Estos pozos podrían permitir a futuros exploradores un acceso más fácil a posible agua helada en el subsuelo de nuestro satélite natural.
El Instituto SETI, dedicado a la búsqueda de vida fuera de la Tierra, y el Mars Institute, volcado en la promoción del estudio de Marte, han anunciado el descubrimiento de unos pequeños hoyos que pueden ser entradas a una red subterránea de tubos de lava en un gran cráter cerca del Polo Norte de la Luna.
Estos «tragaluces» podrían permitir a futuros exploradores un acceso más fácil al agua helada, si es que esta se encuentra en el interior de estos pasadizos, en vez del enorme esfuerzo de excavar el regolito, los escombros que cubren el terreno lunar.
Los nuevos pozos fueron identificados gracias al análisis de las imágenes del Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) de la NASA. Se encuentran al noreste del Philolaus, un gran cráter de impacto de 70 km de diámetro ubicado a unos 550 km del polo norte lunar, en la cara vista.
Los pozos aparecen como pequeñas depresiones sin borde, de 15 a 30 metros de ancho, con interiores completamente sombreados. Están ubicados a lo largo de secciones de canales sinuosos, que se entrecruzan en el suelo del Philolaus.
En general, se cree que esos hoyos son el resultado del colapso de lava ocurrido hace miles de millones de años, cuando la Luna era un sitio más cálido y con actividad volcánica. «Las imágenes de mayor resolución disponibles para el cráter Philolaus no permiten que los pozos se identifiquen como tragaluces de tubo de lava con una certeza del 100 %, pero estamos buscando buenos candidatos considerando simultáneamente su tamaño, forma, condiciones de iluminación y configuración geológica», explica Pascal Lee, científico planetario en el Instituto SETI y el Mars Institute y responsable del nuevo hallazgo en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Silicon Valley.
Antes de este descubrimiento, otros investigadores habían encontrado más de 200 hoyos en la Luna, muchos de los cuales han sido identificados como posibles lucernarios que conducen a tubos de lava subterráneos asociados con surcos sinuosos similares.
Sin embargo, el nuevo anuncio representa el primer informe publicado de posibles tragaluces de tubo de lava en las regiones polares selenitas, según informan sus autores. En los últimos años, los polos lunares han crecido en importancia estratégica tanto para la ciencia como para la exploración, ya que se sabe que el agua helada está enterrada en el regolito lunar en áreas permanentemente oscuras en ambos polos.
Pero sin una gran cavidad conocida que permita un acceso fácil al subsuelo, la extracción de ese hielo esparcido en el regolito presenta todo un desafío.
Antes de este descubrimiento, otros investigadores habían encontrado más de 200 hoyos en la Luna, muchos de los cuales han sido identificados como posibles lucernarios que conducen a tubos de lava subterráneos asociados con surcos sinuosos similares.
Sin embargo, el nuevo anuncio representa el primer informe publicado de posibles tragaluces de tubo de lava en las regiones polares selenitas, según informan sus autores.
En los últimos años, los polos lunares han crecido en importancia estratégica tanto para la ciencia como para la exploración, ya que se sabe que el agua helada está enterrada en el regolito lunar en áreas permanentemente oscuras en ambos polos. Pero sin una gran cavidad conocida que permita un acceso fácil al subsuelo, la extracción de ese hielo esparcido en el regolito presenta todo un desafío.
fuente/MysteryPlanet.com.ar