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viernes, 15 de julio de 2016

1996-2016-Colombia 2016

En 1996 se estrenaba Independence Day. En el 2016 se estrena la segunda parte. Y evidentemente que son dos peliculas. Pues ahora miren que se ha visto y filmado en el cielo de Colombia este mes de julio del 2016. Un extraña nube que recuerda ambas películas.

Hollywood 1996




Hollywood 2016




Colombia 2016

miércoles, 13 de julio de 2016

Programa de radio SABIENS con Artur Homs, José Luís Camacho de Mundo Desconocido.es.y Ferran Prat es titulado: Los Verdaderos Indiana Jones.

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El arqueólogo-aventurero que Hollywood nos presentó con la figura estereotipada de Indiana Jones quizás sea mucho más real de lo que parece, durante el siglo XIX y siglo XX, hubo una serie de personajes que no solo se parecieron extremadamente al mítico Dr. Jones sino que incluso le superaron en las aventuras que vivieron durante su intensa vida.

Parece que nuevamente, lo que consideramos ficción, en ocasiones es superado por la realidad de la que sin duda, la meca del cine norteamericano se inspiró y se sigue inspirando.



fuente/Mundo Desconocido.es

lunes, 11 de julio de 2016

Lugares Extraños Captados por Google Maps.

La estrella satánico captada por Google Maps en Kazajistán ya tiene explicación; sin embargo, hay otros símbolos que todavía no. (Foto: Captura)
La estrella satánico captada por Google Maps en Kazajistán ya tiene explicación; sin embargo, hay otros símbolos que todavía no. (Foto: Captura)
1. Símbolo misterioso captado en Nevada (Estados Unidos) por Google Maps. (Foto: Captura)
 Símbolo misterioso captado en Nevada (Estados Unidos) por Google Maps. (Foto: Captura)

2. Extraña figura hallada en Egipto por Google Maps. (Foto: Captura)
 Extraña figura hallada en Egipto por Google Maps. (Foto: Captura)

3. Triángulo illuminati en Estados Unidos. (Foto: Captura)
 Triángulo illuminati en Estados Unidos. (Foto: Captura)
6. Extraño objeto circular captado en el bosque de Maharashtra (India) por Google Maps. (Foto: Captura)
Extraño objeto circular captado en el bosque de Maharashtra (India) por Google Maps. (Foto: Captura)
7. Nadie sabe cómo apareció esta imagen de Jesucristo en Hungría. (Foto: Captura)
Nadie sabe cómo apareció esta imagen de Jesucristo en Hungría. (Foto: Captura)

Gracias a Google Maps, el servicio de mapas gratuito de Google, personas de todo el mundo pueden visitar cualquier lugar desde la comodidad de su computadora,smartphone o tablet. Sin lugar a dudas es un gran invento para la humanidad.
Desde su lanzamiento en 2005, los usuarios que utilizan Google Maps han encontrado un sinnúmero de figuras que han causado mucha controversia en el mundo. Desde naves extraterrestres hasta criaturas prehistóricas han sido captadas por el mapa.
Por ejemplo, hace unos años, un usuario de Google Maps encontró en Kazajistán una extraña figura que tenía la forma de un pentagrama invertido. Algunos usuarios aseguraban que en dicho lugar se practican ritos satánicos.

Sin embargo, Emma Usmanova, una arqueóloga de la Universidad estatal de Karaganda, reveló que este supuesto “símbolo satánico” (que puedes hallar si escribes 52° 28’ 46.506”, 62° 11’ 7.0002” en Google Maps) es el contorno de un antiguo parque soviético hecho en forma de estrella.
Pese a esta aclaración, todavía hay muchas figuras extrañas sin explicación que han sido captadas por Google Maps. A continuación, te dejamos una galería con siete de ellas. ¿Qué crees que sean? Déjanos un comentario.

LOS LUGARES MÁS PERTURBADORES CAPTADOS POR GOOGLE MAPS

EL youtuber Ángel David Revilla, mejor mundialmente como Dross, elaboró una lista de los 7 lugares más perturbadores del mundo que fueron captados gracias a Google Maps. ¿Quieres conocerlos? Te invitamos a revisar este video.

Si escribes las siguientes coordenadas: 30° 1’14.40’‘N 31°43’17.49’‘E en Google Maps podrás encontrar una misteriosa construcción en pleno desierto de El Cairo (Egipto) que hasta el momento no ha tenido explicación. ¿De qué crees que se trate?


2. HALCÓN MILENARIO

El reconocido ufólogo Scott Waring publicó un video en YouTube donde asegura que gracias a Google Maps pudo descubrir la existencia de una nave alienígena con forma del mítico Halcón Milenario. Si quieres verificar esto, debes escribir estas coordenadas (36°55’35.30’‘N 116° 0’25.41’‘W).


3. ¿PIRÁMIDE DE HIELO?

Por otra parte, si llegas a escribir estas coordenadas (79° 58’39.25“S 81°57’32.21” W) en Google Maps, podrás hallar esta misteriosa y enigmática pirámide de hielo encontrada en la Antártida que hasta el momento no ha tenido explicación. Según los usuarios en las redes sociales, se trataría de una construcción extraterrestre. ¿Tú que piensas?


fuente/Peru.com

lunes, 27 de junio de 2016

Omm Seti: La mujer que fue amante de un faraón en su vida pasada

Cuando Dorothy Eady arribó a Egipto por primera vez, en su interior tenía la inexplicable certeza de haber estado allí antes. Pero ese antes tuvo lugar miles de años atrás…

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Dorothy nació el 16 de enero de 1904 en el suburbio londinense de Blackhearth. A los tres años de edad sufrió una grave caída en el interior de su casa familiar eduardiana, quedó inconsciente, fue declarada muerta y colocada sobre la cama familiar. Después de disfrutar lo que ella y su familia creían una recuperación milagrosa, la joven comenzó a afirmar vínculos de parentesco con el antiguo Egipto. Un viaje en familia al Museo Británico aclaró su creencia de que había experimentado un evento traumático de metempsicosis, y de ese modo recuperó la memoria de una fascinante vida pasada.

