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jueves, 28 de agosto de 2014

El Misteriso de la Rencarnación:Casos Documentados. Por David Parcerisa ( Ponente del Congreso Sabiens nº 2014 )

Para muchos millones de personas en el mundo, la reencarnación es ya más que una creencia sujeta al hinduismo. Actualmente viene a ser una concepción que se presta a hechos objetivos y concretos. Y no son pocos los psicólogos y terapeutas que utilizan la regresión como medio para acceder a una fuente de información que revela cada vez más sorpresas. 

En este video-programa, David Parcerisa nos sumerge en esta apasionante posibilidad, analizando algunos casos difíciles de explicar racionalmente.

martes, 21 de enero de 2014

El increíble relato del doctor de Harvard que, después de sufrir un coma, aseguró haber conocido el Paraíso.

El doctor Eben Alexander, quien sufrió un coma por meningitis, afirma que vivió una experiencia extracorporal y cercana a la muerte, y se encontró con ángeles, nubes y parientes difuntos.

doctor coma paraíso
Foto: Agencias

En su edición de Octubre del 2012, la prestigiosa revista norteamericana Newsweek sorprendió a sus lectores con una portada y un titular que causó bastante impacto: “El cielo es real: La experiencia de un Doctor en el Más Allá”.

El artículo en cuestión se refería a la supuesta e increíble experiencia vivida por el neurocirujano Eben Alexander, quien el año 2008 sufrió un ataque de meningitis que lo dejó en estado de coma durante siete días. Lo insólito del asunto es que, durante ese lapso, el facultativo, quien hace clases regulares en la Universidad de Harvard, aseguró haber vivido una experiencia extracorporal, durante la cual se encontró con algo bastante parecido a la imagen que tenemos del Paraíso, es decir, un apacible lugar con nubes, coros celestiales, ángeles y parientes difuntos.

Alexander, en la entrevista que le concedió a esta publicación, partió explicando que “crecí en un mundo científico y, como neurocirujano, no creía en el fenómeno de las experiencias cercanas a la muerte. Siempre había creído que había una buena explicación científica para los viajes celestiales fuera del cuerpo, descritos por aquellos que escapaban a la muerte por poco. El cerebro es un mecanismo sorprendentemente sofisticado, pero extremadamente delicado. Si se reduce la cantidad de oxígeno que recibe, así sea la cantidad más pequeña, este reaccionará. No era una gran sorpresa que las personas que habían sufrido un traumatismo grave regresaran de sus experiencias con historias extrañas. Pero eso no significaba que habían viajado a algún lugar real. Y aunque me consideraba un creyente cristiano, era más de título que de creencia real”.



En el otoño de 2008 las rígidas creencias del doctor Alexander cambiaron de golpe. Una meningitis bacteriana fulminante lo dejó durante siete días en un profundo estado de coma y los facultativos que lo atendieron estimaron que sus pronósticos de vida eran casi nulos.

“Durante siete días estuve en un coma profundo, con mi cuerpo sin respuestas y mis funciones cerebrales superiores totalmente fuera de línea. Pero, en la mañana de mi séptimo día en el hospital, mientras mis médicos consideraban si se suspendía el tratamiento, mis ojos se abrieron de golpe. No hay una explicación científica para el hecho de que mientras mi cuerpo estaba en estado de coma, mi mente – mi conciencia, mi yo interior – estaba viva y bien. Mi conciencia liberada del cerebro había viajado a una diferente y mayor dimensión del universo, una dimensión que nunca había soñado que podía existir y que es la misma que describen incontables personas que han vivido experiencias cercanas a la muerte u otros estados místicos”.

Alexander agregó que “hacia el comienzo de mi aventura, yo estaba en un lugar de nubes. Grandes, esponjosas, de color rosa-blanco, que se presentaron nítidamente en contraste con el profundo cielo negro-azul. Más alto que las nubes, inconmensurablemente más alto, una multitud de seres transparentes y brillantes se movían trazando arcos por el cielo, dejando largos trazos como serpentinas detrás de ellos. ¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras las registré más tarde, cuando estaba escribiendo mis recuerdos. Pero ninguna de estas palabras hace justicia a estos seres, que eran, sencillamente, diferentes a todo lo que he conocido en este planeta. Eran más avanzados. Formas superiores”.

El doctor añadió que “un sonido, enorme y retumbante como un canto glorioso, descendió desde lo alto, y me pregunté si los seres alados lo estaban produciendo. Nuevamente, pensando en ello más tarde, se me ocurrió que la alegría de estas criaturas mientras volaban alto era tal, que tenían que emitir este sonido, y que si la alegría no salía de ellos de esta manera entonces simplemente no serían capaces de contenerla. El sonido era palpable y casi material, como una lluvia que se puede sentir en tu piel, pero que no te moja.
Ver y escuchar no estaban separados en este lugar donde ahora estaba. Podía escuchar la belleza visual de los cuerpos plateados de esos seres brillantes que estaban arriba, y pude ver la perfección creciente, alegre de lo que cantaban. Parecía que no se podía ver o escuchar ninguna cosa en este mundo sin volverse parte de ella, sin unirse con ello de alguna forma misteriosa. Una vez más, desde mi perspectiva presente, me permito sugerir que no se podría mirar “hacia” nada en ese mundo en absoluto, porque la palabra “hacia” en sí misma implica una separación que allí no existía. Cada cosa era distinta, pero cada cosa era también una parte de todo lo demás”.

