miércoles, 25 de marzo de 2015

Un Método para volverse más Consciente



Por la noche, recuerda cuándo durante el día no fuiste consciente ni compasivo; simplemente, recuerda. No te arrepientas, simplemente recuerda.
En la Biblia, Jesús dice una y otra vez «arrepiéntete». Esta palabra es una falsa traducción del arameo. En inglés ha cobrado un significado totalmente diferente, un significado opuesto. Se ha convertido en «arrepentimiento». Se ha convertido en «sentirse culpable». En arameo, arrepentirse significa sencillamente volver, mirar hacia atrás; eso es todo.

Haz recuento de lo ocurrido: el día ha terminado, mira hacia atrás. Simplemente, mira de nuevo, toma nota de cuándo dejaste de tener conciencia, eso te ayudará mañana, eso acrecentará tu conciencia. Y toma nota de cuándo no lograste ser compasivo, eso te ayudará mañana a ser más compasivo. Y también toma nota de cuándo lograste ser consciente y compasivo. No te sientas orgulloso por ninguna de las dos cosas. Sin culpa y sin orgullo. No es una cuestión de orgullo o de culpa; se trata simplemente de tener en cuenta el día que ha terminado antes de irte a dormir; simplemente, mirar hacia atrás, sin evaluar: ni condenarse como pecador, ni sentirse muy orgulloso. Simplemente, repasar lo que sucedió desde la mañana hasta la noche.

Recuerda, consigas o no consigas ser consciente, sé paciente. No seas impaciente; porque la impaciencia no te va a ayudar. Tan sólo observa pacientemente y espera con tremenda confianza en que si esto puede suceder, más es todavía posible. Otra hoja nacerá mañana, otra flor nacerá mañana.

También recuerda que este cuerpo no es el único cuerpo. Tú ya tuviste muchos cuerpos, y vas a tener muchos más en el futuro. No hay prisa. Sé paciente, porque la prisa sólo altera las cosas. La prisa no te va a ayudar; te va a obstaculizar.

La vida no es sino una oportunidad para lograr la conciencia y la compasión. Si no alcanzas la conciencia y la compasión, ¿para qué seguir viviendo? No tiene sentido.

La vida en sí misma no tiene sentido. Sólo tiene sentido si puedes cantar la canción de lo eterno, si puedes liberar algo de la fragancia divina, si puedes convertirte en una flor de loto que no conoce la muerte ni el tiempo. Si puedes convertirte en puro amor, si puedes embellecer esta existencia, si puedes llegar a ser una bendición para esta existencia; sólo entonces es significativa la vida. De lo contrario, no tiene sentido.

Siente gratitud por todo lo que ha sucedido en tu vida; por lo bueno y por lo malo, por la felicidad y por la infelicidad; porque todos esos acontecimientos son tus maestros. Todo es una oportunidad. Todo momento es una ayuda en el camino.

TAREA: “Meditaré en todos mis actos. Realizaré mis actividades, las actividades normales diarias, pero con una nueva cualidad: les aportaré la cualidad de la conciencia.”

Osho
Fuente: Camino al despertar
vía/ Maestro Viejo

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