Un Gran Ser dijo -no hace mucho- que era hora de repartir y compartir las perlas, sin temor a que fueran mancilladas o rechazadas, pues, de todas formas, cada uno sólo recibirá las que sus ojos le permitan ver y sus manos tocar. ¡Hay algunas tan transparentes que solamente pueden captarlas ojos puros como el cristal!. ¡He aquí, una de ellas y que, muy pocos..., podrán "ver" y "tocar"!
A los buscadores sinceros de la Verdad..., aquellos que saben leer, ver y escuchar con los ojos del corazón.
Palmira (Siria) 22 horas
"... Se han escrito y proclamado muchas cosas sobre mi nuevo advenimiento. ¿De qué sirve entrar en las polémicas?. ¿Sólo con el fin de deciros: esto era cierto, esto era falso?. Sabed simplemente que estoy entre vosotros... ¿En esta ciudad?. ¿En otra, en el corazón del desierto?. ¿Mucho más al norte o lejos, al este?. En verdad, que eso cuenta muy poco, ya que todos vosotros, para actuar conmigo, no tenéis ninguna necesidad de llamarme por el nuevo nombre que me han dado mis padres de carne, ninguna necesidad de conocer la ciudad que recorro a diario. Mis pasos siguen mucho más allá de las fronteras, mi verdadera piel se reviste de todos los colores...
Seguramente os han dicho que he nacido en el seno de tal comunidad, en tal país. No os preocupéis por verificar la exactitud de esas afirmaciones. ¿Acaso es tan importante?. Acaso los hombres deseáis una vez más dejar a un lado lo Esencial?. Aun cuando ya no fuera de esta Tierra, mi corazón seguiría vibrando en el vuestro. Eso es lo que tenéis que saber. No obstante, si estoy de nuevo entre vosotros bajo este sol es porque tengo que proseguir una tarea iniciada hace mucho tiempo, una tarea en la que el espíritu se funde en la carne y gracias a la cual las naciones se convertirán en una sola. Una nación es un ser total, un alma, y hay almas, enteramente impregnadas de antiguos procesos, que aún no han dejado sus inútiles bagajes.
¡Mi palabra de ayer ha servido tan a menudo de botafuego a quienes se sienten lobos cuando hay heridas por vendar!. Por todo ello, actuaré tras las cortinas todo el tiempo necesario, de modo que no me busquéis; perderíais con ello la oportunidad de vivir esta hora y de actuar en estos Tiempos. He venido de nuevo no para restaurar o construir una Iglesia, sino para derribar muros. ¡Muros de piedra y de espinos, muros de egoísmo, muros de intolerancias, murallas de inconsciencias y de miedos!.
Todo será minado, todo se desmenuzará... Por eso también se os llama a todos, por eso habéis elegido esta hora en la esfera del Tiempo para venir a este mundo, a fin de acabar mejor con vuestros propios conflictos.
Pero no os confundáis, amigos: os hablo de un trabajo de Amor; se trata de un gran impulso sin pesar ni amargura. Tenéis que volver a pensarlo TODO, también vengo a deciros eso. Significa que para reconstruir, no necesitáis el mismo cemento. ¿No habéis comprendido que la noción de "el otro" se disgragará tarde o temprano, porque es la noción de los individualismos y de la manta echada sobre vuestras cabezas?. Todos vosotros, hombres y mujeres de la Tierra, sois un solo ser. Esto no es una metáfora, sino una realidad. Sois un solo ser, cada una de cuyas células se ha puesto a pensar, a actuar por separado, hasta el punto de convertir la disociación en un verdadero faro, una especie de ley ineludible.
La Disociación es hija del orgullo que axfisia a toda la Humanidad. También he venido a deciros que esta raíz-madre de todas las limitaciones, la que os hace creer que sois más que vuestro vecino, no se mata, sino que se deja secar, se deja que caiga en su propia trampa de sed insaciable y de posesiones eternamente insatisfechas".
"Lo sabéis, lo habéis leído, lo habéis oído; mil bocas han anunciado mi retorno en estos días de revelación. Y, sin embargo, ¡que confusión!. Por lo tanto, amigos, tengo que precisar en qué consiste este regreso. En primer lugar, no es un verdadero regreso porque nunca he dejado vuestro mundo, ni siquiera por espacio de un pestañeo. Hay una Tierra en el alma de vuestra Tierra, que es la Tierra esencial, y ahí es donde resido fuera de todo hábito de carne. No obstante, sabed que, desde que me llevaron a la cruz, mis pies han hollado vuestro mundo más de una vez. He amado el silencio relativo de esas vidas pasadas entre vosotros, obrando en el sol de una penunbra. Las tareas subterráneas ventilan el suelo. El abono que se deposita al aire libre no representa el único agente de crecimiento.
