En todas las profecías está escrito que el hombre creará su propia destrucción.
Mientras tanto, los siglos y la vida que siempre se renuevan, con el paso del tiempo engendraron una generación de hombres y mujeres superiores que no sueñan con la destrucción del mundo, sino con la construcción de una nueva humanidad en la que reine la confraternidad, la equidad y la paz.
Desde pequeños, estos humanos se vienen distinguiendo por la marca del amor. Detrás de su apariencia cotidiana guardan adentro suyo la sensibilidad, la ternura y la bondad. En ocasiones, por ejemplo, sus madres los encuentran llorando por un pájaro muerto, por un niño hambriento, por un anciano sin hogar...
Estos seres crecieron, cohabitaron con mujeres traslúcidas y las dejaron preñadas de miel y de hijos acunados en un universo de caricias, físicas, intelectuales, psíquicas y espirituales. Así fue como proliferaron en el planeta los portadores de sueños.
Desde un tiempo a esta parte, están siendo atacados ferozmente por los portadores de profecías habladoras de catástrofes, quienes los llaman ilusos, románticos, pensadores de utopías, mentalistas, etc. Declaran despectivamente que sus palabras e ideales son viejos y, en efecto, lo son, pues la memoria del paraíso es milenaria, pero sólo en el corazón del hombre despierto.
Los acumuladores de riquezas les temen tanto que intentan por todos los medios desacreditarlos, desesperanzarlos, asustarlos, negativizarlos...
"...Son peligrosos" - imprimen las grandes rotativas.
"...Son peligrosos" - dicen los presidentes en sus discursos.
"...Son peligrosos" - murmuran los artífices de la guerra.
"¡¡¡Hay que destruirlos!!!" - gritan a coro. "¡¡¡Cuanto antes mejor!!!"
Los portadores de sueños conocen su gran poder y por eso no se extrañan. Tienen perfectamente claro que han sido engendrados para prevalecer sobre los seres que por propia voluntad escogieron el camino del egoísmo, la mentira, el odio, el abuso y la violencia para dominar a sus hermanos. Además, saben que no están solos, saben que toda una Hermandad invisible los respalda e impulsa permanentemente.
Cuanto más intentan destruirlos, más se fortalecen los portadores de sueños. La verdad es que como laboriosas hormigas estos especimenes no dejan de soñar, bajo ninguna circunstancia, y siguen construyendo un mundo de hombres y mujeres que se
llaman hermanos, que rezan unidos por un mismo fin, que se enseñan unos a otros el arte del inegoismo, comprenden el lenguaje del silencio que anida en el corazón de la Madre Tierra, la escuchan, la respetan, la ayudan, se quieren mucho, y saben perfectamente la dirección del camino que los conduce a liberarse de la ilusión del consumismo, de la materia, del vivir estresados en pos de nada...
Viven muy felices en su mundo de amor, servicio y sabiduría, tratando de ayudar a que la mayor cantidad posible de humanos se unan a sus huestes de luz.
De todas partes empiezan las personas a impregnarse de su aliento, de su empuje y de sus miradas de Cielo. Hacia todas partes van saliendo los que han sido inspirados, portando sueños, soñando con profecías nuevas que hablan de tiempos de dignidad, espiritualidad y madurez interior y de que el mundo no tendrá que terminar en la hecatombe, como muchos dicen. Por el contrario, en este nuevo mundo que está siendo construido por todos los hombres unidos, a la brevedad, los científicos, por ejemplo, diseñarán puentes, jardines, juguetes sorprendentes para hacer más gozosa la felicidad del hombre. Pondrán en práctica los métodos que ya existen para que no falte alimento en ningún rincón del globo, y divulgaran por doquier los antídotos de todas las enfermedades que hoy figuran como "incurables"; etc. La raza de hombres pequeñitos disfrazados de políticos falsos y opresores se tomará vacaciones obligatorias por tiempo indeterminado en algún hermoso centro de rehabilitación.
Los pseudo religiosos no hablarán más de pecado ni de culpabilidad. Los maestros enseñarán sobre el dar y el recibir, sobre Dios y todo lo que no se ve... Y así sucesivamente, hasta que el mundo se de vuelta y deje de estar "patas para arriba".
Los portadores de sueños están permanentemente cultivando instancias luminosas y las exportan envueltas con grandes lazos de colores.
Los profetas de la oscuridad se pasan noches y días enteros vigilando los pasajes y los caminos buscando estos peligrosos cargamentos que nunca logran atrapar porque el que no tiene ojos para soñar no puede ver esa realidad ni de día, ni de noche.
La semilla de estos sueños no se puede detectar a simple vista porque va camuflada en juguetes muy pequeños, como por ejemplo: corazones transparentes, palacios donde reina una gran pureza mental, pelotas llenas de perdón, muñecas que fueron hechas de honestidad, vestidos de inocencia, etc. En el mundo entero se ha desatado un gran tráfico de sueños que ya no podrá ser detenido por los traficantes de la muerte.
Nosotros sólo sabemos que hemos visto a estos portadores de sueños trabajando denodadamente por el bien común, que están por todas partes y que se acercan tiempos en los cuales será ineludible contagiarnos de su hermosísima esencia, aquella que conforma nuestra única y verdadera herencia.
Estemos atentos y disponibles.
El Todo precisa las "manos" de todos.
Paz y Luz
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