El doctor, en este punto de su relato, explicó que se encontró con una mujer joven, de pómulos altos y ojos azules. “La primera vez que la vi, estábamos juntos cabalgando sobre una superficie con un intrincado patrón, que después de un momento me di cuenta que era el ala de una mariposa. De hecho, millones de mariposas estaban alrededor de nosotros, enormes y agitadas olas de ellas, que se zambullían en un bosque y volvían de nuevo a nuestro alrededor. Era un río de vida y color, moviéndose a través del aire. Ella me miró con una mirada que, si la vieras durante cinco segundos, haría que tu vida entera hasta ese punto valiera la pena, sin importar lo que haya ocurrido en ella hasta ahora. No era una mirada romántica. No era una mirada de amistad. Era una mirada que de alguna manera estaba más allá de todo esto, más allá de todos los diferentes tipos de amor que tenemos aquí en la tierra. Era algo superior, que contenía todos estos tipos de amor en sí mismo, mientras al mismo tiempo era mucho mayor que todos ellos”.

Alexander agregó que “sin pronunciar una sola palabra, ella me habló. Este mensaje, si tuviera que traducirlo al lenguaje terrenal, sería algo como esto: “No tienes nada que temer” y “Ustedes son amados y apreciados, para siempre”. Este mensaje me atravesó como un viento y me inundó con una inmensa y loca sensación de alivio. “Te vamos a mostrar muchas cosas aquí”, dijo la mujer, una vez más sin llegar a utilizar estas palabras, sino transmitiéndome directamente su esencia conceptual. “Pero eventualmente vas a regresar”. Para ello sólo tenía una pregunta. ¿Regresar a dónde? Un viento cálido soplaba, como los que surgen en los días más perfectos de verano, sacudiendo las hojas de los árboles y fluyendo como agua celestial. Una brisa divina. Esto cambió todo, transformando el mundo a mi alrededor en una octava incluso más alta, una vibración más alta. A pesar de que aún tenía una pequeña función del lenguaje, al menos la idea que tenemos de él en la Tierra, sin decir palabras comencé a formular preguntas a este viento, y al ser divino que sentía que trabajaba detrás de él o dentro de él. ¿Dónde está este lugar? ¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí? Cada vez que expresé silenciosamente una de estas preguntas, la respuestas llegaron inmediatamente, en una explosión de luz, color, amor y belleza que soplaba a través de mí como una ola rompiendo. Lo más importante de estas explosiones es que no callaban mis preguntas abrumándolas. Respondían a las preguntas, pero de una forma que pasaba el lenguaje por alto. Los pensamientos me entraban directamente. Pero no era pensamiento como lo experimentamos en la Tierra. No era vago, inmaterial o abstracto. Estos pensamientos eran sólidos e inmediatos, más calientes que el fuego y más húmedos que el agua, y mientras los recibía era capaz de comprender al instante y sin esfuerzo conceptos que me habría llevado años comprender plenamente en mi vida terrenal”.

Infinitamente reconfortante

En la parte final de su relato, después de haberse topado con algunos parientes y amigos ya fallecidos, Alexander detalló que “seguí avanzando y me encontré ingresando en un inmenso vacío, completamente oscuro, infinito en tamaño, pero también infinitamente reconfortante. Era profundamente negro pero, a la vez, rebosante de luz. Una luz que parecía venir de un orbe brillante que ahora sentía más cerca de mí”.

Para sorpresa de los médicos, Alexander despertaría abruptamente de su estado de coma, entrando en un franco estado de recuperación. Su supuesta experiencia en el Más Allá, por supuesto, lo convirtiría en un hombre totalmente nuevo.

“Ahora sé que el universo no sólo está definido por la unidad, sino también por el amor. El universo como lo experimenté en mi estado de coma es – he descubierto con sorpresa y alegría- el mismo sobre el cual tanto Einstein y Jesús habían hablado en sus (muy) diferentes maneras. Aún sigo siendo un doctor, y aún sigo siendo un hombre de ciencia, casi exactamente igual a como era antes de que tuviera mi experiencia. Pero en un nivel más profundo soy muy diferente a la persona que era antes, porque he podido vislumbrar esta extraordinaria dimensión que nos espera después de esta vida terrenal”.

La inusual experiencia del doctor Eben Alexander fue recogida con detalles en su libro “Proof of Heaven: A Neurosurgeon’s Journey into the Afterlife (“La prueba del Paraíso: El viaje de un neurocirujano hacia el Más Allá”) que, como era de esperarse, causó una gran controversia entre la comunidad científica de su país.

fuente/ guioteca

domingo, 22 de diciembre de 2013

Hay diferentes estados del Ser. Diferencia entre Muerte, Resurrección y Ascensión



Primero que nada, existe la muerte, un proceso por medio del cual entran al estado de vacío, inmediatamente después de la muerte. 

