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lunes, 25 de noviembre de 2013

Bajan la velocidad de la grabación de unos grillos cantando y revelan un coro angelical, casi humano. Extraordinario!

Otro maravilloso secreto de la naturaleza revelado. Increíbles melodías angelicales se esconden detrás del canto de los grillos. Otra razón más para dejarse mecer por los sonidos de la naturaleza. Nunca escucharás igual al canto de los grillos después de esto.

El compositor Jim Wilson, grabó el sonido de unos grillos y luego bajó la velocidad de la grabación, revelando algo simplemente increíble. Los grillos suenan como si estuvieran cantando el estribillo más angelical en perfecta armonía. Aunque suena como voces humanas , todo lo que se escucha en la grabación son los propios grillos.

La grabación contiene dos pistas reproducidas al mismo tiempo : La primera es el sonido natural de los grillos a una velocidad normal , y la segunda es la versión más lenta con las voces de los grillos .

“Descubrí que cuando reducía la velocidad de la grabación a diferentes niveles, comenzaba a transformarse en algo sumamente místico y complejo …….. casi humano . “

Escuchen y deleitense con el canto de los coros de los grillos.


Vía Luz Arco Iris

sábado, 2 de noviembre de 2013

Programa con música tu percepción (y tu realidad)

A MÚSICA PUEDE SER UN INCREÍBLE ALIADO DURANTE EL PERMANENTE PROCESO DE AUTO-PROGRAMAR TU REALIDAD.


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Sobre la música, tal vez, solo debería de hablarse ya sea a través de ella misma, o en todo caso del silencio. Pero ignorando esta sensible regla, podríamos decir que se trata, indudablemente, de uno de los resquicios más apasionantes de la creatividad humana.

Una de las cualidades más intrigantes de este arte, es su notable capacidad para influir en el ánimo de una persona. Lo anterior hace de la música una herramienta con enorme potencial curativo, y también le valida como instrumento para ejercer, enérgicamente, la auto-programación.

Cualquiera que disfrute de la música habrá notado la facilidad con la que esta permea un estado de ánimo. Hace poco advertíamos sobre la posibilidad de “tomar las riendas de tu propio playlist existencial, reconocer la manera en que tu ánimo reacciona ante específicos estímulos musicales, y aprovechar, de forma tanto práctica como poética, las múltiples bendiciones sonoras que te rodean”.

Si bien no deja de ser espectacular esta propiedad de la música, al parecer su influjo no se limita al espectro de lo anímico, sino que incluso afecta la manera en la que percibimos nuestro entorno. Recién encontré un estudio, realizado hace un par de años en la Universidad de Groningen, el cual concluyó que la música realmente puede definir la manera en la que percibes una realidad específica.

Jacob Jolij, investigador del Departamento de Psicología de esta universidad holandesa, expuso a un grupo de voluntarios, a cierta distancia, ante una serie de diversos ‘emoticons’, algunos sonrientes y otros tristes. Cada voluntario debía identificar el ‘ánimo’ de las caritas, primero durante una ronda en la que escuchaban música melancólica, y otra con música alegre. Luego de unas pruebas, Jolij comprobó que la música influía significativamente en lo que las personas veían, es decir, en su percepción del entorno físico. Los emoticons tristes, eran identificados con mucho mayor precisión durante la sesión de música melancólica, y lo mismo sucedía en el caso de los felices con melodías alegres. Además, incluso cuando no se mostraba ningún emoticon, sino una simple mancha, los voluntarios creían ver el rostro que correspondía al estímulo musical que estaba activo en ese momento.

Observar cosas que no están ahí, es el resultado de procesos cerebrales descendentes. La percepción conciente está, en buena medida, basada en estos procesos: tu cerebro continuamente contrasta la información que entra por tus ojos con las expectativas que tiene según lo que conoces del mundo. El resultado final de este proceso comparativo es lo que experimentamos como realidad. Este estudio sugiere que el cerebro construye sus expectativas no solo en base a la experiencia, también del estado de ánimo” advierte el autor.

Si lo que postula Jolij es cierto, y lo sumamos a la premisa de que la música influye, en ocasiones de manera determinante, en nuestro estado anímico, entonces podríamos afirmar, como parte de un emocionante silogismo, que a través de la música podemos moldear un cierto porcentaje de nuestra realidad. En resumen, el papel que juega la música dentro de nuestra vida podría tener aún más relevancia de lo que hasta ahora imaginábamos, erigiéndose como una especie de catalizador de realidades. Y en este sentido, dentro de este acto ‘iniciatorio’ que implica el hacernos responsables de nuestra propia realidad, será fundamental elegir las frecuencias indicadas para cada momento, de acuerdo a las necesidades o objetivos del instante, sabiendo que en el vital arte de la auto-programación, la música puede ser un inmejorable aliado.

Twitter del autor: @ParadoxeParadis
fuente/Pijamasurf

miércoles, 30 de octubre de 2013

Johann Sebastian Bach en 1708 «Tocata y fuga en Re menor, BWV 565».

Cierra los ojos: coge aire inspirando y expirando 5 veces. Después dale al "play" y, oye, escucha, visualiza y verás muchas cosas -si vibras en altas frecuencias-. Bienvenidos al pasado futuro...

sábado, 21 de septiembre de 2013

Curiosa coincidencia. Casualidad, Causalidad o Copia. El Himno catalán "Els Segadors" tiene - en una parte - una curiosa coincidencia con una plegaria hebrea del siglo XV.

Els Segadors, himno nacional catalán oficial desde el 25 de febrero de 1993, fue creado por Emili Guanyavents en 1897 y la primera versión que se conserva data de 1900 pero, según apunta El Singular digital, podría tratarse de una melodía de origen judío.

El himno hebreo, llamado Ein K'Eloheinu ("no hay nadie como nuestro dios"), tiene grandes similitudes con el himno nacional catalán, según señala la misma fuente.

Existe una versión de este himno que data del siglo XV y a menudo es cantado al final del shacharit, la oración matinal judía. En la tradición ashkenazi sólo se entona al final del shabbat o de festivales religiosos.

La plegaria nació para no nombrar literalmente el nombre de dios en vano, y leemos en su partitura: “Alabaremos a nuestro dios, alabaremos a nuestro señor, alabaremos a nuestro rey, alabaremos a nuestro salvador”. fuente/ La Vanguardia


Escuchen y saquen sus conclusiones.

Himno hebreo Ein K'EloheiS


Y ahora escuchen el himno dels Segadors.