¿Qué sabes del Mentalismo?

El mentalismo es un arte escénico, muy similar al mágico, en el cual el artista manifiesta poseer habilidades sobrenaturales como la precognición y la telepatía. A partir de unos pocos consejos básicos, puedes revelar algunos secretos del oficio que te permitirán representar a los mejores mentalistas en el negocio.

Instrucciones

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   Aprende el arte de leer en frío: observa signos y señales, que te serán de gran utilidad acerca de un determinado tema, antes de que alguien siquiera pueda abrir la boca. Por ejemplo, si ves en la mano un anillo de bodas, puedes deducir que la persona está casada, o si observas que los ojos  están un poco enrojecidos, es posible que recientemente haya estado llorando. Estos son indicadores muy simples: un buen mentalista observa con atención los innumerables indicadores para inferir todo  tipo de detalles asombrosos, esto le permite aparecer con poderes de precognición o clarividencia.
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   Desarrolla un código para inferir con los ojos vendados o utiliza uno, con el que ya estés familiarizado. Un acto requiere de un asistente, que se mueva entre la audiencia y sostenga los objetos propuestos por las personas, mientras que el mentalista, con los ojos vendados, se encuentra en el escenario. El asistente le pregunta que adivine y describa perfectamente el objeto. El truco se realiza mediante un complicado código secreto: palabras precisas que dan la respuesta al mentalista acerca del tipo de objeto en cuestión. Por ejemplo, "¿qué estoy sosteniendo en mi mano ahora?". Esto puede significar un reloj, mientras que "puedes asomarte a mi mente y ver qué es esto?" puede significar una pluma. Las mejores actuaciones son las de los ojos vendados, ya que se utilizan códigos increíblemente complicados para revelar detalles minuciosos sobre el objeto. Tanto el mentalista como el asistente deben memorizar el código completo sobre el acto que van a realizar.
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4. 1. Adivina los secretos de una pregunta cerrada. En este acto, un miembro de la audiencia escribe una pregunta sobre un pedazo de papel y cierra el sobre. El mentalista responde la pregunta sin abrirlo, entonces la respuesta precisa se revela una vez que el sobre se abre. El truco consiste, básicamente en lo mismo que la vieja magia de las ocho bolas. El mentalista sólo proporciona una vaga respuesta posible para cualquier cantidad de preguntas. Al igual que en el acto con los ojos vendados, este truco requiere mucho más trabajo de lo que parece. Las respuestas deben dar la impresión de estar bien formuladas a pesar de ser lo suficientemente vagas como para adaptarse a cualquier pregunta. Un buen mentalista prepara cientos de esas "respuestas" vagas y logra dar variantes de un sobre a otro.
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      Aprende a detectar un objeto oculto. En este truco, el mentalista produce un objeto. Este puede ser una gran cantidad de dinero en efectivo o un costoso reloj. En este momento, él pide a alguien de la audiencia o la misma persona que oculte el objeto. Después, sale del escenario con un testigo para asegurar que no "hace trampa", mientras el objeto se esconde. Cuando regresa, el mentalista es capaz de detectar su ubicación exacta. El secreto es una variante de la lectura fría. El que está ocultando el objeto es consciente de que lo está sosteniendo y emite señales reveladoras sin hablar: por ejemplo, trata de mirar indiferente o deliberadamente evita verlo a los ojos. Los miembros de la audiencia lo ayudan a su vez robando miradas a la persona que tiene el objeto. El mentalista puede incluso deducir la localización al observar el lenguaje corporal de la persona: ve cambios en su postura o miradas al lugar en cuestión. Si el mentalista sabe lo que debe buscar, la persona puede también agitar los brazos y gritar: "Está en mi abrigo".