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domingo, 22 de junio de 2014

¿Como sabían los artíficies de las Piedras de Ica (Perú) de la cohexistencia de Hombres junto con animales prehistóricos?

 

En un lugar de Perú, en un desierto blando y pedregoso del Departamento de Ica, un médico peruano descubrió la más estremecedora, rotunda y completa prueba de la existencia de otra civilización que pobló el planeta no hace miles, sino millones de años. Esta vez y para asombro de muchos se traba de pruebas materiales, miles de pruebas.

Corría el mes de Mayo del año 1.966. Al consultorio del doctor Javier Cabrera, situado en la Plaza de Armas del pueblo de Ica, llegó su amigo Félix Llosa Romero, llevándole un regalo. Se trataba de una piedra ovalada, de color negruzco y aristas redondeadas; tenía grabada en una de sus caras la imagen de un extraño pez y su peso era mayor del que, a primera vista, correspondía a su tamaño. Quedará muy bien como pisapapeles en tu escritorio, dijo Llosa, también le dijo que su hermano poseía una gran colección, proveniente del caserío de Ocucaje, donde un huaquero (Campesino que realiza excavaciones arqueológicas clandestinas) las extraía por docenas.

El doctor Cabrera, descarta con firmeza la posibilidad de que las piedras hayan sido grabadas por los Incas. En primer lugar porque las piedras son muy anteriores al período en que los Incas vivieron en Perú y además, porque las piedras dan fe de conocimientos tecnológicos que los Incas nunca poseyeron.

En su enorme colección, el doctor Cabrera ha clasificado las piedras en diversos grupos, según los símbolos que presentan. Hay series que tratan de temas técnicos, otras de temas médicos, geográficos, antropológicos, zoológicos, etc. Hay series de piedras que describen con todo detalle la evolución de los dinosaurios, desde el huevo hasta la completa madurez; otras que relatan las incidencias de complejas intervenciones, y otras que explican con todo detalle cómo era el planeta Tierra antes de las grandes convulsiones geológicas que le imprimieron su conformación actual.

A partir de sus interpretaciones de los dibujos grabados en las piedras, afirma que esa humanidad gliptolítica fue creada por una raza superior que llegó a la Tierra desde algún lugar del cosmos. Al llegar a nuestro planeta, esa raza no halló vida inteligente, y decidió crearla a partir de un primate emparentado con el Lemur, llamado Notharcus, que se extinguió hace 50 millones de años.

En su libro "El mensaje de las piedras grabadas de Ica" (Inti Sol editores, Lima, 1.976), afirma: Mediante el trasplante de códigos cognoscitivos a unos primates que pertenecían a un tipo de primate muy inteligente generaron hombres. Aparentemente, las piedras dicen que había varias categorías humanas: Los de mayor poder cognoscitivo son los que el doctor Cabrera denomina Hombres Reflexivos y Científicos, por encima de los cuales se situaban, por supuesto, sus creadores, los hombres llegados del cosmos.

Uno de los elementos que confirman la creencia del doctor Cabrera, es una piedra donde está labrado un mapa del mundo tal como era en el período terciario (esta piedra está representada en la portada de su libro, reproducida en página 461). Allí, la forma y la disposición de los continentes es completamente diferente de la actual, y considerando que la geología no supo hasta fines del siglo XIX y principios del XX que los grandes cataclismos de fines del terciario habían provocado cambios espectaculares en la forma y disposición de los continentes, el doctor Cabrera sostiene, que esa piedra sólo pudo ser labrada por hombres que vivieron en un planeta con esa configuración y que, además, poseían los medios técnicos necesarios para recorrerlo y observarlo desde grandes alturas.

Las teorías del doctor Cabrera, no han encontrado demasiado eco en la comunidad científica. Algunos de sus adversarios han llegado a asegurar que Basilio Uchuya, el Huaquero que ha proporcionado la mayor parte de las piedras al doctor Cabrera, es el único artífice de las mismas; según esta teoría, Basilio las graba, untándolas después con betún de los zapatos y quemándolas para darles una falsa pátina de antigüedad.

Esta ingeniosa teoría no tiene en cuenta la edad de Basilio, ni el tiempo que requiere fabricar una de estas piedras. El Huaquero podría haber hecho, en toda su vida, unas 10.000. ¡Pero se acercan a las 40.000 las que se han catalogado hasta ahora, y cientos de miles las que se suponen aún enterradas!

No obstante, el doctor Cabrera, no carece por completo de apoyo. El francés Chanoux, en su obra "Enigma de los Andes", aseguraba que las piedras de Ica podrían ser la biblioteca de los Atlantes, que han existido hace 50 millones de años.

El periodista español J. J. Benítez, en su libro: "Existió otra humanidad" (Plaza y Janés, Barcelona, 1.977), hablaba del hallazgo de dos cerros artificiales que recubrían un pavimento de piedras grabadas, en un lugar cercano a Palpa (Perú) hacia el cual parecen apuntar, nada menos que las líneas de Nazca.



