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jueves, 21 de abril de 2016

sábado, 20 de septiembre de 2014

La asombrosa novela que anticipó tragedia del Titanic

El Titán, barco protagonista de la novela "Futility", adelantó el hundimiento 17 años antes de que ocurriera, con increíbles similitudes. 

Esta es una historia curiosa que aunque al parecer, resuelto está el misterio, bien puede ser sólo parte de la verdad. El que una persona pueda viajar en el tiempo, por ejemplo mediante hipnosis y ver acontecimientos futuros no es algo extraño. Hay varios casos famosos al respecto como por ejemplo Julio Verne, un personaje muy extraño.

Робертсон Морган
Morgan Andrew Robertson
En fin, para el año 1898 en la ciudad de Nueva York, se publica un libro, en formato de novela, titulado “Futility”cuyo autor era el norteamericano Morgan Andrew Robertson (1861 – 1915) cuya especialidad eran los relatos de alta mar. Poseía más de 10 años de navegación en la marina mercante y toda una infancia vinculada al mar ya que su padre había sido capitán de un barco.

En el texto de la novela se relataba el hundimiento de un barco llamado Titán, cuyas características eran muy similares al Titanic, tragedia ocurrida 17 años después de la publicación, el 15 de Abril de 1912. Existen, al menos una decena de asombrosas similitudes entre ambas embarcaciones (aunque algunos señalan que son producto de modificaciones hechas en la segunda edición para asimilarse más al Titanic ya hundido) lo que lleva a preguntarse si el autor del relato tuvo algún tipo de visión en forma espontánea sobre la tragedia o bien poseía algún tipo de poder sobrenatural que le permitía ver acontecimientos que estaban por ocurrir. Algo así como el llamado Nostradamus de América, Edgar Cayce (1877 – 1945) que mediante una autohipnosis podía ver acontecimientos futuros tanto para la humanidad como para individuos.
Titanic
Foto: dailyinterestingfacts.com
En un posterior relato, llamado “Más allá del Espectro”, Robertson hacía una descripción de una guerra en el futuro en la que combatían aviones que lanzaban bombas tan poderosas que una sola de ellas podía destruir una ciudad completa.
Dentro de las visiones, intuiciones o premoniciones que los seres humanos  tenemos, hubo casos de personas que en los días previos a la partida del Titanic tuvieron sueños premonitorios de que una tragedia ocurriría y cancelaron sus pasajes. Entre ellos estuvo el banquero J. P. Morgan quien canceló su pasaje estando todo su equipaje a bordo.

Continuando con el caso del Titán, entre las similitudes más sorprendentes están:
  • Ambos era barcos de pasajeros y los más grandes jamás construidos. Capaces de transportar cerca de 3.000 personas. Ambos poseían 3 hélices.
  •  El Titanic desarrollaba una potencia de 46.000 HP y el Titán 40.000 HP.
  •  Ambos llevaban escaso número de botes salvavidas.
  •  Ambos barcos estaban considerados como insumergibles.
  •  Los dos barcos inician su triste viaje en el mes de Abril.
  •  Ambas naves chocan con un Iceberg alrededor de la medianoche y se sitúan a pocas millas de distancia entre uno y otro.
  •  Ambos naves eran propiedad de empresas navieras Británicas cuya sede estaba en Liverpool y con oficinas en Norteamérica.
  •  Ambas naves hacían la ruta entre Nueva York e Inglaterra con la salvedad de que lo hacían en sentido inverso.

En la novela de Robertson fallecían en el Titán unas 3.000 personas, sobreviviendo tan solo 13. En el Titanicfallecieron 1.522 personas, sobreviviendo tan solo 705.

¿Es posible que toda la novela de Robertson entre dentro del marco de la teoría de las probabilidades? Hay información a la que pudo haber tenido acceso y que podría haber utilizado para crear el relato. Por ejemplo un par de investigadores, Eaton y Hass (libro publicado “Titanic, destinado al desastre: las leyendas y la realidad”) encontraron un texto fechado en Londres de 1892, publicado en el New York Time de la época (Septiembre 17) que señala lo siguiente, cito: “La Compañía White Star ha encargado a los grandes constructores navales de Belfast, Harland & Wolf, la construcción de un buque de crucero para el Atlántico que batirá todos los récords de medidas y seguridad. Ya ha sido bautizado con el nombre de Gigantic, tendrá una eslora de 213 metros, una manga de cerca de 20 metros y tendrá unos 45.000 HP. Se calcula que podrá viajar a 22 nudos a la hora, con una velocidad máxima de 27 nudos. Tendrá tres hélices, dos sistemas como el Majestic y la tercera en el centro. Deberá estar listo para zarpar en el mes de Marzo de 1894”.

El Gigantic nunca se construyó, pero ya para la época de la novela de Robertson la empresa White Star había construido el Oceanic (1871), el Britannic (1874), el Teutonic (1889) y el Majestic (1889).

Entonces, al estar Robertson vinculado al mundo del mar y en el supuesto de que haya leído la noticia antes mencionada no le fue difícil imaginarse el escenario del desastre y las características del navío de su novela.

Simplemente en un acto que podría calificarse de cuidar la “propiedad intelectual” decidió no incluir el “ic” al nombre de su barco para que no se asumiera vinculación alguna con la empresa británica White Star. Por otra parte, al ser Robertson un marinero informado, sabía de algunos desastres que habían involucrado incluso transatlánticos como el caso del Pacific (1856) que se hundió al chocar con un Iceberg; así pudo saber del caso del Arizona que en 1897 también chocó con un iceberg pero logró llegar a Islandia; el Concordia (1907) y el Columbia (1911) también reportaron casos similares. El peligro de los iceberg en el Atlántico Norte era o es bastante habitual por lo visto.

Un último dato curioso. Robertson decía que tenía un ayudante espiritual que desde el “otro lado” (plano astral) le ayudaba a inspirarse. ¿Y le mostraba el futuro?

Lo que me llama la atención después de examinar los antecedentes es el nombre de la novela, “Futilidad” que se puede asimilar con “Frivolidad”. Si se observan los recuerdos del Titanic se sabe que en él viajaba parte de la “crema y nata” de la alta sociedad Británica y Americana, había un derroche de lujo y riqueza tanto en la construcción del “barco de los sueños” como en parte de sus pasajeros. Es decir, algo bastante frívolo.


viernes, 5 de septiembre de 2014

Una Historia contada desde el Titánic



Violet Jessop era la típica mujer a quien “la Paca”, Walter Mercado y otros chamanes le habrían recetado una “limpia.” Nacida en Buenos Aires, Argentina, era hija de un granjero británico. Tenía cinco hermanos y hermanas menores a ella. Siendo niña, Violet contrajo la tuberculosis y a pesar de que los doctores le vaticinaron unos cuantos meses de vida, logró sobreponerse a la enfermedad. Empero, su padre murió un poco después de que toda la familia había regresado a la Gran Bretaña, y, por tanto, Violet requería encontrar un trabajo para ayudar con los gastos. Pese a ser una persona con escasa capacitación para la navegación y no obstante su facilidad para marearse, Violet decidió emplearse en alta mar, con lo que además podría respirar aire fresco.

Violet encontró empleo como camarera en la empresa White Star Line, fundada en 1850 y dedicada al transporte de pasajeros en embarcaciones marinas. White Star fue adquirida en 1902 por el banquero estadunidense J. P. Morgan, quien estaba interesado en incursionar en el transporte marítimo. Fue con el dinero de Morgan que se crearon los tres grandes barcos de la línea olympic que le darían fama a White Star Line: el Olympic, el Titanic y el Britannic. Es con la construcción del Olympic (que inició operaciones en 1910) cuando comienza la odisea de Violet Jessop.

El Olympic fue en su tiempo el barco más grande del mundo, título que perdió a favor de su hermano el Titanic, pero que reobtuvo cuando éste se hundió. Contratada para formar parte de la tripulación del Olympic, Violet Jessop se encontraba a bordo el 20 de septiembre de 1911, cuando la nave chocó con el crucero británico Hawke. El capitán del Olympic era E. J. Smith, quien estuvo más tarde al mando del Titanic en el fatal naufragio (pereciendo en el percance). En torno al incidente con el crucero Hawk, todo apunta a que la culpa fue del Olympic, si bien hay opiniones divergentes. Afortunadamente ambas embarcaciones pudieron soportar el daño, y regresar sanas y salvas sin cobrar ninguna víctima. A pesar del susto, Violet estaba contenta con el trabajo que desarrollaba en el Olympic y parecía no tener interés en integrarse a la tripulación del Titanic, si bien sus amigos la persuadieron explicándole que sería una “experiencia maravillosa” navegar en un barco de tan prominente tonelaje y significativos avances tecnológicos.

