jueves, 12 de septiembre de 2013

La Tormenta Solar, ¡¿del Fin del Mundo?!.¡Será en el 2021!


Análisis de la sicografía de B. S. Parravicini.

Hace, unos pocos años, en el 2.008, desde que la NASA advertía en un informe que publicó la Academia de Ciencias de los EE.UU., de que una tormenta solar de enorme magnitud podría llegar a colapsar la Tierra en algún momento del año 2012. Desde entonces, e incluso antes, los estamentos militares, sobre todo de las grandes potencias mundiales vienen trabajando contrareloj para proteger todos sus sofisticados sistemas operativos de telecomunicaciones.

Varios países como Reino Unido, Francia, Bélgica, Alemania, e incluso España han tomado algunas medidas preventivas en el caso de que se produzca una tormenta solar. ¡Pero..., no esperemos ni confiemos demasiado en las autoridades políticas, porque no serían ellas las que ayudarían a la población en caso de necesidad!.

Al parecer, el país que más ha demostrado preocuparse por su población es EE.UU., ya que en Agosto del 2.012 el Congreso estadounidense hizo un llamamiento a los ciudadanos para que desarrollaran planes de emergencia ante el riesgo de que se produjera "la tormenta solar del siglo". Curiosamente, un año antes -en el 2.011-, el Gobierno de los EE.UU. había decretado un "Simulacro de Alerta de Emergencia Nacional" para el día 9 de noviembre, en todo el territorio norteamericano. Algo sin precedentes en la historia de ese país y, que para otros, la noticia pasó casi desapercibida. No se dieron muchas explicaciones del por qué de esa operación a nivel nacional. ¡El simulacro no salió como se esperaba, falló!.

Los científicos de la NASA, viendo que ese año, el 2.012, el Sol estaba alcanzando una fase de máxima actividad, tal como habían previsto y..., "mirando de reojo" -con disimulo- las profecías mayas para finales del 2012, tal vez, se convencieron de que..., ¡¡sí, todo parecía encajar!!. Y, el Congreso norteamericano decidió hacer un llamamiento alertando a la población... ¡Más vale prevenir que lamentar!, dice el refrán. ¡Y, eso, siempre debería ser así, para todo!.

Pero, las predicciones que habían hecho los mejores astrofísicos de la NASA en cuanto que esa tormenta solar descomunal, se produciría en el otoño o finales del 2.012 o, a más tardar, a principios del 2.013..., como hemos podido comprobar, no se han cumplido. Más tarde la NASA dijo que el Sol alcanzaría su máxima actividad a finales del 2.013, o, principios del 2.014. ¡Y, luego dirán que no, que será en el...!.

Una vez más podemos constatar, que en lo que se refiere al aspecto no ya "sutil" del Sol, sobre el cual, ¡no sabemos absolutamente nada!, sino al aspecto cosmológico, que tampoco sabemos gran cosa, a pesar de todos nuestros avanzados conocimientos científicos y satélites, que observan al Astro Rey continuamente. ¡El Sol es insondable, imprevisible e impredecible!.

¿Qué es el Sol?, o, tal vez, ¿quién es el Sol?... ¿Y, si el Sol, fuese un "astro frío", al igual que, por ejemplo, un cable de alta tensión?. Decir esto, a muchos les hará sonreir, lógicamente, pero la creencia de que el Sol es un astro frío, tiene una base científica que ya fue expuesta por varios científicos, algunos siglos atrás. Entre ellos, un catedrático, Alexander Wilson, de la Universidad de Glasgow, en 1.774; el astrónomo G. de Vaux, en 1.859; y el ingeniero A. Dard, en 1.931; entre otros.

Se preguntaban en aquel entonces, -y, algunos, aún seguimos preguntándonos- ¡¿cómo es posible que los "rayos de fuego" del supuesto Horno Cósmico -a millones de grados de temperatura- atraviesen el frío espacio durante millones de kilómetros y caigan sobre la Tierra sin atenuarse?!, y aunque admitiéramos esto, ¿cómo se explica que los rayos solares no calienten el vacío espacio ni la estratosfera, sino sólamente la faja central del globo terráqueo y dejando cubiertos de hielo los casquetes polares?. ¡Esto, es lo que, respecto al Sol, se cuestionaban algunos científicos de diferentes épocas!. Y, basándose en sus investigaciones, llegaron a la conclusión de que, el Sol, ¡es un astro frío!. Pero, prestemos atención a la expresión descrita más arriba y que usaron algunos científicos de otras épocas para definir la luz solar: "rayos de fuego", porque volveremos sobre ello más adelante.

