Cientos de extrañas esferas de metal sin origen determinado fueron descubiertas por un grupo de arqueólogos en el templo de Teotihuacan.
Un robot de exploración llamado Tláloc II-TC, que tiene una cámara de infrarrojos y un escáner de láser que genera una visualización tridimensional del espacio, ha descubierto cientos de esferas de metal que se hallaban depositadas en tres cámaras secretas en Teotihuacán, concretamente en el templo de la serpiente emplumada. Al penetrar en una parte de un túnel todavía por excavar encontró tres cámaras de entre 100 y 110 metros.
El arqueólogo Jorge Zavala, colaborador de los trabajos de campo explicó que “aún no podemos establecer su función porque constituye un descubrimiento inédito. Debieron tener forma de esfera, van de los 4 a los 12 centímetros y poseen un núcleo de arcilla con materia orgánica, después se les cubrió con pirita, mineral que experimentó un proceso de oxidación y se convirtió en jarosita, de ahí que tienen un tono amarillo”.
Los arqueólogos señalan que estas esferas podrían haber sido utilizadas como algún tipo de ofrenda, ya que fueron encontradas en una zona anteriormente habitada por sacerdotes. Sin embargo, hasta el momento no se ha podido establecer su funcionalidad dado que es un descubrimiento sin precedentes.
Ahora los expertos se encuentran realizando estudios de estas esferas, junto con otros artefactos encontrados en el templo, para entender qué papel jugaban en la sociedad de esa época. Los arqueólogos del Instituto de Arqueología e Historia de México presumen que debieron ser colocadas durante la última clausura del túnel, aproximadamente hace 1.800 años.
Ante medios de comunicación, el pasado 22 de abril, el investigador del INAH detalló que este hallazgo se vincula con el descubrimiento realizado en los años 70 debajo de la Pirámide del Sol, donde también existe un túnel que conduce a cuatro cámaras, sin embargo, anotó que deficiencias en la excavación impidieron recuperar en ese entonces mayor información de su contenido.
De ahí que la continuidad de los trabajos en las profundidades del Templo de la Serpiente Emplumada, en La Ciudadela, contribuirá a esclarecer aspectos de la vida ritual en Teotihuacan, probablemente aquellos relacionados con la inhumación de sus gobernantes o personajes de alta jerarquía, de confirmarse la existencia de entierros dentro de las cámaras recién detectadas, dijo el investigador.
“Tendremos que seguir investigando y procesando toda la información, por lo pronto los datos que obtuvimos mediante el escáner fueron importantes porque preveíamos la existencia de un gran espacio. Ahora ya sabemos que se trata de tres cámaras, el paso siguiente será tomar las medidas pertinentes para la remoción de los sedimentos y el relleno que fue colocado por los teotihuacanos, para bloquear este último tramo del túnel”.
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