jueves, 11 de diciembre de 2014

El nacimiento del Ser más GRANDE de la Historia.

En estas fechas se recuerda el nacimiento del hombre más grande en la historia: Jesús, llamado el Cristo (El ungido).

Nació en Belén, una pobre aldea.

He aquí que nació en Belén, una aldea insignificante de Palestina.
Quisieron matarlo a los pocos meses de nacer.
Creció en Nazaret, un poblado de poca trascendencia.
Fue un niño prodigio, pero muy pocos le dieron importancia.
Su vida es un misterio desde los 12 hasta los 30 años.
Durante los tres últimos años de su vida fue predicador ambulante.
No escribió ningún libro.
No tenía dinero.
No formó una familia.
No fue a la universidad.
Tuvo inicialmente a 12 amigos.
La opinión de su propio pueblo se puso en contra suya.

Jesús con sus discípulos.

Era un pacifista y hablaba de Dios y de amar al prójimo.
Los más poderosos lo odiaban.
Mataron a su primo y el próximo sería él.
Sus amigos huyeron.
Uno de ellos lo traicionó.
Fue entregado a sus enemigos.
Lo golpearon y escupieron.
Tuvo que soportar la farsa de un proceso judicial.

Fue crucificado entre dos ladrones.

Lo asesinaron clavándolo en una cruz, entre dos ladrones.
Mientras agonizaba, los encargados de su ejecución se disputaron la única cosa que fue de su propiedad: una túnica.
Lo sepultaron en una tumba prestada por la compasión de un amigo.
No hizo ninguna de las cosas que generalmente acompañan a los grandes hombres.
Según las normas sociales, su vida fue un fracaso total.
Sin embargo, hizo algo que aún hoy genera odio y admiración.


Su breve paso por este mundo es la pieza central de la historia de la humanidad.

No tenía sirvientes, aun así lo llamaban Señor.
No tenía un grado universitario, y le llamaban Maestro.
No tenía medicinas, y le llamaba Sanador.
No cocinaba y alimentaba a multitudes.
No tenía un ejército, y le temían.
No ganó ninguna batalla militar, pero conquistó el mundo.
No cometió ningún crimen, y aun así, lo crucificaron.
Pasaron más de 2000 años desde su nacimiento y aún sigue viviendo entre nosotros. Cada día se habla más sobre su vida, sus milagros y sus enseñanzas.
Hoy, su breve paso por este mundo es la pieza central en la historia humana.
Ese Gran Ser, es Jesucristo.

Es curioso que, aún hoy, por predicar hace dos mil años un mensaje de amor y paz, Jesucristo sigue siendo odiado y calumniado. Si el mundo hubiera aceptado su mensaje pacifista, otra hubiera sido la historia.

Navidad es recordar su nacimiento, es una invitación a reconciliarnos, a sentirnos hermanos, a construir la paz, la solidaridad y la justicia. Que sólo la Verdad, de la mano de la justicia, traiga paz para toda la humanidad.



fuente/programacontactoconlacreacion.blogspot.com

1 comentario:

Los comentarios irrelevantes e irrespetuosos serán omitidos.