En realidad, y volviendo al tema, ni los científicos de la NASA, ni nadie, sabe con certeza cúando se producirá la "Tormenta Solar del Siglo" que, en efecto, tarde o temprano, llegará... ¡¡O, tal vez, SÍ lo sabía alguien!!. Hubo "alguien" que sí sabía cúando se produciría esa "tormenta solar", tan anunciada, últimamente, por todas partes y tan temida por muchos, sobre todo por los estamentos militares que son los que más tendrían que perder, y perderán.

Ese "alguien", fue el buen Benjamín S. Parravicini -fallecido en 1974-, conocido como el profeta contemporáneo. Nos dejó, entre otras muchísimas sicografías, ésta que es bastante conocida y que veremos a continuación. Es un buen enigma, -aunque fácil de resolver- como gran parte de sus sicografías-profecías. Dice así:

"Cae sobre la Tierra, el día cinco, del cinco, de cincos, el golpe de Fuego Estelar; caerá en las regiones del Gibraltar y de las islas Baleares. Tres días allí, dos en América del Norte y por fin un día de cinco horas en las antillas. El fuego purificará" (B.S.P. 1938)

Aquí no aparece, pero este texto Benjamín lo acompaña de un dibujo que simula unos trazos que bajan en espiral. Al final de cada trazo en espiral hay un grueso punto negro... Algo cae de los cielos dando vueltas, o girando. ¡Son siete trazos que podrían simbolizar, perfectamente, la caida de siete satélites a la Tierra!. Obviamente, esos trazos no son rayos solares, ¡¿dónde está el Sol?!.

En esta sicografía que fue escrita en el 1938, y que ha dado, y sigue dando, bastantes quebraderos de cabeza a muchos, Parravicini hace alusión a un, relativamente poco habitual, fenómeno cósmico, que él denomina:"golpe de fuego estelar". Indudablemente, y si analizamos esta expresión de Benjamín a la luz de nuestros días y, precisamente, en estos tiempos en los que estamos oyendo hablar, a menudo, en diferentes medios de comunicación sobre las erupciones solares, eyecciones solares de masa coronal -EMC- podríamos llegar a entender sin demasiados esfuerzos, que Parravicini nos está hablando de una "tormenta solar", aunque no tan descomunal y terrible como muchos piensan.

Una tormenta solar de tal magnitud, que llegarían a verse auroras boreales..., durante "tres días" en la zona del Mediterráneo comprendida entre Gibraltar y las islas Baleares, durante "dos días" en Norteamérica, y, en la zona de las Antillas sólo durante "cinco horas". No solamente se verían las auroras boreales desde esas regiones señaladas, es decir, y en nuestro caso, desde Gibraltar y las islas Baleares, sino que las podríamos ver desde cualquier punto de la península ibérica, Francia, Italia...

El que se vieran auroras boreales en estas latitudes no dejaría de ser sorprendente, pero ya ocurrió algo parecido en el 1859, cuando se produjo también una fuerte erupción solar, que fue llamada "el Evento Carrington", en honor al astrónomo, Richard Carrington, que la investigó y estudió.

En aquel entonces se vieron auroras boreales por toda Norteamérica, en Cuba, las islas Hawái, Panamá, Roma, Madrid, islas Baleares,... Incluso en un periódico local de aquel entonces, el Diario de Menorca con fecha de 4 de septiembre de 1859 recogía en sus páginas la noticia: "Anteayer a una hora avanzada de la noche, vio una persona fidedigna dos auroras boreales que si bien eran más diminutas que las que vimos años atrás no dejaron de causar un efecto maravilloso".

¡Prestemos atención, cuando dice la noticia: "... eran más diminutas que las que vimos años atrás..." !. La electricidad, se había descubierto unos 14 años antes del 1859, y el telégrafo empezó a usarse en el 1837... Probablemente, "aquella otra" tormenta solar, que debió ser más grande que la del 1859, sucedió antes de que se empezaran a usar los telégrafos. Aquella tormenta solar que debió ser descomunal, pasó casi desapercibida, salvo por algunas auroras boreales que llegaron a verse, como así dice esa noticia, también allí, en Baleares. ¡Esa noticia del Diario de Menorca podría estar "demostrando" que la tormenta solar de 1859 no fue la más potente registrada -desde el siglo XVIII- en toda la historia!.

