Todas las guerras tienen una parte de sus hechos que nunca han transcendido a la opinión pública por estar clasificados como secretos. Y en la 2ª Guerra Mundial, cuando ya oficialmente había finalizado en el año 1945 sucede un acontecimiento sin precedente conocido como " La Guerra que nunca Existió" en un enclave situado en una zona geográfica del planeta como es la Antártida. Se decía que los nazis experimentaban con tecnología "exótica" aportada por una raza extraterrestre Para desvelar que sucedió en el programa de radio Sabiens entrevistamos al investigador y escritor Felipe Botaya. Reproducimos su entrevista.
Felipe Botaya |
¿Sin duda todas las guerras tiene esta característica de ocultación de datos o tergiversación de los mismos. Lo que sucedió en la Antártida entra de lleno en esta órbita?
Ciertamente. Los Estados Unidos montaron una operación militar llamada “Operación Highjump” en la que participaron 13 barcos, entre ellos un portaaviones y un submarino. Fue dirigida por el Almirante Richard E. Byrd, un auténtico héroe americano, para hacerla más digerible al gran público tras la terrible experiencia de la II Guerra Mundial y justificar su puesta en marcha.
Oficialmente se trataba de probar el armamento en condiciones extremas de frío, extraoficialmente parece que había que eliminar un último reducto alemán en ese continente: la Base 211
Como se llamó la operación y por qué fue “ultra-secreta”?Como he dicho anteriormente, el nombre fue “Operación Highjump” (Salto de Altura), y fue pública y notoria. Se le dio una presencia en los medios enorme y la Marina utilizó al almirante Byrd para las Relaciones Públicas ya que era un militar muy famoso y querido. Fueron secretos los verdaderos motivos de la misma ya que se vendió como una operación científica, pero si es así, ¿para qué necesitas a la Marina de los Estados Unidos, 13 barcos de guerra y 5000 soldados?Se filmó una película que tengo llamada “The Secret Land”, donde se explica lo que se supone que sucedió. Se utilizaron a actores de Hollywood para narrar las imágenes que el público veía en los cines de Estados Unidos
Qué dotación militar participó?Fueron un total de 13 barcos: USS Canisto, USS Brownson, USS Henderson, USS Yancy, USS Currituck, USS Capacon, USS Merrick, USS Burton Island, USS North Wind, USS Pine Island, el buque insignia USS Mount Olympus, el portaaviones Philippine Sea y el submarino USS Sennet.La operación contaba con aviones de reconocimiento, aviones de carga, helicópteros y 5000 soldados. Sigue siendo la operación militar más grande efectuada en la Antártida. La operación una vez llegó a aguas antárticas se dividió en tres grupos. Bajo el nombre global de Task Force 68, los grupos fueron: Grupo Central (Task Forcé 68.1), Grupo Oeste (Task Force 68.2) y Grupo Este (Task Force 68.3)
Cuáles fueron los acontecimientos que sucedieron en aquellos gélidos parajes para que hubiera un gran número de bajas de soldados norteamericanos?Lo que sabe es poco ya que sigue siendo material clasificado y no será de acceso público hasta el año ¡2035! Podemos conjeturar lo que sucedió si tenemos en cuenta la verdadera razón de la presencia americana en aquellas aguas y continente.Sí se sabe que la “Operación Highjump” debía permanecer en la Antártida por espacio de 8 meses y no llegó a las 8 semanas… Se sabe que hubo bajas tanto de hombres como de material y que Byrd ordenó el repliegue y el rápido regreso de todo el contingente, abandonando mucho material allí.
Una cuestión. Qué hacían militares y científicos nazis del Tercer Reich en la Antártida?Alemania demostró interés por la Antártida antes del inicio de la II Guerra Mundial. De hecho, la Luftwaffe envió una expedición científico-militar en el barco Schwabenland, que cartografió con hidroaviones más de 600.000 km cuadrados y se apropió de una parte del continente a la que llamó Neuschwabenland.Si había allí una base, la Base 211, era para poder trabajar tranquilamente sobre desarrollos ultrasecretos de altísima tecnología. La Base 211 era subterránea y permitía una vida normal, con temperaturas cálidas por la geotermia del propio continente.