Durante su vida anterior, Dorothy Eady habría sido una sacerdotisa de Isis.
Durante su vida anterior, Dorothy Eady habría sido una sacerdotisa de Isis

La amante del faraón

La visita al museo abrió una puerta de recuerdos que desafían el espacio-tiempo. Cuando la pequeña Dorothy vio una antigua fotografía del templo de Seti I, segundo faraón de la dinastía XIX del Imperio Nuevo, afirmó rotundamente que aquel era su verdadero hogar. Sin embargo, no podía entender cómo no había jardines y árboles alrededor del templo, aunque sí pudo reconocer los monumentos y otros artefactos en los salones de la colección. Besó los pies de las estatuas y, al terminar la visita, tomó la decisión de estudiar los ancestrales jeroglíficos de esta cultura. Uno de sus maestros fue el famoso Ernest Wallis Budge, quien la motivó a meterse de lleno en el mundo egiptológico.

A los 15 años, Dorothy tuvo su primer sueño lúcido con la momia del faraón Seti I, una aventura onírica que, según ella, le trajo memorias de su vida pasada. Esto llevó a que poco a poco, ya como señorita, abandonara la religión cristiana y abrazara la religión politeísta del antiguo Egipto.

A lo largo de casi diez años, Dorothy comenzó a recibir en las noches de luna llena pequeños mensajes por medio de la escritura automática. Nada de particular hubieran tenido estos mensajes si no fuera porque estaban redactados en la escritura jeroglífica de los antiguos egipcios. A través de estos comunicados, Dorothy comenzó a comprender, maravillada, su auténtica realidad.

Tomando en consideración diferentes fragmentos recibidos en días distintos, con mucho trabajo, consiguió aglutinar un pequeño manuscrito de 70 páginas. Su «confidente» desde el Más Allá, un tal Hor-Ra, le dictó en varios pasajes grandes retazos de la vida anterior de la muchacha.

Dorothy descubrió que en otra vida había sido una joven llamada Bentreshyt y que había crecido desde los 3 años en el templo de Abidos. Allí fue dejada por su padre, un militar incapaz de hacerse cargo de la niña después de que su madre, una modesta vendedora de frutas, falleciera. Como sacerdotisa, habría conocido al «dios viviente» Seti I, del cual se enamoraría. Como amante del faraón, quedaría embarazada pero, lamentablemente, el destino de tal relación no tendría un final feliz. Un alto sacerdote del templo le dijo a Bentreshyt que la situación representaba una gran ofensa en contra de la diosa Isis y que causaría problemas al faraón, por lo que la joven decidió —o fue instigada a— suicidarse

Regresando al hogar

Su fascinación por el antiguo Egipto no tardaría en llevar a Dorothy a pisar la tierra de los faraones, donde se casaría —ya en la década de los 1930s— con Eman Abdel Meguid, un ciudadano egipcio que había conocido previamente en Londres. Producto de este matrimonio, tuvo un hijo al que llamó Seti en honor al faraón de sus sueños, lo que hizo que desde aquel momento todo el mundo la llamara Omm Seti, «la madre de Seti».

Omm Seti creía que finalmente estaba en casa. Durante una de sus visitas al templo de Abidos, el jefe inspector del Departamento de Antigüedades decidió poner a prueba la veracidad de las supuestas visiones de la dama británica. Entonces hizo que la mujer se pusiera en frente de un muro con pinturas y, a ciegas, intentara identificarlas de acuerdo a lo que recordaba de su vida pasada. Para sorpresa del experto, ella identificó todas las pinturas con cero margen de error.

Dorothy Eady, foto de archivo.
 Dorothy Eady

A medida que su reputación crecía, Omm Seti comenzó a colaborar con renombrados egiptólogos que le solicitaban ayuda para sus investigaciones. Uno de los trabajos con los que más colaboró fue, desde luego, aquel relacionado con el Templo de Seti I en Abidos. Ayudó a que los arqueólogos descubrieran el jardín donde ella habría conocido al mismísimo faraón. Las excavaciones no hicieron más que confirmar las visiones.

Creyendo lo increíble

Pronto, la mayoría de los egiptólogos no podían negar que Omm Seti tenía un conocimiento sin precedentes de la cotidianidad en el antiguo Egipto. Uno de ellos fue el británico Kenneth Kitchen que, a pesar de no admitirlo abiertamente, le creía. Otro egiptólogo, más contemporáneo, es Nicholas Reeves, quien ha tomado en cuenta las visiones de su compatriota para la reciente búsqueda de la tumba de Nefertiti. De acuerdo a Omm Seti, la tumba de la reina egipcia estaría en el Valle de los Reyes:

«Una vez le pregunté a Su Majestad dónde estaba, y él me dijo: “¿Por qué quieres saberlo?”. Yo le respondí que me gustaría excavar la tumba, a lo que él me dijo enfáticamente: “No, no debes. No queremos que se sepa nada más de esa familia”. Pero terminó contándomelo, y lo que puedo decir es que se encuentra en el Valle de los Reyes, y está muy cerca de la tumba de Tutankamón, en un lugar donde nadie pensaría en buscar y, aparentemente, aún intacta…».

Por décadas, Omm Seti fue la inspiración de muchos investigadores. Sus historias acerca de la vida y muerte en tiempos de Seti I tocaron muchos corazones, tantos como los descubrimientos que se hicieron en base a éstas. Por ejemplo, siguiendo la información suministrada por las visiones, Otto Schaden descubrió la tumba KV63 en el Valle de los Reyes, localizada cerca de la tumba de Tutankamón, y que contenía los restos de una mujer de la dinastía XVIII.

El final de un gran sueño

Gracias a Omm Seti podemos ver hoy la reconstrucción total del templo de Abidos. Ayudada de los numerosos viajes astrales que realizó, en los que dejaba volar fuera de su cuerpo el «akh» —término que empleaban los egipcios para llamara al astral—, esta mujer pudo reconstruir con paciencia los 2.000 bloques de relieves que hasta llegar ella, permanecían desparramados por el suelo del templo a la intemperie.

