lunes, 21 de julio de 2014

Todo lo que necesitas saber sobre la creación de órganos en impresoras 3D.

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Las impresoras 3D han sido uno de los mayores avances tecnológicos de los últimos años y, hoy se utilizan para crear desde dulces hasta casas, pasando también por partes del cuerpo.

La medicina es una de las áreas que más beneficios ha sacado de las impresoras 3D, no sólo en sus servicios actuales, sino que también a futuro, donde se estima se podrán imprimir órganos para utilizar en trasplantes.

Impresión de órganos en 3D

Si bien todavía no se logra crear un órgano interno como hígado o riñón, la investigación va bien encaminada y, en un futuro próximo podremos imprimir órganos humanos para trasplantes.

Lo primero a señalar, es que no saldrán riñones listos para trasplantar al cuerpo, tal como en el caso de los donantes vivos, sino que la tecnología va por desarrollar células que, una vez dentro del cuerpo, se asimilen a las del órgano en especifico, cumpliendo su función y, con el tiempo tomando el control.

Cada órgano, será creado específicamente para la persona que lo requiere. Para eso, primero es necesario hacer un análisis de su cuerpo a través de una resonancia o escáner, así se crea una especie de molde de lo que se necesita imprimir. No se trata de una fabricación en serie.

Los órganos creados como impresoras 3D, no usarán materiales artificiales, sino que muestras de tejido del propio paciente, las que primero se cultivan en un laboratorio y, mediante bioingeniería comenzarán a adquirir la función requerida por cada órgano.

Esas células, ya listas, pasan por la impresora para transformarse en tejidos funcionales adaptados a la zona en donde van a implantarse. La idea es que, una vez dentro del cuerpo, reemplacen rápidamente las funciones del órgano dañado.

Los desafíos de la impresión de órganos en 3D

El mayor desafío que enfrentan los científicos, es la irrigación sanguínea que permita mantener vivos y funcionando los tejidos implantados. Para ello, se requiere crear vasos sanguíneos, arterias y venas que luego se integren al sistema circulatorio del paciente.

Hay hospitales que ya trabajan en crear los vasos sanguíneos, utilizando para ellos plantillas capilares, venas y arterias, las que estarían construidas en Agarosa, un polímero que se obtiene de algas.

Ver también: ¿Las impresoras 3D cambiarán el mundo?

Si bien la tecnología aún tiene mucho por recorrer, ya se logró imprimir capas de hígado, las cuales demostraron ser funcionales, pero sólo vivieron por 40 días. Una vez que se consigan buenos resultados, habrá que pasar a las siguientes etapas.

Primero, tendrá que obtenerse la autorización para experimentar con animales y, de tener éxito, hacer pruebas con humanos, para finalmente ampliar su uso de manera oficial.

Puede ser que pasen décadas para que, ante la necesidad de un trasplante, el órgano se imprima utilizando las propias células del paciente, pero cuando esté disponible podremos decirle adiós a los posibles rechazos y a esas largas listas de espera, en las que muchos pacientes mueren antes de conseguir ese trasplante que tanto necesitan.

fuente/ Ojo Científico


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