Están inconscientes, ignorantes del proceso de muerte, hasta el grado que no tienen control sobre las imágenes. Esta forma de morir los lleva hacia el tercer sobre tono de la cuarta dimensión, lo que resulta en un ciclo de retorno hacia esta existencia Terrestre una y otra vez, llevando esto a la reencarnación.

Debido a que en este ciclo están inconscientes, no están usando su Mer-Ka-Ba (cuerpo de luz), excepto inconscientemente, por lo que en cuanto llegan hacia el otro lado, no tienen ningún recuerdo de este. 

Cuando reencarnan de vuelta en la Tierra, no tienen tampoco ningún recuerdo del lugar de donde acaban de llegar. Entonces la reencarnación continúa una y otra vez. Cuando pasan a través de la resurrección, son conscientes de su Mer-Ka-Ba (cuerpo de luz), aunque generalmente no son plenamente conscientes de este sino hasta después de morir. Mueren, dejan el cuerpo y entonces se hacen conscientes de su Mer-Ka-Ba (cuerpo de luz). 

Después recrean su cuerpo y pasan a través de un proceso que los conduce hacia cualquiera de los sobre tonos décimo, onceavo o doceavo de la cuarta dimensión. Desde allí, no pasan a través de la reencarnación nunca más. Su memoria nunca se bloquea nuevamente y continúan hacia la vida eterna. Existe una gran diferencia entre morir y resucitar, pero existe una diferencia todavía mayor en la ascensión, que ahora es posible, debido a que la red de conciencia cristica que fue completada en 1989. La ascensión era muy inusual hasta que se completó esta red. 

En la ascensión no mueren en absoluto; no hay un proceso de muerte involucrado como lo conocemos. Por supuesto, es verdad que ya no están en la Tierra y desde ese punto de vista, mueren. Lo que sucede es, ustedes simplemente se hacen conscientes de su Mer-Ka-Ba (cuerpo de luz) de una u otra forma, ya sea recordándolo por su cuenta o a través de la enseñanza, o como sea que les suceda. Esto significa que se hacen conscientes de su cuerpo como luz. Entonces son capaces de pasar a través del vacío totalmente conscientes, desde la Tierra a través del vacío y hacia las dimensiones superiores conscientes todo el tiempo. De esta forma simplemente se salen de esta vida sin pasar por un proceso de muerte, lo que involucra la reconstrucción de su cuerpo humano. 

Cuando una persona asciende, el o ella simplemente desaparece de esta dimensión y reaparece en la siguiente, pasando a través del vacío. La Ascensión es completamente posible ahora, nosotros personalmente puede que no pasemos a través de la ascensión; pueden incluso morir o pasar a través de la resurrección. No hay mucha diferencia a estas alturas del partido de la vida en el planeta Tierra, porque si mueren de la forma normal, pasarán hacia el tercer sobre tono y hacia un patrón de espera durante un tiempo.

Después, cuando el resto de la Tierra pase a través de este ciclo de cambio próximo, todas las personas en ese sobre tono, también se elevarán al mismo nivel dimensional que aquellos que resucitaron o ascendieron. 

Incluso la Biblia se refiere a esto, diciendo que en este tiempo los muertos se levantarán. No existe tal cosa como la muerte; simplemente hay diferentes estados del ser. Es un poco como el agua, que puede ser líquida, sólida (hielo) o gas (vapor), pero sigue siendo agua. Esta es probablemente su última vida, ¡amigos, esto es todo!. Se está acabando el tiempo. 

EL ANTIGUO SECRETO DE LA FLOR DE LA VIDA


viernes, 5 de julio de 2013

¿Existe realmente la reencarnación?.


¿ A quién no le ha ocurrido en alguna ocasión, qué ante una imagen, situación o paisaje desconocidos, se ha sentido desconcertado y ha pensado: "esto ya lo he vivido yo anteriormente"?. Y sin embargo, nunca habíamos estado en ese lugar, ni siquiera teníamos noticias de él.

Por otro lado, una gran cantidad de personas que son sometidas a Hipnosis profunda, logran rememorar recuerdos que no pertenecen a su vida presente. En ese estado alterado de conciencia, conocido como "regresión hipnótica", relatan acontecimientos y escenas vividas en un contexto de tiempo anterior al actual, sintiéndose protagonistas de tales hechos. Si realizamos una investigación posterior, podremos comprobar en muchas ocasiones, aunque también es verdad que no siempre; que todo lo relatado corresponde a hechos reales, que sucedieron hace años e incluso siglos atrás. Algunos testimonios extraidos mediante la "regresión hipnótica" se han hecho bastante famosos e incluso se han llegado a escribir libros sobre ellos. Quizás uno de los más llamativos e interesantes fue el de Bridey Murphy.

Los hechos sucedieron en el año 1952, en Pueblo una ciudad muy floreciente del estado norteamericano de Colorado. Ruth Simmons, una joven muchacha es hipnotizada en presencia de varios testigos. Morey Bernstein, el hipnotizador la interroga:

- ¿Cómo te llamas?
- Bridey... Bridey Murphy.
- ¿Cuándo Nacistes?
- En mil... 1798.
- ¿Dónde?
- En Cork..., en Irlanda.

