La Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos incluye ocho niveles de gravedad (de 0 a 8) y una categoría tres se define como un "incidente serio".
La Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear (NRA) de Japón ha decidido elevar del uno al tres el nivel de gravedad de las fugas de agua radiactiva que se han producido estos meses desde la central de Fukushima-1.
La NRA ha anunciado este miércoles que ha aumentado del uno, que indica una "anomalía", al tres, que indica un "grave incidente", el nivel de gravedad en la escala internacional de las emisiones radiactivas al medio ambiente.
"Teniendo en cuenta la cantidad y la densidad de la radiación en el agua filtrada, el nivel tres es el adecuado", ha explicado la NRA en un comunicado publicado en su página web.
Se trata del primer cambio en el nivel de alerta por radiación nuclear que realiza la NRA desde el accidente en Fukushima-1. Entonces, lo elevó al máximo, equiparándolo así con el ocurrido en la central de Chernóbil, Ucrania.
El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.
Consciente de estas magnitudes, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha ordenado al Ministerio que se implique directamente en la solución al problema de los vertidos radiactivos y no ha descartado la utilización de fondos públicos.
Un muro de contención
En respuesta, la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) inyectó un cóctel de agentes químicos para endurecer el subsuelo y crear un muro subterráneo alrededor de los reactores nucleares uno y dos e instaló una red de tuberías para extraer las toneladas de agua radiactiva acumuladas.
El pasado viernes, la compañía eléctrica comenzó a bombear el agua radiactiva desde el subsuelo hasta la superficie, a un ritmo de 60 toneladas diarias, para almacenarla en los tanques que ha construido alrededor de la central nuclear.
Sin embargo, los trabajos para la construcción de un muro subterráneo alrededor de los reactores tres y cuatro todavía están marcha, por lo que se calcula que diariamente siguen liberando unas 35 toneladas de agua radiactiva.
Los problemas la central nuclear se deben al terremoto y al tsunami del 11 de marzo de 2011. Fukushima-1 estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.
Fuente/publico.es
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