Daniel y María compartieron nueve meses en la panza de su mamá y, de alguna manera, quisieron también salir al mundo acompañados. Así, minutos después de nacer, se tomaron de la mano en la planta de neonatos de un Hospital de Barcelona y una cámara congeló ese momento para siempre.
"Es un gesto precioso para recordar. Se trata de un reflejo para sobrevivir", señaló una de las doctoras del centro de salud donde nacieron los pequeños".
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