 

 

fuente/ Biblioteca Pleyades

jueves, 16 de mayo de 2013

Las piedras de Ica muestran escenas de dinosaurios y humanos coexistiendo en la misma época.

 

Un excelente documental sobre las piedras de ICA (Perú).

“Las piedras de Ica” con el investigador y estudioso del tema: Josep Serneguet.



Junto al reportaje, vamos a publicar los dos grandes artículos de Josep Serneguet, que muestran cómo en ellas, se aprecian evidencias de grabados en los que aparecen figuras de dinosaurios coexistiendo con humanos, y representaciones de fósiles de edades que se remontan a a cientos de millones de años.

El Dr. Cabrera, dedicó su vida al estudio de las piedras de Ica y gracias a su equipo de colaboradores multidisciplinar, hoy nos muestra estas joyas que sin duda constituyen una evidencia de la verdadera historia que se esconde tras ellas.

Recordemos, como ya sabemos, que hasta mediados del siglo XIX, se desconocía la existencia de los dinosaurios. ¿Cómo es posible que las piedras de ICA, contengan grabados de fósiles de especies datadas en millones de años? ¿Cómo es posible que muestren escenas entre humanos y dinosaurios que recientemente han sido identificados y otros que aún no se han identificado?

Acompañamos los dos excelentes artículos que hemos recibido directamente de Serneguet para su difusión y que sin duda alguna, supondrán una auténtica revolución en el mundo de la paleontología:

fuente/Fundación EticoTaku 2013

Para más información: www.piedrasdeica.es

martes, 27 de noviembre de 2012

Las piedras de Ica: ¿mensajes de tiempos antediluvianos?

Las piedras de Ica: ¿mensajes de tiempos antediluvianos?
Piedra de Ica. Sauriodes atacando un humano.
Los mayas, que alguna razón no concluyeron su calendario, obligaron a sus descendientes a temblar de miedo en espera del fin del mundo.

En cambio, alguien pudo grabar miles de piedras para enviar al futuro una noticia más grata: el fin del mundo ya tuvo lugar.

Este año se informó de que en Kamchatka se descubrieron fósiles muy extraños. Pudieron ser tomados por restos de animales antiguos. Pero el problema reside en que sus formas son demasiado exactas. Los fósiles se asemejaban más bien a piezas de cierto mecanismo, a ruedas dentadas o piñones de diferente tamaño. A juzgar por el estrato en que fueron hallados los piñones parece que tienen cerca de cuatrocientos millones de años. Los medios de comunicación informaron de que quienes investigaron el hallazgo –el arqueólogo de San Petersburgo, Yuri Gólubev, y un colega suyo de EEUU– supuestamente han confirmado que los fósiles parecen ser piezas de cierta máquina.

La ciencia oficial de Kamchatka ignoró el hallazgo. Pero la prensa recordó otros objetos, que en su tiempo causaron gran revuelo. Por ejemplo, unas extrañas piezas esféricas de un tamaño de entre 2,5 y diez centímetros, que de vez en cuando encuentran los mineros en rocas, cerca de la ciudad sudafricana de Klerksdorp. La edad aproximada de las rocas en que encuentran las esferas es de tres millardos de años. No existe una opinión única sobre la procedencia de estos objetos. Los partidarios de su procedencia artificial aducen que las esferas presentan claros indicios de su procesamiento tecnológico: incisiones longitudinales. Pero los geólogos afirman que las esferas representan en sí formaciones naturales, mientras que las incisiones que presentan son resultado de la eolización y oxidación naturales.

Más complicado aún es explicar las causas naturales del hallazgo hecho durante un viaje por Texas en 1934 por Emma Han, vecina de la localidad de London, situada en ese estado norteamericano. Ella encontró un martillo incrustado en el interior de una roca. El mango, que en su tiempo fue de madera, estaba petrificado. Pero el propio artefacto se conservó en perfecto estado, ya que fue hecho con buen metal, que el hombre aprendió a obtener no antes de diez mil años atrás. La paradoja consiste en que el martillo “echó raíces” en la roca petrificada, cuya edad, según algunos científicos, es de no menos de sesenta y cinco millones de años, o sea que data de la época de los dinosaurios.

No obstante, suele considerarse que la gente que pudo hacer tal martillo, apareció en la Tierra decenas de millones de años después de la extinción de los dinosaurios. Por consiguiente, la gente de ninguna manera pudo ver vivos a los dinosaurios. ¿Pero qué decir de los dibujos rupestres en la provincia peruana de Ica?