A partir de ese momento Ruth Simmons reconstruye bajo hipnosis toda una serie de vivencias correspondientes a otra persona que vivió cerca de dos siglos antes. Nos cuenta como fue su infancia, su juventud, cómo se casó y como murió en el año 1864. Se cotejaron los testimonios hasta donde se pudo y se comprobó que eran ciertos; además se expresó en vocablos que solo se utilizaban en aquella época. Incluso se ha publicado un libro, de esta bonita historia llamado "La búsqueda de Bridey Murphy".

¿Es esto una prueba suficientemente consistente y definitiva como para afirmar que existe la reencarnación?. Uno, está tentado a responder afirmatívamente. ¡Pero cuidado!. Nunca está de más proceder con cierta cautela. Porque a veces nos podemos encontrar con la paradoja de que dos personas diferentes afirmen haber sido Napoleón o Cleopatra. El fenómeno es, como se ve, bastante más complejo.

Esos recuerdos olvidados en lo más profundo de nuestro psiquismo y que afloran de nuestro inconsciente, pueden ser simples fantasías que exteriorizamos cuando nos encontramos en un estado de sugestionabilidad importante, como es el caso del sujeto hipnotizado. Todos esconderíamos interiormente, otra personalidad oculta y diferente, distinta a la que expresamos, forjada a base de anhelos e ilusiones dormidas. "El otro yo", que afloraría en puntuales ocasiones, como sería el caso de los sueños y en la hipnosis.

O quizás, la explicación la tendríamos que buscar en la creencia del "inconsciente colectivo" de nuestra humanidad. Carl Gustav Jung, eminente psicoanalista y discípulo de Freud, fue el precursor de esta teoría, hoy compartida por muchos estudiosos de la mente humana. El inconsciente colectivo, sería una especie de archivo o almacén gigantesco, donde se almacenarían todas las vivencias de la humanidad, pasadas, presentes y futuras, dentro de un alma común o colectiva. De allí, podríamos extraer información de situaciones vividas por otras personas, ya fallecidas, y que las asumiríamos como propias, aunque en realidad no nos pertenecerían.

Ahí están los hechos, en favor y en contra. Por regla general, las religiones judeo-cristianas, no admiten la reencarnación, mientras si creen en ella, las religiones orientales, como son el hinduísmo y el budismo. También la defienden la mayoría de escuelas filosóficas esotéricas, como los gnósticos, teósofos y rosacruces, aunque con matices algo diferentes.

La reencarnación, en cualquier caso, es una creencia muy bella y esperanzadora. Nos consuela ante la aterradora perspectiva de desaparecer definitivamente después de la muerte.Si consideramos la reencarnación como algo real, tendríamos la posibilidad de paulatinamente y a través de diferentes existencias, ir puliendo y perfeccionando todos lo errores y defectos, que todos y sin excepción, tenemos.

Pero una cosa es lo que pensemos cada cual, y otra hechos contrastados. Y de momento, asegurar la existencia de la reencarnación, sin margen de error, es arriesgado. Aunque debemos recordar la conocida ley física afirmando que la energía nunca desaparece, transformándose siempre. Y por otra parte, ¿acaso no es todo cíclico en el Universo?. Pocas cosas o ninguna hay, que terminen en un punto de "no retorno". No tenemos más que observar la naturaleza y darnos cuenta como funciona todo a nuestro alrededor. Siempre después de un invierno viene una primavera y después de la noche, un nuevo día.
Otro caso de Reencarnación .

En la ladera de una colina con vistas al pueblo turco de Hancagiz, Engin Sungur se volvió hacia sus padres y dijo: "Veo el pueblo donde vivía". ellos sabían, sin embargo, que él sólo había vivido con ellos en Tavla, un pueblo más grande a unos 4 km de Hancagiz. Lo que el niño de dos años les estaba diciendo es que Hancagiz había sido su pueblo en una vida anterior. Como los Sungur son musulmanes-alevi que, al contrario de sus vecinos, musulmanes-sunni, creen en la reencarnación, reaccionaron con curiosidad más que con risas.
"¿De quién eres hijo?", le preguntaron. "Soy Naif Cicek", respondió y empezó a contarles circunstancias de su vida anterior y que había ido a Angora poco antes de morir. Luego, Engin pidió a sus padres que le llevaran a Hancagiz.

Al principio los Sungur, quienes nunca habían oído hablar de Naif Cicek, se negaron. Poco después el pequeño Engin se encontró en la calle con Gulhan Cicek, la hija del fallecido, la cual iba al colegio de Tavla. Se dirigió a ella llamándola "hija mía" y, viendo que la chica se asustaba, le explicó que él era su padre. Antes de este incidente no había habido ningún contacto entre las dos familias pero, ante lo sucedido, la madre de Engin decidió llevarlo a Hancagiz para ver al resto de la familia.

