El Santo Grial, la copa que el Maestro Jesús utilizó en la última cena no fue encontrada jamás, después de que su custodio José de Arimatea la ocultara donde debía depositarla. Los Templarios no encontraron la auténtica y verdadera copa ya que se encuentra en un lugar inaccesible al ser humano. La búsqueda física del Santo Grial siempre ha sido una búsqueda en vano. La copa que utilizó Jesús en la última cena y que además, utilizaba a menudo era bastante simple y no tenía nada de extraordinario. Fue tallada por un maestro alfarero y era de un material noble, de piedra de alabastro verde. Era una semiesfera, como una naranja si la cortamos por la mitad y vaciamos su interior. ¡No fue encontrada jamás, a pesar de la leyenda de los Templarios!. ¡El enigma de esa copa y de su contenido no es otro que el de la evolución de toda forma de vida!. Muchos son los que la han buscado y no la han encontrado, porque, primero, deben aprender a encontrarse a sí mismos.
El Santo Grial, la copa que el Maestro Jesús utilizó en la última cena no fue encontrada jamás, después de que su custodio José de Arimatea la ocultara donde debía depositarla. Los Templarios no encontraron la auténtica y verdadera copa ya que se encuentra en un lugar inaccesible al ser humano. La búsqueda física del Santo Grial siempre ha sido una búsqueda en vano. La copa que utilizó Jesús en la última cena y que además, utilizaba a menudo era bastante simple y no tenía nada de extraordinario. Fue tallada por un maestro alfarero y era de un material noble, de piedra de alabastro verde. Era una semiesfera, como una naranja si la cortamos por la mitad y vaciamos su interior. ¡No fue encontrada jamás, a pesar de la leyenda de los Templarios!. ¡El enigma de esa copa y de su contenido no es otro que el de la evolución de toda forma de vida!.
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