Por otra parte, hay que subrrayar, y es algo importante, que no hay constancia de que muriera nadie por los efectos de la radiación solar de aquella -ni la anterior- gigantesca erupción, ya que ningún periódico de aquel entonces, en el 1859, publicó noticia alguna al respecto. Por lo tanto y para tranquilidad de muchos, si en aquel entonces, en el año 1859, no murió nadie por los efectos de la radiación -de protones de alta energía- lanzada por aquella gran tormenta solar, por qué entonces, en ésta, también gran tormenta que se espera y que será muy similar a la anterior del 1859..., ¿por qué razón, ahora sí, una tormenta solar iba a acabar con buena parte de la vida sobre la Tierra, como algunos están haciendo creer?.

Como siempre ocurre en estos casos, y una vez más, se está generando demasiado sensacionalismo y catastrofismo con este tema. Y, en realidad, cuando sobrevenga la Tormenta Solar, no va a ser para tanto. Esa tormenta solar que se anuncia, no será tan apocalíptica como se está diciendo en algunos medios.
Por lo demás, todo indica que Parravicini no se está refiriendo al impacto en esas regiones de algun meteorito o meteoritos. La naturaleza y características de un meteorito, o asteroide, en cuanto a su trayectoria o posible impacto, evidentemente, no encajan aquí.

Benjamín nos dice que esa Tormenta Solar se produciría: "...el día cinco, del cino, de cincos....". Nos está diciendo en esta clave, ¡¡el día de la semana, el mes y el año!!. Es decir, "el día 5", no es el 5 de mayo, es el quinto día de la semana, un viernes; "del cinco", es el quinto mes: de mayo; pero..., ¿de qué año?. Cuando dice, Benjamín, "de cincos", evidentemente, es una clave numérica muy sencilla que se refiere al año, y que se resuelve sumando los dígitos del año mismo. Por ejemplo, 2012, 2+0+1+2= 5. Este fácil sistema de clave numérica, Parravicini, también lo utiliza en otras sicografías.

Y bien, hemos podido comprobar que ese año, el 2012, no ocurrió nada, si exceptuamos los pequeños amagos de erupciones solares y las auroras boreales que se vieron en las primeras semanas de ese mismo año, y, que a muchos hizo llegar a creer que podría estar a la vuelta de la esquina "la madre de todas las tormentas solares". Bien, descartamos, obviamente, ese año. Entonces, si no ha ocurrido nada ese año..., ¿a cuál podría estar refiriéndose?.

Benjamín, podría estar hablando del año 2.021 (2.021=5), o bien, al año 2.030. Es más factible, que se esté refiriendo al 2.021, puesto que el año 2.030 queda demasiado lejos en el espacio-tiempo y demasiado cerca del Final de Finales. ¿¡!?
Lo que vamos a decir a continuación..., es sobre todo, para aquellos que ya han, digamos, "despertado", y tienen por tanto, un nivel de comprensión, un poco más alto... Veamos. Si tenemos en cuenta que, los Grandes Seres Solares, -aquellos que tutelan la evolución de la Tierra y la Humanidad desde tiempos inmemoriales, los Elohim- tal y como suena, han transmitido y no hace mucho, a los "dos olivos", -llevan aquí entre nosotros unos 60 años- también llamados "los dos candelabros" y, también, "los dos testigos del Señor", como dice el Apoc.11,v.4 -aquellos que profetizarán y, señalarán el rostro del Anticristo- que el Final de Finales..., el Final de los Tiempos..., para ser más claros, que "todo" habrá llegado a su fin antes de que acabe el año 2032... Entonces, basándonos en este importante "dato", es más factible que Parravicini se esté refiriendo, al año 2.021.