La segunda embarcación de la línea olympic, el Titanic, estuvo listo un poco después que su hermano mayor, esto es, el 31 de mayo de 1911. Los siguientes 10 meses fueron utilizados para instalar la maquinaria y acondicionar los interiores del barco. El 3 de febrero de 1912, la embarcación recibió una capa final de pintura y a principios de marzo se encontró con el Olympic, por única ocasión, en el muelle de Belfast. En abril, al partir hacia su viaje sin retorno, el Titanic estuvo a punto de repetir la colisión que su hermano mayor había experimentado con el crucero Hawke y por las mismas razones, esta vez contra un barco de vapor llamado New York. Afortunadamente el choque se evitó aunque el Titanic siguió su fatal ruta.

Violet Jessop figuraba nuevamente entre la tripulación que atendía las necesidades del “barco de los sueños.” Pero el 14 de abril, el barco más grande del mundo chocaría con un témpano de hielo y su hundimiento se concretaría en espacio de dos horas con 40 minutos. De sus 2227 pasajeros sólo 705 sobrevivirían, entre ellos, nuevamente, Violet.

Violet dormía cuando el Titanic chocó contra el iceberg. “Me ordenaron que subiera a cubierta. De manera calmada, los pasajeros caminaban. Me reuní con otras camareras, mirando a las mujeres que abrazaban a sus esposos antes de ingresar a los botes con sus hijos. Un poco después, un oficial del Titanic nos ordenó que abordáramos el bote, en un primer momento, a efecto de mostrar a las mujeres que era seguro. A medida que el bote descendía, un oficial me dijo: ‘Señorita Jessop, tenga. Cuide a este bebé’. Y me arrojó un bulto al regazo”, relata Violet. Ya en el mar, a bordo del bote, Violet presenció el colapso del Titanic y tras ocho horas ella y los demás sobrevivientes fueron rescatados por el Carpathia. “Todavía estaba apretando fuertemente al bebé contra la base del salvavidas que traía puesto, cuando una mujer se acercó y tomó al bebé y corrió con él. Aparentemente lo había colocado en la cubierta del Titanic para recoger algunas cosas, y cuando regresó el bebé ya no estaba. Yo tenía mucho frío y estaba demasiado aturdida para pensar en lo extraño que fue el que esa mujer no se detuviera para decirme ‘gracias’”. El hecho es que la identidad del bebé nunca se conoció.

La tercera creación de la línea olympic fue el Britannic, estrenado el 26 de febrero de 1914 para iniciar operaciones trasatlánticas en 1915, lo cual jamás ocurriría. Algo que no debería pasar inadvertido es que luego de la tragedia del Titanic, el Britannic fue equipado con diversas medidas de seguridad, incluyendo la remodelación para albergar más botes salvavidas. Dado que en 1914 se inició la Primera Guerra Mundial, el Britannic fue requisado por la corona británica y convertido en barco hospital para atender a los heridos y víctimas de la conflagración. El 12 de diciembre de 1915 quedó acondicionado para entrar en operaciones. Contaba con 2 034 literas y 1 035 abrigos para los heridos. A bordo se encontraban también 52 oficiales, 101 enfermeras, 336 asistentes, y una tripulación de 675 hombres y mujeres, entre ellos, nuevamente, Violet Jessop. Para ese tiempo, Violet trabajaba como enfermera para la Cruz Roja Británica.

La nave estaba bajo el comando del capitán Charles A. Bartlett. El 21 de noviembre de 1916, el Britannic se encontraba navegando a través del Canal de Kea en el Mar Egeo, cuando, alrededor de las 8: 00 hrs AM se escuchó una tremenda explosión y la proa se empezó a hundir rápidamente. El Capitán Bartlett trató de acercar la nave a la isla de Kea, pero en 55 minutos, un tercio de lo que le tomó al Titanic desaparecer en las frías aguas del Atlántico norte, el Britannic se evaporó. Aunque hay especulaciones respecto a las causas de la explosión (hay quien dice que el barco fue alcanzado por un torpedo), todo apunta a que la nave rozó una mina. Cabe destacar que el célebre Jacques Costeau en una expedición realizada en 1976 encontró al Britannic, que según se sabe, está básicamente recostado en el fondo marino e intacto, excepto por el gran hoyo que presenta en la parte delantera de la proa. Pero a diferencia del Titanic, en el Britannic murieron sólo 30 de sus 1 100 pasajeros a bordo, y eso porque en su desesperación por llegar a la isla de Keo, el capitán Bartlett arrastró dos botes salvadidas en los que se encontraba esa cantidad de personas que fueron “jaladas” por las hélices del barco en el momento del hundimiento.

De los tres accidentes vividos por Violet a bordo de las naves de la línea olympic, la tragedia del Britannic estuvo a punto de costarle la vida. Violet atribuye su rescate durante el hundimiento del Britannic a su abundante cabellera de color castaño rojizo. “Salté al agua pero fui jalada por la quilla del barco, contra la que golpeó mi cabeza. Escapé, pero años más tarde, cuando fui a buscar un doctor debido a los múltiples dolores de cabeza que me aquejaban, él descubrió que en alguna ocasión tuve ¡fractura craneal!”.

Tras 42 accidentados años como camarera en alta mar, Violet se retiró a vivir el resto de sus días a una casita de campo ubicada en Great Ashfield, Suffolk. Ahí se dedicaría a criar gallinas, a cuidar su jardín y a rememorar las grandes aventuras que vivió a bordo de las embarcaciones que alguna vez fueron el orgullo de White Star Line.

La mala suerte del Titanic

Igual que las grandes creaciones de la época como el Lusitania y el Mauretania, los tres hermanos de White Star habían sido presentados ante la opinión pública mundial como “insumergibles”. Del Olympic, el Titanic y el Britannic, sólo el primero pudo lograr el sueño de realizar viajes trasatlánticos, y no sólo eso: lo hizo por varias décadas, hasta que, eventualmente, en marzo de 1935 a un año de haberse efectuado la fusión de White Star y su acérrimo competidor Cunard (la empresa creadora del Lusitania y el Mauretania), y tras perder clientes a favor de nuevas embarcaciones, el Olympic efectuó su último viaje a Nueva York para ser vendido, desmantelado y convertido en chatarra.

A pesar de la majestuosidad del Olympic (muchas veces confundido con el Titanic por las grandes similitudes entre las dos embarcaciones) y de la triste suerte que corrió el Britannic, la fama del Titanic supera, con mucho, la de sus hermanos. Es interesante observar la fascinación que ha creado el Titanic en tantas generaciones. Es difícil saber qué es lo que más llama la atención y despierta la curiosidad de la gente respecto al “barco de los sueños.” No parece ser sólo la dimensión de la tragedia humana que implicó su hundimiento, ya que, por ejemplo, en 1902, el Monte Pelee ubicado en Martinique había hecho erupción a costa de la vida de 40 mil personas, y a pesar de que en su momento la noticia fue ampliamente difundida en los medios de comunicación, no trascendió de la manera en que lo hizo el Titanic no obstante que las víctimas del hundimiento fueron considerablemente menores. 

Hoy mucha gente tiene una idea más o menos clara del desastre del Titanic, pero muy poca sabe de la erupción del Monte Pelee, fuera de la comunidad de los vulcanólogos. Lo mismo puede decirse de otros desafortundaos accidentes en alta mar, donde desaparecieron, además del hermano del Titannic, el Britannic, barcos de gran renombre como el Lusitania, el Andrea Doria y de manera más reciente, el Estonia. Todos estos nombres, por más recientes que sean, quedan opacados ante la simple alusión al Titanic. ¿Por qué?

Incluso para los estándares actuales, el Titanic era un barco seguro. Tuvo en su contra buena parte de los ideales de la época, cuando se hablaba del triunfo del hombre sobre la naturaleza y las medidas de seguridad para los pasajeros eran, en consecuencia, muy deficientes. Baste mencionar que las regulaciones marítimas de principios de siglo establecían que cualquier embarcación con una carga de 10 mil o más toneladas, debería portar 16 botes salvavidas. 

El Titanic cargaba 20 botes, por lo que cumplía y excedía las disposiciones oficiales. Se sabe que ninguna embarcación de la época portaba suficientes botes para evacuar a los pasajeros en caso de emergencia. La opinión general era que si un barco se dañaba durante la navegación, los botes salvavidas serían usados para transportar a los pasajeros a barcos de rescate que presumiblemente estarían cerca de la zona de desastre debido al contínuo flujo de naves en el Océano Atlántico. Esta percecepción era alimentada por la invención de las comunicaciones inalámbricas, las que, presumiblemente, acelerarían las informaciones y noticias en caso de emergencia. También se pensaba que cualquier embarcación dañada podría permanecer a flote por varias horas, al menos las suficientes hasta que la ayuda llegara.

Lamentablemente tuvo que ocurrir la desgracia del Titanic para que se desarrollaran diversas normas en materia de seguridad y de responsabilidad en la navegación marítima. Buena parte de esas normas en el terreno jurídico han sido recogidas por la Organización Marítima Mundial (OMM), organismo subsidiario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encargado de velar por la seguridad y la correcta operación de todas las naves que transitan por los mares del planeta.

