Está a 63 años-luz de distancia y orbita muy cerca de su estrella madre, revelan datos del Hubble
La Tierra tiene un planeta hermano, o al menos primo, a 63 años-luz
de distancia. Se trata del HD 189733b, que se ve de color azul oscuro, y
recuerda al color de nuestro planeta visto desde el espacio. El
exoplaneta orbita muy cerca de su estrella madre, y además tiene una
atmósfera hostil, con vientos de hasta 7.000 kilómetros por hora, y una
temperatura de 1.000 grados centígrados.
tilizando
el Telescopio Espacial Hubble de la NASA, un grupo de astrónomos ha
deducido el color real en el rango de luz visible de un exoplaneta
(fuera del Sistema Solar) que orbita otra estrella a 63 años-luz de
distancia.
Si se mirara directamente se vería como un "punto azul oscuro",
que recuerda al color de la Tierra vista desde el espacio. Pero ahí es
donde termina toda comparación. El ambiente diurno del planeta está en
torno a los 1.000 grados centígrados, y sufre vientos huracanados de
7.000 kilómetros por hora.
El color azul cobalto no proviene del reflejo de un océano
tropical, sino más bien de una atmósfera nebulosa y ventosa y tal vez de
nubes altas mezcladas con partículas de silicato. La temperatura de
condensación de los silicatos podría formar pequeñas gotas de cristal
que dispersarían más la luz azul que la roja.
Más datos sobre un extraño y turbulento mundo.
Este extraño y turbulento mundo, catalogado como HD 189733b, es
uno de los exoplanetas más cercanos a la Tierra que se pueden ver
cruzando por delante de su estrella. Ha sido estudiado intensamente por
el Hubble y otros observatorios y su atmósfera es muy cambiante y
exótica.
Las observaciones arrojan nuevos datos sobre la composición
química y la estructura de las nubes de este extraño planeta, una
especie de "Júpiter caliente", que orbita peligrosamente cerca de su
estrella madre.
Las nubes a menudo desempeñan un papel clave en las atmósferas
planetarias, y detectar la presencia y la importancia de las nubes en
estos "Júpiter calientes" es crucial, afirman los investigadores en la nota de prensa
publicada en la web del Hubble. "Obviamente no sabemos mucho sobre la
física y la climatología de las nubes de silicato, por lo que estamos
explorando un nuevo dominio de la física de atmósferas", explica el
miembro del equipo Frederic Pont, de la Universidad de Exeter (suroeste
de Inglaterra, Reino Unido).
El equipo utilizó el Espectrógrafo de Imágenes del Hubble para
medir los cambios en el color de la luz del planeta antes, durante y
después del paso del planeta detrás de su estrella madre. Esta técnica
es posible debido a que la órbita del planeta está inclinada de canto
según se ve desde la Tierra, y por lo tanto, pasa de forma rutinaria por
delante y por detrás de la estrella.
Hubble midió una pequeña caída de la luz -en torno a un 0,01%-
cuando el planeta pasaba por detrás de la estrella, y también un ligero
cambio en el color de la luz. "Vimos que la luz cada vez era menos
brillante en el rango del azul, pero no en el verde o el rojo. Esto
significa que el objeto que desapareció es azul porque la luz que
desaparecía era de ese rango", explica Pont. El estudio aparecerá en la
edición del uno de agosto de Astrophysical Journal Letters.
Impresión artística de HD 189733 b realizada en 2008. Imagen: NASA. Fuente: Wikipedia.
Observaciones anteriores
Observaciones anteriores habían aportado pruebas de la dispersión
de la luz azul en el planeta. Pero esta última observación del Hubble
las confirma, dijeron los investigadores.
El planeta HD 189733b fue descubierto en 2005. A una distancia de
sólo 4,6 millones de kilómetros de su estrella, el planeta está tan
cerca que está gravitacionalmente en rotación síncrona, por lo que un lado siempre está de cara a la estrella y el otro lado está siempre oscuro.
En 2007, el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA midió la luz
infrarroja, o calor, del planeta. Esta observación produjo uno de los
primeros mapas de temperatura de un exoplaneta. El mapa muestra que
entre el lado diurno y el lado nocturno las temperaturas difieren en
alrededor de 280 grados Celsius. Esta diferencia de temperatura debería
causar fuertes vientos rugiendo del lado diurno al nocturno.
El color de los planetas.
Pont advierte que es difícil saber exactamente qué causa el color
de la atmósfera de un planeta, incluso para los planetas del sistema
solar. Por ejemplo, Júpiter es de color rojizo debido a unas moléculas
coloreadas desconocidas. Venus no refleja la luz ultravioleta (UV)
debido a una sustancia desconocida de su atmósfera que la absorbe.
La Tierra se ve azul desde el espacio debido a que los océanos
absorben longitudes de onda rojas y verdes con más fuerza que la luz
azul. Además, los océanos reflejan el cielo azul de la Tierra, donde las
longitudes de onda azules de la luz solar, más cortas, son dispersadas
selectivamente por el oxígeno y el nitrógeno atmosférico en un proceso
llamado dispersión de Rayleigh.
fuente/ Tendencias21
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