Con una frialdad admirable, Omm Seti nunca tuvo reparos en organizar celosamente su funeral con enorme antelación, igual que si hubiera vivido en el antiguo Egipto. Lo dejó todo preparado para que fuera inhumada en el pequeño patio que había junto a su casa. Sin embargo, por problemas burocráticos no pudo ser así. A pesar de todo, Egipto, respaldado por la comunidad egiptológica al completo, que siempre admiró y respetó a esta excéntrica dama, le otorgó un lugar de honor en el mejor de los paraísos que un egipcio podía esperar: ser enterrado en el occidente, no lejos del templo que fue su casa, para seguir así el curso de los rayos del sol en el atardecer.

fuente/MysteryPlanet.com.ar

viernes, 22 de abril de 2016

El increíble detector de terremotos inventado hace casi dos milenios atrás.

A pesar que aún somos incapaces de predecir cuándo o dónde sucederá un terremoto, hemos logrado grandes avances en la detección, registro, y medición de los ondas sísmicas. Lo que muchos desconocen, es que el proceso para llegar a dónde hemos llegado comenzó hace casi 2.000 años atrás, con la creación del primer detector de terremotos en el año 132 de nuestra era, por parte del inventor chino Zhang Heng (張衡). Cabe destacar que el ancestral artilugio tenía una precisión envidiable —incluso hoy en día— a la hora de detectar terremotos a gran distancia.

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Los chinos del segundo siglo no sabían lo que hoy sabemos, que los terremotos son causados por la actividad de fallas geológicas, la fricción en el borde de placas tectónicas, o por procesos volcánicos; en su lugar, explicaban el fenómeno como disturbios entre las energías cósmicas del yin y el yang, en conjunción con el descontento de los Cielos —una señal divina de advertencia— consecuencia de los actos cometidos por la clase regente de turno. Considerando esto último, era de suma importancia para los líderes chinos el estar alertas ante cualquier terremoto acaecido en su reino.


Zhang Heng (78-139 d.C.).
Zhang Heng (78-139 d.C.).
Nacido en la ciudad de Nanyang, Zhang Heng fue un ducho científico, ingeniero, astrónomo, pintor y escritor. Durante una larga época de su vida fue astrónomo real bajo la Dinastía Han del Este, y trazó uno de los primeros mapas estelares, rivalizando con el que creó Hiparco en el año 129 a.C., y desconocido para Zhang. En este mapa, situó las posiciones exactas de 2.500 estrellas y bautizó unas 320. Estimó que el cielo nocturno, del que sólo podía ver una parte, contenía 11.500 estrellas, una cifra exagerada para un observador con buena vista, pero no fue una mala estimación. Explicó los eclipses lunares correctamente, argumentando que se producían cuando la Luna atravesaba la sombra de la Tierra, e imaginó el planeta como una pequeña esfera suspendida en el espacio, rodeada por un inmenso y lejanísimo cielo esférico. En el año 123 corrigió el calendario para hacerlo coincidir con las estaciones del año.

Un adelantado a su tiempo

El trabajo más famoso de Zhang Heng fue el «detector de terremotos» que perfeccionó en el año 132 d.C., mil setecientos años antes del primer sismógrafo europeo. Zhang asombró a la corte imperial con este dispositivo, que podía detectar terremotos tan distantes que nadie cercano lo sentía siquiera. Era un dispositivo en forma de jarrón, al que se le pegaban varias cabezas en bronce de dragones, cada una con una pelota también de bronce en su boca; alrededor del pie tenía varios sapos de bronce con las bocas abiertas. Si la máquina detectaba un temblor de tierra, una bola de bronce, automáticamente, se soltaba y caía en la boca de uno de los sapos. La posición de uno de los sapos en cuestión indicaba la dirección en la cual procedía el temblor. En una famosa ocasión, una bola cayó sin que se observara terremoto perceptible; pero, varios días después, llegó un mensajero con noticias de un terremoto en Kasu, a 600 Kilómetros de la corte y en la dirección indicada por la máquina.


Gráfico que ilustra el supuesto mecanismo bajo el cual se cree funcionaba el sismoscopio de Zhang Heng.


En 2005, científicos en Zengzhou, a pocos kilómetros de la ciudad natal del famoso inventor chino, hicieron una réplica del dispositivo y la utilizaron para detectar terremotos simulados en base a cuatro diferentes eventos reales sucedidos en China y Vietnam. Para sorpresa de los científicos modernos, ¡el artilugio los detectó a todos!

fuente/mysteryplanet.com.ar

domingo, 13 de marzo de 2016

Los guerreros perdidos de Cartago.

Después de la caída de Cartago ante la pujante Roma, muchos soldados cartagineses lograron escapar y desde España, con sus aliados celtas, viajaron a América para asentarse en Perú junto a los guerreros de la tribu Chachapoya.


martes, 2 de febrero de 2016

ENIGMAS. Conocían civilizaciones antiguas el secreto del sonido para perforar rocas. Sorpréndete.

El siguiente vídeo  muestra como el sonido aplicado correctaente puede ser un excelente medio para perforar a través de la piedras. ¿Pudieron civilizaciones antiguas utilizar una tecnología similar a esta?


lunes, 1 de febrero de 2016

El poblamiento de América: una historia llena de grietas.



Las teorías sobre la aparición del hombre en el continente americano se han movido en rígidos patrones desde hace más de un siglo, dando por hecho que los primeros americanos fueron gentes de origen asiático que cruzaron el estrecho de Bering a finales de la última era glacial. No obstante, y en paralelo a la versión ortodoxa, se han ido acumulando diversas pruebas contrarias a tales patrones. Y como era de esperar, dichas pruebas han sido mayoritariamente rechazadas o menospreciadas por el consenso científico, cuando no enviadas al baúl del olvido. El motivo de esta marginación es que algunos de estos hallazgos anómalos apuntaban a un poblamiento diverso o extraordinariamente antiguo de estas tierras, incluso hasta llegar a poner en duda los esquemas evolucionistas más consolidados. A este respecto, existen casos paradigmáticos como el famoso yacimiento de Hueyatlaco (Valsequillo, México), que apenas es la punta de lanza de una realidad científica más bien sombría. Por otra parte, han ido apareciendo otros restos que apuntan a la presencia de varias civilizaciones antiguas en las Américas mucho antes de la llegada de Cristóbal Colón a aguas caribeñas a finales del siglo XV.