Las causas del hundimiento del Titanic han sido documentadas más ampliamente gracias a que en 1985, el oceanógrafo Robert Ballard, de la Woods Hole Oceanographic Institution y la organización oceanográfica IFREMER lograron ubicar la nave en el fondo de las costas de Halifax, Nova Scotia, en el Atlántico norte. Las invetigaciones realizadas con complejos sistemas de exploración, incluyendo el mini-submarino Nautile (capaz de transportar un máximo de tres personas a profundidades nunca antes visibles para el ojo humano) han permitido documentar el estado actual del que fuera en su tiempo el barco más grande del mundo, así como la magnitud del daño que le ocasionó el iceberg contra el que se impactó, además de la calidad del acero de la nave y otros detalles adicionales.

Así, por ejemplo, se sabe que al impactarse contra un témpano de hielo, el Titanic sufrió diversas incisiones en varias partes de la proa, y no una gran tajada como argumentaban los diarios de la época. Con cortes que en conjunto son de un metro y medio aproximadamente, el agua pudo fluir de distintas maneras a los seis compartimentos que terminarían partiendo y hundiendo a la nave.

Otro descubrimiento interesante es al que se ha llegado tras examinar la calidad del acero del Titanic. El acero empleado en la construcción del “barco de los sueños” (y de la mayoría de las embarcaciones de la época), poseía impurezas, especialmente el sulfuro de manganeso, el cual provocaba que el acero se hiciera quebradizo y por ende, menos resistente a posibles impactos. Hay que añadir a ello el hecho de que el 14 y el 15 de abril de 1912, las aguas del Atlántico norte estaban más frías de lo normal (dos grados centígrados) para esa época del año, hecho que también afectó la resistencia del acero del lujoso barco.

domingo, 29 de junio de 2014

Lo que no se sabe del Hundimiento del Titánic es que una asombrosa novela que anticipó la tragedia. Casualidad o Causalidad? Viajero en el tiempo o información privilegiada?

Titanic
Esta es una historia curiosa que aunque al parecer, resuelto está el misterio, bien puede ser sólo parte de la verdad. 
El que una persona pueda viajar en el tiempo, por ejemplo mediante hipnosis y ver acontecimientos futuros no es algo extraño. 


Hay varios casos famosos al respecto como por ejemplo Julio Verne, un personaje muy extraño. 


 En fin, para el año 1898 en la ciudad de Nueva York, se publica un libro, en formato de novela, titulado “Futility”cuyo autor era el norteamericano Morgan Andrew Robertson (1861 – 1915) cuya especialidad eran los relatos de alta mar. 


Poseía más de 10 años de navegación en la marina mercante y toda una infancia vinculada al mar ya que su padre había sido capitán de un barco. En el texto de la novela se relataba el hundimiento de un barco llamado Titán, cuyas características eran muy similares al Titanic, tragedia ocurrida 17 años después de la publicación, el 15 de Abril de 1912. 


Existen, al menos una decena de asombrosas similitudes entre ambas embarcaciones (aunque algunos señalan que son producto de modificaciones hechas en la segunda edición para asimilarse más al Titanic ya hundido) lo que lleva a preguntarse si el autor del relato tuvo algún tipo de visión en forma espontánea sobre la tragedia o bien poseía algún tipo de poder sobrenatural que le permitía ver acontecimientos que estaban por ocurrir. 


Algo así como el llamado Nostradamus de América, Edgar Cayce (1877 – 1945) que mediante una autohipnosis podía ver acontecimientos futuros tanto para la humanidad como para individuos. Foto: dailyinterestingfacts.com En un posterior relato, llamado “Más allá del Espectro”, Robertson hacía una descripción de una guerra en el futuro en la que combatían aviones que lanzaban bombas tan poderosas que una sola de ellas podía destruir una ciudad completa. Dentro de las visiones, intuiciones o premoniciones que los seres humanos tenemos, hubo casos de personas que en los días previos a la partida del Titanic tuvieron sueños premonitorios de que una tragedia ocurriría y cancelaron sus pasajes. 


Entre ellos estuvo el banquero J. P. Morgan quien canceló su pasaje estando todo su equipaje a bordo. Continuando con el caso del Titán, entre las similitudes más sorprendentes están: - Ambos era barcos de pasajeros y los más grandes jamás construidos. Capaces de transportar cerca de 3.000 personas. Ambos poseían 3 hélices. - El Titanic desarrollaba una potencia de 46.000 HP y el Titán 40.000 HP. - Ambos llevaban escaso número de botes salvavidas. - Ambos barcos estaban considerados como insumergibles. - Los dos barcos inician su triste viaje en el mes de Abril. - Ambas naves chocan con un Iceberg alrededor de la medianoche y se sitúan a pocas millas de distancia entre uno y otro. - Ambos naves eran propiedad de empresas navieras Británicas cuya sede estaba en Liverpool y con oficinas en Norteamérica. - Ambas naves hacían la ruta entre Nueva York e Inglaterra con la salvedad de que lo hacían en sentido inverso. En la novela de Robertson fallecían en el Titán unas 3.000 personas, sobreviviendo tan solo 13. 


En el Titanic fallecieron 1.522 personas, sobreviviendo tan solo 705. 
¿Es posible que toda la novela de Robertson entre dentro del marco de la teoría de las probabilidades? Hay información a la que pudo haber tenido acceso y que podría haber utilizado para crear el relato. Por ejemplo un par de investigadores, Eaton y Hass (libro publicado “Titanic, destinado al desastre: las leyendas y la realidad”) encontraron un texto fechado en Londres de 1892, publicado en el New York Time de la época (Septiembre 17) que señala lo siguiente, cito: “La Compañía White Star ha encargado a los grandes constructores navales de Belfast, Harland & Wolf, la construcción de un buque de crucero para el Atlántico que batirá todos los récords de medidas y seguridad. 


Ya ha sido bautizado con el nombre de Gigantic, tendrá una eslora de 213 metros, una manga de cerca de 20 metros y tendrá unos 45.000 HP. Se calcula que podrá viajar a 22 nudos a la hora, con una velocidad máxima de 27 nudos. Tendrá tres hélices, dos sistemas como el Majestic y la tercera en el centro. Deberá estar listo para zarpar en el mes de Marzo de 1894”. El Gigantic nunca se construyó, pero ya para la época de la novela de Robertson la empresa White Star había construido el Oceanic (1871), el Britannic (1874), el Teutonic (1889) y el Majestic (1889). 


 Entonces, al estar Robertson vinculado al mundo del mar y en el supuesto de que haya leído la noticia antes mencionada no le fue difícil imaginarse el escenario del desastre y las características del navío de su novela. Simplemente en un acto que podría calificarse de cuidar la “propiedad intelectual” decidió no incluir el “ic” al nombre de su barco para que no se asumiera vinculación alguna con la empresa británica White Star. 


Por otra parte, al ser Robertson un marinero informado, sabía de algunos desastres que habían involucrado incluso transatlánticos como el caso del Pacific (1856) que se hundió al chocar con un Iceberg; así pudo saber del caso del Arizona que en 1897 también chocó con un iceberg pero logró llegar a Islandia; el Concordia (1907) y el Columbia (1911) también reportaron casos similares. 


El peligro de los iceberg en el Atlántico Norte era o es bastante habitual por lo visto. Un último dato curioso. Robertson decía que tenía un ayudante espiritual que desde el “otro lado” (plano astral) le ayudaba a inspirarse. ¿Y le mostraba el futuro? Lo que me llama la atención después de examinar los antecedentes es el nombre de la novela, “Futilidad” que se puede asimilar con “Frivolidad”. 


Si se observan los recuerdos del Titanic se sabe que en él viajaba parte de la “crema y nata” de la alta sociedad Británica y Americana, había un derroche de lujo y riqueza tanto en la construcción del “barco de los sueños” como en parte de sus pasajeros. Es decir, algo bastante frívolo. 


Que era el Titánic realmente:
El RMS Titanic (Royal Mail Steamship Titanic), era el segundo de un trío de transatlánticos conocidos como clase Olympic. El Titanic fue, en su tiempo, el barco de pasajeros más grande y lujoso del mundo, seguido por el RMS Olympic. El 10 de abril de 1912, el Titanic inició su viaje inaugural partiendo desde Southampton (Inglaterra) con destino a Nueva York.


Cuatro días más tarde, a las 23:40 del 14 de abril, el buque chocó con un iceberg al sur de las costas de Terranova, y se hundió a las 2:20 de la mañana del 15 de abril. El siniestro se saldó con la muerte de 1.517 personas, y en esa época se convirtió en el peor desastre marítimo en tiempo de paz. El Titanic fue construido en los astilleros de Harland and Wolff, en Belfast (Irlanda del Norte). Partió hacia Nueva York con 2.227 personas a bordo, y una de las causas del elevado número de víctimas fue que, a pesar de cumplir con todas las normativas marítimas de la época, el barco sólo llevaba botes salvavidas para 1.178 personas,6 y aún así sólo se salvaron 705.

