jueves, 13 de febrero de 2014

Protegiendo el agua de los devastadores efectos del cambio climático.

fluvial


Los ciudadanos europeos quizás no experimentan aún en toda su amplitud las consecuencias del calentamiento global, pero no cabe duda de que este ya influye de forma determinante en la vida de muchos ciudadanos del planeta. Algunos de los efectos más devastadores, y probablemente más documentados, tienen que ver con el agua. Un vistazo rápido a los titulares de prensa muestra que Europa no está a salvo de esta tendencia. Varios de sus ecosistemas más delicados y apreciados, las cuencas fluviales, experimentan la presión de fenómenos extremos relacionados con el cambio climático. Sequías e inundaciones afectan a cientos de miles de personas al año. La ciencia, a pesar de la atención que le presta, aún debe obtener un conocimiento más profundo de la situación.

El proyecto financiado con fondos europeos BEWATER es la iniciativa paneuropea más reciente dedicada a estudiar las sequías en cuencas fluviales. El consorcio del proyecto, compuesto por doce socios procedentes de centros de investigación, empresas, ONG e institutos europeos, confía en descubrir opciones de gestión hídrica sostenibles y adaptables para las regiones más vulnerables del Mediterráneo. En él se estudiarán casos tipo en Cataluña, Chipre, Eslovenia y Túnez con la finalidad de aumentar la resistencia de los sistemas sociales a las consecuencias del cambio climático.

«Ahora estamos a punto de comenzar la primera etapa de los procesos de participación en cada una de las cuencas de estudio. Nuestro objetivo es involucrar a la sociedad en el debate sobre los usos actuales del agua y sus problemas asociados, especialmente centrándose en los impactos previstos del cambio climático en una escala de cuenca», explicó Anabel Sánchez, del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF, España) y coordinadora del consorcio.

Las proyecciones futuras de cambio climático apuntan hacia la escasez de agua y la sequía en la región mediterránea. Este hecho provocará graves pérdidas socioeconómicas e impactos ambientales relevantes. BEWATER pretende mejorar la concienciación pública sobre la importancia de la gestión sostenible del agua, desarrollar procesos de aprendizaje mutuo innovadores y crear más responsabilidad social en esta temática. Estos tres factores serán clave para definir e implementar estrategias y políticas de adaptación de estos espacios con éxito.

BEWATER se diferencia del resto de iniciativas al respecto por este planteamiento ascendente basado en la participación activa de la sociedad en las estrategias de adaptación hídrica ante el cambio climático. Sus participantes confían en que el trabajo a desarrollar genere políticas de adaptación eficaces y logre que las poblaciones locales reconozcan los retos de gestión y uso del agua a los que se enfrentarán. La metodología de BEWATER incluye procesos físicos, ecológicos, sociales y de gestión y permitirá extrapolar los resultados obtenidos a escala nacional e internacional.

La reunión inaugural del proyecto BEWATER, celebrada los días 13, 14 y 15 de enero, se sirvió de técnicas participativas con las que definir los métodos de trabajo, acordar un lenguaje común e identificar los retos que implica poner en práctica el proyecto con eficacia. Además, los participantes hicieron una salida de campo al caso de estudio de la cuenca de la Tordera, España. Esta salida permitió observar y oír de la mano de los actores principales del territorio los retos que conlleva la gestión del agua en esta área.

BEWATER recibe fondos a través de la iniciativa «Ciencia y sociedad», perteneciente al Séptimo Programa Marco (7PM) de la Comisión Europea, y finalizará en marzo de 2017.


Fuente: CORDIS
vía/LaFlecha http://laflecha.net/protegiendo-el-agua-de-los-devastadores-efectos-del-cambio-climatico/#mql6ph2kxxxnVkG7

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