Graham Hancock

Este panorama alternativo de la historia americana ha sido abordado por numerosos autores, pero ahora quisiera destacar la interesante aportación del investigador escocés Graham Hancock, que –en un artículo aparecido en versión española en la revista digital Dogmacero– presentó varias pruebas e indicios que cuestionan seriamente la versión oficial en este tema. En efecto, Hancock argumentaba que ya en tiempos remotos parecía haber en tierras americanas unos “misteriosos extranjeros” de diversa procedencia geográfica, étnica y cultural, cuyas huellas arqueológicas han sido pasadas por alto por la ciencia. Cabe decir, empero, que hay muchos cabos sueltos y conjeturas en la exposición de Hancock pero al menos se plantea un campo abierto de investigación y debate, en el cual los profesionales del mundo académico parecen poco propensos a entrar, salvo contadísimas excepciones. Una vez más, léase sin prejuicios.

Misteriosos extranjeros: Nuevos hallazgos sobre los primeros americanos

El best-seller de Graham Hancock.


Los lectores de mis libros Fingerprints of the Gods (“Las huellas de los Dioses”, publicado en abril de 1995) y Heaven’s Mirror (“Espejo del Cielo”, publicado en septiembre de 1998) sabrán que yo he sostenido siempre que las Américas fueron habitadas en tiempos prehistóricos por diversos grupos étnicos: negroides, caucasoides y mongoloides. Tales ideas han ofendido profundamente a algunos indios americanos, quienes durante mucho tiempo han afirmado ser los únicos nativos americanos. Asimismo, estas ideas contradicen las enseñanzas académicas que aseguran que el Nuevo Mundo no estuvo habitado por el hombre hasta el final de la última Edad de Hielo, hace unos 12.000 años, cuando fue poblado exclusivamente por nómadas mongoloides de Asia que cruzaron el Estrecho de Bering (entonces existía un puente de tierra entre Siberia y Alaska). Desde allí se expandieron por toda América del Norte y del Sur, alcanzando esta última hace sólo unos 9.000 años. Naturalmente, esta doctrina también sostiene que ni caucásicos ni negroides estuvieron presentes en todo el continente americano antes de la llegada de Colón y la conquista europea en los siglos XV y XVI.

Uno de los misterios históricos que me llevó a escribir Fingerprints fue el elocuente testimonio mítico y escultórico, relativo a una época muy lejana en el tiempo, en la que pueblos que indiscutiblemente no eran indios americanos habitaron el continente americano. Tanto el dios Viracocha, en América del Sur, como el dios Quetzalcóatl, en México, se han descrito como altos, de piel blanca y barba rubia, y a veces con ojos azules.

Figura precolombina de aspecto caucásico

En Monte Albán, cerca de Oaxaca, y en La Venta, en el Golfo de México (un yacimiento asociado a la misteriosa cultura olmeca, supuestamente la más antigua civilización de Mesoamérica), se han encontrado antiguas figuras talladas que parecen representar a tales individuos. En el caso de Monte Albán estas figuras caucasoides se remontan al año 600 a. C. y en el caso de La Venta a aproximadamente 1200 a. C., casi 3.000 años antes de la conquista europea.

Más intrigante aún, en La Venta también se encontraron otras esculturas, la mayoría en forma de cabezas megalíticas, en los mismos estratos arqueológicos que las figuras caucasoides. Una vez más, estas esculturas, llamadas cabezas olmecas, no presentan las características típicas de los indios nativos americanos. Su aspecto es de apariencia inequívocamente negroide, pues representan individuos que se asemejan bastante a los modernos africanos, melanesios o aborígenes australianos.

En Fingerprints of the Gods y Heaven’s Mirror escribí extensamente sobre estas esculturas anómalas y sobre los mitos que las acompañan. Así, argumenté que el modelo para ambos tipos debió haber sido gente real y que por tanto esto se debe tomar en serio como testimonio histórico de la presencia de caucasoides y negroides en el Nuevo Mundo hace más de 3.000 años. Este punto de vista no fue aceptado ni por un solo erudito ortodoxo en 1995, cuando se publicó por primera vez Fingerprints. Desde entonces han salido a la luz nuevas pruebas que han obligado a los expertos a reconsiderar su posición y dar un paso atrás desde el dogma del poblamiento exclusivamente mongoloide de las Américas. Los primeros avances se produjeron en 1996 y 1997:
“Los esqueletos desenterrados en varios estados del oeste, y tan al este como Minnesota, están desafiando las concepciones tradicionales que veían a los primeros estadounidenses en todo semejantes a los asiáticos de hoy. Los cráneos de los esqueletos tienen características similares a las de los europeos, lo que sugiere que entre los primeros seres humanos que emigraron al Nuevo Mundo hace más de 9.000 años se hallarían gentes caucásicas. Los antropólogos ya tenían conocimiento de tales huesos hace años, pero no eran plenamente conscientes de su importancia hasta que se han vuelto a evaluar en los últimos meses. Los nuevos análisis estuvieron motivados por el descubrimiento el pasado verano de la última incorporación al cuerpo de pruebas: el esqueleto inusualmente completo de un hombre aparentemente caucasoide que murió hace unos 9.300 años cerca de lo que hoy es Kennewick, Washington [...] La cabeza del hombre y los hombros estaban momificados, y conservaban gran parte de la piel en esa zona [...] Los que examinaron los huesos creyeron al principio que se trataba de los restos de un colono europeo [hasta que el radiocarbono reveló su gran edad]. ‘Es un momento emocionante, y creo que vamos a ver algunos cambios reales en la historia del poblamiento de América del Norte’, dijo Dennis Stanford, una autoridad del Museo Nacional del Instituto Smithsoniano de Historia Natural.”[1]

No todos los estudiosos están de acuerdo que el Hombre de Kennewick fuera un caucasoide[2]. Pero por lo menos el descubrimiento ha planteado serias dudas sobre el modelo establecido del poblamiento de las Américas. Otros descubrimientos han planteado nuevas dudas.

