martes, 29 de enero de 2013

Una rana de 6 patas víctima de una alteración genética.


ARGENTINA: El hallazgo de una rana de seis patas en Río de los Sauces, Córdoba, reaviva la polémica por el uso de agroquimicos

Evaluación del caso: El investigador del Departamento de Ciencias Naturales de la UNRC Adolfo Martino explicó que se trata de un individuo de la especie “Leptodactylus l. latinasus”, también conocido como “ranita de las cunetas”, cuyo tamaño no supera los 4 centímetros. 

Señaló que el ejemplar padece una malformación extrema al tiempo que ratificó que en los últimos años se ha incrementado la detección de casos con deficiencias de esta complejidad. “Las poblaciones anfibias asociadas a sistemas en donde se practica la agricultura con un fuerte uso de agroquímicos presentan malformaciones”, explicó Martino en relación a una de las conclusiones arribadas en el estudio. 

Consideró también que “las malformaciones, en general, están asociadas al uso de agroquímicos. Eso pasa a nivel mundial, no es algo exclusivamente nuestro”.

Estudios en EEUU: Cabe agregar que actualmente en EEUU se han realizado estudios sobre ranas afectadas por pesticidas y los efectos como disruptores endocrinos en los seres humanos realizado por el Biólogo Tyrone Hayes, donde este científico afirma en una entrevista realizada por la escritora francesa Marie Robin, que “este tipo de anfibios son muy sensibles a la acción de hormonas , que permiten activar los genes necesarios para sus múltiples metamorfosis . 

Luego, porque poseen exactamente las mismas hormonas que los humanos, como la testosterona, el estrogeno o la hormona tiroidea”, afirma el Biólogo quién hizo el experimento en principio en laboratorio agregando a reservorios de agua donde estaban las ranas dosis de atrazina (un herbicida prohibido por la Unión Europea en 2004) pero que se sigue utilizando en distintas partes del mundo. 

El estudio del científico continuó capturando ejemplares de una especie de rana en su estado natural (cerca de ríos arroyos, lagunas en los campos) donde comprobó los mismos disfuncionamientos que en las ranas de laboratorios. Hayes concluyó en su estudio que en bajas dosis la atrazina actuaba como “un castrador químico muy poderoso”.

fuente/ Red Conciencia Argentina

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