A finales del pasado mes de septiembre, el Sol ha decidido poner fin a una etapa relativamente tranquila con una potente erupción que ha abierto una grieta de más de 320.000 kilómetros en la corona solar, la capa más externa del Sol. El evento tiene el aspecto de una enorme y ardiente garganta de fuego, y ha sido fotografiado por investigadores del Observatorio de Dinámicas Solares de la NASA.
El observatorio que la agencia mantiene en Greenbelt, Maryland, en Estados Unidos ha dedicado el último mes a montar las imágenes y reconstruidas en el vídeo con el que abrimos esta información.
El vídeo pasa por diferentes longitudes de onda que muestran los campos de energía electromagnética que surgen del cañón, y las diferentes temperaturas del plasma. Todo un lujo para la vista, y para los científicos que se dedican a estudiar nuestra estrella. [NASA Goddard]
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