Similitudes con aborígenes de hoy en día o con africanos

Cabeza olmeca del yacimiento de Tres 
En Fingerprints of the Gods describí una de las colosales cabezas olmecas de La Venta:

“Era la cabeza de un anciano con una nariz ancha y plana y labios gruesos. Los labios estaban ligeramente abiertos, dejando al descubierto unos dientes fuertes y cuadrados. La expresión en el rostro sugería una sabiduría antigua, paciente, y los ojos parecían mirar sin miedo a la eternidad... Sería imposible para un escultor, pensé, inventar todas las diferentes características combinadas de un tipo racial auténtico. La representación de una auténtica combinación de características raciales por tanto implicaba que seguramente se había utilizado un modelo humano.”

“Caminé alrededor de la gran cabeza un par de veces. Tenía 22 pies (unos 6,6 metros) de circunferencia, pesaba 19,8 toneladas, se alzaba hasta casi 8 metros de altura, había sido esculpida en sólido basalto, y mostraba claramente una genuina combinación de características raciales. En efecto, al igual que otras piezas que había visto, sin lugar a dudas y sin ambigüedades representaba un tipo negro... Mi propia opinión es que las cabezas olmecas nos presentan imágenes fisiológicamente exactas de personas reales de procedencia negroide...”

Volví a este misterio en mi libro de 1998 Heaven’s Mirror:

“Los historiadores ortodoxos no aceptan la presencia de africanos en el Nuevo Mundo antes de la llegada de Colón y han tratado de eludir las consecuencias de las características obviamente africanas de las 16 cabezas olmecas de 3.000 años de antigüedad que han sido halladas hasta la fecha. ¡Al menos esto puede tomarse como señal de que no hay racismo en la arqueología, dado que se supone también que tampoco hubo caucásicos en el Nuevo Mundo antes de Colón! Los estudiosos han planteado pues objeciones predecibles sobre el mito de Quetzalcóatl del hombre alto con barba blanca y han tratado de desechar cualquier sugerencia que pudiera derivarse de los numerosos relieves de caras caucásicas que se han excavado en algunos de los yacimientos arqueológicos más antiguos de México. En el área olmeca se hallaron varias de estas caras en los mismos estratos que las cabezas africanas y algunas veces al lado mismo de éstas, pero también tenemos imágenes de caucásicos en lugares tan distantes como Monte Albán, en el sur-oeste, un yacimiento datado entre 1000 y 600 antes de Cristo.”

“En 1996 y 1997, el descubrimiento de huesos de raza blanca con más de 9.000 años en las Américas parece, de repente, que ha validado el mito de Quetzalcóatl. Por tanto, es legítimo preguntarse ahora cuánto tiempo pasará hasta que la afortunada paleta del arqueólogo descubra los huesos de las personas que podrían haber servido de prototipos para las grandes cabezas olmecas.”

Esa afortunada paleta del arqueólogo no se hizo esperar. El 22 de agosto de 1999, el London Sunday Times (y unos días más tarde, un documental de la televisión BBC2) informó del descubrimiento en Brasil y Colombia de más de 50 esqueletos y cráneos negroides de un pueblo que había vivido en América del Sur hace unos 12.000 años, aproximadamente 3.000 años antes de la primera penetración conocida de los pueblos mongoloides en esta región[3].

Concretamente, se ha descrito un ejemplar particularmente bien conservado, los restos de una joven a quien los científicos han apodado “Luzia”, como el esqueleto humano más antiguo encontrado en el continente americano. Ha sido estudiado por Walter Neves, profesor de Antropología Biológica de la Universidad de Sao Paolo, quien afirma:

“Cuando empezamos a ver los resultados fue increíble porque nos dimos cuenta de que los datos no mostraban que estas personas fuesen mongoloides; mostraban que eran cualquier cosa salvo mongoloide [...] Son similares a los aborígenes de hoy en día o a los africanos y no muestran similitudes en absoluto con los mongoloides de Asia oriental ni con los indios de hoy en día.”

El Sunday Times también cita a Richard Neave, un artista forense de la Universidad de Manchester, que ha realizado una reconstrucción del rostro de Luzia. “Esa cara –comenta Neave– es negroide. Las proporciones de la cara no apuntan en absoluto a que sea mongoloide.”

Hasta ahora, por lo que yo sé, ningún estudioso ha señalado que los descubrimientos en Brasil y Colombia puedan ofrecer alguna explicación acerca de los rasgos negroides de las cabezas olmecas. Es cierto que las esculturas olmecas fueron halladas en estratos de entre 3.000 y 4.000 años de antigüedad mientras que los esqueletos brasileños y colombianos son mucho más antiguos. Pero esto no excluye una posible conexión. Por lo menos, es sin duda una coincidencia interesante (a) que hayan llegado hasta nosotros piezas de escultura monumental que representan individuos negroides de la antigüedad prehistórica de las Américas, y (b) que se haya probado científicamente que un pueblo negroide, no identificado previamente e inesperado por los historiadores, habitó el continente americano hace unos 12.000 años. ¿Podría ser que las cabezas olmecas no hubieran sido realizadas de ningún modo por los olmecas, sino que las hubieran heredado como reliquias de familia, legadas de una época anterior?

¿Una influencia china?

