domingo, 12 de mayo de 2013

Un extraño parecido en una de la sesiones que realizo con Cuenco Tibetano me dejó perplejo. ¿Casualidad, causalidad o coincidencia?.

Queridos lectores antes de leer lo que podríamos decir como una experiencia y vivencia en una sesión realizada por Ferran (Sabiens) un tanto peculiar, miren las imágenes que hacen referencia, a un hecho histórico único y después les sigo explicando...



Brevemente les explicaré lo sucedido este sábado 11 iluminado de mayo:

-En una de mis sesiones en que se recombinan los beneficios de masaje vibracional del Cuenco Tibetano con los de la sanación por imposición de manos y que actúan a nivel mental, a nivel motor, a nivel de sistema respitario, a nivel digestivo y demás ayuda a disminuir la absorción de las ondas electromagnéticas dañinas para el organismo.


Desde el principio de la humanidad el ser humano se ha visto necesitado en la utilización del sonido para poder comunicarse, expresarse y muy importante sanarse.

La armonización y estado de PAZ que genera en las personas estas sesiones -de forma natural-   actúa tanto en el plano físico como el emocional, el mental y el espiritual.

A la persona receptora de una técnica que recombina conocimientos ancestrales con los más avanzados, - repito de forma natural - se induce a lo que la sociedad necesita: un estado de quietud y relajación, de paz y es activación el del ritmo de aprendizaje creativo.

Los neurotransmisores de este ritmo son acetilcolina, serotonina y dopamina. Aquí se produce el máximo rendimiento de nuestro cerebro en dónde se aumenta la capacidad de los 5 los sentidos y se activa un 6º sentido ( en un 70% de las personas) y además se generan  estados de tranquilidad, descanso profundo, creatividad, inspiración, intuición. Con estas sesiones la persona receptora entra en  un estado que no se llega a perder la conciencia. Diría que un estado de meditación. Y en muchos casos sucede eventos dignos de figurar en un buen cuaderno de bitácora.

Desde que inicié estas sesiones recombinantes de muchos elementos de conocimiento hay una que por lo que sucedió en la sala y de percibió, hoy hacemos una breve reseña, previa autorización del la persona asistente a la sesión.

Y entre los beneficios de estas sesiones como son:

  • Alivio del estrés y la ansiedad.
  • Mejora de la concentración.
  • Mejora de la creatividad.
  • Mejora de la visión (física, mental y espiritual).
  • Equilibrio de los hemisferios cerebrales.
  • Restablecimiento del equilibrio del sistema endocrino mediante la vibración de la hipófisis o pituitaria.
  • Alivio de la sinusitis y los dolores de cabeza.
  • Estímulo de la actividad de las ondas alfa o meditación profunda.
  • Aumento de la energía por medio de la estimulación del líquido cefalorraquídeo (posiblemente la forma física de la energía kundalini).
  • Equilibrio y limpieza de los chakras y del aura (y los órganos y glándulas correspondientes).
  • Desparasitación de energías negativas de la persona y el entorno.
  • Fácil acceso a la intuición y a la conciencia superiores.
Pues, hubo, algo que me llamó la atención, y que como decía anteriormente , previa autorización de la persona asistente a la sesión, aquí publicamos unas fotografías que por lo sucedido tan extraordinario vale la pena que las vean, y que hacen referencia al título de esta nueva información de Sabiens:

Un extraño parecido en una de la sesiones que realizo con Cuenco Tibetano me dejó perplejo. ¿Casualidad, causalidad o coincidencia?.



Al principio las fotografías salieron oscuras, le hemos dado  brillo y contraste, como veran. Después se consiguió mediante flash ver la imágen de la persona en cuestión. Y sorpresa, vaya parecido a ....








Un extraño parecido en una de la sesiones que realizo con Cuenco Tibetano me dejó perplejo. ¿Casualidad, causalidad o coincidencia?.

Un saludo.
Sabiens.

Para realizar sesiones podéis contactar en este mail. ferranweb@gmail.com

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