En cuanto vio a la viuda de Naif Cicek la llamó "esposa mía" e identificó por su nombre a otros siete miembros de la familia. El niño llegó a indicar un terreno asegurando que en el pasado había sido suyo, lo cual resultó ser cierto a pesar de que ya no formaba parte de la finca. También describió con detalle cómo había sido golpeado por una camioneta, conducida por su hijo, al hacer marcha atrás. Además, se supo que Naif fue a Angora a ver a un médico, tal como había dicho Engin, y murió poco después, en diciembre de 1979, a los 54 años. Engin nació casi tres años después, el 8 de octubre de 1982.

misteriosconxana.blogspot

sábado, 30 de marzo de 2013

La reencarnación.



Hemos visto que, en conformidad con la "Ley Cósmica de la Evolución Progresiva" todos los mundos y todos sus habitantes marchan por aquella "senda" o proceso de superación, a través de constantes mutaciones, cambios y depuraciones, hacia la meta de la Perfección. Esto es un axioma cósmico.

Pero la primera valla que se le presenta al profano para entender tal proceso es su creencia en que sólo se vive un vez. La dificultad radica en el desconocimiento de lo que podríamos llamar la "mecánica" de ese proceso. Es natural el escepticismo en quienes ignoran cómo estamos formados todos los seres humanos, y cuáles son los medios que la Naturaleza emplea para realizar tan magno y sapientísimo trabajo.

Comencemos por describir, elementalmente, la conformación integral del sujeto evolucionante. Para ello tenemos que partir de la base fundamental, ampliamente explicada por la metafísica y la psicofísica del Cosmos, que toda entidad viviente, para poder actuar eficazmente en determinado plano de la Naturaleza, o mundo, requiere de un cuerpo construido con el tipo de materia correspondiente a ese mundo.

En nuestro mundo, la Tierra, tenemos el cuerpo físico visible y tangible; pero el espíritu, que pertenece a un tipo de mundo o plano muy distinto y superior, porque entre aquel y el nuestro existen más de siete dimensiones, cada una de ellas conformada por diferentes grados o tipos de substancia, no puede actuar en el plano físico Inferior si no posee todos los cuerpos que. escalonadamente, le permitan desenvolverse con toda eficacia a través de tal gradación de planos, entre el suyo y el de la materia física por nosotros conocida.

Como esto resulta bastante complicado para quienes no estén suficientemente versados en el tema, simplificaremos la exposición agrupando toda esa serie de cuerpos, de los que sólo son visibles para nuestros sentidos el más bajo o de primer plano, el de carne y hueso como lo llama el vulgo, y en cierta manera, en condiciones especiales, el segundo, o cuerpo etérico.

Este es una reproducción exacta de todos los órganos o partes que forman nuestro cuerpo visible, pero constituido por materia de tipo mucho menos densa, algo así como la mate-ria de que están formadas todas las ondas que se utilizan para la radio, televisión, radar, etc. No las vemos, pero sabemos que existen y las evidenciamos y utilizamos en diferentes usos. Así mismo. el cuerpo etérico puede evidenciarse de maneras diferentes y hasta llega a ser visible, por algunos con cierto adiestramiento de la vista, como una sutil fosforescencia en la obscuridad.

Su misión es captar las diferentes formas de energías cósmicas y sotar, vivificando todo nuestro sistema celular, el cual es impregnado a través de la constitución molecular de todos los órganos y de todos los tejidos, fluidos y demás que integran el cuerpo físico visible. Todos habrán sentido, alguna vez. el común fenómeno de adormecimiento de un miembro. "Se me durmió la mano o el pie" —decimos— al notar ese órgano pesado, insensible, paralizado momentáneamente.

Ello se debe a que, de momento, el cuerpo elenco se ha separado en esa región del cuerpo físico. Esto es, también la base de la anestesia, ya sea por medios químicos, magnéticos o psíquicos, los cuales al separar al etérico de alguna porción de nuestro organismo, o totalmente en el sistema nervioso. alejan toda sensibilidad.

Este cuerpo etérico también es conocido como "cuerpo vital" pues vitaliza, permanentemente, al físico al absorber y transformar las energías ya mencionadas, canalizándolas hacia todos los órganos del mismo. Y además sirve de puente o enlace con el inmediato cuerpo superior, en ese entrelazamiento o compenetración magistral de todos los elementos, cuerpos o vehículos de vi. da y de inteligencia, que permiten al espíritu participar del conocimiento y de la actividad de los diferentes planos de existencia entre su mundo y el de la materia inferior.

Aquel otro elemento cósmico, o vehículo intermedio, es quizá uno de los más importantes del conjunto: se trata del alma, Para los profanos resultará muy confuso todo esto. La mayoría de las gentes confunde "alma" con "espíritu". Son dos cosas o elementos diferentes. El espíritu es mejor llamarlo "Ego" (del latín) o "Yo". Es el "Yo Supremo", consciente, inmortal.

El que actúa, estudia y aprende. El que decide y adquiere, para siempre, toda la experiencia de su peregrinaje por la Senda de la Vida. Porque todos los conocimientos que se aprende, en todos los campos de experimentación, planos o mundos, y en todas las materias y sus diferentes grados, son asimilados por el Ego, quedando grabados en su conciencia para siempre, perpetuamente, pues siendo inmortal, al ser una emanación de la Fuente Eterna de la Vida o DIOS, una vez "nacido" o creado, vive a perpetuidad, hasta regresar y confundirse en la Eternidad con Su Padre Eterno.

