miércoles, 13 de marzo de 2013

Continúa sin respuestas la investigación para hallar la falla del Boeing 787.

Tras los primeros análisis aun no se logra encontrar una respuesta sobre que habría ocasionado el aumento en las temperaturas en las baterías de litio, principal foco de la investigación.

Las ocho células de la batería de iones de litio del Boeing 787 de la aerolínea japonesa All Nippon Airways (ANA), víctima de un grave incidente en enero pasado, fueron dañadas por un calentamiento cuya causa se desconoce, informaron el martes las autoridades niponas.

"Todas las células muestran daños, particularmente importantes en las unidades 3 y 6", indicó la oficina japonesa de seguridad aérea.

La temperatura aumentó sin parar, pero el origen de esa anomalía no se conoce, agregó la fuente.

"La batería fue destruida en un proceso llamado de aceleración térmica, en el que el calor sube al punto en que el conjunto se vuelve incontrolable", declaró un responsable de la agencia de seguridad de transporte aéreo (JTSB).

Las autoridades estudiaron detalladamente la batería después de haberla sometido a rayos X y haberla desarmado, indicó la fuente que precisó que proseguirán los estudios.

"Seguiremos buscando la causa de esos daños, examinando a la vez los componentes de la batería y los datos registrados a bordo", señaló la fuente.

La batería fabricada por la firma nipona GS Yuasa, integra componentes de origen diverso y es montada en un sistema eléctrico complejo por el grupo francés Thales.

Las fotos publicadas por JTSB muestran además que el cable "a tierra" conectado a la caja para evitar los problemas de electricidad estática se rompió por razones que se desconocen.

"Eso significa que el cable sufrió niveles inhabituales de corriente eléctrica, lo que nunca se habría producido en un funcionamiento normal", declaró un investigador.

El 16 de enero pasado el acumulador de iones de litio principal de un Boeing 787 de la ANA se recalentó desprendiendo un fuerte olor a quemado.

El acumulador perdió el electrolito líquido que contenía y se deformó a causa de una temperatura anormalmente elevada.

La avería desencadenó tres alarmas en el cockpit del avión por lo cual los pilotos efectuaron un aterrizaje de emergencia en Takamatsu (sur de Japón).

ANA indicó que la batería del aparato había sido cambiada en octubre pasado debido a que la batería original había dejado de funcionar.

Un incidente similar se había producido una semana antes en un avión de Japan Airlines en Boston, Estados Unidos.

Después del incidente del avión de ANA, las autoridades aérea de Japón, Estados Unidos y otros países prohibieron de vuelo a los Boeing 787 hasta que se esclarezcan las causas del desperfecto y se garantice el funcionamiento seguro de las baterías.

fuente/ latercera.com

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