viernes, 28 de diciembre de 2012

Por fin!. Acuerdo unánime del Parlamento de España sobre la necesidad de un protocolo de seguridad europeo para prevenir tormentas solares.


Se modifica el titulo de la nota ante lo que ya no es una proposición sino un acuerdo adoptado por unanimidad.

El Observatorio de Clima Espacial  nos ofrece esta información de gran y vital importancia a través del cual, aquí tenéis el texto íntegro publicado en el Boletín Oficial de hoy del Congreso de los Diputados.

La proposición no de ley en tramitación en este momento en el Parlamento español para prevenir posibles eventos solares extremos. Proposición no de Ley sobre la necesidad de un protocolo de seguridad europeo para la prevención tecnológica derivada de fenómenos naturales solares. 161/000462 (CD) 663/000008 (S)

La Mesa del Congreso de los Diputados, en su reunión del día de hoy, ha adoptado el acuerdo que se indica respecto al asunto de referencia. (161) Proposición no de Ley en Comisión. Autor: Grupo Parlamentario Socialista. Proposición no de Ley sobre la necesidad de un protocolo de seguridad europeo para la prevención tecnológica derivada de fenómenos naturales solares.

Acuerdo: Considerando que solicita el debate de la iniciativa en Comisión, y entendiendo que es la Comisión Mixta la que insta al Gobierno a la adoptación de las medidas correspondientes, admitirla a trámite como Proposición no de Ley, conforme al artículo 194 del Reglamento, y disponer su conocimiento por la Comisión Mixta para la Unión Europea. Asimismo, dar traslado del acuerdo al Gobierno, al Senado, al Grupo proponente y publicar en el Boletín Oficial de las Cortes Generales. En ejecución de dicho acuerdo, se ordena la publicación. Palacio del Congreso de los Diputados, 20 de marzo de 2012.—P. D. El Letrado Mayor de las Cortes Generales, Manuel Alba Navarro. A la Mesa del Congreso de los Diputados En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, me dirijo a esa Mesa, para presentar, al amparo de lo establecido en el artículo 193 y siguientes del vigente reglamento del Congreso de los Diputados, la siguiente

Proposición no de Ley sobre la necesidad de un protocolo de seguridad europeo para la prevención tecnológica derivada de fenómenos naturales solares, para su debate en la Comisión Mixta para la Unión Europea. 

Exposición de motivos.

De nuestra estrella «el Sol» fluye una emisión continua de partículas cargadas eléctricamente (protones, electrones y núcleos de helio) que constituyen lo que es conocido coloquialmente como: el viento solar. En ocasiones, dicho viento se ve perturbado por la liberación explosiva en la atmósfera solar de miles de millones de toneladas de estas partículas en unas pocas horas, dando lugar a una tormenta en el viento solar que se propaga por todo el Sistema Planetario. 

La intensidad y frecuencia de tales eventos varían con el ciclo de once años de la actividad solar. Precisamente en el tiempo presente a comienzos del año 2012 nos encontramos iniciando un nuevo ciclo cuyo máximo se espera para el año próximo 2013 y su número e intensidad variará con el referido ciclo de actividad solar de once años.

 El campo magnético terrestre conocido como la magnetosfera, nos protege de la acción directa del «viento solar» aunque no totalmente. Bajo ciertas orientaciones del campo magnético interplanetario con respecto al terrestre, las partículas de dichas tormentas pueden llegar a perforar el escudo protector (la magnetosfera) provocando tormentas geomagnéticas y causando diversos efectos sobre el planeta.

 Ello es más posible que se produzca cerca de los polos magnéticos de la Tierra, zonas en las que las líneas de fuerza del campo magnético terrestre se abren al medio interplanetario. Más específicamente, aquellas zonas cercanas al polo magnético terrestre como EE.UU. y Canadá constituyen zonas especialmente sensibles a los efectos de las tormentas solares como también resultan conocidos los fenómenos vinculados al viento solar. Precisamente por ello en algunos países las autoridades responsabilizadas de las labores de protección civil han desarrollado programas de alerta a la población. Sirva como recordatorio el apagón que sufrió la zona de Quebec en marzo de 1989 producido por una tormenta solar. Debemos de ser conscientes de que la energía de las partículas es suficientemente grande como para causar efectos en la atmósfera (por ejemplo las auroras boreales) o sobre nuestra tecnología basada en la electricidad (la llamada ciberelectroesfera) así como también producir daños en los seres vivos. Asimismo también debemos tener presente que nuestra civilización actual va dependiendo cada vez más de las comunicaciones y obviamente del consumo de energía eléctrica que podría verse afectado por las referidas interacciones. 

Numerosos satélites constituyen la base de nuestra tecnología de comunicaciones y navegación y sus fallos están asociados claramente a las tormentas solares, circunstancias de las que son claramente conscientes las empresas y los estados propietarios de los mismos. Por otro lado y no de menor importancia lo constituyen los efectos sobre la aviación y en especial para aquellas aeronaves que siguen rutas polares y es por ello por lo que suelen llevar medidores a bordo para controlar el nivel de radiación ionizante que recibe la tripulación o los pasajeros.