Esos dibujos representan a dinosaurios reales de diferentes tipos, que los especialistas reconocen muy bien: triceratops, stegosaurus, brontosaurio y tiranosaurio. Además, en esos dibujos con frecuencia aparecen seres humanos, que están a la caza de dinosaurios o los utilizan como medio de transporte. Por ejemplo, andan montados en triceratops o vuelan en pterodáctilos. En las piedras de Ica también aparecen las imágenes de mamíferos, extintos hace mucho tiempo, que son característicos solamente del continente americano. Además, pueden apreciarse escenas de operaciones quirúrgicas de trasplante de corazón y hasta de cerebro, y dibujos de sistemas estelares y de diversos aparatos voladores. Lo primero que viene a la cabeza al ver las fotografías de las piedras de Ica, que abundan en Internet, es que son falsificaciones hechas en nuestros días para los turistas ingenuos. Pero no todo es tan simple.

Las primeras menciones que se hacen de las piedras con las imágenes de extraños animales aparecen en 1570 en la crónica del cronista indígena Joan de Santa Cruz Pachacuti Yanqui Salcamaygua, “Relación de antigüedades deste reyno del Piru". A principios de los años sesenta del siglo XX las piedras de Ica empezaron a venderse casi regaladas, en el mercado negro de antigüedades del Perú. Se volvieron famosas gracias a la labor desarrollada por el profesor de medicina de la Universidad de Lima, Javier Cabrera (1924-2001). Al recibir la primera piedra como regalo de cumpleaños en 1961, el profesor dedicó después casi cuarenta años para recolectar y estudiar las piedras, y hasta para fundar un museo, que cuenta actualmente con más de once mil “adoquines” de un tamaño que oscila entre treinta centímetros y un metro y medio, cubiertos con los dibujos grabados. En 1976 Cabrera publicó el libro “El mensaje de las piedras grabadas de Ica”, en el que expone la siguiente hipótesis: una civilización altamente desarrollada, que existió en la Tierra en otros tiempos, registró en las piedras la historia del desarrollo de la humanidad y las dejó en el planeta antes de abandonarlo por la catástrofe global que se cernía. Por ejemplo, el Diluvio Universal. Por lo visto, las piedras fueron escogidas como material capaz de sobrevivir cualquier cataclismo. Y la simpleza de los dibujos, incluyendo las escenas de las operaciones quirúrgicas, estaba llamada a que este mensaje con el tiempo resulte comprensible a la humanidad que sobrevivió una catástrofe.

En Ica, Cabrera se hizo acreedor a la medalla de oro de la ciudad y al título de “Hijo ilustre de Ica”. Pero muchos lo consideraban un loco y otros – un falsificador. Esta gente declaró que las piedras de Ica eran una falsificación contemporánea que no merece mayor atención. Este veredicto se fundaba, entre otras cosas, en las declaraciones hechas por los excavadores peruanos que suministraban las piedras a Cabrera y que reconocieron que ellos mismos las grababan.

Pero, según el historiador ruso Andrei Zhúkov, las deducciones de los detractores de Cabrera están llamadas a desacreditar sus suposiciones y declarar, la colección de piedras con grabados que reunió, colección de falsificaciones, que no resiste crítica alguna.

En primer lugar, la venta ilegal de antigüedades en Perú es un delito. Por eso la gente que suministró las piedras a Cabrera se vio obligada a declarar que ellos mismos grababan las piedras, para evitar una persecución penal. En segundo lugar, las falsificaciones se diferencian de las piedras auténticas por la técnica del grabado. Y, en tercer lugar, la peritación de varias decenas de piedras, incluso con imágenes de dinosaurios, practicada a petición de Cabrera por la Compañía Minera Mauricio Hochshild con sede en Lima, confirmó su antigüedad. Resultados similares dieron las peritaciones realizadas en las universidades de Bonn y de Lima, y en el laboratorio de la Escuela de Ingeniería de Lima.

Zhúkov sostiene que una prueba de la autenticidad de la colección de Ica son la imágenes de algunos dinosaurios, cuyos restos fueron descubiertos por paleontólogos a principios de los años 1990, o sea ya después de que estas imágenes se vieran en la colección de Cabrera. Se trata en particular de imágenes de diplodocus con espinas de queratina alrededor del dorso, semejantes a las que tenían los stegosaurus. Se hace difícil imaginar que los campesinos peruanos semianalfabetos, que supuestamente se dedicaban a falsificar los artefactos, podrían inventar semejante animal o dibujar las escenas de trasplante de corazón y de cerebro, que asombraban por la precisión de los detalles. También es dudoso que en el hipotético taller clandestino trabajaran expertos químicos, que sabían cómo avejentar las piedras para engañar a los expertos. Y, por último, sería simplemente imposible encubrir la existencia de tales laboratorios, que extraían decenas de miles de piedras grabadas.

En síntesis, la colección de Cabrera puede ser realmente auténtica. Pero si estamos de acuerdo con esto, entonces habrá que poner en tela de juicio nuestras nociones actuales sobre la historia de la Tierra. Son muchos los hechos que cimentan semejante tipo de dudas.

mj/mo/ap
fuente/spanish.ruvr.ru