miércoles, 24 de agosto de 2016

Cuando el miedo atrae el peligro: Desconfía de todo aquél que injurie a otros.

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Lejos de lo que nos han enseñado, nuestras emociones actúan como Ca+Na+Li+Zadoras (Acción de Modificar nuestro ión de Calcio para acelerar nuestras transacciones internas y generar el Litio que nos energiza desde dentro.)

De lo anterior no hay duda. La cuestión es ¿Por qué aparecen tantos interesados en romper e proceso de Ca+Na+Li+Zación?. Interesante pregunta.

Y la respuesta es bien sencilla: Porque en el momento en que los seres humanos son conscientes de su Ca+Na+Li+Zación, adquieren un poder antes desconocido: “La capacidad de generar creatividad interior” , contra todo pronóstico, llueva, truene, pase lo que pase ahí fuera,dentro hay un Canal en conexión permanente con el Universo.

Tradicionalmente, en el mundo de la psicología racionalista, se decretaba que el miedo era un mecanismo de defensa para evitar un “mal mayor”. Lo cierto es que ahora sabemos, que el miedo es un mal “paralizante” que utiliza los mecanismos del “Ego” par paralizar la actitud del “yo”. Resulta curioso que aquellos que quedan atrapados en el miedo, disparan los mecanismos del “Ego” por proyección, la parálisis creativa, la ira y el odio.

Inestimable fue la labor de Hameroff en el pasado siglo XIX, pues descubrió que los sordos podían componer música. La clave de la capacidad humana para componer emociones, que nada tienen que ver con los instintos y/o sensaciones. Las sensaciones son fruto de la estimulación externa, mientras que las emociones provienen de la generación interior. Sin vida interior no puede haber emociones. Sin génesis interior no pueden crearse teorías, ni canciones, ni obras de arte ni la vida.

El miedo es la muerte, la emoción es la vida. Nuestra educación asertiva nos ha enseñado a transformar en asertividad todos los estímulos externos que suponen una agresión hacia nosotros. Craso error. Gestionamos nuestras sensaciones y frecuentemente nos invade la sensación de miedo. Si nos sucede eso, es porque nuestros estímulos biofísicos están pendientes del depredador social que nos acecha y nos genera miedo. A menudo, nos dejamos llevar de lo que digan o piensen los demás sobre alguien y decretamos seguir la corriente porque no introspectamos la reacción externa. Aparece el miedo a decir, a sentir, a vivir, a crear, al avance. Nos da miedo avanzar y caminar por lla senda de nuestros pensamiento creativos. Pues bien….Ese es el principio del fin. El miedo.

¿Qué es el miedo?.

El miedo es un programa de nuestro lóbulo pre-frontal (Razón) que nos avisa que algo externo y/o interno, supone una amenaza social para el desempeño de nuestro (pre-frontal) “Ego” en detrimento del “Yo”. Por así decirlo, es una herencia de nuestro ADN de origen animal. La parte más densa de nuestro ser, la que reacciona visceralmente y no inteligentemente.

Paradójicamente, la incidencia del miedo en nuestro sistema Nervioso Central, (SNC) genera niveles de adrenalina y stress que inicialmente sobrecargan los receptores AMPA y NMDA encargados del intercambio en las sinapsis. Esta parálisis se traduce en reacciones “previsibles” o “paralizantes” ya que ante dichos estímulos, el organismo reacciona básicamente desde el instinto de supervivencia. Luego el miedo, activa el mecanismo animal de la supervivencia en lugar de activar el intelecto. ciertamente, bajo dichos estímulos, reaccionamos con una acción de naturaleza análoga al hecho causante, para tratar de salvaguardar nuestra integridad física y/o social, algo que no deja de ser el efecto que los agentes causantes del miedo pretenden. Por tanto, el miedo atrae el peligro, ya que interactua con el sujeto causante, cuya pretensión es precisamente esa…”Paralizar el módulo de acción del receptor”.

Resulta que ese miedo proviene de una evolución animal como reminiscencia de una época en la que existían depredadores que continuamente acechaban, en un contexto de supervivencia hostil en el que el “cromañón” debía procurar alimentación y subsistencia continua a su prole diferenciandose e imponiéndose a lass bestias salvajes que merodeaban su hábitat habitual. Poco a poco se impusieron “roles”, y en ellos según fuera una sociedad matriarcal y/o patriarcal, se evolucionó d forma diferenciada en el mantenimiento de la prole como objetivo último del consorte, así como la necesidad/obligación de procurar alimentos y proteger a la familia/clan.