Por eso es que el Espíritu necesita evolucionar, aprender todo lo relacionado con el Universo y con el Cosmos, conocer y experimentar todas las formas de vida, todas las grandes verdades o leyes cósmicas y universales, probar y manejar sabiamente cuantas fuerzas y energías actúan y se mueven en ese conjunto infinito, y de tal suerte, alcanzar la Perfección Suprema, única manera de poder regresar al Seno de Su Padre...

El Alma es solamente uno de los mencionados cuerpos, o vehículos. que sirve de puente o lazo intermedio entre lo que podíamos llamar "el reino del espíritu" o plano del Ego, y el plano de la materia más densa, nuestro mundo. Pero su importancia es muy grande por ser el elemento que. en todo el conjunto constituido por el hombre, es el que norma, dirige y controla todas las emociones, deseos y pasiones del sujeto.

Toda la vida emocional. todos los pensamientos, ambiciones, acciones y relaciones del hombre con el ambiente que lo rodea y con sus habitantes, sean éstos otros hombres o seres de reinos inferiores o superiores, son realizados a través de este cuerpo, influidos por él y dominados por la acción del mismo, y de las demás entidades vivientes que tienen su asiento en el plano correspondiente al tipo de substancia y a las frecuencias vibratorias de ese mundo, substancias y frecuencias vibratorias que tienen que formar parte del vehículo al ser construido dentro del conjunto integral del ser humano al comenzar una existencia. El alma es conocida con varios nombres entre las distintas escuelas esotéricas.

Las escuelas orientales, por lo general, la denominan "cuerpo astral" por ser el centro que más capta las influencias cósmicas de los diferentes sistemas estelares cercanos a nosotros. Otras escuelas como las rosacruces, lo llaman "cuerpo de deseos" o "vehículo emocional". Y su mundo, o plano de la Naturaleza, "Plano Astral", "Mundo del Deseo" o la "Cuarta Dimensión"...

Tal cuerpo y su correspondiente plano son, como dijimos, el puente inevitable o lazo ineludible entre el cuerpo físico y su contraparte etérica, y ese otro conjunto superior de vehículos —entre los que se encuentra la Mente, y su respectivo plano— que le sirven al Ego para poder manifestarse y actuar en ese peregrinaje periódico en busca de conocimientos y experiencia en su largo viaje por la senda de la vida y de la evolución. Hemos dicho que íbamos a aclarar el concepto sobre la muerte; y en todo este libro sólo nos interesa lo relacionado con la civilización de Ganímedes.

Por tanto no nos ocuparemos de aquel grupo de cuerpos superiores al "astral" o alma, pues con él tenemos suficiente para la explicación que nos interesa desarrollar. Los demás planos y sus correspondientes vehículos en el hombre, podemos agruparlos en tomo de la Mente para no complicar más el entendimiento de nuestros lectores con asuntos relacionados con la Vida más allá de la Cuarta Dimensión.

Cuando nace un ser humano en un mundo como la Tierra, tiene en sí mismo toda la serie de vehículos, o cuerpos, íntegramente compenetrados unos en otros, pues al ser cada uno de diferentes densidades, sus constituciones moleculares, de distinta graduación en substancia y en frecuencia vibratoria, permite el perfecto y estable acoplamiento y funcionamiento de todo el conjunto, dentro de los niveles que a cada plano le corresponden.

Hemos dicho que el Ego no pierde ni olvida nada de lo aprendido en cada existencia.

Pero esto se manifiesta, sólo, cuando el Ego se encuentra libre de los lazos de todo ese conjunto de cuerpos. Porque cada uno de ellos, por sutiles que sean los superiores, vienen a representar, en cierto modo, una limitación a la plenitud de facultades del espíritu. Y las más fuertes de esas limitaciones las ofrece el cuerpo físico, por la extremada condensación de sus materiales.

Es como si un hombre cualquiera tuviese que actuar en un medio ambiente metido en una pesada armadura, o dentro de varias escafandras superpuestas que limitarían grandemente la libertad y ligereza de sus movimientos. Además, al nacer con un cerebro nuevo no puede traer a ese cuerpo nuevo la memoria del pasado, porque el cerebro como si fuera una máquina electrónica, grabadora o computadora, solo puede saber lo que ha recibido en conocimiento y trabajo durante su existencia. Y ese cerebro no existía en las vidas anteriores, sino otros cerebros que se desintegraron al morir.

Y esta es la clave de todo el proceso de la Reencarnación. Como un cuerpo físico no pueda alcanzar más que limitados períodos de tiempo, y esos lapsos no bastan para adquirir la sabiduría, no digamos del Cosmos; ni de un sólo mundo en su totalidad, no hay otro m^dio para el Ego que cambiar de cuerpo una vez que el que estaba empleando ya no sirva.

El cuerpo físico, igual que toda máquina, se desgasta con el tiempo y el trabajo. Llega a resultar inútil con las enfermedades y la vejez, y su ocupante, el espíritu, se ve forjado a abandonarlo al término de esa existencia, que fue en realidad un "programa de estudios" como vimos en el ejemplo anterior de las clases y de los alumnos.

