En el año 2009, un curioso experimento demostró que los seres humanos emitimos luz, pero no luz en el espectro del infrarrojo o el espectro del ultravioleta… luz visible.
Resulta que en la universidad de Kioto (Japón) utilizaron cámaras 1000 veces más sensibles a la luz que el ojo humano y descubrieron que en la oscuridad más absoluta, la piel y los órganos humanos brillaban literalmente.
El experimento se amplió a numerosos seres vivos y pudieron comprobar que todos los seres vivos emiten luz, la ciencia ante la imposibilidad de explicar la fuente de su origen, pensó que se debía a las reacciones bioquímicas que implican a los radicales libres, pero creemos que esa teoría no probada es solo eso… una teoría.
Asimismo descubrieron que la zona horaria en la que menos brillaban los cuerpos, era a las 10:00 de la mañana y la hora más activa, eran las 16:00.
Los experimentos se efectuaron sobre un total de 5 hombres jóvenes que se sometieron a ser fotografiados con las cámaras hipersensibles en la más absoluta oscuridad.
Desde Mundo Desconocido, pensamos que dicha luminiscencia es debida a una cuestión más íntimamente relacionada con factores espirituales, recordemos que la iconografía euro-asiática recoge en muchas de sus imágenes sagradas a seres humanos divinos rodeados de un “halo” o “aura”.
Asimismo, en la tradición popular se habla de seres de luz, el iluminado, luminoso, como seres con un alto poder espiritual (sea este utilizado para el bien o para el mal).
fuente/ Mundo Desconocido.es
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