El Mamut amenazaba e imponía el miedo, al igual que otros mamíferos con los que el “homo sapiens” debía coexistir e imponerse en la cadena alimenticia, lo que le llevó a sobrevivir y desarrollarse socialmente del “clan” a la “tribu” y de la “tribu” al “Poblado” y del “Poblado” al “colectivo” y del “colectivo” al “Rol Social”. Actualmente, el “Rol Social” constituye un aliciente optimo protegido por casi todas las constituciones de los países avanzados. El derecho a la dignidad, al Honor, la Intimidad, etc…

Nuestra arquitectura física se ha desarrollado bajo esos cánones y en la lógica de esos patrones. Hasta aquí convivimos con un modelo científico, social y filosófico que defiende la materia, la materializacion inmediata, el éxito temprano y cortoplacista, el hedonismo puntual y cómodo y la satisfacción de los sentidos y que prescinde de las emociones y los sentimientos.

Sin embargo, evolucionamos inteligente y aceleradamente hacia un contexto muy diferente: Ya no hay un depredador esperando a la salida de la cueva que pone en peligro nuestra subsistencia. Ya no hay un Bisonte que pueda poner a prueba nuestras habilidades como cazadores para la subsistencia diaria de nuestra prole. Tampoco un león que dispute con nosotros el territorio. Entonces…¿Qué tipo de depredadores nos acechan para que reaccionemos con miedo? Los depredadores psicológicos. Las armas de última generación.

Armas de última generación.

El bienestar continuo. el mantenimiento del “rol” y la transacción de seguridad a cambio de libertad, poco a poco han llevado al “homo sapiens” a la peor de las exclavitudes: La necesidad constante de “auto-reconocimiento” social en su entorno inmediato y mediato. La cuestión de “competencia”, el “competens”, supone la mayor de las amenazas cuando este se cuestiona por terceros, pero especialmente trágico para “algunos” es cuando esa cuestión se produce en su entorno inmediato y/o familiar.

Ciertamente, el arma más peligrosa del Siglo XXI es precisamente esa: “La cuestión de incompetencia”. El “escarnio social” y el “ostracismo social”. Tales consecuencias son las que mayor miedo pueden llegar a engendrar en el “homo sapiens”. Es ahí donde el miedo alcanza su mayor incidencia, precisamente porque el sujeto no presenta un equilibrio interior, resulta extremadamente vulnerable a la amenaza externa de perder su “status”, su “competencia”, su “credibilidad social”. Evidentemente el sistema ha sido diseñado para que tales límites operen ante aquellos que “osen” transgredir la “ortodoxia” y (por así decirlo) se salgan de la “Matrix”.

Si ante semejantes amenazas reaccionamos con miedo, nuestro “Ego” se impondrá nuestro “Yo”, y caeremos víctimas de la manipulación psicosociológica paralizándose todo el proceso de creatividad. Los que imponen esa lógica del miedo, son auténticos expertos en la depredación social. Bajo esa aparente capa de “asertividad” y “suavidad” se esconde toda una trama de superficialidad absoluta que llegado el momento se convierte en “ira”, “odio” y “agresión moral”.

Sin embargo…Ellos saben que cada día que pasa, se cuentan por miles los que despiertan al nuevo peligro que ya no es el búfalo, ni el bisonte, ni el mamut, sino el “depredador-destructor” de iniciativas creativas. No es casual que el 80% de la población adulta europea mayor de 45 años con estudios superiores, esté literalmente “despertando” y dedicando “parte “o incluso “todo” su tiempo a labores de difusión de la “conciencia”.

Curioso descubrimiento.

Ciertamente resulta curioso saber por diferentes profesionales de la salud, que aquellas personas que logran mantener una intimidad familiar en la que los valores se basan en las emociones y sentimientos auténticos hacia los seres próximos, manifiestan una felicidad y salud cualitativa mente y cuantitativamente superior a la de aquellos que carecen de vida interior. El análisis de ECG (Electro Cardiogramas) y EEG (Electro Encefalogramas) de los primeros muestra unos patrones armónicos próximos a los 13-20Hz de constante. Rara vez se quejan de dolencias y/o malestar, y siempre o casi siempre manifiestan una actitud positiva con sus familiares y personas del entorno. Curiosamente, deconfian de aquellos que presentan actitudes de stress permanente, ira y odio, y confiesan no sentir miedo.

