martes, 9 de diciembre de 2014

ECM. Reconocido cirujano prueba que el alma puede dejar el cuerpo en una experiencia cercana a la muerte.



El paciente describió con precisión acontecimientos que no pudo haber visto, porque sus ojos fueron cubiertos para proteger su córnea durante la operación.

Investigadores holandeses de experiencias cercanas a la muerte o ECM, recopilaron más de 70 casos de personas que supuestamente salieron de sus cuerpos y observaron escenas que no podrían haber sido percibidas con sus sentidos físicos.

Los detalles que ellos vieron, (por ejemplo, las acciones realizadas por personas en el hospital) podrían ser verificadas, proporcionando tal vez algunas de las pruebas más sólidas acerca de la habilidad mental para existir fuera del cerebro.

Tito Rivas, Anny Dirven, y Rudolf Smit, publicaron esta recopilación en un libro titulado “Wat een stervend brein niet kan” (“Qué no puede hacer un cerebro al morir”). Ellos están buscando financiamiento para traducir el libro del holandés al inglés. Por el momento La Gran Época ha traducido algunos de estos casos a ser revisados.

En un caso reportado por el cardiólogo cirujano Lloyd W. Rudy (1934-2012), un paciente fue declarado muerto durante al menos 20 minutos, e inusualmente volvió a la vida. No sólo que fue inusual su regreso a la vida, sino que lo que narró acerca del tiempo en que estuvo muerto desafía la explicación convencional.

El Dr. Rudy se graduó de la Universidad de Washington, Escuela de Medicina, y fue decano de “Heart Program” en la Universidad de la Escuela de Medicina de Georgia, asimismo, fue miembro del primer equipo de trasplantes de corazón en la Universidad de Stanford. Un día de Navidad, Rudy y su asistente Roberto Amado-Cattaneo realizaron una cirugía para reemplazar una válvula cardíaca infectada.

El paciente sufrió de un aneurisma causado por una infección, y luego de terminada la cirugía, el paciente no sobreviviría sin un soporte de vida.

Más tarde, la situación del paciente se volvió desesperada y los cirujanos escribieron un certificado de defunción, informaron de la muerte a su esposa y apagaron las máquinas.

“Por una razón u otra, se habían olvidado de apagar el aparato que mide las funciones corporales, tales como la presión arterial”, escribieron los investigadores. “Además, antes de declarar que el paciente no pudo ser salvado, habían introducido un tubo largo con un micrófono en un extremo de su cuerpo para obtener una impresión precisa de ciertas funciones corporales como los latidos de su corazón”.

“Rudy y su ayudante ya se habían cambiado de ropa. Ambos se habían quitado las chaquetas, los guantes y las máscaras, y permanecían cerca de la puerta. Estaban hablando de lo que pudieron haber hecho y qué medicamentos pudieron haberle administrado al paciente para salvarlo”.

“Habían pasado como 20 a 25 minutos desde que el paciente había sido declarado muerto. De repente, pareció haber algún tipo de actividad eléctrica (...). Rudy y su asistente pensaron que había sido algún tipo de convulsiones del corazón, pero la actividad aumentó y dio lugar a un latido del corazón, primero lento y luego más rápido”.

No se había hecho nada para revivir al paciente desde que fue declarado muerto, él revivió espontáneamente. Al paciente le tomó un par de días recuperar su conciencia, logró una recuperación completa sin ningún signo de daño cerebral.

Amado-Cattaneo dijo: “Yo he experimentado varias veces que la gente se recupera de un shock largo y profundo, pero estas personas todavía estaban vivas, mientras que en este caso el hombre ya había muerto”.

Como otras muchas personas que informaron salir del cuerpo durante una ECM, el paciente describió una luz brillante al final de un túnel. Observó los acontecimientos en el hospital, sin embargo, eso intriga a quienes buscan verificar científicamente las ECM.

Vio a Rudy y a Amado-Cattaneo conversando, describió con precisión el lugar que ocupaban en la habitación y la forma en que permanecieron con los brazos cruzados sobre el pecho; vio al anestesiólogo entrar en la habitación. Lo más interesante fue que vio el monitor de la computadora de una enfermera, con una fila de notas pegadas una encima de la otra. De hecho, la enfermera había anotado estos mensajes telefónicos para Rudy y los había pegado de esta forma.

Los autores escribieron: “Rudy señala que el paciente no pudo haber visto las notas antes de la operación, ya que en ese momento no hubo ninguna llamada sin respuesta. Obviamente, la forma en que las notas estaban pegadas una sobre la otra en la parte superior del monitor no era común, y el paciente no pudo haber acertado al azar sobre cómo la enfermera había pegado esas notas en este caso.

“Rudy concluye que el paciente realmente debió haber estado situado por encima de su cuerpo, sino no habría podido describir la habitación y lo demás. Por eso, conjetura que no son explicaciones realistas decir que se debió a una coincidencia o a un previo conocimiento”.

Amado-Cattaneo tampoco pudo explicar el fenómeno. Confirmó que el paciente describió con precisión acontecimientos que no pudo haber visto, porque sus ojos fueron cubiertos para proteger su córnea durante la operación.

Las máquinas de monitoreo de sus signos vitales funcionaban bien, su corazón se había detenido y no mostró signos de respiración durante al menos 20 minutos. Sin embargo, Amado-Cattaneo no pudo recordar el nombre del paciente, y Rudy ya había muerto cuando Rivas y sus compañeros investigadores observaron el caso. Ellos trabajaron con el testimonio de Rudy a partir de un video publicado en YouTube.

En un artículo publicado en la Revista Estudios Cercanos a la Muerte, Rivas y Smit escribieron al respecto: “Por supuesto, este caso estaría completo si pudiera establecerse la identidad del paciente, para que los registros médicos puedan ser examinados; pero a menos que Amado -Cattaneo recuerde el nombre, dicha investigación adicional no es factible”.

Sin embargo, en nuestra opinión, esta imperfección reduce sólo ligeramente, pero de ninguna manera lo niega, el caso es una evidencia seria para las AVP [percepción verídica aparentemente no física, un término dado a la percepción que debió ser imposible, sobre la base de la condición y posición del cuerpo físico de quien la experimenta]”.

Rivas y Smit concluyeron su documento diciendo: “Consideramos que la acumulación de tal evidencia anecdótica está incrementando la dificultad para descartar de plano este tipo de casos”.

fuente/ La Gran Época

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