Un elevado número de hombres murió debido al protocolo de salvamento que se siguió en el proceso de evacuación de la nave, conocido como "mujeres y niños primero". El Titanic se diseñó usando algunas de las más avanzadas tecnologías disponibles en aquel tiempo, tales como mamparos herméticos que dividían el casco en 17 secciones independientes y que se creía que podían mantenerlo a flote en caso de rotura de una parte del casco; iba dotado de telegrafía, un nuevo diseño de hélice de tres palas y otros buques no tenían comparación a las instalaciones de primera clase en cuanto a lujo se refiere. Todo ello hizo que el Titanic fuera considerado "insumergible".


El desastre:
El Titanic tuvo un viaje placentero. Los días transcurrieron sin novedad, pero el 13 de abril empezaron a llegar los primeros informes de avistamiento de bloques de hielo en la ruta; al menos una docena de mensajes pudieron ser recibidos antes de que el telégrafo Marconi fallara por un periodo de 10 horas. Restablecida la comunicación en la cabina de radio, los radiotelegrafistas empezaron a recibir avisos de peligro de icebergs, los cuales fueron ignorados o no tomados muy en cuenta por la oficialidad reemplazante. 

El clima se enfrió a medida que se acercaban a los grandes bancos de Terranova y el capitán Smith ordenó alterar un poco el rumbo para pasar más hacia el sur de los grandes sectores de icebergs. La velocidad era de 22 nudos y Smith consultó a Bruce Ismay si podía bajarla, a lo cual este se negó aduciendo que deseaba hacer el mejor tiempo en su viaje inaugural. El último atardecer del domingo 14 de abril sorprendió al Titanic navegando en aguas muy tranquilas. Cuando la noche, muy helada, cayó, el buque navegaba en una zona de aguas quietas sin oleaje, un verdadero espejo líquido negro, lo cual era un inconveniente para avistar icebergs. Smith consultó de nuevo a J. Bruce Ismay, vicepresidente de la compañía, si podía reducir la velocidad, pero no obtuvo la aprobación de éste; Smith ordenó entonces redoblar la guardia en los mástiles. 23:40, el impacto Posible iceberg que impactó con el Titanic. Fue fotografiado 5 días después del hundimiento por el marinero Stephan Rehorek, quien lo fotografió por la línea roja en la base. 

El 14 de abril de 1912, la noche era estrellada y el mar estaba excepcionalmente tranquilo. Alrededor de las 22:30, el capitán Smith se había retirado a su camarote de babor. Aproximadamente a las 23:35, el cuarto oficial Joseph Boxhall venía desde la popa y se dirigía hacía el puente de mando, el segundo oficial Charles Lightoller estaba en su camarote presto a descansar (venía saliente de la guardia del puente), lo mismo que el quinto oficial Harold Lowe y el tercer oficial Herbert Pitman; el telegrafista Harold Bride en la cabina Marconi trataba de convencer a un malhumorado Jack Phillips para que descansara en el camastro; el oficial en jefe Henry Wilde estaba por ir a los camarotes de proa a inspeccionarlos antes de descansar (había dejado vigías extras en el sector de proa). 


El primer oficial William Murdoch estaba junto al sexto oficial James Paul Moody, en el puente de mando. No hacía poco que Murdoch había instruido al señalero Samuel Hemming que cerrara todas las claraboyas del escotillón superior de sector del castillo de proa para no entorpecer la visión de los vigías apostados. A las 23:40 de la medianoche, mientras el Titanic navegaba a 22,5 nudos (41,7 km/h),26 el vigía Frederick Fleet avistó un iceberg por delante a menos de 500 metros de distancia y con una elevación de unos 30 metros5 sobre el nivel del mar. Fleet hizo sonar la campana tres vecesnota 1 y telefoneó de inmediato al puente de mando.27 

El sexto oficial Moody levantó el teléfono para recibir la desesperada llamada de Frederick Fleet -"Iceberg, derecho al frente"- y avisó a Murdoch, quien corrió al ala de estribor a observar por si mismo. El primer oficial Murdoch, de guardia en ese momento, tomó las medidas que creyó correctas e intentó evitar la colisión, primero girando el timón todo a babor, seguidamente dando marcha atrás, lo cual fue fatal pues el timón perdió una presión de virada. 

El barco en el último minuto logró evitar el choque frontal (con el que seguramente no se habría hundido y habría sido capaz de al menos flotar estando dañado). Seguidamente Murdoch ordenó viraje a estribor quizás demasiado pronto sin sospechar que el iceberg (que era más alto que el nivel del puente) se extendía a los costados por debajo del mar. Finalmente el buque rozó el iceberg abriéndose las placas de estribor a 5 m de profundidad con 6 brechas diferentes que en total sumaban unos 100 m de rasgaduras y 5 compartimentos abiertos al agua. 

El Titanic quedó sentenciado. 00:00, la mala noticia Dibujo explicativo del impacto con el iceberg. Smith, quien estaba en su camarote salió cuando ya el témpano estaba alejado y se informó de lo ocurrido. Hizo detener de inmediato el barco e hizo llamar a Thomas Andrews y éste llamó a John H. Hutchinson, el carpintero, para repasar todo el barco. En ese momento Wilde en inspección del sector proel, fue informado por el señalero Hemmings y por el contramaestre Haines que en el estanque de pique de proa se escuchaba un silbido inusual, señal de que el agua estaba desplazando con fuerza el aire contenido a presión en su interior. Andrews informó al capitán en presencia de Bruce Ismay, representante de la compañía, que cinco de sus compartimentos estancos delanteros de estribor se combaron hacia adentro, saltando los remaches e inundándose. 

Al principio el daño no pareció fatal; sin embargo, su diseñador Thomas Andrews, después de repasar el barco con el carpintero Huchtkins, predijo lo increíble: el hundimiento del Titanic sería a más tardar entre dos a cuatro horas. El capitán y la oficialidad quedaron helados y de una pieza, estupefactos: Smith, intentando no difundir el pánico, instruyó a sus oficiales para el abandono del barco. Impactado y en estado de shock, Smith sabía por simple aritmética que muchos pasajeros morirían por el escaso número de botes. 

De ahí en adelante, a pesar de su vasta experiencia, Smith se mostró irrelevante con el correr del escaso tiempo, errático y ajeno a la situación y en su forma de actuar. 0:10, SOS Jack Phillips, primer oficial de radio, recibe la orden de enviar telegramas pidiendo auxilio. 

El primero de varios mensajes, será: «CQD CQD CQD CQD CQD CQD de MGY MGY MGY MGY MGY posición 41.44 N 50.24 W».

Además, en otras llamadas utilizará las siglas SOS, siendo uno de los primeros (no el primero) en usar este mensaje. El Titanic había colisionado a unos 600 km de la isla de Terranova. Varios barcos recibieron el SOS, entre ellos el Mount Temple, el Frankfurt, el Birma, el Baltic, el Virginia y el Carpathia. El Carpathia se encontraba a 58 millas (107 km) de distancia, y tras recibir el SOS cambió de rumbo y se dirigió hacia la posición del Titanic. El RMS Olympic también escuchó la llamada de socorro de su hermano gemelo, pero no pudo hacer nada: se encontraba a 500 millas (926 km) de distancia.28 Hundimiento A la 1:30 la proa estaba ya sumergida, a la 1:45 el agua alcanzaba la cubierta de botes, se desató el pánico entre los que quedaban y hubo disparos y confusión. 2 horas y 40 minutos después del impacto con el iceberg, a las 2:20 del lunes 15 de abril, el Titanic se había hundido. 

El hundimiento se saldó con 1.500 muertes aproximadamente, muertos por ahogamiento o hipotermia (de acuerdo a la investigación del senado de los EE. UU.), debido a que el buque, aún cumpliendo con la legislación vigente, no llevaba botes salvavidas para todo el pasaje y tripulación. Sólo se embarcaron 711 personas de un total de 1.178 plazas disponibles en los botes, dándosele preferencia a la primera y segunda clase, mujeres y niños principalmente. 

El 75% de la tercera clase pereció.29 Fue uno de los peores desastres marítimos en tiempos de paz de la historia y sin duda el más famoso. La White Star Line alquiló cuatro barcos para recuperar los cuerpos del desastre: el Mackay-Bennett,30 el Minia,31 el Montmagny32 y el Algerine.33 Los cuatro barcos lograron recuperar un total de 328 cuerpos, de los cuales 119 fueron devueltos al mar debido a su estado de descomposición avanzado.34 Rescate de los pasajeros El RMS Carpathia arribando con los pasajeros del Titanic a Nueva York. El SS Californian. 

