sábado, 1 de diciembre de 2012

Coober Pedy, Australia. Una excéntrica ciudad subterránea. Y también, capillas subterráneas de Polonia.




Coober Pedy: Es un pueblo en donde gran parte de sus habitantes vive debajo de la tierra, en unos espacios que denomina: dugouts. Cuando se llega a Coober Pedy después de atravesar 850 kilómetros al norte de Adelaida o 690 kilómetros al sur de Alice Springs, en Australia, se encontrara en el medio de un abrasador desierto de polvo rojo donde aparece un pueblo minero rodeado de grandes maquinas excavadoras. Solo más tarde nos damos cuenta que debajo del suelo rojo que estás pisando hay hoteles, iglesias, restaurantes, comercios, casas de familia y galerías de arte.


Los huéspedes de ciertos hoteles de Coober Pedy, en el sur de Australia, encuentran alojamiento de buen susto, con alfombrado de pared a pared, cómodos muebles, cuadros en las paredes y modernos aparatos electrónicos. Pero no tiene caso que pidan un cuarto con panorámica: no hay ventanas, todo es subterráneo.


Coober Pedy es un remoto pueblo minero que produce casi 90% de los ópalos en el mundo. Desde que se descubrió la gema en la zona, en 1915, numerosos mineros han vivido en "refugios" bajo el desierto. Los divertidos aborígenes llamaron al lugar kupa piti, que significa 'hombre blanco en un agujero".

El hotel más insólito es el Desert Cave Hotel, el único hotel bajo tierra del mundo, que tiene gimnasio, sauna, restaurante italiano, bodega, negocios de souvenirs y taller de talla de ópalos, todos bajo tierra. El hotel es de excelente nivel y buen gusto, cobra 152 dólares la habitación simple o doble y organiza excursiones por los alrededores, una de ellas para excavar en las minas en busca de tu propio ópalo. Una comida en el exclusivo hotel sale entre 20 y 35 dólares.

Ventajas de la vida de las cavernas: Talladas en suave arenisca rosada, estas viviendas son mucho más que simples agujeros en el suelo. Además de las comodidades modernas habituales, tienen varias ventajas. Por ejemplo, los jugadores de billar pueden poner tiza al taco girándolo contra el techo, y para ensanchar una habitación basta golpear la pared con un zapapico.

La falta de madera para construcción podría haber sido una razón para las viviendas subterráneas, ya que el último árbol de Coober Pedy desapareció en 1971. Pero el motivo principal es huir del calor. Las temperaturas veraniegas pueden llegar a 50°C en la superficie del desierto, mientras que en los hogares subterráneos se mantienen a 25°C. De los casi 4.000 habitantes de Coober Pedy, casi la mitad vive bajo tierra.
En otros lugares calurosos también se ha optado por esta solución, con menos lujos. En los límites del desierto del Sahara, por ejemplo, el área de Matmata en el sur de Túnez, los bereberes han cavado viviendas subterráneas para huir del intenso calor.

Sus casas de dos y tres pisos, talladas en la suave roca, forman un círculo alrededor de un patio central, donde se desarrolla la vida aldeana en comunidad. En total hay unos 700 de estos hoyos que, según una teoría, se edificaron porque el material de construcción escaseaba y la roca era blanda. Así pues, se les hizo más fácil construir hacia abajo que hacia arriba.

Capillas subterráneas en Polonia.
Los Milagros santos de sal de Polonia
A más de 100 metros bajo tierra, en las profundidades de una mina de sal en Polonia, está la magnífica capilla de la beata Kinga, cuyo altar se remonta al siglo XVII. En el laberinto de túneles que la circundan hay otras capillas subterráneas, estatuas de santos y escenas religiosas por demás conmovedoras. La ubicación de estos objetos sagrados es de por sí sorprendente.

Sin embargo, más extraña aún es la manera de crearlos: las capillas y estatuas fueron esculpidas en sal gema. Se trata de la famosa mina Wieliczka, en las cercanías de la histórica ciudad de Cracovia, con 150 Km. de túneles excavados por generaciones de mineros desde el siglo XI. Las magníficas rallas en sal expresan su devoción religiosa v son un modo de implorar la protección divina en sus peligrosas labores cotidianas.

En la actualidad, la mina es una popular atracción turística que sirve de centro de recree subterráneo. La madriguera humana de Wieliczka incluye cafetería salón de baile, cancha de tenis y hasta un sanatorio, donde se trata eficazmente a los enfermos de asma gracias al benéfico microclima de la mina de sal.

Detalle de una de las paredes de la Capilla de Santa Kinga:

Ermita bajo tierra La nave subterránea de la capilla de la beata Kinga, monja que llegó a Polonia desde Hungría en el siglo xm, se localiza en las cercanías de la ciudad de Cracovia; mide 54 m de largo y está esculpida en sal.

fuente/http://www.portalplanetasedna.com.ar

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