Decimos, que el 2.030 queda demasiado cerca en el espacio-tiempo, del Final de Finales -en el 2.032- y, por tanto, serían demasiados eventos planetarios en tan corto espacio de tiempo. Porque antes -probablemente en octubre- de que finalizara el año "tope" 2.032, es cuando sobrevendrían los famosos y terribles "tres días de oscuridad" seguidos inmediatamente de la hecatombe -¡sobre la que ya estaban alertados desde hace tiempo la élite del poder mundial!- más inimaginable: "la verticalización del eje terráqueo", como consecuencia del paso por nuestro Sistema Solar de un "astro intruso", gigantesco, cuya órbita es de 6.666 años y, su nombre, algunos lo llaman, Hercóbulus. Nostradamus dice claramente, en su Epístola a Enrique II, que esa hecatombe será en "un mes de Octubre".

Pero, no hay que confundir -y muchos lo hacen- este evento cósmico, el de la Tormenta Solar, que dejará sin fluido eléctrico a una parte de nuestro planeta, con ese otro que será tremendamente traumático para la totalidad de la población mundial, que al parecer, jamás se ha producido en toda la Historia de la Tierra: "los tres días de oscuridad", que dejarán en una oscuridad total y absoluta al planeta entero. ¡No tiene, absolutamente, nada que ver un evento con el otro!.

Obviamente, la radiación de plasma que emitirá -cuando se produzca- la Tormenta Solar, dejará sin fluido eléctrico parcialmente y no totalmente, a algunos países de nuestro mundo, no a todos; durante un período mínimo de 30 días. Después, el fluido eléctrico será restablecido poco a poco y todo, volverá a la normalidad. Sin embargo, "algo" habrá cambiado en la conciencia de muchas personas porque, durante ese lapso de tiempo, y mirando en su interior, descubrirán "un inmenso Sol" que dormitaba desde hace mucho, mucho tiempo, en el fondo de sí mismas y que habían olvidado. ¡Este Tiempo de Final de los Tiempos, es el tiempo de "la Revelación" -Apocalipsis-!. La Revelación, para muchos -que estén predispuestos- de nuestro Ser auténtico, de nuestra verdadera identidad espiritual y divina, es decir, Solar. ¡Somos todos Hijos del Sol, pero lo hemos olvidado!.

Será una etapa que nos hará volver la mirada hacia aquello que es realmente "esencial" para la Vida y para la evolución del ser. Esa etapa no será un castigo por algo, sino que será una etapa necesaria para una toma de conciencia que sólo puede ser adquirida a través de la experiencia vivida. Durante este tiempo, las adversidades hermanarán a muchos de corazón bondadoso y, a otros muchos de instintos más primarios..., les volverán más violentos. ¡Ocurre siempre que, en los momentos más duros y adversos, cada uno exterioriza lo que tiene en su corazón!. ¡Esto, a grandes rasgos y sin entrar en detalles!.

Y, otra cosa muy diferente, son los "tres días de oscuridad". Un acontecimiento que no ha ocurrido jamás, desde el inicio de la Creación. Este tremendo acontecimiento, significa que nuestro planeta, la Tierra en su totalidad, no recibirá la luz solar durante "tres días", porque "algo" gigantesco, se interpondrá, durante ese tiempo, entre nuestro mundo y el Sol. La temperatura media del planeta alcanzará los 70 grados bajo cero incluso en zonas cercanas al ecuador. Durante esos días, sin la luz vivificante del Sol..., nuestro mundo en su totalidad se encontrará en la oscuridad más absoluta, y se "retorcerá de dolor".

Los movimientos sísmicos, los maremotos y las erupciones volcánicas que se sucederán por todo el globo terráqueo, serán indescriptibles. Inmediatamente -si no al mismo tiempo- después de este inimaginable evento, sobrevendrá la hecatombe: "la verticalización del eje terráqueo", que señalará el final del proceso conocido como el Apocalipsis -Revelación- y, por lo tanto, el Final de los Tiempos. Hay muchas fuentes que hacen referencia a este terrible evento, y también, lo dice Parravicini: "Hombres meditad. El mar avanzará, inundará en diluvio, se derretirán los cascos polares. El eje de la Tierra regresará y el ecuador será polos. El mar será sangre. Final de Finales. (BSP 1937)". En la última destrucción de la Atlántida el eje de la Tierra osciló bruscamente, y, en menos de 24 horas provocó una hecatombe indescriptible e inimaginable. -Ver: "El Final de los Tiempos" (Sabiens) -.