Antigua escritura china

Como nota al pie de esta historia, y signo de la galopante caída del consenso entre los estudiosos ortodoxos sobre el poblamiento de las Américas, tenemos la disputa que comenzó a agitarse en los círculos académicos a finales de los 90 concerniente a los posibles vínculos entre culturas americanas y chinas de la Antigüedad, específicamente entre la cultura olmeca y la Shang. Los principales defensores de este punto de vista son el profesor Mike Xu, profesor del departamento de lenguas extranjeras de la Universidad Central de Oklahoma, EE UU, y Chen Hanping , del Instituto de Investigaciones Históricas de China.

Según un artículo publicado en US News y en World Report, e informaciones en Internet, Xu cree que “la primera cultura compleja de Mesoamérica pudo haberse originado con la ayuda de un grupo de chinos refugiados que huyeron a través de los mares a finales de la dinastía Shang. La civilización olmeca surgió alrededor del año 1200 antes de Cristo, lo que coincide con el momento en que el rey Wu de Zhou atacó y derrotó al rey Zhou, el último gobernante Shang, poniendo fin a su dinastía.”[4]

Xu también afirma disponer de pruebas “explosivas” en forma de escritos arcaicos:

“En los últimos tres años [Xu] ha encontrado unos 150 glifos en fotografías de piezas auténticas de cerámica olmeca, artefactos de jade y esculturas. Aparte de revisar él mismo diccionarios de chino antiguo, también ha mostrado dibujos de estas marcas a expertos del continente chino en escritura antigua para que las examinaran, y la mayoría han coincidido en que se parecen mucho a los caracteres usados ​​en los escritos adivinatorios chinos sobre hueso y en las inscripciones sobre bronce. ‘Al principio todos estos expertos trataron de echarme, diciendo que no podían emitir una opinión de artefactos extranjeros’, recuerda Mike Xu. Pero después de insistir en sus ruegos, les echaron un vistazo a regañadientes. Nada más ver esos dibujos, todos le preguntaron: ‘¿En qué parte de China se encontraron estas inscripciones?’ Cuando se enteraron de que procedían de América, se quedaron atónitos. ‘Si estas inscripciones se hubieran hallado en excavaciones en China’, dice Chen Hanping, investigador asociado en el Instituto continental de Investigación Histórica, ‘sin duda se habrían considerado símbolos de la época anterior a la dinastía Quin’.”

La reacción de otros estudiosos ha sido generalmente hostil. Este texto de C. Cook, profesor asociado de chino en la Universidad de Leigh, resume varias objeciones clave:

“Algunos me pidieron que publicara mis observaciones en respuesta al escrito sobre los signos olmecas identificados como chinos por Chen Hanping en US News y en World Report Nov 4, pp 46-8. Finalmente he visto el artículo con la reproducción de los gráficos olmecas y el conjunto que Chen consideraba similar a la escritura adivinatoria en hueso de los Shang.

1. Las grafías seleccionadas por Chen no son chinas. Tienen cierta similitud gráfica con algunas grafías chinas arcaicas o con parte de las grafías, pero como grafías individuales no coinciden ni se corresponden a los equivalentes que les ha asignado. Es falso.

2. Obviamente, las grafías/glifos aludidos por Chen deberían considerarse en el contexto de toda la inscripción. Esto es imposible ya que el resto de las marcas apenas presentan algunas semejanzas aisladas. De hecho, el texto olmeca puede que no represente un lenguaje en absoluto, sino que –al igual que el Naxi y otras escrituras ur– sería más bien un código para contar historias que una transcripción real de la lengua. Por otro lado, la grafía adivinatoria china Shang es muy avanzada y se da por hecho sin duda que pertenece a un sistema de escritura.

3. Por último, la inscripción debe considerarse en el contexto de las esculturas. En el arte del período Shang se muestra poco más que unas esporádicas caras en las representaciones humanas (tenemos algunas figuras talladas en jade, pero están arrodilladas, a menudo incisas, y cubiertas con una decoración de animales, tatuajes, ropa, etc.). Un famoso bronce presenta una figura como un chamán en la boca de un animal, pero no tiene ninguna similitud con las representaciones olmecas.

4. Una simple corrección: el US News y el artículo de WR afirman que Chen es la autoridad más destacada de entre sólo unos 12 expertos en todo el mundo formados en esta escritura antigua. En primer lugar, Chen es un erudito muy secundario. En segundo lugar, sólo en los EE UU hay más de 12 eruditos que pueden leer escritura Shang, y muchos más en China y en otros lugares.”[5]

Ojos saltones y una gran nariz respingona

Yo no tengo la menor idea de si el profesor Cook y los otros críticos están en lo cierto o si Xu y Chen han dado con algo con su conexión Shang-Olmeca. Se precisa una investigación de mente abierta para resolver el problema, pero mientras tanto me gustaría llamar la atención sobre un pequeña prueba que Santha [esposa de Graham Hancock] y yo descubrimos por primera vez cuando asistimos a la exposición Los misterios de la antigua China en el Museo Británico a principios de enero de 1997 y, más recientemente, cuando vistamos el Museo de Historia de Beijing en marzo de 1999. Estábamos intrigados por unos objetos procedentes de las fosas de sacrificio de Sanxingdui, en la provincia de Sichuan. Estos artefactos, que incluyen bronces en forma de cabezas humanas, fragmentos de oro, muchos jades y un gran número de colmillos de elefante, fueron descubiertos en 1986 y son obra de una gran civilización no identificada previamente que floreció en Sichuan hacia el 1200 a. C. - 1000 a. C.

Máscara "chac" de Uxmal (Mesoamérica)

De particular interés era una pieza descrita como “máscara con la frente ornamentada y pupilas prominentes”. Es uno de las tres grandes máscaras que se encontraron en el pozo 2 en Sanxingdui. Según el comentario del Museo Británico (Misterios de la antigua China, página 69): “Las características más sorprendentes son las pupilas de los ojos, que se proyectan como tallos [...] Otra característica notable es la larga proyección que asciende desde la nariz de la máscara. Esta proyección tiene forma de rollo, con una espiral de sección vertical en la parte superior y con un lazo doble en la parte inferior [...] La combinación de las orejas grandes, los ojos saltones y la elevada pluma hace de este rostro algo completamente fantástico.”