En segundo lugar, en adelante debéis comprender que mi regreso, o lo que así llamáis, no es la reaparición de "Aquel que viene". Mi cuerpo y mi alma han actuado por Él más que por mi propia conciencia, para emprender la obra de purificación requerida por vuestra Humanidad. Desde esos días, el Señor-Cristo está más presente que nunca en mí, pero no debéis identificarlo conmigo, en el sentido en que nuestras personalidades aún son distintas. Era la Luz que traslucía en mis manos, el Verbo que surgía de mi boca y el Aliento exhalado en la cruz. Hoy en día, es a Él a quien esperáis de nuevo. Ya no estará presente en mi carne sino que, con mi carne, acompañado de otros muchos, Le preparo el camino. Actúo igual que lo hizo el Bautista. Y vosotros podéis hacer lo mismo".
Damasco - 28 de julio
"Hoy leo en vuestro corazones una pregunta sobre los tiempos que se avecinan... En verdad, sé bien que para muchos esta pregunta es más apremiante que otras muchas. Pero no os anunciaré de qué estará hecho el mañana, ya que más bien seréis vosotros quienes me lo diréis según como acojáis mis palabras. No, no soy el disolvente del que podéis esperarlo todo a fin de que se borren vuestras angustias y vuestros males. No es ésa la función de ninguno de mis hermanos de los mundos de la Luz dorada. Cada uno de vosotros será su propio barquero para salvar las estrechas gargantas del final de esta era.
Es lo que he venido a deciros y lo que constituye la esencia de mi llamada. Nunca vuestro destino ha estado tanto en vuestras manos como en esta hora, nunca os habéis encontrado enfrentados de este modo con vosotros mismos.
Si no comprendéis perfectamente esto, nada de lo que os he enseñado hasta ahora puede tener utilidad. No debéis estar de acuerdo con todo esto porque "es la voluntad del Maestro Jesús". En primer lugar, no soy vuestro maestro, ya que un maestro ordena y regenta todo. En segundo lugar, los elementos determinantes de vuestra reacción no deben ser la fuerza de un nombre o el aura de una firma.
Vuestro corazón debe cambiar por sí solo. La Luz hace un llamamiento a vuestra capacidad de escuchar y de llenaros de energía. La lógica mental aliada a la escucha de las más bellas palabras y de los mayores nombres no obrará la metamorfosis. De ser así, ésta ya habría tenido cien ocasiones de efectuarse. El disparador del "Vertedor de Agua", de Acuario, debe proceder de otra parte, de vuestro centro, es decir, de vuestra toma de conciencia del hecho de que, en adelante, la Salida aparece en vosotros.
Esperáis un mesías... Indudablemente, vendrá uno, pero no para cargar con vuestras culpas, sino para confirmar y llenar de energía el impulso que ya debe ser vuestro. En verdad, sólo se mostrará ante vosotros cuando lo hayáis liberado bastante. Por lo tanto, ha llegado el momento de terminar la labranza de vuestras propias tierras, ya que Él aparecerá en el hueco de vuestros surcos, no como una semilla en germinación, sino como un árbol ya desarrollado.
Pero ante todo debo hablaros más sobre esta era que se abre a la Tierra y que algunos llaman ya "Nueva Era". Sabed que esa "Nueva Era" es una manera de ser, asumida ya por cientos de hombres desde hace milenios, y que sólo se instalará definitivamente entre nosotros cuando haya "contaminado" lo suficiente al conjunto de vuestra Humanidad.
Eso quiere decir, amigos, que será la culminación de un egrégor cultivado lentamente, y que no debéis esperar verlo aparecer como un estado de hecho que venga a barrer todas las dificultades, una vez superado el hito de este segundo milenio. Será un tiempo de propuestas en el que todos deberán comprender que no había una "antigua vida" y ahora una "nueva" hecha únicamente de luz, sino simplemente que prosigue la Vida, más libre, más dueña de sus cartas.
Me corresponde a mí romper las imágenes idílicas de la Era de Acuario transmitidas por escritos pueriles. Los tiempos que pronto vais a conocer no son todavía los de "La Edad de Oro", al menos no los de vuestro planeta. Quizá pueda serlo si decidís con vuestro amor que así debe ser, ya que sólo vuestras anteojeras os imponen limitaciones.
En realidad, con respecto a la escala cósmica, la Tierra sólo se dispone a salir de las enfermedades infantiles, a superar lo que llamaríais la "prehistoria". En un plano más cercano a lo que podríais captar y que está más ligado a vuestro sistema solar, vuestro planeta vive una crisis de adolescencia, no la última, sino la penúltima antes de pasar de una vez por todas a la edad adulta. Eso no debe produciros vértigo, ni desalentaros, ya que nada os encadena al ritmo de una Humanidad un poco rebelde.
