Economía. Turbulencias en la Eurozona tras la dimisión de Mario Monti.

Italia golpea a Europa: De Guindos habla de "contagio" y está "mirando el rescate".

Las turbulencias políticas en Italia han devuelto, si alguna vez salió, el posible rescate de España a la primera plana. El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que el Gobierno sigue mirando esta posibilidad y al mismo tiempo ha acusado a Italia de provocar el contagio de la primera de riesgo. Mientras, la patronal, partidaria del rescate hasta hace nada, ahora se muestra más cautelosa y alerta de posibles recortes "criminales", lanzando un dardo además contra Alemania.

En una entrevista a RNE esta mañana, De Guindos ha indicado que el Gobierno "está mirando" si solicita la ayuda del Banco Central Europeo (BCE) y cuándo lo haría, porque "los tiempos también son importantes". "Hay que elegir la mejor decisión en el mejor momento posible", ha enfatizado De Guindos, tras admitir que con una prima de riesgo de entre 400 y 450 puntos básicos es "muy difícil" que un país se financie "correctamente". El anuncio de dimisión de Monti eleva la prima de riesgo de España e Italia.

Preguntado por si España solicitará el rescate a la UE, el ministro ha aseverado que "la ayuda que necesita España es que se eliminen las dudas sobre la irreversibilidad del euro" y ha añadido que eso sería "tan simple" como que se decidiera avanzar en la unión bancaria este jueves, durante la reunión del Consejo Europeo.

En este sentido, ha advertido del riesgo de "contagio inmediato" que sufre España de las dudas sobre la inestabilidad política de países como Italia, cuyo primer ministro, Mario Monti, ha anunciado que dimitirá cuando se aprueben los presupuestos para el próximo ejercicio. "Cuando surgen dudas sobre la estabilidad de un país próximo como Italia, al que también se percibe como vulnerable, inmediatamente nos contagia", apuntó el ministro.

"Cuando se considere mejor"

Respecto a la petición de rescate, la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha dado hoy por hecho que el Gobierno de Mariano Rajoy acabará pidiéndolo, pero indicó que lo hará "cuando considere que es mejor para los intereses generales de España".

Cospedal afirmó en rueda de prensa que la posible petición del rescate al BCE para refinanciar la deuda española "no es una cuestión de partido" sino que lo que está en juego es "el interés para nuestro país". "El Gobierno hará aquello que sea más necesario y más inteligente para los intereses de España", ha recalcado.

La patronal cambia su postura: ¿Un toque a Alemania?

La CEOE, por su parte, ha cambiado su postura ante un hipotético rescate ante el temor de las condiciones que vinieran asociadas, y al mismo tiempo ha mostrado sus reticencias hacia otrs países europeos.

Alberto Nadal, vicesecretario general de CEOE, aseguró en una entrevista a Bloomberg que un rescate "podría imponer un ritmo criminal de reducción del gasto púbico". Este escepticismo contrasta con su postura anterior de apoyo tras las medidas anunciadas en verano por el presidente del BCE, Mario Draghi.

Además, Nadal aseguró que "el Eurogrupo no es meramente una institución técnica como el Fondo Monetario Internacional (FMI), está formado por representantes de gobiernos que muchas veces tienen que vender las medidas a sus parlamentos, por lo que no se puede conocer el resultado".

Detrás de este reproche se puede encontrar Alemania, con unas elecciones presidenciales a finales del año que viene, y que según diversos medios ha obligado a España a retrasar la petición de rescate de España para no reducir las posibilidades de victoria de la canciller Angela Merkel.

Este pulso que mantienen España y Alemania siempre tiene un tercer actor invitado: el FMI. En los últimos meses se han reproducido los rumores sobre una petición directa a ese organismo, evitando el mecanismo habitual de rescate.

Mejora las previsiones

Por otro lado, el ministro ha asegurado que la economía española registrará este año una caída "menos mala" de la prevista en las proyecciones oficiales y ha advertido del riesgo de contagio para España que puede derivar de la incertidumbre política en Italia. En concreto, ha avanzado que prevé una contracción del PIB de entre el 1,3% o el 1,4%, por debajo del 1,5% calculado por el Gobierno.

De Guindos ha subrayado que el cuarto trimestre de este año va a ser el "más duro y complejo" desde que se inició la crisis hace cinco años, pero se ha mostrado optimista de cara al cómputo global. Eso sí, precisó que el comportamiento final del PIB en 2012 dependerá de lo que pase en los últimos tres meses del ejercicio.

Estos cálculos estarían en línea con las estimaciones difundidas en las últimas semanas por la patronal de empresarios CEOE o Funcas, que sitúan la caída de la economía en el 1,4%, una décima menos de lo que preveía el Gobierno en su cuadro macro. Por su parte, la OCDE rebajaba el descenso esperado en el presente ejercicio al 1,3%.

Recesión en 2013.

En todo caso, el ministro ha señalado que la economía española seguirá mostrando tasas intertrimestrales negativas al menos durante la primera mitad de 2013, por lo que España no saldrá de la recesión hasta el tercer o cuarto trimestre del próximo año.

Pese a la contracción del PIB y de las "dramáticas" cifras del paro, De Guindos ha afirmado que existen síntomas positivos que hacen pesar que España "puede estar dejando atrás lo peor de la crisis" y entre ellos ha citado la reducción de la deuda de familias y empresas, la evolución positiva de las exportaciones y la corrección del sistema bancario.

"Están todos los mimbres para que se produzca la recuperación cuando se vaya recuperando la confianza", reiteró el titular de Economía, tras destacar que también están puestas las bases de la reconducción del déficit público debido, entre otras cosas, a las "dolorosas" subidas de impuestos y rebajas del gasto público.

En este sentido, puntualizó que el Ejecutivo no tiene previsto llevar a cabo ajustes adicionales, más allá de los anunciados en los Presupuestos Generales del Estado para 2013, porque España "está haciendo lo correcto en la reducción del déficit público" y así lo reconocen las instituciones europeas.

fuente/ El Economista