Después, "cuando todo haya pasado" y el Sol vuelva a alumbrar, otra vez, después de esos "tres días de oscuridad"..., ya no será el mismo, en cuanto que, la luz-energía que recibirá la Tierra, tendrá ya establecida -hasta el próximo Gran Ciclo Cósmico- la nueva y más alta frecuencia vibracional, que vivificará a toda forma de vida, en la 4ª dimensión y 5ª, que se instaurarán sobre la Tierra. ¡Una nueva manera de percibir y vivir la Vida, más sutil, con otros valores y leyes físicas!.

Volviendo al tema, esta sicografía que estamos tratando de esclarecer, Parravicini la termina usando una expresión un tanto enigmática: "El fuego purificará". Esta frase ha hecho que muchos llegaran a creer que la gran tormenta solar a la que se refiere Benjamín, provocará un incendio descomunal que hará que todo arda sobre la superficie de la Tierra. Sin embargo, si nos fijamos al principio de la sicografía, habla también de fuego, pero: "el golpe de fuego estelar".

Cuando se produzca esa Tormenta Solar que se anuncia, obviamente, ni va a provocar un incendio apocalíptico por todo el globo ni la radiación solar va a matar a nadie, al menos, "directamente". De hecho, Parravicini, parece que no le da mayor importancia a este evento al que nos estamos refiriendo. Si este, fuese un acontecimiento tan traumático para la Humanidad, seguramente, Benjamín, ya lo habría resaltado de alguna manera, como ya lo hizo con otras sicografías que se refieren a otros acontecimientos, no muy halagüeños.

Bien, ¡"El golpe de Fuego Estelar"!... ¡"El fuego purificará"!. Fuego estelar, fuego de estrella... El Sol es una estrella, una "gran bola de fuego incandescente", según la ciencia oficial y para la mayoría de la gente, aunque, para unos pocos, "es" otra cosa. -Ver: "El Sol. ¿Qué es el Sol?, o ¿quién es el Sol?..." (Sabiens) -.

Fuego que procede del Sol...., fuego que purifica... Benjamín, podría haber utilizado la expresión: "golpe de llamarada solar", o bien, "el Sol lanzará una gran llamarada", pero él lo describió así: "golpe de Fuego Estelar", y así está. De todas formas, y sin lugar a dudas, está claro a qué se refería. Pero, esto, evidentemente, no quiere decir que la Humanidad entera, se vaya a "purificar" -limpiar de "sus pecados"- de golpe, al instante, cuando se produzca la Tormenta Solar. De todas formas, esa "purificación", es un proceso largo que ya se viene llevando a cabo desde hace mucho tiempo, desde que comenzó el proceso del Apocalipsis -a comienzos del siglo XX según los Grandes Seres Solares-, y, actualmente, desde el año 1.992, aproximadamente, se está acelerando e intensificando. ¡Porque, nos encontramos en la cuarta y última fase de lo que se llama el Apocalipsis-Revelación y en un período de transición entre dos Grandes Ciclos Cósmicos de más de 25.000 años!.

Por otra parte, en el Antiguo Testamento hay un pasaje, escueto, pero significativo, que si lo analizamos detenidamente, podría tener alguna cierta semejanza con lo que nos dice Parravicini, en cuanto que: "el fuego purificará". El versículo, en cuestión, se refiere a la Humanidad entera: "Dos partes de ella serán dispersas y perecerán; y la tercera parte quedará en ella. Y yo haré pasar esta tercera parte por el fuego" (Zacarías 13-v.8y9). ¡Haré pasar "por el fuego"...!.

Ya sabemos todos, o casi todos, que hemos buceado un poco en las aguas del esoterismo que, el Libro de la Biblia tiene tres niveles de interpretación y, por lo tanto, no puede interpretarse todo al pie de la letra, es decir, en un sentido literal. Eso lo saben muy bien las hermandades esotéricas actuales, los Rosacruces, los Cabalistas, los Gnósticos, etc, y, por supuesto, "las hermandades de la Sombra", es decir, los Illuminati y demás compañía. La inmensa mayoría de la gente, sectas y grupos pseudo religiosos, no vamos a decir nombres de esas sectas y demás, no llegan a pasar del primer nivel, el literal.