Ha llegado el momento de la partida. Esto es la Muerte. Al paralizarse el funcionamiento de la máquina por falla de alguna de sus piezas más debilitadas, o por cualquiera otra de las muchas causas que pueden intervenir en el deceso, comienza un proceso inverso al que sirvió en la construcción de todo ese conjunto. El cuerpo vital o etérico deja de funcionar y toda la estructura física, al faltarle su energía, entra en un período de desintegración total.

El Ego, después de un lapso de más o menos 20 a 30 horas, tiempo en la cual descansa en una situación parecida a un sueño profundo, requerida por la Naturaleza para permitir que el Ego asimile y fije en su memoria perpetua el total de las experiencias pasadas en esa existencia que acaba de terminar, se desprende del cuerpo físico llevando consigo a todos los demás vehículos enlazados a él por el cuerpo astral, o alma. Desde ese momento su actividad se desarrolla en la Cuarta Dimensión.

Sin embargo, según haya sido la influencia que la vida en el mundo físico tuviera para él, discurrirá algún tiempo recorriendo los lugares en que acostumbrara actuar durante la existencia que acaba de terminan Este período puede ser más o menos largo, de acuerdo con el grado de evolución alcanzado por el Ego, y generalmente es motivo de gran confusión para el mismo, pues al no tener ya el cuerpo de materia física resulta enteramente invisible, inaudible e intangible para los demás seres encamados.

Pero él, por la visión espiritual que posee, y manteniendo aún toda la gama de los demás cuerpos desde el astral, se ve, se siente, piensa igual como era hasta antes de morir y esto le produce una rarísima impresión de supervivencia, que en los menos adelantados no les permite comprender, al principio, la realidad de su nuevo estado. Al dirigirse a todas las personas con quienes alternara en esa encarnación y no ser percibido por ellas pasa por una larga serie de situaciones incomprensibles que pueden ser motivo de sufrimiento en mayor o menor grado.

Por eso es que todas las religiones piden a sus feligreses alejarse de los "lazos de la Materia"; pero son muy pocas las que explican el fenómeno en su positiva realidad. Tal situación, además, es la real explicación de muchos fenómenos telepáticos y apariciones post mortem, ya que en ese período el Ego, impulsado por vehemente deseo de comunicarse con los suyos, consigue muchas veces (aunque no posea todavía la clave para hacerlo) que la sutil materia de su cuerpo astral llegue a condensarse por la fuerza mental que su anhelo está generando en todo el conjunto de cuerpos que todavía lo acompañan, y esa condensación cuando alcanza los límites de la materia física, asume formas visibles y audibles para nuestros sentidos.

La aparición y los efectos sonoros son captados por las personas en el plano físico y tal fenómeno explica la presencia y realidad de tantos hechos a los que la humanidad encarnada ha denominado, vulgarmente, "fantasmas".

Tal materialización puede repetirse y obtenerse, voluntariamente, cuando el Ego conozca las leyes cósmicas y las fuerzas que en ellas intervienen. Pero en la generalidad de los casos, en los primeros días o meses posteriores al deceso, de ocurrir, obedecen únicamente al tremendo esfuerzo volitivo del Ego por comunicarse con los suyos en la Tierra, y en tales casos resulta un fenómeno fugaz, pues al faltarle el conocimiento y el poder necesarios para su logro consciente, sólo es el efecto de una materialización fortuita ocasionada por un despliegue, ciego, de las energías que intervienen en aquel proceso.

A medida que corre el tiempo, el Ego, siempre envuelto por el conjunto de sus otros vehículos atados por la fuerza del cuerpo astral, o alma, desarrolla su vida en los dominios de la Cuarta Dimensión, hasta que llegue el momento en que pueda liberarse, también, de los lazos que lo atan a ese mundo, y partir hacia los mundos superiores.

fuente/ Biblioteca Pleyades

sábado, 23 de febrero de 2013

¿Quién eres realmente?. ¿Eres una alma vieja?


             

En términos generales, todos somos almas viejas, pero algunos de nosotros hemos estado aquí más tiempo que otros. Así que, ¿cómo puedes saber si tienes un alma vieja?

1- Entiendes muchas de las más profundas lecciones de la vida Para algunas personas, es difícil imaginar que el alma de un niño puede ser mucho mayor que el alma de sus padres. Para estas personas en particular, esta es una señal de que su alma pudiera ser más joven que la suya. Una vez que comprendas que el tiempo, el espacio, la energía y la materia son productos tridimensionales, la teoría del tiempo se vuelve irrelevante, por lo que la teoría de la edad de tu alma también se vuelve irrelevante.

2- Estás en contacto con tus habilidades naturales o tiene un gran interés en estas habilidades Algunas personas nacen con dones innatos, como la capacidad de sanación especiales o capacidades psíquicas. La verdad es que todos poseen estas habilidades, pero un alma más vieja está más en consonancia con la forma de acceder y aplicar estas habilidades en nombre de la humanidad. Si no tienes ninguna habilidad especial, pero un gran interés en ella, esto no es más que tu alma tratando de recordar estas habilidades que podrías haber tenido en una vida anterior.