Con que tecnología podían estar experimentado los alemanes para “esconderse” en la Antártida?Desde tecnología de armamentos muy avanzados, hasta naves voladoras que no tenían nada que ver con los aviones convencionales con motor de explosión. También la investigación sobre nuevos alimentos, fármacos y desarrollos de toda índole, aunque siempre pensando en el esfuerzo de guerra alemán y la posguerra.
Pudo ser la Antártida un centro de experimentación desarrollando ingeniería inversa aportada por “ otras inteligencias” no humanas?Se que es un asunto apasionante y muy interesante, pero dudo que fuese así. Creo que eran investigaciones muy terrestres. Trabajaban sobre desarrollos más convencionales si las comparamos con lo que podría ser una tecnología extraterrestre, aunque muy adelantadas a su tiempo y utilizando una física exótica y totalmente diferente de la física convencional, que ellos llamaban “física judía”, representada por Einstein u Oppenheimer
La clave al misterio de la Antártida 1947 podría estar en lo que vivió el militar norteamericano y de graduación Almirante Richard Evelyn Byrd?Se dice que el avión de Byrd fue capturado mientras volaba en misión sobre la Antártida, por unas entidades subterráneas que le llevaron a él y a su tripulación a la supuesta “Tierra Hueca”. Allí les mostraron sus adelantos, dejando claro que podían superar a los Estados Unidos.Yo he leído el diario de Byrd sobre este supuesto incidente y aunque Byrd me merece todas las consideraciones, se me hace difícil seguirle en este asunto.
Qué destacaría ante la magnitud y secretismo de un conflicto armado con muertes que oficialmente nunca existió?
Destacaría que a Byrd le fue prohibida cualquier intervención pública después de la operación antártica, el Secretario de la Marina, Forrestal se suicidó, y que todo el asunto sigue clasificado 70 años después ¿por qué? Qué se encontraron en la Antártida que no pueda saberse a día de hoy? ¿Qué magnitud tenía lo que vieron o vivieron? ¿Qué cambiaría de la historia oficial lo que allí había o sucedió?
Sr. Botaya. La Alemania nazi y concretamente Adolf Hitler, en su trance final, no dejaba de hablar de armas secretas que cambiarían el curso de la guerra. A que armas se refería?
Hasta donde sé, desde la bomba atómica (un concepto ya superado incluso en ese momento para los científicos alemanes), naves voladoras totalmente diferentes a los aviones convencionales incluso a reacción, submarinos ultramodernos que han sido la base de los actuales y una física exótica que rompía los estándares establecidos y que permitía llegar muy lejos…
Usted investigó un tema muy enigmático y a la vez muy importante. Me refiero a la posibilidad de que científicos y militares estuviesen trabajando con una “arma secreta “ de modificación del tiempo y en sus pesquisas menciona como un ingenio tecnológico parecido a una “ campana.
“Die Glocke” (la campana), fue el desarrollo más adelantado al que se está empezando a tener acceso, aunque la información existente es muy escasa. Sí sabemos que fue un proyecto bajo diferentes nombres a lo largo de la guerra, todos muy sugerentes, como “TOR” (puerta), “KRONOS” (dios del tiempo griego) y “LANTERNTRÄGER” (portador de la luz). Parece que era una máquina capaz de modificar el espacio-tiempo, con lo que se abría la posibilidad de la ingeniería del tiempo o viajes en el tiempo, además de otras aplicaciones
Se sabe todo lo que sucedió en el tramo cronológico que va desde 1939 hasta 1947?
Por supuesto que no. Hay mucha conjetura con respecto a los adelantos técnicos ya que sigue clasificado. La misma guerra esconde secretos todavía a pesar de que es un periodo más estudiable y con más datos
No podemos fiarnos de las versiones oficiales
Qué es lo que más le ha impactado de todos sus trabajos de investigación?
Cerciorarme de cómo nos han engañado y manipulado. La verdad es otra muy distinta a la que imaginamos y nos han vendido. Aunque es un tópico, la historia la escribe el vencedor y ese es el primer problema. No es gente independiente y objetiva. Pero nosotros hemos de luchar contra esto.
Por Ferran Prat de Sabiens
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