El 15 de enero de 1919 cerca de 9 millones de litros de melaza recorrieron las calles de Boston causando 21 fallecidos, 150 heridos y grandes destrozos.
Una gran ola de melaza inundó Boston (Boston Public Library)
Semanas atrás os traía al Cuaderno de Historias el curioso relato de lo ocurrido en Londres en 1814 cuando un tonel lleno de cerveza estalló y provocó una inundación en la que más de un millón de litros recorrieron las calles, ocasionando graves destrozos, nueve víctimas mortales y cuantiosos heridos.
[Relacionado: El tsunami de cerveza que inundó un barrio de Londres]
En esta ocasión nos trasladamos hasta 1919 y cambiamos la ubicación a Boston, la capital de Massachusetts situada en el noreste de los Estados Unidos, donde podemos encontrarnos con otro desastre similar pero en lugar cerveza lo que inundó la ciudad fueron cerca de nueve millones de litros de melaza.
Tuvo lugar el 15 de enero y pilló por sorpresa a todos los vecinos de la empresa ‘Purity Distilling Company’ cuando de repente, a las 12:30 horas del mediodía, uno de los enormes tanques (15 m de altura por 27 m de diámetro) que contenía millones de litros del líquido viscoso, extraído de la caña de azúcar muy similar a la miel que estaba en pleno proceso de fermentación, estalló por los aires dejando salir violentamente todo el contenido, abriéndose paso a través de las paredes que iba tirando y una vez alcanzada la calle recorrerla a gran velocidad.
Al día siguiente The Boston Post informó de la tragedia (Wikimedia commons)
Al día siguiente The Boston Post informó de la tragedia (Wikimedia commons)
Las crónicas sobre lo sucedido explicaban que llegó a hacer una ola de más de siete metros de altura y alcanzó una velocidad aproximada de 56 kilómetros por hora, llevándose por delante cuanto encontraba: personas, animales (murieron también un buen número de caballos y perros), automóviles o estructuras tan sólidas como el puente por el que atravesaba el ferrocarril.
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| El puente por el que atravesaba el ferrocarril quedó seriamente dañado (Wikimedia commons) |
Una de las mayores dificultades, a la hora de realizar las tareas de auxilio, fue el tener que buscar a los restos de los 21 fallecidos y a los más de 150 heridos de entre el pegajoso líquido de la melaza, algo que hizo que se alargaran los trabajos de rescate a lo largo de cuatro días.
Mucho peor fue tener que limpiar y eliminar todo aquello que había quedado impregnado del líquido pringoso y el insoportable olor que dejó. Muchos fueron los testimonios, varias décadas después, que aseguraban seguir oliendo la melaza en los días de más calor.
No se pudo determinar cuál fue la causa exacta por la que el tanque de melaza estalló, pero, entre las muchas especulaciones que se dieron, los peritos encargados de realizar el informen determinaron que una de las principales fue la falta de mantenimiento del depósito y, sobre todo, el estar hasta los topes, cuando no era habitual que hubiese tanta cantidad de producto y más en pleno proceso de fermentación.
Una de las hipótesis del hecho de la superproducción de melaza por parte de la Purity Distilling Company era que estaba haciendo tanta porque querían producir grandes cantidades de alcohol (de la melaza se obtienen bebidas como el ron), debido a que eran los meses previos a la puesta en marcha de la Ley Seca y muchas eran las destilerías que querían adelantarse a la entrada en vigor de la prohibición teniendo genero suficiente.
La empresa negó que este fuera el motivo para tener tanta melaza depositada en el tanque y culpó a grupos anarquistas de haber saboteado el depósito y causado la desgracia (cabe recordar que en esa época el activismo terrorista de los anarquistas era muy frecuente).
Tras todas las investigaciones y un largo juicio, se determinó que había sido a causa de un fortuito accidente, haciendo responsable a la empresa, la cual tuvo que indemnizar a las víctimas con cerca de un millón de dólares de la época.
Fuentes de consulta: edp.org / nytimes / massmoments
fuente/Yahoo
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