En cambio, el segundo colectivo, muestra EEC y ECG incoherentes con picos asimétricos, arritmias y frecuencias cerebrales continuas por encima de los 25Hz, reconoce sentir Ira, odio y miedo, y actuar con miedo, así como un empobrecimiento interno en sus relaciones afectivas y falta de intimidad y/o incapacidad para entender los valores espirituales. Adicionalmente este colectivo reconoce que el sostenimiento del “status” es su apueta fundamental y en tal empeño, creen sentirse controladores de aquellos que “creen” frágiles por razón de sus emociones y/o sentimientos.

Resulta paradójico, ¿No creen?. ¿Una nueva especie?

Si la manifestación de emociones y/o sentimientos del primer colectivo les configura como seres conscientes de ser felices, sanos y con una plenitud interior, es porque ya se ha operado una evolución del “homo sapiens” a “homo cognos”.

Curiosamente tienen en común tres actitudes fundamentales:

1º.-Carencia de miedos “sociales”. No reaccionan ante la presión social. Son capaces de generar en todo momento su propia entropía. Por así decirlo, son auténticos Universos en sí mismos y conscientes de de su potencial emocional creativo.

2º.-Carecen de Ira y de Odio, no reaccionan ante la ira y el odio. Desconciertan a todos aquellos que intentan agredirles socialmente, y responden casi siempre con amor y con inteligencia constructiva a los ataques y críticas.

3º.-Avanzan continuamente, porque han aprendido a valorar como oportunidades, lo que para otros son amenazas sociales y han generado capacidades extendidas tales como acelerar/ralentizar de forma consciente el tiempo, no quedarse enganchados por los apegos, relativizar lo material y materializar sus emociones y sentimientos, capacidad de auto-regeneración afectiva, dominio de la energía positiva, apertura máxima de los módulos de atención, aprendizaje y absorción, capacidad holística integral. Creatividad existencial permanente, positivismo optimista ,capacidad para la autosanación y consciencia y capacidad de autorelajación del SNC incluso en circunstancias extremas.

La clave está en la voluntad.

Tal y como sostenían os antiguos filósofos griegos, la clave está en no dejarse llevar por las pasiones, introspectando las decisiones de forma consciente y disfrutando de la energía positiva que emana de nuestro interior. A medida que vamos generando esa energía el proceso se acelera fractalmente. Cuanto más relajado está el SNC, mayor es nuestra vida interior. A mayor vida interior, menor es el miedo. Cuanto menor es el miedo, mayor es la creatividad y el sentimiento de amor hacia los que nos rodean. Cuanto mayor es esa energía, disfrutamos cada vez menos de conversaciones estériles, superficiales y/o banales. A medida que avanza el proceso, comenzamos a necesitar menos y a disfrutar mas de las personas, de la entrega y de la felicidad de los seres que nos rodean. Es la voluntad de nuestro “Yo” nuestro “SER” la que se impone a nuestro “EGO”. Una vez comienza este proceso, los efectos son irreversibles, ya que se conoce el sentido de la verdadera felicidad. Por otra parte, la apertura de los centros receptores AMPA y NMDA, estimula la interacción del Ca++ con la Calmodulina, activa el Litio y genera toda una serie de modificaciones en los procesos de absorción de las proteínas por el ADN, ralentiza el envejecimiento y la oxidacion y activa una sensación de energía inagotable.

A modo de curiosidad. El Homo “Cognos” se ha vuelto Ca+Na+Li+Zador. Se siente conectado con el Universo Inteligente, y transacciona millones de paquetes de datos por segundo. Su mente se conecta con otros y comienza a alejarse de aquellos que siguen aferrados a la ira, el odio y el miedo. Comienza a ver y percibir las emociones de los demás y a interactuar con ellos de forma no verbal, con sus propias emociones. No concibe la violencia, la guerra y el Caos. Por tanto, tampoco el miedo ni el odio ni la Ira.

Saquen sus propias conclusiones.

fuente/starviewerteam.com

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