Para todos aquellos que aún no lo saben, el Libro de la Biblia, y no sólo la Biblia sino todo Libro Sagrado, de la cultura que sea, tiene tres niveles de interpretación. El primer nivel va dirigido al simple creyente, y el texto se interpreta al pie de la letra sin ir más allá, en su sentido literal. El segundo nivel ya no se interpreta al pie de la letra sino que hay que interpretar el texto en base a sus metáforas y simbolismo. Y el tercer nivel de interpretación y comprensión es el llamado oculto o esotérico y, únicamente, lo practican los iniciados de las grandes Hermandades ya sean, bien de la Luz o, bien de la Sombra.

Evidentemente, los seres humanos no tenemos todos el mismo grado de desarrollo intelectual y espiritual, por lo tanto, los diferentes niveles de lectura de los libros sagrados serán accesibles en función del nivel de consciencia de cada individuo, obviamente. Esto, se hace particularmente obvio en el Libro de S. Juan, un libro iniciático: el Apocalipsis, el cual, está plagado de simbolismos y, por consiguiente, no puede leerse al pie de la letra, evidentemente.

Por ejemplo, ese pasaje del profeta Zacarías, sumado a algunos más -no es necesario que los expongamos aquí- que se recogen en el Libro de San Juan, y analizados al nivel requerido, el de los simbolismos y alegorías, nos indican la suerte -está bien claro- que correrán las dos terceras partes de la Humanidad... y, "la otra", aquella que:"...haré pasar esta tercera parte por el fuego", como escribió el profeta Zacarías, -y Benjamín, nos dice: "el fuego purificará"- será esa, la tercera parte de la Humanidad, la que -según el Libro de S. Juan y el profeta Zacarías- se "salvará" al final, sí, pero antes habrá tenido que atravesar por "el fuego estelar que purifica", al igual que toda la Humanidad de la Tierra.

Ahora bien, vemos: "el golpe de Fuego Estelar"..., "el fuego purificará"; sustituimos las palabras, donde dice "fuego", por LUZ, y donde dice "estelar", por SOL. Y, tendremos, "golpe de LUZ del SOL..., "la LUZ -del Sol- purificará". Hemos visto más arriba cómo algunos científicos, en siglos pasados, se cuestionaban que el Sol fuera un astro frío y se cuestionaban: "¿Cómo es posible que los "rayos de fuego" del supuesto Horno Cósmico....?". ¡Aunque ellos ya sabían que no eran precisamente "rayos de fuego" lo que emana del Sol y que su núcleo es frío!. ¡Otro enigma!.

Y, ¿por qué se salvará sólo esa tercera parte de la Humanidad?. Porque, al final de este largo y gigantesco proceso -tutelado por el Sol, y su Luz- de purificación del cuerpo físico, mental y conciencial de toda la Humanidad y transmutación de nuestra estructura celular y ADN, será sólo esa tercera parte la que conseguirá elevar, no sin esfuerzo, su "frecuencia vibratoria" y su consciencia, en "un grado".

Estamos creciendo y, en vísperas de dar un salto cuántico, de subir ¡no uno sino "dos peldaños" de golpe!, en la Gran Escalera Universal de la Evolución. ¡Muy pocos son conscientes de este hecho!. Son ciclos periódicos y naturales de crecimiento de los mundos, regulados por las Grandes Leyes del Universo que tutelan la evolución de todo cuanto vive en el Cosmos. Y, por lo tanto, es lo que nos pide urgentemente el Sol -el Padre y Madre de la Creación- en este Tiempo, "crecer", que elevemos nuestra frecuencia vibratoria interatómica y nuestra consciencia en un grado; para conseguir así, ponernos en perfecta armonía con las nuevas y más altas frecuencias vibracionales de alto nivel espiritual que nos están llegando a través de la energía-luz que viene emitiendo y desarrollando el mismo Sol, conjuntamente con el Núcleo Solar de la Tierra.

¿Cómo conseguimos elevar nuestra frecuencia vibratoria?. La respuesta, nos la dan los Grandes Seres Solares a través de uno de los "dos candelabros": La comida sana, las meditaciones y todo lo que podríais hacer no será nunca lo suficiente, si dentro de vosotros no se suelta "algo". Podéis salmodiar unos mantras durante todo el día, u otras oraciones, mortificaros, ayunar, pero nada cambiará si no hacéis un sitio para el Amor y la Confianza. No hay receta para amar; no busquéis, sólo la vida os traerá lo que se necesita para abrir el corazón, si aceptáis lo que la Vida os ofrece". La respuesta a esa pregunta la encontramos también pero un poquito más ampliada en: "La Tierra, el Universo van hacia una eterización".