El RMS Carpathia era un transatlántico menor de 13.000 t de la Curnard Line que venía desde Nueva York en ruta hacia Fiume (Imperio austrohúngaro), lo comandaba el veterano capitán Arthur Rostron. El capitán Rostron y Molly Brown al momento de ser agasajado con un reconocimiento. Alrededor de las 00:25 del 15 de abril de 1912, recibió la increíble noticia de que el RMS Titanic se hundía tras impactar con un iceberg, el mensaje CQD enviado era tan angustiante que Rostron no tuvo dudas de ello y cambió de rumbo, forzando las máquinas del barco hasta llegar a hacer 17 nudos. El RMS Carpathia estaba en ruta paralela y en rumbo encontrado a unas 58 millas de distancia hacia el sur de la posición del RMS Titanic. Avisó al Titanic que llegaría en el lapso de 4 horas al lugar ya que estaba como a 58 millas de distancia más hacia el sur casi en línea recta. 

El RMS Carpathia no era el barco más cercano, el SS Californian, un buque de transporte mixto al mando del capitán Stanley Lord, estaba a menos de 10 millas de distancia y tenía al Titanic a la vista, pero por haber desconectado el telégrafo inalámbrico debido entre otras razones al pésimo trato dado por el telegrafista Jack Philips del Titanic 10 minutos antes del choque y su capitán, Stanley Lord, haber desestimado las muchas señales visuales luminosas enviadas por el barco condenado, no tomó parte en el rescate. Las controvertidas y contradictorias declaraciones posteriores de Lord ante la Comisión británica acabaron con su reputación y fue desvinculado de la Leyland Line. El Carpathia llegó aproximadamente a las 4 de la mañana al sector y al amanecer descubrió a los botes salvavidas del infortunado transatlántico en medio de los témpanos. Logró rescatar a 706 pasajeros (uno fallecido) y además subió a bordo los botes del extinto buque, a excepción de los plegables y se retiró del lugar a las 8:50 al momento de que el SS Californian aparece en el horizonte acudiendo al rescate tardíamente y Rostron le encarga barrer la zona en búsqueda de supervivientes. Puso rumbo de vuelta a Nueva York y durante la travesía albergó a los pasajeros según su clase y mantuvo silencio telegráfico hasta llegar a Nueva York donde desembarcó pasajeros y los botes del Titanic en medio de la mayor expectación periodística. Opiniones y evidencias acerca del final del Titanic Muchas fotos e ilustraciones muestran al Titanic alcanzando, entero, un ángulo de 30°. 

Varios sobrevivientes del fatal incidente fueron entrevistados, y testificaron que la nave se partió en dos. Mientras tanto, otros testigos aseguraban que la nave se hundió intacta. No obstante, todos los sobrevivientes coincidían en que hubo un gran trueno o estallido, unos segundos antes de que la nave se hundiera. 

Se estipula que de haber un rompimiento, éste fue en un ángulo mucho menor que el mencionado: de tan solo 11º, y que se partió de forma gradual. Empezó a partirse empezando por las cubiertas inferiores entre la 3ª y 4ª chimenea, cuando la zona de la rotura estaba ya cubierta por el agua, la proa totalmente inundada y hacía de contrapeso y con un empuje hacia abajo considerable. El casco comenzó a partirse en sentido contrario al que se estaba haciendo hasta el momento, aplastando las cubiertas superiores y produciendo un corte limpio en la quilla, se produce la rotura del casco al nivel del mar o debajo del agua. La popa cae levemente sólo hasta que la proa aún unida se hunde, colocando la sección de popa una posición casi vertical. Una vez separadas, la sección de popa se da la vuelta de casi 180º sobre sí, permanece un minuto inmóvil (según testigos) y finalmente se hunde en el océano. Esta teoría desarrollada a la vista de nuevas pruebas halladas en 2005, por el barco de investigación ruso Keldish y una expedición de History Channel. 

Es la primera que explica el que la nave se haya partido en dos y que algunas personas testificaron que se hundió intacta, y otras que se partió en dos. Para muchos observadores el Titanic no parecería haberse partido dado que la rotura final se produce bajo el agua, para otros más cercanos o más observadores sí se apreciaría cómo empezó a partirse en dos poco a poco y la rotura produjo la corta caída y luego el levantamiento de la popa. Jack Thayer, uno de los supervivientes y testigos del hundimiento declaró que el barco se había partido y dibujó al Titanic en dos partes, la proa aparece asomándose en el agua y la popa en ángulo de 80°. Posteriormente, gracias al History Channel, se encontraron dos secciones del fondo del casco separadas como 800 m entre sí que encajaban perfectamente, una de las secciones correspondería al trozo de proa y el otro al sector de popa. Esto apoya la teoría de que el barco realizó un movimiento hacía abajo y hacia arriba antes de separarse las dos partes. Según una expedición francesa de Le Soirot realizada por el sumergible Nautile a bordo de las naves Nadir y Ocean Voyager el acero de mala calidad del casco del Titanic estaba especialmente debilitado (quebradizo) por el extremo frío aquella noche, lo que contribuyó a su fractura. 

 Tras el hundimiento, la parte de la proa tarda unos 15 minutos en dar contra el fondo del mar a unos 20 ó 21 nudos (casi a la misma velocidad que tenía cuando colisionó), y con el impacto, la estructura sufre daños algo más severos. Una de las cosas que resultan misteriosas es el campo de escombros de 600 m que le antecede como una alfombra angosta, que llega hasta el campo en donde se encuentra la parte anterior. 

Por su parte, la popa, aún llena de aire, se hunde a alta velocidad (era la parte más pesada debido a las maquinarias) con implosiones por la presión que la deforman, desgajando las cubiertas y finalmente se estrella de quilla contra el fondo quedando casi totalmente destruida. Solo el lado de babor es reconocible. Partes del barco, como las chimeneas, son difíciles de identificar ya que tras el hundimiento de ambos segmentos del navío, estas seguían atadas y gracias a la increíble velocidad adquirida por la proa y las violentas explosiones que sufre la popa por la presión, estas prácticamente se desintegraron en ambos casos. 

Como curiosidad, el HMHS Britannic, barco gemelo del Titanic y el Olympic, que se hundió en 1916 tras chocar con una mina, se hundió de forma muy similar al Titanic pero no se partió en dos, el Britannic se hundió por proa y levantó su popa en el aire en un alto ángulo hasta que la proa chocó contra el fondo (el Britannic se hundió con solo 200 m de agua y la nave medía 269 m de largo). 

Al chocar la proa contra el fondo mientras aún estaba levantada la popa, el Britannic volcó y se hundió de lado, nótese que el Britannic se hundió intacto al contrario que su hermano. Los motivos son que el Britannic se hundió en aguas calientes en el Canal de Kea y que su casco estaba más reforzado (doble casco) que el del Titanic, aun así el acero era el mismo, y que no logró levantarse completamente por el impacto con el suelo marino. 

 Primeros supervivientes fallecidos:
 Maria Nackid — pasajera de 3ª clase, 30 de julio de 1912 (2 años) por meningitis 
Eugenie Baclini — pasajera de 3ª clase, 12 de agosto de 1912 (4 años) por meningitis 
Coronel Archibald Gracie IV — pasajero de 1ª clase, 4 de diciembre de 1912 por un coma diabético Marie Eugenie Spencer — pasajera de 1ª clase, octubre de 1913 (55 o 56 años) 
Maximilian Frölicher — pasajero de 1ª clase, 22 de noviembre de 1913 (62 años) por hipotermia 
Kornelia Andrews — pasajera de 1ª clase, 4 de diciembre de 1913 (64 años) por neumonía. 

Últimos supervivientes fallecidos 
Los últimos diez supervivientes del Titanic fueron: Bertram Vere Dean (1910–1992) 
Louise Gretchen Pope (nacida Kink) (1908–1992) 
Beatriz Irene Sandstrom (1910–1995) Eva Miriam Hart (1905–1996) 
Edith Brown (1896–1997) Louise Laroche (1910–1998) Eleonor Johnson (1910–1998) 
Michel Marcel Navratil (1908–2001) 
Winnifred Vera Quick (1904–2002) Lillian Asplund (1906–2006) 
Barbara West (1911–2007) Millvina Dean (2 de febrero de 1912 - 31 de mayo de 2009) 

Última superviviente Millvina Dean fue la última fallecida de los pasajeros que sobrevivieron al hundimiento del Titanic. La última que aún podía recordar el hundimiento era Lillian Asplund, ya que cuando ocurrió tenía 5 años, pero falleció el 6 de mayo de 2006 en Massachusetts, Estados Unidos. 