¿Es una coincidencia que casi exactamente las mismas fantásticas y sorprendentes características –ojos saltones y una larga y curvada proyección de la nariz– las encontremos en las máscaras Chac de los antiguos mayas de Centroamérica, herederos de los olmecas? Las máscaras Chac también fueron incorporadas como elementos arquitectónicos en los templos mayas.

Extranjeros llamativos

Tal vez estas similitudes sean sólo coincidencias, aunque personalmente más bien lo dudo. Dejando a un lado todas las demás cuestiones y anomalías (y hay muchas; por ejemplo, véanse las imágenes adjuntas), sostengo, no obstante, que los antiguos esqueletos caucasoides y negroides que se han encontrado en el Nuevo Mundo dan a entender que ya no puede haber lugar para nociones preconcebidas. Es probable que la verdadera historia del poblamiento de las Américas resulte ser extraordinariamente compleja y difusa, involucrando a diferentes grupos étnicos y culturas en varias épocas. No me sorprende en absoluto que los chinos pudieran haber estado aquí hace 3.000 años, o los fenicios en la misma época –como han sugerido otros– o la notable cultura Jomon de Japón, o los egipcios, o –mucho después– los vikingos. Creo que es muy probable, de hecho poco menos que una certeza, que todos estos pueblos, así como otros diversos, también descubrieron independientemente las Américas, en casos aislados, una y otra vez, desde los tiempos más remotos.

¿Pero cuán remotos? Si seguimos impulsando esta indagación hacia el pasado –de nuevo más allá de las más antiguas civilizaciones históricas conocidas– ¿a dónde vamos a parar finalmente?

La posible influencia Shang en la escritura y el arte olmeca nos retrotrae a 3.000 años atrás, dentro de los límites de la historia. Pero el hombre de Kennewick y Luzia nos llevan a hace 9.300 y 12.000 años respectivamente, siendo esta última fecha unos 7.000 años anterior a Sumer y Egipto, las primeras civilizaciones históricas conocidas, y justo en medio del final de la última Edad de Hielo, cuando la Tierra pasaba por un gigantesco cataclismo y las inundaciones causadas por la fusión de las capas de hielo asolaban el mundo.

Algunos estudiosos han expresado la opinión de que el pueblo de Luzia podría haber llegado a América del Sur desde el Pacífico y lo ha relacionado con los aborígenes australianos. Ciertamente hay evidencia de que en la antigüedad los aborígenes poseían sofisticadas habilidades marineras y de navegación. Hasta ahora, sin embargo, no existe una teoría histórica que pueda explicar la presencia en el Nuevo Mundo, y en fechas tan tempranas, no sólo de aborígenes negroides, sino también de caucasoides, y mucho menos el hecho de que la memoria de estos llamativos extranjeros se haya podido preservar en los mitos y las esculturas de lugares tan distantes como Bolivia y México.

Así pues, además de constituir un intrigante misterio humano y arqueológico, lo que ahora sabemos sobre los primeros americanos representa un sólido y radical desafío a la ortodoxia académica. Sospecho que esta historia va a seguir dando que hablar.

© 2000 Graham Hancock

Fuente texto: Dogmacero n.º 2 (2013)
Fuente imágenes: Wikimedia Commons

fuente/laotracaradelpasado.blogspot.com.es

viernes, 25 de diciembre de 2015

CFO: Contratos Familiares Ocultos.


Son una especie de “códigos” que están situados en lo más profundo de nuestras mentes en forma de creencias y de todo tipo de inhibiciones que nos paralizan.

Cuenta Marianne Costa que en un momento de su vida escribió en un papel de pergamino: “soy una fracasada”. Después lo firmó con una gota de su sangre y lo enterró. En ese lugar plantó una bella flor y empezó a diseñar su realidad liberada de esa maldición. (Es un acto psicomágico, donde nos liberamos de esos códigos que recibimos de nuestra familia) Un contrato es un acuerdo entre dos partes que se comprometen a dar algo y a recibir algo a cambio.

Pero no todos los contratos están sobre papel, ni siquiera son verbalizados, ni tampoco todos están en el plano de la consciencia. Más aún, como en el caso del nombre, hay contratos que aceptamos en desigualdad de condiciones porque se “sellan” en la más tierna infancia: el niño intuye que el incumplimiento implica no ser querido, lo que significa la muerte.

Nuestro cerebro más primitivo nos dicta la orden de obedecer cuando la amenaza es ser expulsado del clan.

Estos contratos pueden afectar a nuestros cuatro egos. 

Ejemplos de contratos intelectuales:

Muchas de las creencias que tenemos son contratos que mantenemos con nuestro árbol genealógico, ideas que se nos han transmitido desde nuestros bisabuelos y que no podemos cuestionar. (Debemos deshacernos de cualquier creencia que no sea bella y útil)

a) “Serás abogado, como los hombres de provecho de esta familia” (En árboles donde el artista es considerado como un muerto de hambre, que en realidad no sabe hacer nada)

b) “En esta casa se habla cristiano” (No me salgas con querer estudiar lenguas…sólo hay que hablar una lengua: la materna)

c) “Eres torpe como tu madre” (Una profecía que actúa como una maldición que acaba cumpliéndose)

d) “En la vida debemos dejar las cosas igual que nos las hemos encontrado” (Señal de que el árbol se ha estancado…)

e) “Un hijo nunca debe superar a un padre” (Una locura absoluta que se conecta con la neurosis de fracaso)

Los contratos intelectuales son como las “ideas irracionales” que describe Albert Ellis, raíces de nuestras emociones perturbadas y comportamientos desajustados. 

