En el año 2010 el volcán Eyjafjallajökull paralizó el tráfico aéreo cuando entró en erupción
a finales de marzo. Junto a la expulsión de magma procedente de su
interior, se produjo una enorme nube de ceniza que impidió el tránsito
de aviones por gran parte de Europa y se vieron afectados en torno a 10 millones de pasajeros. Se estima que causó unas pérdidas económicas cercanas a los 4.700 millones de dólares.
Cuatro años más tarde puede volver a ocurrir un hecho similar a causa de otro volcán islandés, el Bardarbunga. Desde el 16 de agosto se han producido, tal y como informa la agencia meteorológica islandesa, cerca de 2.600 terremotos, lo que puede considerarse la antesala de la erupción del volcán.
Las autoridades islandesas ya han establecido la alerta naranja,
que en la escala de riesgo es la cuarta más elevada, a un paso de la
roja que se reserva a aquellas situaciones en las que la salida de lava
es evidente. Por el momento, no hay señales de que haya presencia magmática en la superficie (los últimos datos la sitúan entre 3 y 7 kilómetros bajo la superficie), pero tal y como ha podido saber El Confidencial el riesgo es patente y los mecanismos para evitar daños ya están activados. En palabras de Guillermo, un español afincado en Islanda, “están las alarmas a tope. Desde ayer se ha pasado de alerta amarilla a alerta naranja y parece inminente la erupción en los siguientes días.
Todos los granjeros están preparados para las inundaciones (que pueden
surgir a partir de la fusión del hielo debido al calor irradiado por el
volcán) y planes de evacuación”.
Evacuación y cierre de carreteras
Las carreteras que conectan con la zona ya están cerradas y el gerente de Protección Civil y Emergencias de Islandia Víðir Reynisson ha informado en la televisión islandesa RUV que esta madrugada se ha procedido a evacuar los alrededores del volcán.
Se preveía que esta mañana sobrevolara un avión con el objetivo de
encontrar a aquellas personas que se hayan podido quedar en las
cercanías del volcán. Sobre todo, ante el peligro de que haya turistas
en la zona.
El volcán Bardarbunga, que se encuentra en el noroeste del glaciar Vatnajökull, es la segunda montaña de mayor tamaño del país islandés
y lleva más de un siglo sin entrar en erupción, ya que la última se
registró en 1910. Sin embargo, su entorno es bastante activo, aunque no
existían datos de seísmos de tal magnitud desde el año 1996.
Reino Unido también alerta
Al igual que
ocurrió en 2010, uno de los países que más pueden verse afectados,
además de Islandia, es Reino Unido. El servicio de control aéreo (NATS)
ya ha comenzado a vigilar la posible erupción y sus riesgos, pues según
sus estimaciones en caso de que esta finalmente ocurriese, con las
actuales condiciones climatológicas, en 12 o 18 horas podría llegar la nube de ceniza a las islas británicas.
Según las declaraciones de Jo Gillespie, consultor de seguridad del Independent Aviation, publicadas en el Telegraph, “el riesgo de caos aéreo es menor que en 2010
ya que a partir de este problema la industria aérea está mucho más
preparada. Aunque en caso de vivir condiciones similares podría haber un
grado significativo de interrupción”.
fuente del texto/ El Confidencial
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