Además, al igual que su madre, siempre se negó a dar su testimonio del desastre. Barbara West, que tenía 10 meses y 22 días al momento del hundimiento, también falleció en octubre de 2007, por tanto, Millvina Dean (Elizabeth Gladys Dean), con 10 semanas en el momento del desastre, fue la persona más joven de todas las que embarcaron y la última fallecida de los sobrevivientes: murió el domingo 31 de mayo de 2009 en Inglaterra. 
 En 1898, 14 años antes del naufragio, se publicó Futility, or the Wreck of the Titan de Morgan Robertson. El libro narraba la historia del Titan, un barco que se creía inhundible y cuyos pasajeros eran gente rica y despreocupada. 

Lamentablemente para éstos, el barco choca en una fría noche de abril contra algo parecido a un témpano de hielo. Además de hundirse en el mismo mes del año que el Titanic, el Titan tiene casi el mismo peso, longitud y capacidad de pasajeros que éste. Unos creen que se trata de una mera casualidad, pero otros creen que el autor escribió el libro como una predicción de lo que sucedería años después. 

Viajemos al pasado.

Este es un documental de televisión de breve sobre el hundimiento del Titanic, que incluye entrevistas con los sobrevivientes hablan de sus experiencias, de su escape y salvación.

sábado, 15 de marzo de 2014

Lo que no se sabe del Hundimiento del Titánic es que una asombrosa novela que anticipó la tragedia. ¿Casualidad o Causalidad?. Viajero en el tiempo o información privilegiada?

Titanic
Esta es una historia curiosa que aunque al parecer, resuelto está el misterio, bien puede ser sólo parte de la verdad.
 
El que una persona pueda viajar en el tiempo, por ejemplo mediante hipnosis y ver acontecimientos futuros no es algo extraño.
 
Hay varios casos famosos al respecto como por ejemplo Julio Verne, un personaje muy extraño.
 
En fin, para el año 1898 en la ciudad de Nueva York, se publica un libro, en formato de novela, titulado “Futility”cuyo autor era el norteamericano Morgan Andrew Robertson (1861 – 1915) cuya especialidad eran los relatos de alta mar.

Poseía más de 10 años de navegación en la marina mercante y toda una infancia vinculada al mar ya que su padre había sido capitán de un barco. En el texto de la novela se relataba el hundimiento de un barco llamado Titán, cuyas características eran muy similares al Titanic, tragedia ocurrida 17 años después de la publicación, el 15 de Abril de 1912.

Existen, al menos una decena de asombrosas similitudes entre ambas embarcaciones (aunque algunos señalan que son producto de modificaciones hechas en la segunda edición para asimilarse más al Titanic ya hundido) lo que lleva a preguntarse si el autor del relato tuvo algún tipo de visión en forma espontánea sobre la tragedia o bien poseía algún tipo de poder sobrenatural que le permitía ver acontecimientos que estaban por ocurrir.


 
Algo así como el llamado Nostradamus de América, Edgar Cayce (1877 – 1945) que mediante una autohipnosis podía ver acontecimientos futuros tanto para la humanidad como para individuos. Foto: dailyinterestingfacts.com En un posterior relato, llamado “Más allá del Espectro”, Robertson hacía una descripción de una guerra en el futuro en la que combatían aviones que lanzaban bombas tan poderosas que una sola de ellas podía destruir una ciudad completa. Dentro de las visiones, intuiciones o premoniciones que los seres humanos tenemos, hubo casos de personas que en los días previos a la partida del Titanic tuvieron sueños premonitorios de que una tragedia ocurriría y cancelaron sus pasajes.
 
Entre ellos estuvo el banquero J. P. Morgan quien canceló su pasaje estando todo su equipaje a bordo. Continuando con el caso del Titán, entre las similitudes más sorprendentes están: - Ambos era barcos de pasajeros y los más grandes jamás construidos. Capaces de transportar cerca de 3.000 personas. Ambos poseían 3 hélices. - El Titanic desarrollaba una potencia de 46.000 HP y el Titán 40.000 HP. - Ambos llevaban escaso número de botes salvavidas. - Ambos barcos estaban considerados como insumergibles. - Los dos barcos inician su triste viaje en el mes de Abril. - Ambas naves chocan con un Iceberg alrededor de la medianoche y se sitúan a pocas millas de distancia entre uno y otro. - Ambos naves eran propiedad de empresas navieras Británicas cuya sede estaba en Liverpool y con oficinas en Norteamérica. - Ambas naves hacían la ruta entre Nueva York e Inglaterra con la salvedad de que lo hacían en sentido inverso. En la novela de Robertson fallecían en el Titán unas 3.000 personas, sobreviviendo tan solo 13.
 
En el Titanic fallecieron 1.522 personas, sobreviviendo tan solo 705.
¿Es posible que toda la novela de Robertson entre dentro del marco de la teoría de las probabilidades? Hay información a la que pudo haber tenido acceso y que podría haber utilizado para crear el relato. Por ejemplo un par de investigadores, Eaton y Hass (libro publicado “Titanic, destinado al desastre: las leyendas y la realidad”) encontraron un texto fechado en Londres de 1892, publicado en el New York Time de la época (Septiembre 17) que señala lo siguiente, cito: “La Compañía White Star ha encargado a los grandes constructores navales de Belfast, Harland & Wolf, la construcción de un buque de crucero para el Atlántico que batirá todos los récords de medidas y seguridad.
 
Ya ha sido bautizado con el nombre de Gigantic, tendrá una eslora de 213 metros, una manga de cerca de 20 metros y tendrá unos 45.000 HP. Se calcula que podrá viajar a 22 nudos a la hora, con una velocidad máxima de 27 nudos. Tendrá tres hélices, dos sistemas como el Majestic y la tercera en el centro. Deberá estar listo para zarpar en el mes de Marzo de 1894”. El Gigantic nunca se construyó, pero ya para la época de la novela de Robertson la empresa White Star había construido el Oceanic (1871), el Britannic (1874), el Teutonic (1889) y el Majestic (1889).
 
Entonces, al estar Robertson vinculado al mundo del mar y en el supuesto de que haya leído la noticia antes mencionada no le fue difícil imaginarse el escenario del desastre y las características del navío de su novela. Simplemente en un acto que podría calificarse de cuidar la “propiedad intelectual” decidió no incluir el “ic” al nombre de su barco para que no se asumiera vinculación alguna con la empresa británica White Star.
 
Por otra parte, al ser Robertson un marinero informado, sabía de algunos desastres que habían involucrado incluso transatlánticos como el caso del Pacific (1856) que se hundió al chocar con un Iceberg; así pudo saber del caso del Arizona que en 1897 también chocó con un iceberg pero logró llegar a Islandia; el Concordia (1907) y el Columbia (1911) también reportaron casos similares.
 
El peligro de los iceberg en el Atlántico Norte era o es bastante habitual por lo visto. Un último dato curioso. Robertson decía que tenía un ayudante espiritual que desde el “otro lado” (plano astral) le ayudaba a inspirarse. ¿Y le mostraba el futuro? Lo que me llama la atención después de examinar los antecedentes es el nombre de la novela, “Futilidad” que se puede asimilar con “Frivolidad”.
 
Si se observan los recuerdos del Titanic se sabe que en él viajaba parte de la “crema y nata” de la alta sociedad Británica y Americana, había un derroche de lujo y riqueza tanto en la construcción del “barco de los sueños” como en parte de sus pasajeros. Es decir, algo bastante frívolo.
 
Que era el Titánic realmente:
El RMS Titanic (Royal Mail Steamship Titanic), era el segundo de un trío de transatlánticos conocidos como clase Olympic. El Titanic fue, en su tiempo, el barco de pasajeros más grande y lujoso del mundo, seguido por el RMS Olympic. El 10 de abril de 1912, el Titanic inició su viaje inaugural partiendo desde Southampton (Inglaterra) con destino a Nueva York.

 
Cuatro días más tarde, a las 23:40 del 14 de abril, el buque chocó con un iceberg al sur de las costas de Terranova, y se hundió a las 2:20 de la mañana del 15 de abril. El siniestro se saldó con la muerte de 1.517 personas, y en esa época se convirtió en el peor desastre marítimo en tiempo de paz. El Titanic fue construido en los astilleros de Harland and Wolff, en Belfast (Irlanda del Norte). Partió hacia Nueva York con 2.227 personas a bordo, y una de las causas del elevado número de víctimas fue que, a pesar de cumplir con todas las normativas marítimas de la época, el barco sólo llevaba botes salvavidas para 1.178 personas,6 y aún así sólo se salvaron 705.
 
Un elevado número de hombres murió debido al protocolo de salvamento que se siguió en el proceso de evacuación de la nave, conocido como "mujeres y niños primero". El Titanic se diseñó usando algunas de las más avanzadas tecnologías disponibles en aquel tiempo, tales como mamparos herméticos que dividían el casco en 17 secciones independientes y que se creía que podían mantenerlo a flote en caso de rotura de una parte del casco; iba dotado de telegrafía, un nuevo diseño de hélice de tres palas y otros buques no tenían comparación a las instalaciones de primera clase en cuanto a lujo se refiere. Todo ello hizo que el Titanic fuera considerado "insumergible".

