jueves, 17 de enero de 2013

Geopolítica Económica. Crece la tensión en Argelia. ¿Quién intenta desestabilizar el país y por qué?





Crece la tensión en Argelia: Statoil cierra su planta de gas tras los secuestros.

El consorcio petrolero noruego anunció hoy el cierre de la planta de gas en la localidad argelina de Anemas, donde este jueves un grupo terrorista islámico secuestró a numerosos técnicos y trabajadores, muchos de ellos extranjeros. Además de por Statoil, la plataforma está operada por el grupo británico BP y por la argelina Sonatrach. Treinta trabajadores logran escapar de la planta de gas en Argelia.

Helge Lund, presidente de Statoil, comunicó además que entre los retenidos se encuentran nueve noruegos y otros tres empleados de su empresa de distintas nacionalidades y que se desconoce el número exacto de las personas que fueron capturadas por los rebeldes.

Lund redujo así el número de secuestrados del país escandinavo, ya que el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, había anunciado anoche que eran 13 los ciudadanos de su país secuestrados. "La situación en Argelia esta noche es seria y muy poco clara", aseguró Stoltenberg en una comparecencia con el ministro de Exteriores, Espen Barth Eide, transmitida por la televisión pública NRK.

Por su parte, Cepsa ha evacuado de forma preventiva a su personal extranjero en dos campos de crudo en el país argelino. "Hemos llevado el personal extranjero al centro del país por motivos de seguridad", dijo una portavoz de Cepsa en Madrid, que alegando motivos de seguridad ha evitado facilitar el número de personas evacuadas.

En el caso de Repsol, ha informado de que sigue de cerca la situación en Argelia, ya que el país norteafricano supone algo menos del 3% de su producción. "El riesgo principal (para Repsol) provendría de una extensión del conflicto de Malí en la región, ya que Repsol cuenta con una presencia significativa en Libia (un 12% de su producción y un 8% de su EBITDA)", indica Sabadell Bolsa en una nota a sus clientes.

Gabinete de crisis.

Noruega ha convocado un gabinete de crisis y ha enviado un equipo de Exteriores para ayudar a la Embajada de Argel, además de mantener un contacto continuo con Statoil, las autoridades argelinas y las de otros países afectados por el secuestro.

"No queremos especular en quién está detrás o qué motivos tiene. Trabajamos para traer de vuelta y a salvo a nuestros compatriotas y que no haya pérdidas de vidas", afirmó Stoltenberg, reacio a dar más datos por razones de seguridad.

Según la agencia oficial argelina, el grupo armado tiene secuestrada a una veintena de trabajadores de nacionalidades noruega, británica, estadounidense, francesa y japonesa.

Dos muertos
En el ataque a la planta, situada en la provincia de Ilizi, fronteriza con Libia, murieron dos personas, una de ellas británica, y otras seis personas resultaron heridas, cuatro de ellas agentes de seguridad argelinos y otras dos originarias del Reino Unido.

La agencia aseguró que los asaltantes, que llegaron al lugar en tres vehículos todoterreno, están todavía en las instalaciones y han ido liberando en pequeños grupos a los trabajadores argelinos.

Un grupo radical cercano a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y dirigido por el argelino Mojtar Belmojtar, ha asumido la autoría del ataque a través de la agencia privada de noticias mauritana ANI, asegurando tener en su poder a 41 rehenes occidentales, 7 de ellos estadounidenses.

Según Belmojtar, autoproclamado emir de la "Brigada de los enmascarados", el ataque fue obra del batallón de los "Firmantes con sangre" en respuesta a la injerencia de Argelia y a la apertura de su espacio aéreo a la aviación francesa para bombardear el norte de Mali, controlado por grupos armados salafíes desde junio.( fuente del texto/ El Economista)

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