 La humanidad dispone de estudios de los efectos producidos por grandes tormentas solares sobre nuestra tecnología desde 1859 hasta la actualidad. Si bien es cierto que no es de esperar que el actual ciclo de actividad nos proporcione tormentas especialmente intensas, también responsablemente hemos de reconocer que nuestra sociedad es cada vez más vulnerable a perturbaciones de las que pueden ser víctimas nuestro actual sistema tecnológico. Nuestros sistemas eléctricos en muchas ocasiones se encuentran cercanos a la saturación y cualquier desequilibrio exterior puede provocar daños importantes.


En España las labores educativas y preventivas ante situaciones excepcionales de emergencia generados por fenómenos naturales de diferente procedencia no ha sido objetivo de especial atención. Por ello no puede dejar de causar satisfacción el que una Comunidad Autónoma como Extremadura a través de «protección civil de Extremadura» acaba de publicar una serie de recomendaciones o «buenas prácticas preventivas» realmente pioneras en nuestro país, con las que explica de manera didáctica a los ciudadanos lo que se entiende acerca del riesgo natural vinculado a una «tormenta solar severa» y cómo podría prepararse cualquier persona en la Comunidad Autónoma de Extremadura en caso de que alguna vez se produjese de forma inesperada y llegase a afectar a las infraestructuras españolas; lo que dado el agitado momento solar del actual período de actividad solar, podría darse en un 1% de posibilidades según señalan instancias europeas e internacionales.

 El texto al que nos estamos refiriendo que titulado «Decálogo de buenas prácticas, tormenta solar severa: ¿cómo prevenirla?» ha sido elaborado por la Dirección General de Justicia e Interior de la Junta de Extremadura y su contenido se basa en las estimaciones de los principales informes sobre esta materia recogidas en el estudio del «observatorio del clima espacial» y comienza por definir de manera didáctica una tormenta solar como «una variación pronunciada del campo magnético terrestre debido a que porciones de la energía solar son transferidas a nuestra magnetosfera, habitualmente en conexión a grandes llamaradas solares que emiten materia en nuestra dirección».

 El texto al que estamos haciendo referencia puntualiza con claridad que: «la gran mayoría de las tormentas solares suelen ser algo común e inofensivo cuyo efecto más relevante es el de ofrecernos imágenes de gran belleza en los cielos nórdicos lo que es conocido como auroras boreales. En singulares ocasiones, pueden llegar a producirse efectos de inducción electromagnética similares a un EMP (Pulso Electromagnético) que podrían llegar a dañar las redes e infraestructuras eléctricas, sistemas tecnológicos satelitales y de GPS. En suma a los sistemas vinculados a la comunicación pero nunca a las personas dada la protección que nos proporciona la Tierra».

 El «decálogo de buenas prácticas» que ha formulado la Junta de Extremadura ha sido planteado desde la óptica de una «buena práctica preventiva» y relaciona un decálogo de sugerencias de aspectos esenciales acerca de cómo deberían prevenirse las familias extremeñas para estar mejor preparadas ante este tipo de eventualidades de baja probabilidad, en la línea de las recientes recomendaciones que sobre la materia ha emitido el Parlamento británico y de los nuevos planteamientos de autoprotección familiar elaborados por el correspondiente departamento de protección civil de EE.UU. tras la nueva directiva presidencial aprobada por el Presidente norteamericano.

En consecuencia, conviene tener constancia de que en los EE.UU., tras un largo proceso de evaluación, el Departamento de Seguridad Nacional Estadounidense ha elaborado el nuevo Registro Nacional de Riesgos Estratégicos para su país con un listado oficial de «las veintitrés mayores amenazas» para los EE.UU. que podrían desencadenar una catástrofe de escala nacional, de entre las que se encuentra la expresa inclusión del riesgo de tormenta solar definida por primera vez como una amenaza natural o amenaza del clima espacial que puede desencadenarse corno «la posible llegada de una llamarada solar formada por radiaciones electromagnéticas y partículas energéticas que pudiesen causar una interrupción de los servicios de luz, gas y agua a la población y dañar las infraestructuras críticas».

Por todo ello, el Grupo Parlamentario Socialista presenta la siguiente Proposición no de Ley «El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a: Que se remita al Parlamento Europeo y a la Comisión el criterio de las Cortes Generales españolas en el sentido de la conveniencia de la elaboración de un catálogo educativo y preventivo conjunto para todos los países integrados en la Unión Europea así como un protocolo de actuación para el medio y largo plazo ante hipotéticas situaciones de emergencia derivadas de fallos tecnológicos producidos por fenómenos naturales de origen solar que pudiesen afectar a la generación y distribución eléctrica así como a las telecomunicaciones.» Palacio del Congreso de los Diputados, 15 de marzo de 2012. —José Segura Clavell, Diputado. —Eduardo Madina Muñoz, Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.


fuente/ Observatorio del Clima Espacial

1 comentario:

  1. Gracias Ferran por la noticia, es hora que se diga la verdad de lo que se esta implantando a nivel de seguridad en otros paises.
    Desde hace 4 años protegemos centros tecnológicos y Data Center de estos efectos, incluidos parques fotovoltaicos y defensa.
    Los únicos protectores eficaces para proteger de las tormentas solares la electrónica sensibles y torres de telecomunicaciones son los PDCE que desionizan la carga electroestática según aparece, reduciendo al mínimo os efectos de la tensión y sobretension.
    http://www.int-sl.ad/pdf/Manual_de_instrucciones_PDCE.pdf
    Un saludo y feliz 2013

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