabras, ¡aproveche el momento!

10. No tenga miedo a la muerte. Si usted no tiene miedo a la muerte, no tendrá miedo a nada que le depare la vida.



fuente del Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/98742-paciente-terminal-consejos-vivir-miedo-muerte

martes, 4 de junio de 2013

HÉROES. Granjero chino fabricó sus propios brazos biónicos.

Al no poder costear la compra de las prótesis, pasó ocho años desarrollándolas.


El granjero chino Sun Jifa perdió sus dos manos en un accidente cuando un explosivo para pesca explotó antes de tiempo dentro de su casa hace nueve años.

Jifa luego pasó ocho años desarrollando sus propios brazos biónicos, al no poder costear la compra de prótesis de brazos ya fabricadas.

Sus brazos biónicos se construyeron desde cero y se dice que son más flexibles que los brazos de prótesis normales.

"Las manos artificiales del Sr. Sun se sienten bien", dijo un cliente, Li Yanzhong. "Cuando voy a casa, me ayuda mucho para operar la maquinaria de trabajo. Los brazos protésicos normales sólo tienen una función superficial al operar maquinaria. No tienen mucha fuerza. Pero esta mano artificial será de gran utilidad en el uso de máquinas y para hacer otros trabajos".

Jifa ha vendido alrededor de 1.000 de las extremidades a un valor aproximado de 490 dólares cada una.

Artículo original de lagranepoca.com

martes, 28 de mayo de 2013

Héroes. ¿Existen los Milagros?. Y, ¿Los Ángeles Guardianes? La respuesta es SI.

Milagro de supervivencia en China. Un bebé recién nacido fue milagrosamente rescatado de una tubería de un baño público.



Desde Sabiens felicitamos a los equipos de rescate por su profesionalidad, pericia y sensibilidad para salvar la vida al neonato. Y también felicitamos al neonato por su resistencia, fuerza y lucha por sobrevivir al límite de la resistencia humana. Un ejemplo de heroicidad.

Como veis  Hay muchos humanos que trabajan y estan al servicio de la ayuda de la Humanidad. Conviértete en uno/a de ellos. 

El respeto no lo consigue el dinero y si con acciones de socorro y salvamento como esta.

Sin duda alguna los Ángeles Guardianes estan más cerca de lo que nos pensamos.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Terremotos. Seísmo en Polonia sepulta a 19 mineros: todos fueron rescatados




Un sismo en Polonia de 4,7 grados en la escala de Richter a las 21:09 hora europea de ayer, creó un derrumbe en una minera a 600 metros de profundidad sepultando a 19 trabajadores; todos fueron rescatados vivos durante la madrugada.

En la minera Rudna, en Polkowice, se vivieron momentos críticos cuando el fuerte movimiento telúrico, que también se sintió en superficie, causó un derrumbe donde estaban trabajando 42 mineros. Algunos lograron escapar a tiempo pero 19 debieron ser rescatados por los socorristas, informó TVN24, según Wprost.

Las acciones se iniciaron de inmediato, sin embargo con dificultad, ya que el terreno había cedido y se interponían toneladas de rocas. Para llegar a los afectados debieron trabajar desde el costado.

Finalmente 10 de los 19 mineros lograron salir caminando y el resto debió ser trasladado a un centro médico, informó Wadomosci. ( fuente del texto la Gran Época)

viernes, 22 de febrero de 2013

Fuertes inundaciones en las calles de Atenas, Grecia. En medio de las tormentas surgen los HÉROES de VERDAD.






Llueve con fuerza en buena parte de Europa y eso está causando problemas en varios países. En Grecia, las calles de Atenas se han convertido en ríos y han tenido que cerrar varias estaciones de metro. Muchos comercios se han inundado y ha habido cortes de luz. Los bomberos han tenido que rescatar a varios conductores que se habían quedado atrapados en sus coches. En Italia el fuerte temporal también ha provocado inundaciones, sobre todo, en Catania, en Sicilia. Allí los vecinos se han tenido que resguardar en los pisos más altos.

Nuestro reconocimiento a los dos héroes rescataron a una mujer de una fuerte inundación y a la mujer que supo resistir y luchar con todas sus fuerzas por su vida.

 
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martes, 22 de enero de 2013

Siempre hay héroes que ayudan cuando hay personas con problemas, mientras los demás miran.

Un agente de la Policía Nacional Española salvó este lunes la vida de una mujer que había caído a las vías del metro en Madrid.

Como muestran las imágenes del vídeo, la mujer se desmayó y cayó sobre los raíles del metro tan sólo segundos antes de la llegada de un convoy.