El desastre:
El Titanic tuvo un viaje placentero. Los días transcurrieron sin novedad, pero el 13 de abril empezaron a llegar los primeros informes de avistamiento de bloques de hielo en la ruta; al menos una docena de mensajes pudieron ser recibidos antes de que el telégrafo Marconi fallara por un periodo de 10 horas. Restablecida la comunicación en la cabina de radio, los radiotelegrafistas empezaron a recibir avisos de peligro de icebergs, los cuales fueron ignorados o no tomados muy en cuenta por la oficialidad reemplazante.
 
El clima se enfrió a medida que se acercaban a los grandes bancos de Terranova y el capitán Smith ordenó alterar un poco el rumbo para pasar más hacia el sur de los grandes sectores de icebergs. La velocidad era de 22 nudos y Smith consultó a Bruce Ismay si podía bajarla, a lo cual este se negó aduciendo que deseaba hacer el mejor tiempo en su viaje inaugural. El último atardecer del domingo 14 de abril sorprendió al Titanic navegando en aguas muy tranquilas. Cuando la noche, muy helada, cayó, el buque navegaba en una zona de aguas quietas sin oleaje, un verdadero espejo líquido negro, lo cual era un inconveniente para avistar icebergs. Smith consultó de nuevo a J. Bruce Ismay, vicepresidente de la compañía, si podía reducir la velocidad, pero no obtuvo la aprobación de éste; Smith ordenó entonces redoblar la guardia en los mástiles. 23:40, el impacto Posible iceberg que impactó con el Titanic. Fue fotografiado 5 días después del hundimiento por el marinero Stephan Rehorek, quien lo fotografió por la línea roja en la base.


El 14 de abril de 1912, la noche era estrellada y el mar estaba excepcionalmente tranquilo. Alrededor de las 22:30, el capitán Smith se había retirado a su camarote de babor. Aproximadamente a las 23:35, el cuarto oficial Joseph Boxhall venía desde la popa y se dirigía hacía el puente de mando, el segundo oficial Charles Lightoller estaba en su camarote presto a descansar (venía saliente de la guardia del puente), lo mismo que el quinto oficial Harold Lowe y el tercer oficial Herbert Pitman; el telegrafista Harold Bride en la cabina Marconi trataba de convencer a un malhumorado Jack Phillips para que descansara en el camastro; el oficial en jefe Henry Wilde estaba por ir a los camarotes de proa a inspeccionarlos antes de descansar (había dejado vigías extras en el sector de proa).


El primer oficial William Murdoch estaba junto al sexto oficial James Paul Moody, en el puente de mando. No hacía poco que Murdoch había instruido al señalero Samuel Hemming que cerrara todas las claraboyas del escotillón superior de sector del castillo de proa para no entorpecer la visión de los vigías apostados. A las 23:40 de la medianoche, mientras el Titanic navegaba a 22,5 nudos (41,7 km/h),26 el vigía Frederick Fleet avistó un iceberg por delante a menos de 500 metros de distancia y con una elevación de unos 30 metros5 sobre el nivel del mar. Fleet hizo sonar la campana tres vecesnota 1 y telefoneó de inmediato al puente de mando.27


El sexto oficial Moody levantó el teléfono para recibir la desesperada llamada de Frederick Fleet -"Iceberg, derecho al frente"- y avisó a Murdoch, quien corrió al ala de estribor a observar por si mismo. El primer oficial Murdoch, de guardia en ese momento, tomó las medidas que creyó correctas e intentó evitar la colisión, primero girando el timón todo a babor, seguidamente dando marcha atrás, lo cual fue fatal pues el timón perdió una presión de virada.


El barco en el último minuto logró evitar el choque frontal (con el que seguramente no se habría hundido y habría sido capaz de al menos flotar estando dañado). Seguidamente Murdoch ordenó viraje a estribor quizás demasiado pronto sin sospechar que el iceberg (que era más alto que el nivel del puente) se extendía a los costados por debajo del mar. Finalmente el buque rozó el iceberg abriéndose las placas de estribor a 5 m de profundidad con 6 brechas diferentes que en total sumaban unos 100 m de rasgaduras y 5 compartimentos abiertos al agua.


El Titanic quedó sentenciado. 00:00, la mala noticia Dibujo explicativo del impacto con el iceberg. Smith, quien estaba en su camarote salió cuando ya el témpano estaba alejado y se informó de lo ocurrido. Hizo detener de inmediato el barco e hizo llamar a Thomas Andrews y éste llamó a John H. Hutchinson, el carpintero, para repasar todo el barco. En ese momento Wilde en inspección del sector proel, fue informado por el señalero Hemmings y por el contramaestre Haines que en el estanque de pique de proa se escuchaba un silbido inusual, señal de que el agua estaba desplazando con fuerza el aire contenido a presión en su interior. Andrews informó al capitán en presencia de Bruce Ismay, representante de la compañía, que cinco de sus compartimentos estancos delanteros de estribor se combaron hacia adentro, saltando los remaches e inundándose.


Al principio el daño no pareció fatal; sin embargo, su diseñador Thomas Andrews, después de repasar el barco con el carpintero Huchtkins, predijo lo increíble: el hundimiento del Titanic sería a más tardar entre dos a cuatro horas. El capitán y la oficialidad quedaron helados y de una pieza, estupefactos: Smith, intentando no difundir el pánico, instruyó a sus oficiales para el abandono del barco. Impactado y en estado de shock, Smith sabía por simple aritmética que muchos pasajeros morirían por el escaso número de botes.


De ahí en adelante, a pesar de su vasta experiencia, Smith se mostró irrelevante con el correr del escaso tiempo, errático y ajeno a la situación y en su forma de actuar. 0:10, SOS Jack Phillips, primer oficial de radio, recibe la orden de enviar telegramas pidiendo auxilio.
 
 
 
El primero de varios mensajes, será: «CQD CQD CQD CQD CQD CQD de MGY MGY MGY MGY MGY posición 41.44 N 50.24 W».
 
Además, en otras llamadas utilizará las siglas SOS, siendo uno de los primeros (no el primero) en usar este mensaje. El Titanic había colisionado a unos 600 km de la isla de Terranova. Varios barcos recibieron el SOS, entre ellos el Mount Temple, el Frankfurt, el Birma, el Baltic, el Virginia y el Carpathia. El Carpathia se encontraba a 58 millas (107 km) de distancia, y tras recibir el SOS cambió de rumbo y se dirigió hacia la posición del Titanic. El RMS Olympic también escuchó la llamada de socorro de su hermano gemelo, pero no pudo hacer nada: se encontraba a 500 millas (926 km) de distancia.28 Hundimiento A la 1:30 la proa estaba ya sumergida, a la 1:45 el agua alcanzaba la cubierta de botes, se desató el pánico entre los que quedaban y hubo disparos y confusión. 2 horas y 40 minutos después del impacto con el iceberg, a las 2:20 del lunes 15 de abril, el Titanic se había hundido.
 
El hundimiento se saldó con 1.500 muertes aproximadamente, muertos por ahogamiento o hipotermia (de acuerdo a la investigación del senado de los EE. UU.), debido a que el buque, aún cumpliendo con la legislación vigente, no llevaba botes salvavidas para todo el pasaje y tripulación. Sólo se embarcaron 711 personas de un total de 1.178 plazas disponibles en los botes, dándosele preferencia a la primera y segunda clase, mujeres y niños principalmente.


El 75% de la tercera clase pereció.29 Fue uno de los peores desastres marítimos en tiempos de paz de la historia y sin duda el más famoso. La White Star Line alquiló cuatro barcos para recuperar los cuerpos del desastre: el Mackay-Bennett,30 el Minia,31 el Montmagny32 y el Algerine.33 Los cuatro barcos lograron recuperar un total de 328 cuerpos, de los cuales 119 fueron devueltos al mar debido a su estado de descomposición avanzado.34 Rescate de los pasajeros El RMS Carpathia arribando con los pasajeros del Titanic a Nueva York. El SS Californian.


El RMS Carpathia era un transatlántico menor de 13.000 t de la Curnard Line que venía desde Nueva York en ruta hacia Fiume (Imperio austrohúngaro), lo comandaba el veterano capitán Arthur Rostron. El capitán Rostron y Molly Brown al momento de ser agasajado con un reconocimiento. Alrededor de las 00:25 del 15 de abril de 1912, recibió la increíble noticia de que el RMS Titanic se hundía tras impactar con un iceberg, el mensaje CQD enviado era tan angustiante que Rostron no tuvo dudas de ello y cambió de rumbo, forzando las máquinas del barco hasta llegar a hacer 17 nudos. El RMS Carpathia estaba en ruta paralela y en rumbo encontrado a unas 58 millas de distancia hacia el sur de la posición del RMS Titanic. Avisó al Titanic que llegaría en el lapso de 4 horas al lugar ya que estaba como a 58 millas de distancia más hacia el sur casi en línea recta.