3- Te vuelves consciente espiritualmente Todo el mundo es pura conciencia, pero muchas personas tienen dificultades para entender lo que esto significa. Tu alma es conciencia pura y amor. Tiene una comprensión única de cómo la matriz está siendo manipulada en este planeta y comprendes que todo lo que hacemos como humanidad contribuirá a facilitar el despertar de los demás.

4- Entiendes la importancia del perdón Algunas personas son almas viejas que todavía tienen mucho que aprender porque están atrapadas en el interior de la caja con sus ideologías, son tercos o no han aprendido la importancia del perdón. Al perdonarnos a nosotros mismos y a otros, podemos liberar el karma entre estas personas.

5- Eres capaz de trascender el ego Es casi imposible que alguien pueda trascender completamente el ego el 100% del tiempo, pero simplemente ser conscientes de nuestro ego y cómo éste juega en contra de la conciencia de unidad es una señal definitiva de un alma vieja.

6- Eres capaz de trascender el materialismo El dinero y el materialismo son producto de esta realidad tridimensional y es fácil sucumbir al materialismo. Un alma más vieja se da cuenta de que el dinero es inexistente en el otro lado y por lo general nos aleja de lo que realmente somos como seres espirituales. Aquellos que son almas viejas generalmente, utilizarán el dinero como una herramienta para ayudar a facilitar su progreso espiritual. También pueden usar su dinero para ayudar a otros que son menos afortunados.

7- Eres capaz de entender el concepto de que tu cuerpo es un estuche de tu alma Antes de que nacieras, no sólo escogiste a tus padres, también elegiste tus situaciones de vida y los desafíos que contribuirían a facilitar tu crecimiento espiritual mientras está expiando cualquier karma anterior.

8- El cuerpo que ocupas actualmente es simplemente un recipiente para el alma. Tienes una comprensión de lo que necesitas hacer para completar tu progreso espiritual. Sólo con llegar hasta aquí, estás más despierto que la mayoría de la gente en este planeta. Tienes una comprensión de las leyes universales y lo que queda por hacer en tu contrato del alma. Incluso si no estás seguro de esto, tu ser superior y guías espirituales continuarán llevándote en la dirección correcta.

9- Tienes un fuerte sentimiento de que el hogar no es la Tierraa)¿Alguna vez miraste al azar el cielo y te quedaste viendo a una estrella desconocida sin ninguna razón en particular?

b) ¿Tiene una conexión especial con sistemas estelares específicos, como las Pléyades o el Cinturón de Orión?

c) ¿Las guerras y la corrupción te hacen sentir incómodo, como si no existieran en el lugar de donde originalmente viniste?

d) ¿Eres una de las almas que se ofrecieron de voluntarias para venir aquí a este punto específico en el tiempo para ayudar con la ascensión de la Tierra?

Si contestaste sí a alguna de estas preguntas, entonces es probable que la Tierra no sea tu planeta de origen.

10- Tiendes a ser una persona solitaria La persona solitaria a menudo es condescendiente, pero en realidad estas almas viejas están buscando otros fragmentos de sí mismos y con frecuencia se alejarán de las almas más jóvenes que necesitan más encarnaciones en un planeta tridimensional. Las almas más viejas buscarán a otras personas de igual mentalidad, porque hay una comodidad y familiaridad con este tipo de personas que van a ayudar a facilitar a los demás la progresión espiritual.

11- Tienes una naturaleza rebelde Ya sea que te rebeles contra la religión, las leyes o cualquier otra cosa, esto es una señal de que el alma conoce las leyes únicas verdaderas... las leyes del Universo.

12- Tienes un deseo ardiente de alcanzar la verdad y la sabiduría interior Muchas almas viejas pueden ver fácilmente las mentiras que nos han enseñado a través de la religión, la política y a través de nuestros centros educativos. Si bien se dan cuenta que todos somos uno con el universo, también quieren la verdad expuesta, para ayudar a otros en su proceso de despertar.

13- ¿Sientes una separación entre tú y el "mundo real"? Al trascender el ego y el materialismo, te encuentras viviendo un estilo de vida diferente. Si bien esta forma de vida es única a tu encarnación actual, parece haber también un conocimiento de la dirección a la que te diriges.

14- Eres curioso acerca de si eres un alma vieja o no Muchas almas jóvenes no harían esta pregunta ni mucho menos se preocuparían por ello. Mientras que muchas almas viejas tampoco se preocupan, por diferentes razones, simplemente "saben" que son almas viejas, pero es bueno tener afirmaciones que coincidan con su progreso espiritual.

Muchos de los que han despertado probablemente se trasladarán a su próximo nivel de evolución espiritual. Es importante recordar que esta no es una carrera, porque al final, todos ganamos.
¡Disfruta cada milisegundo en esta encarnación porque esta puede ser la última vez que vas a experimentar una realidad tridimensional!
(SOY ALMA VIEJA,SOY FELIZ DE SERLO-Namaste Calle)

Por: Namaste Calle