A menudo, las personas quieren olvidar aquello que les ha dejado
un recuerdo desagradable, vergonzoso o simplemente insoportable. Un
grupo de neurocientíficos de la Universidad de Cambridge, en Reino
Unido, ha demostrado que los seres humanos utilizan dos procesos
para olvidar: la supresión y la sustitución.
"Se trata de dos mecanismos distintos que causan el olvido:
el primero interrumpe el proceso de recuperación de recuerdos, y el
segundo permite sustituir los eventos desagradables por otros que
los sustituyen", comenta Roland Benoit, de la unidad de
cognición y ciencias del cerebro de la Universidad de
Cambridge.
Utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (FMRI),
los científicos examinaron la actividad cerebral de voluntarios que
habían aprendido asociaciones entre pares de palabras y que,
después, intentaban olvidarlas según uno de los dos procesos, es
decir, bloqueándolas o bien sustituyéndolas.
Situaron una pantalla donde aparecían las palabras y formaron
dos grupos de un total de 36 participantes. Estos codificaron pares
de palabras -por ejemplo, playa-África- y a
continuación recibieron una palabra nueva que sustituía a una parte
del par -por ejemplo
playa-snorkel-. En ese
caso, la palabra África se borraba.
Se podrían desarrollar tratamientos de problemas como la
regulación deficiente de la memoria
Los investigadores pidieron a los voluntarios que olvidaran la
palabra que había sido borrada, en este caso África, y se examinó
mediante la resonancia cada una de las dos formas en que olvidaban:
suprimiendo y sustituyendo.
Quienes suprimían los recuerdos atendían a la nueva palabra que
salía en la pantalla-snorkel- y evitaban recuperar la
anterior-África-. En cambio, los que lo hacían mediante la
sustitución, recuperaron las palabras sustitutas, como
snorkel, excluyendo a las que no debían recordar
(África).
Circuitos neuronales distintos
Gracias a las resonancias magnéticas, los investigadores
analizaron después la actividad cerebral en cada proceso.
"Los resultados indican que cada mecanismo activa unos
circuitos neuronales distintos", explican los científicos.
Cuando se suprime un recuerdo, se produce una interrupción de los
procesos mnemotécnicos gracias al córtex prefrontal dorsolateral,
que inhibe la actividad del hipocampo, una región clave para
recordar eventos del pasado.
En cambio, cuando se sustituyen unos recuerdos por otros,
intervienen dos zonas del cerebro-el córtex prefrontal y el córtex
midventrolateral prefrontal- que trabajan para traer determinados
recuerdos a nuestra consciencia al tiempo que se 'borran'
los indeseados. En esa sustitución de los pensamientos intervienen
dos elementos: "un recuerdo sustituto, que va a ser
recuperado, y otro que nos disgusta", añaden.
Ambas estrategias -la supresión y la sustitución-resultaron
igual de efectivas a la hora de deshacerse de los recuerdos porque
"se trata de dos mecanismos que ayudan a mejorar el control
mnemotécnico" -de asociación mental para recuperar los
recuerdos-, explican los investigadores.
Saber que distintos procesos contribuyen a olvidar los recuerdos
puede ser útil "porque ahora sabemos que a la gente, de forma
natural, se le da mejor un mecanismo u otro", recoge el
estudio. Gracias al conocimiento de los distintos mecanismos de
olvido se podrían desarrollar tratamientos de problemas de salud
mental relacionados con la regulación deficiente de la memoria,
como ocurre tras sufrir un traumatismo.
fuente del texto/ La Flecha
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