Hay que, también, advertir de que el aumento de la frecuencia vibracional -con valores cuatridimensionales- de la energía-luz procedente del Sol y del Núcleo Solar de la Tierra, producirán un cierto efecto en el plano psico-físico y mental de toda la población humana. Desde hace tiempo se viene produciendo, progresivamente, una diferenciación cada vez mayor, de los valores positivos y negativos humanos, a nivel individual y colectivo. Es decir, aquellos que porten en sí mismos, valores más espirituales y elevados que primarios y materiales, se irán adaptando a la nueva "tasa vibratoria" que está instaurando y demandando el Sol; y aquellos que no consigan irradiar un mínimo de Amor desde el fondo de sus corazones, provocarán en sus organismos psico-físicos y mentales, a modo o semejanza de "cortacircuitos", "quemando" determinados fusibles emocionales y mentales. Por lo tanto, iremos viendo una, cada vez mayor, exacerbación del mal en todas sus variantes, mayor violencia y crueldad, intolerancia, xenofobia, odio, etc.

Es decir, y para ser más claros, y simplificando mucho, aquellos que se armonicen con los valores -positivos- del Bien y de la Luz se volverán cada vez más "positivos" y mejores, y aquellos que se identifiquen porque así lo prefieren y desean con los valores -negativos- del Mal, se volverán cada vez más perversos. El Fuego que "purifica", el Sol, a través de sus "rayos de fuego", a través de su Luz-energía, viene procesando una progresiva pero acelerada -gracias también a los "empujoncitos" de las erupciones solares- diferenciación del "buen grano de la cizaña", como decía aquella parábola de bíblica memoria.

El que se manifestó hace 2.000 años, el Sol-Cristo en la persona del Avatar Jesús para sembrar la semilla del Amor, también en este mundo -como en otros muchos-, vuelve ahora para "recoger la cosecha". Pero, esta vez, no vuelve en su aspecto físico que adoptó hace 2.000 años sino que es su luz-energía la que está actuando en este gigantesco proceso -"de siembra"- que comenzó hace 2.000 años, en efecto, con la siembra de "una semilla": la del Amor y Compasión, y terminará cuando han dicho los Grandes Seres Solares -2.032-, al tiempo de "la cosecha": del "buen grano", con el cual se sembrará un Nuevo Mundo, una Nueva Tierra que iniciará con la Era de Acuario.

En definitiva y concluyendo, esa nueva y más alta fracuencia vibracional de la Luz-energía que nos envía el Sol -"la bola de fuego incandescente" según la ciencia-, no es otra cosa que: "el Fuego que purifica". Y, en realidad, estamos todos, toda la Humanidad, y sin ser conscientes de ello, "atravesando por ese Fuego". ¡Por ese Fuego que no quema pero que, sin embargo, tiene un efecto "purificador" -tanto de nuestro mundo interno como externo-, y trasnmutador, necesario, antes de pasar a otro nivel más sutil de la existencia, a otro nivel de conciencia más elevado y cristalino!. ¡La Humanidad, urgentemente, debe limpiarse, a nivel interior, de todas "sus impurezas"!. Y, el mayor "disolvente" que existe que puede acabar con cualquier tipo de "impureza": odio, rencor, egoísmo, soberbia, etc. y con cualquier tipo de Karma por muy gordo que sea es..., el Amor y la Compasión. ¡No hay otra fórmula!.


Por lo tanto, podemos entender que Benjamín cuando escribe: "El fuego -"estelar"- purificará", y el profeta Zacarías: "...haré pasar esta tercera parte por el fuego", ¿se estarían refierendo a lo mismo?. Obviamente, sí, se están refieriendo los dos al Sol, a la Luz-Energía ("los rayos de fuego") que emite el Sol, y que porta una determinada frecuencia y longitud de onda , de la cual, depende absolutamente, toda manifestación de vida sobre la Tierra. Si la luz del Sol cambia y aumenta su frecuencia vibratoria..., como viene ocurriendo desde hace tiempo, toda forma de vida en nuestro planeta entra en mutación-transformación y, por lo tanto, la supervivencia sólo sería posible para aquellos que con un poco de esfuerzo y mucho Amor consiguieran adaptarse a ella.

