Junto a los desechos de cocina y toallitas llegó a bloquear el 95% de una tubería de 2,4 metros de diámetro causando fetilencias en un barrio de Kingston.
Una gigantesca bola de grasa de 15 toneladas casi bloqueó los alcantarillados de un sector de Londres al punto de amenazar con inundar las calles con aguas residuales malolientes. El medio Guardian describió que un trabajador de depuraciones tardó tres semanas en lograr removerla.
"Kingston estuvo muy cerca de ser inundado con aguas residuales. Hemos registrado un mayor volumen de grasa en el pasado, pero no creemos que haya habido una sola masa de grasa congelada como ésta", dijo a The Guardian, Simon Evans, portavoz de Thames Water.
El problema comunitario se detectó cuando los residentes se vieron con dificultad de evacuar los desechos y aguas de sus baños.
Un trabajador del sector de London Borough de Kingston debió aventurarse en un pozo negro y encontró que la grasa ocupaba el 95% de la tubería de 2,4 metros de diámetro. Finalmente junto al equipo de la empresa Gordon Hailwood, el hombre tardó tres semanas en removerlo con chorros de agua a potencia.
“He sido testigo de una”, señala Evans, al explicar qué son en realidad estas fétidas bollas de grasa que eliminan vapores irrespirables. “Es un enfermante olor proveniente de heces y masas de suciedad podrida. Golpea la parte posterior de la garganta, lo que es asqueroso", dice el portavoz al medio británico.
El aceite de cocina derramado por los comerciantes y residentes en los desagües, además del papel higiénico, son en parte responsables de estas bolas mezcladas con excremento.
Tenemos 59 mil millas de alcantarillado con toallitas, grasa y humedad. "Las toallitas se descomponen y se acumulan en las articulaciones (de la tubería) y donde se agrupa la grasa. Entonces más grasa se acumula. Se va poniendo peor. Más toallitas húmedas se están utilizando y enrojecidas. Tomó Hailwood y los chicos de tres semanas para vaciar éste con alta chorros de agua a propulsión.
El alcalde Boris Johnson destacó la semana pasada que con recuperar estos desechos se podría generar el 20% del combustible necesario para toda la flota de autobuses de Londres y ahorrar miles de toneladas de CO2. Esto podría a su vez crear nuevas fuentes de trabajo.
“Existe un enorme potencial para desbloquear el valor en el aceite de cocina usado y convertirlo en nuestro beneficio económico", destacó Johnson a El Guardian.
Pero no solo las grasas animales de la comida constituyen un peligro por su acumulación, o las toallitas, pañales y condones, sino también una serie de productos que dejan residuos tóxicos, como son los pesticidas, esmalte de uñas, aceite del motores, cloro, productos de limpieza como shampoo de uso diario y pinturas.
En algunos países es obligatorio instalar en cocinas profesionales un bloqueador que impide que la grasa y otros aceites pasen hacia el alcantarillado principal, evitando de este modo la obstrucción de los desagües. En el caso de Londres bien pudo ser que esto se esté derivando de las residencias. Por otro lado el filtro no impide totalmente el paso. De igual manera tienen que hacerse los ingratos trabajos de mantenimiento en las tuberías mientras el ser humano persiste con estas costumbres.
fuente/La Gran Época
Artículo original de lagranepoca.com
--Recordemos la filmación de un extraño ser en una alcantarilla en el año 2011.
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