La psicogenealogía conecta con su famosa y en muchos casos efectiva RET (Terapia Racional Emotiva), en el sentido que la familia configura un esquema de creencias tóxicas que nosotros adoptamos por lealtad a ella y que se mueven en cuatro ejes fundamentales:

*Si no tienes lo que necesitas, te mueres. (“Si mi novio me deja, me muero”) La herencia tóxica es confundir la necesidad con el deseo. Si no tienes alimento, te mueres, pero si deseas a tu novio y no lo tienes, sigues viviendo…

*Esto es horrible (“Es horrible que tenga que cancelar mis vacaciones”) Se juzga en exceso. No hay nada categóricamente malo o bueno. Hay hechos que nos causan más o menos dolor. Si ordenamos los hechos dolorosos de 0 a 10 y en el 10 ponemos la muerte de un ser querido, ¿cómo valoraremos cancelar una vacaciones?

*No lo soporto (“No soporto la soledad”) Hay situaciones que matan, son insoportables. Creer que algo es el límite entre la vida y la muerte nos hace sentirnos agonizantes cada vez que eso sucede. Eso lleva a preferir un desastre de relación amorosa, la soledad está prohibida por el árbol, porque es acercarse a la muerte.

*Si sucede algo malo es que hay un culpable y tiene que ser condenado. La familia nos enseña a juzgar y buscar culpables en los que descargar la responsabilidad de lo que pase, o a culparnos a nosotros mismos. Los acontecimientos no son una confluencia de factores, nada tiene una única causa. Si nos sentimos culpables de algo, la mejor medicina es una fórmula con tres elementos: la aceptación, la reparación y el aprendizaje de lo sucedido para evitar en lo posible repetir el mismo error en el futuro.

Ejemplos de contratos emocionales: Suelen venir en formato de inhibiciones emocionales. Muy asociados a los niveles de consciencia infantiles…

a) “No crezcas” (Si se hace mayor un día abandonará a sus padres. Esta orden lo mantendrá con una edad emocional de 10 años para el resto de su vida)

b) “Aquí somos del Madrid” (Desde el primer mes de vida el niño es socio del club. Cuando crece no tiene alternativa, si no le gusta el fútbol o no es madridista, será considerado un traidor o un enfermo)

c) “No seas tonto y no te hagas novia” (Quédate con la madre…ella no te defraudará)

e) La pareja es para toda la vida
(Nadie se ha divorciado jamás, en nuestra familia todos somos muy católicos)
Los contratos emocionales nos atan con fuerza al pasado y fomentan las relaciones basadas en la dependencia emocional. Disolver estos contratos es abrir al fin la puerta a la libertad de amar con un nivel de consciencia superior.
Ejemplos de contratos libidinales: Aquí están todas las inhibiciones creativas y sexuales

a) “El teatro-la pintura-la música, son una pérdida de tiempo” (Es como decir que no debes dedicarte a cosas que no son de provecho…)

b) “Esta relación no te conviene” (Podríamos preguntarnos: ¿a quién no le conviene en realidad?)

c) “Te casarás a los 25 años y a los 26 llegará la única hija” Este podría ser un contrato inconsciente que se repite de generación en generación. Un proyecto que el árbol tiene para nosotros

d)”La mujer que expresa deseo sexual es una fulana”
(Si el sexo de la mujer es sólo un instrumento de procreación, se le prohíbe gozar con su energía libidinal y a la postre de la creación y de la vida).
La prohibición de la homosexualidad y de prácticas sexuales no existentes en el repertorio del árbol, también son contratos que al incumplirlos nos bloquean la libido o nos sentimos culpables y merecedores de castigos si “nos salimos del tiesto”.
Ejemplos de contratos materiales-corporales-económicos: Las inhibiciones económicas. Es necesario que encontremos los elementos que permitan separarnos de la violencia, del miedo y de la culpabilidad…

a) “Eres idéntico a tu abuelo” (Y con ello uno de los linajes toma posesión del hijo)

b) “No toques los botones que los romperás” (Cuando no te dejan tocar nada es porque no tienes espacio)

c) “El dinero es el pecado” (Si nos hacen creer que el dinero es sucio, nos generará mucha culpabilidad ganarlo)

d) “El que arriesga pierde”, “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “Más vale malo conocido que bueno por conocer”… (Salir del territorio es una deslealtad imperdonable y tenemos un miedo ancestral a no volver a ser admitidos en el clan).

Todo esto insta a acomodarse con una pareja que ya no aporta nada, un trabajo insatisfactorio, una casa que no es un hogar y también a una ciudad, un banco, un grupo de amigos etc. Instalados en un territorio para siempre, porque nos han enseñado que arriesgarse es perderlo todo, en lugar de impulsarnos a seguir nuestros deseos como sabio camino de transformación. Los contratos se cumplen por lealtad, pero también por temor a las consecuencias.

Digamos que hay un miedo a ser castigados, a que se cumplan esas predicciones (maldiciones): “Si te divorcias, te mirarán mal”, “si te haces artista, vivirás en la pobreza”. Un acto psicomágico para sanar este tipo de miedo al incumplimiento a lo que los padres ordenaron, consistiría en realizar metafóricamente la predicción, escenificándola delante de ellos. Alejandro Jodorowsky nos dice en sus 10 recetas para ser feliz, “no hay alivio mas grande que comenzar a ser lo que en realidad somos.

Desde la infancia nos imponen destinos ajenos. Es conveniente recordar que no estamos en el mundo para realizar los sueños de nuestros padres, sino los propios.

fuente/ Nueva Mentes

lunes, 14 de diciembre de 2015

Cosas y Personas que Desaparecieron Misteriosamente.

desaparecido

No solo las personas desaparecen para siempre y sin dejar rastro, hay muchas más cosas que han desaparecido para siempre, desde billones de Euros hasta un antiguo conocimiento sagrado, son muchas las cosas y muchos los banqueros, médicos holistas y científicos que han desaparecido por muertes extrañamente sucedidas o sencillamente que se han esfumado para siempre como si hubiesen pasado a otra dimensión.

En el siguiente programa de Sabiens, hablamos de ello, entre el director de Sabiens (Ferran Prat), el Webmaser de Mundo Desconocido (Jose Luis), Artur Homs y Jaime Verdú. Sabiens es un programa que se emite por la Cadena Pirenaica (Radio Valira de Andorra).

Esperamos que os guste.