Las erupciones o eyecciones solares de masa coronal -EMC-, que vienen produciéndose, intermitentemente, desde hace unos cuantos años atrás, con cierta intensidad en sus emisiones, hasta el momento de la Tormenta Solar -"golpe de fuego estelar"-, son pequeños "empujoncitos", "acelerones", que el Sol nos imprime, en este gigantesco proceso que está viviendo la Humanidad, no sólo de "purificación" sino también de mutación del ser, con el fin de realizar unos pequeños "reajustes" en los códigos genéticos de toda expresión de vida que existe actualmente sobre la Tierra. -Ver también: "La Mujer, que aún duerme en la mujer, renovará el mundo". (Sabiens)-.

Nuestro código genético, ADN, de "doble hélice" está mutando -positivamente- a "tres y cuatro hélices"... ¿Qué significa esto?. ¡¡Que está surgiendo una "nueva raza" de hombres y mujeres con unas capacidades psico-físicas y mentales inimaginables -lo saben ya los genetistas- hasta ahora y, unas cualidades espirituales que rozarían la dimensión angelical!!; algo, que no interesa a "aquellos" que tienen "otros planes" para nuestro planeta y que vienen frenando, desde hace mucho tiempo y con todos los medios a su alcance, el avance evolutivo de la Humanidad!. Es también, por esta razón, que el Sol nos "echará una mano", cuando desencadene: "el golpe de fuego estelar". ¡¿¡?!.

La población mundial no se imagina, ni por lo más remoto, los medios de los que disponen y controlan, aquellos que vienen, en efecto, desde hace mucho tiempo poniendo "palos en las ruedas" -en medicina, ciencia, tecnología, desarrollo, alimentación, etc.- para que no avance la Humanidad en su camino evolutivo. Nosotros, la población de la Tierra y, materialmente hablando, no podemos hacer gran cosa contra "esas fuerzas" extremadamente poderosísimas e, inconcebibles, para la inmensa mayoría de la gente..., pero ¡el Sol, sí puede!. El Sol, en contra de lo que muchos piensan, nos va "a echar una mano", en efecto, porque uno de los varios cometidos de esa Tormenta Solar que se anuncia y se espera, será el de debilitar y frenar la acumulación de esas "fuerzas negativas" extremadamente poderosas y que vienen desarrollando desequilibrios y perturbaciones muy deletéreas para la población de la Tierra y que no puede llegar a concebir por mucha imaginación que pusiera. No tengamos miedo del Sol.

Ya, para finalizar, hay que recordar que, ya fue dicho y escrito: "Nadie sabe el día ni la hora". A lo que habría que añadir, ni de este evento, la "Tormenta Solar del Siglo", ni de ningún otro.

La Tormenta Solar, cuando se produzca, y sólo Dios sabe cuándo, o mejor dicho, sólo el Sol sabe cuándo -aunque para el caso, es lo mismo-, no provocará "el fin del mundo", entendido éste como la desaparición de toda forma de vida sobre la Tierra, por supuesto que no, pero sí con ella, daremos un paso más hacia delante, hacia el derrumbamiento de las antiguas estructuras de poder sobre las que se asienta el "viejo mundo", el cual, debe cambiar, esta cambiando..., ¡y cambiará!.

Antes, más arriba he mencionado, por encima, a los "dos olivos", los "dos candelabros"..., Estos dos grandes y sencillos seres, están aquí, entre nosotros desde hace bastante tiempo, como dice el Apoc. 11,v.3 "profetizando" -se refiere a la gran labor de divulgación que vienen llevando a cabo sobre los caminos de la Conciencia- y "vestidos de saco", como se dice en ese mismo versículo... Que nadie espere ver a dos personas, en estos Tiempos, vestidas "de saco" para reconocer a los "dos candelabros", pues, en realidad, "vestidos de saco" no es más que una referencia a dos de sus muchas virtudes personales: la sencillez y la humildad. Ellos son, ¡A.. y D..!. ¡Gracias a ellos muchos hemos despertado!.

¡Los dos testigos -pero no son Testigos de Jehová- del Señor, que señalarán el "rostro" del Anticristo!. ¡¡Y, ya lo vienen haciendo!!. Uno de esos "rostros", y el más notorio se encuentra..., ¡en el Vaticano!. Donde menos se lo imaginaría la gente...

Que cada uno saque sus propias conclusiones.

Mario Zorrilla Gallego
(Un antiguo esenio)

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