El RMS Carpathia no era el barco más cercano, el SS Californian, un buque de transporte mixto al mando del capitán Stanley Lord, estaba a menos de 10 millas de distancia y tenía al Titanic a la vista, pero por haber desconectado el telégrafo inalámbrico debido entre otras razones al pésimo trato dado por el telegrafista Jack Philips del Titanic 10 minutos antes del choque y su capitán, Stanley Lord, haber desestimado las muchas señales visuales luminosas enviadas por el barco condenado, no tomó parte en el rescate. Las controvertidas y contradictorias declaraciones posteriores de Lord ante la Comisión británica acabaron con su reputación y fue desvinculado de la Leyland Line. El Carpathia llegó aproximadamente a las 4 de la mañana al sector y al amanecer descubrió a los botes salvavidas del infortunado transatlántico en medio de los témpanos. Logró rescatar a 706 pasajeros (uno fallecido) y además subió a bordo los botes del extinto buque, a excepción de los plegables y se retiró del lugar a las 8:50 al momento de que el SS Californian aparece en el horizonte acudiendo al rescate tardíamente y Rostron le encarga barrer la zona en búsqueda de supervivientes. Puso rumbo de vuelta a Nueva York y durante la travesía albergó a los pasajeros según su clase y mantuvo silencio telegráfico hasta llegar a Nueva York donde desembarcó pasajeros y los botes del Titanic en medio de la mayor expectación periodística. Opiniones y evidencias acerca del final del Titanic Muchas fotos e ilustraciones muestran al Titanic alcanzando, entero, un ángulo de 30°.
 
Varios sobrevivientes del fatal incidente fueron entrevistados, y testificaron que la nave se partió en dos. Mientras tanto, otros testigos aseguraban que la nave se hundió intacta. No obstante, todos los sobrevivientes coincidían en que hubo un gran trueno o estallido, unos segundos antes de que la nave se hundiera.
 
Se estipula que de haber un rompimiento, éste fue en un ángulo mucho menor que el mencionado: de tan solo 11º, y que se partió de forma gradual. Empezó a partirse empezando por las cubiertas inferiores entre la 3ª y 4ª chimenea, cuando la zona de la rotura estaba ya cubierta por el agua, la proa totalmente inundada y hacía de contrapeso y con un empuje hacia abajo considerable. El casco comenzó a partirse en sentido contrario al que se estaba haciendo hasta el momento, aplastando las cubiertas superiores y produciendo un corte limpio en la quilla, se produce la rotura del casco al nivel del mar o debajo del agua. La popa cae levemente sólo hasta que la proa aún unida se hunde, colocando la sección de popa una posición casi vertical. Una vez separadas, la sección de popa se da la vuelta de casi 180º sobre sí, permanece un minuto inmóvil (según testigos) y finalmente se hunde en el océano. Esta teoría desarrollada a la vista de nuevas pruebas halladas en 2005, por el barco de investigación ruso Keldish y una expedición de History Channel.

Es la primera que explica el que la nave se haya partido en dos y que algunas personas testificaron que se hundió intacta, y otras que se partió en dos. Para muchos observadores el Titanic no parecería haberse partido dado que la rotura final se produce bajo el agua, para otros más cercanos o más observadores sí se apreciaría cómo empezó a partirse en dos poco a poco y la rotura produjo la corta caída y luego el levantamiento de la popa. Jack Thayer, uno de los supervivientes y testigos del hundimiento declaró que el barco se había partido y dibujó al Titanic en dos partes, la proa aparece asomándose en el agua y la popa en ángulo de 80°. Posteriormente, gracias al History Channel, se encontraron dos secciones del fondo del casco separadas como 800 m entre sí que encajaban perfectamente, una de las secciones correspondería al trozo de proa y el otro al sector de popa. Esto apoya la teoría de que el barco realizó un movimiento hacía abajo y hacia arriba antes de separarse las dos partes. Según una expedición francesa de Le Soirot realizada por el sumergible Nautile a bordo de las naves Nadir y Ocean Voyager el acero de mala calidad del casco del Titanic estaba especialmente debilitado (quebradizo) por el extremo frío aquella noche, lo que contribuyó a su fractura.
 
Tras el hundimiento, la parte de la proa tarda unos 15 minutos en dar contra el fondo del mar a unos 20 ó 21 nudos (casi a la misma velocidad que tenía cuando colisionó), y con el impacto, la estructura sufre daños algo más severos. Una de las cosas que resultan misteriosas es el campo de escombros de 600 m que le antecede como una alfombra angosta, que llega hasta el campo en donde se encuentra la parte anterior.


Por su parte, la popa, aún llena de aire, se hunde a alta velocidad (era la parte más pesada debido a las maquinarias) con implosiones por la presión que la deforman, desgajando las cubiertas y finalmente se estrella de quilla contra el fondo quedando casi totalmente destruida. Solo el lado de babor es reconocible. Partes del barco, como las chimeneas, son difíciles de identificar ya que tras el hundimiento de ambos segmentos del navío, estas seguían atadas y gracias a la increíble velocidad adquirida por la proa y las violentas explosiones que sufre la popa por la presión, estas prácticamente se desintegraron en ambos casos.


Como curiosidad, el HMHS Britannic, barco gemelo del Titanic y el Olympic, que se hundió en 1916 tras chocar con una mina, se hundió de forma muy similar al Titanic pero no se partió en dos, el Britannic se hundió por proa y levantó su popa en el aire en un alto ángulo hasta que la proa chocó contra el fondo (el Britannic se hundió con solo 200 m de agua y la nave medía 269 m de largo).


Al chocar la proa contra el fondo mientras aún estaba levantada la popa, el Britannic volcó y se hundió de lado, nótese que el Britannic se hundió intacto al contrario que su hermano. Los motivos son que el Britannic se hundió en aguas calientes en el Canal de Kea y que su casco estaba más reforzado (doble casco) que el del Titanic, aun así el acero era el mismo, y que no logró levantarse completamente por el impacto con el suelo marino.


Primeros supervivientes fallecidos:
Maria Nackid — pasajera de 3ª clase, 30 de julio de 1912 (2 años) por meningitis
Eugenie Baclini — pasajera de 3ª clase, 12 de agosto de 1912 (4 años) por meningitis
Coronel Archibald Gracie IV — pasajero de 1ª clase, 4 de diciembre de 1912 por un coma diabético Marie Eugenie Spencer — pasajera de 1ª clase, octubre de 1913 (55 o 56 años)
Maximilian Frölicher — pasajero de 1ª clase, 22 de noviembre de 1913 (62 años) por hipotermia
Kornelia Andrews — pasajera de 1ª clase, 4 de diciembre de 1913 (64 años) por neumonía.


Últimos supervivientes fallecidos
Los últimos diez supervivientes del Titanic fueron: Bertram Vere Dean (1910–1992)
Louise Gretchen Pope (nacida Kink) (1908–1992)
Beatriz Irene Sandstrom (1910–1995) Eva Miriam Hart (1905–1996)
Edith Brown (1896–1997) Louise Laroche (1910–1998) Eleonor Johnson (1910–1998)
Michel Marcel Navratil (1908–2001)
Winnifred Vera Quick (1904–2002) Lillian Asplund (1906–2006)
Barbara West (1911–2007) Millvina Dean (2 de febrero de 1912 - 31 de mayo de 2009)


Última superviviente Millvina Dean fue la última fallecida de los pasajeros que sobrevivieron al hundimiento del Titanic. La última que aún podía recordar el hundimiento era Lillian Asplund, ya que cuando ocurrió tenía 5 años, pero falleció el 6 de mayo de 2006 en Massachusetts, Estados Unidos.
 
Además, al igual que su madre, siempre se negó a dar su testimonio del desastre. Barbara West, que tenía 10 meses y 22 días al momento del hundimiento, también falleció en octubre de 2007, por tanto, Millvina Dean (Elizabeth Gladys Dean), con 10 semanas en el momento del desastre, fue la persona más joven de todas las que embarcaron y la última fallecida de los sobrevivientes: murió el domingo 31 de mayo de 2009 en Inglaterra.
En 1898, 14 años antes del naufragio, se publicó Futility, or the Wreck of the Titan de Morgan Robertson. El libro narraba la historia del Titan, un barco que se creía inhundible y cuyos pasajeros eran gente rica y despreocupada.


Lamentablemente para éstos, el barco choca en una fría noche de abril contra algo parecido a un témpano de hielo. Además de hundirse en el mismo mes del año que el Titanic, el Titan tiene casi el mismo peso, longitud y capacidad de pasajeros que éste. Unos creen que se trata de una mera casualidad, pero otros creen que el autor escribió el libro como una predicción de lo que sucedería años después.
 
Viajemos al pasado.
 
Este es un documental de televisión breve sobre el hundimiento del Titanic, que incluye entrevistas con los sobrevivientes hablan de sus experiencias, de su escape y salvación.