A pesar de lo famosos que son tanto Einstein como la fórmula con
que relacionó la masa y la energía de la materia, se conoce solo una
fotografía en que ambos se encuentran reunidos, un raro testimonio
gráfico de 1934 que compartimos aquí junto con otras emblemáticas
imágenes del físico.
Por
razones que no siempre es fácil rastrear, hay descubrimientos
científicos notablemente complejos o sofisticados que se cuelan hacia el
conocimiento colectivo. En décadas pasadas ese fue el caso, por
ejemplo, de la física cuántica, o al menos de algunas de sus nociones,
que suscitaron la fascinación y la curiosidad de personas ajenas al
ámbito científico que, entusiastas, las divulgaron, con lo cual ahora
mucha gente (o más de la que se podría esperar para un conocimiento tan
especializado) tenga nociones elementales sobre el principio de
incertidumbre de Heisenberg, o la manera en que se comportan los fotones
o los paquetes de energía a nivel subatómico.
En cierta medida esto fue posible
gracias a los medios masivos de comunicación pero, sobre todo, a la
dinámica y los mecanismos propios del mass media, a los gustos a los cuales obedece y también a los que genera (o impone).
Desde esta hipótesis se puede pensar que
Albert Einstein lo tenía todo para convertirse en una figura de época,
en emblema de un discurso específico: judío exiliado de su país por un
régimen totalitario, genio excéntrico, científico brillante,
inteligencia destacada. Para la modernidad occidental, para el
liberalismo, incluso para la ideología capitalista, Einstein admitía ser
utilizado como prueba palpable del éxito del sistema.
Quizá por ello (o por razones que nada
tienen que ver con estas), su imagen nos seduce tanto. Nos impresiona su
rostro triste y melancólico de una ocasión en que discutía asuntos de
política internacional con Cord Meyer Jr., presidente de una
organización que buscaba comprometer a los gobiernos nacionales para
evitar guerras atómicas en el futuro. Nos impresiona, en otro sentido,
su desenfado en pantuflos y en la playa, o la diversión pueril de verlo
montado en una bicicleta.
Pero en un terreno más serio, y
retomando lo planteado inicialmente, resulta interesante rescatar esta
que, según se dice, es la única fotografía conocida del descubrimiento
más emblemático de Einstein, la célebre fórmula e=mc2
que de algún modo condensa su teoría de la relatividad y, en el
desarrollo de la física, planteó un punto de quiebre con respecto a todo
lo que entonces comenzó a diferenciarse como física newtoniana. Hasta
Einstein, la masa y la energía se consideraban propiedades más o menos
separadas de la materia, pero según esta fórmula ambas poseen una
relación de igualdad por mediación de una constante, c, la velocidad de la luz.
En cuanto a la imagen, esta proviene de
una conferencia que el físico ofreció en la Universidad de Pittsburgh en
1934 a un centenar de estudiantes, para quienes derivó la famosa
fórmula. Sin embargo, pese a su significancia histórica, la fotografía
permaneció ignorada hasta 2007, cuando David Topper y Dwight
Vincent (del Departamento de Historia y Física de la Universidad de
Winnipeg, respectivamente) la redescubrieron en un viejo periódico de la
época.
Como se ve, la calidad no es la mejor que se esperaría, pero aun así es posible distinguir el e=mc2 en la esquina inferior izquierda del pizarrón donde escribe el genio, con los signos ΔE0=Δm y E0=m. Esto último se debe, según Topper y Vincent, a que desde el inicio Einstein redujo la constante c a la unidad, con lo cual se explica la igualdad planteada.
Los investigadores, por cierto, se
tomaron el trabajo de manipular la imagen para aclarar lo que se
encuentra escrito en las pizarras:
Este, en suma, es el único momento
capturado en que Einstein se encuentra junto al desarrollo científico
que lo llevaría tanto a los libros de historia como a ese álbum
fotográfico colectivo, más o menos caprichoso, que muchos llevamos con
nosotros.
*Da clic sobre las imágenes para verlas en mayor tamaño.
También en Pijama Surf: La enigmática e inesperada belleza de las pizarras en los laboratorios cuánticos
En Internet: David Topper & Dwight Vincent. ”Einstein’s 1934 two-blackboard derivation of energy-mass equivalence” (PDF)
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