La Liberación no es cuestión de tiempo ni de combinaciones de influencias en el Gran Reloj universal, sino de resolución personal. Se puede vivir en el mismo segundo en que os ofrezco estas palabras. Desde ese momento, no os sitúa por encima de una Humanidad que se debate en sus contradicciones, sino más que nunca a su lado, como un hermano mayor que ha hecho un increíble acopio de Amor.
Por lo tanto, amigos, no esperéis que se borre toda pena y toda pesadez como por efecto de una varita mágica en cuanto suenen las doce campanadas del año dos mil. Conservaréis en vuestros bolsillos y a la espalda lo que hayáis llevado hasta entonces, ni más, ni menos. Ciertamente, seréis más fuertes que hoy, ya que los que vivirán esa fecha habrán tenido ya el privilegio de ver cambiar muchos rostros. ¿De qué serviría enumerarlos?. Cuando un cuerpo está cubierto de erupciones cutáneas, nadie se entretiene en contarlas si se dispone a curarlas, sobre todo si ya se ha proyectado en la luz de la curación.
Por lo tanto, no os asombréis si no os anuncio: ¡habrá un terremoto en tal sitio, tal ciudad será arrasada y sus habitantes sepultados por las aguas, tal jefe de Estado será asesinado, tal quiebra económica va a provocar una guerra civil o tal religión va a inflamar a un pueblo!. Quienes se entregan a semejante juego, aunque posean algún talento profético real, sólo genera miedo. Pero os lo afirmo: el miedo siempre hará moverse los cuerpos, pero nunca las conciencias. ¿Y qué importancia tiene hacer reaccionar a un cuerpo si la conciencia que lo anima se sigue gangrenando?. Las verdaderas profecías que habéis recibido a lo largo de los siglos no siembran el espanto sino la reflexión. Las demás persiguen la explotación de los mecanismos más primarios del ego o la manipulación de las masas humanas.
En efecto, podéis estar seguros de esto: la Historia de vuestro país, de las diversas civilizaciones y de la Tierra entera, tal como os la han enseñado, tal como la alimentan la mayor parte de los medios de comunicación, es totalmente errónea. Ha sido completamente inventada..., si no por lo que se refiere a las acciones que la han marcado, sí al menos en cuanto a las motivaciones que las han orientado. A algunos grupos de hombres siempre les ha interesado que así fuera. La verdadera Historia, la que ha conducido hasta este punto a vuestros pueblos, se puede calificar de oculta porque pone en juego fuerzas al lado de las cuales los reyes se convierten en simples marionetas cuyas inclinaciones y manías han sido explotadas.
Sin embargo no se trata de señalar sistemáticamente con el dedo a la Orden de la Luz Sombría, sino más bien a los embajadores inconscientes que habéis sido al cabo de las eras a fin de asentar un poder temporal y de satisfacer un orgullo. La voluntad de reforma que pretendo estimular en vosotros sólo cobrará sentido en la medida en que también toméis conciencia de esta realidad y de la necesidad de dejar de perpetuar su mecanismo.
La Nueva Era, amigos, debe ser la era en que cada uno aprenda disponer de sí mismo, es decir, a escuchar el auténtico lenguaje de su ser, bajo la inspiración del Sol y por el cuerpo de la Tierra-madre. Debe ser la era en que cada uno aprenda el "Sí" y el "No" con mayor conocimiento de causa, lo que quiere decir con una visión planetaria global, mucho más allá de su pequeña historia privada.
No se trata de aniquilar la existencia personal a beneficio de un cuerpo colectivo. Por el contrario, el objetivo es expandir la conciencia individual hasta que desempeñe su propia función en la armonización del Todo.
En verdad, los progresos tecnológicos que podéis presenciar sólo representan la consecuencia externa de esta expansión de la conciencia. Ni siquiera son verdaderos progresos. Seguramente sería más exacto hablar de resurgimiento de conocimientos.
El subsuelo de vuestro planeta esconde tantos secretos como la bóvega estrellada que os hace soñar. Existen ciudades enteras, vías de comunicación, vestigios de tiempos anteriores que han conservado su vida y su función precisa, y cuyas aportaciones desempeñarán un papel considerable en la organización de las próximas décadas.
Que esto no sea objeto de investigación por vuestra parte, sino simple motivo de reflexión... ya que para que el Néctar del Gran Escanciador pueda inundar vuestra alma es necesario que ésta vuelva a conectar con sus raíces, redescubra los cimientos de su ser y haga balance de sus vagabundeos.
Ahora, en estos años en que me dirijo a vosotros, es cuando el acceso a esta posibilidad se vuelve más fácil. Todos los datos, cósmicos y telúricos, están ahí para que terminéis con vuestros antiguos conflictos y aceptéis revisarlo TODO: historia, dogmas, ciencias y culturas, ya que cada mirada que dejéis petrificarse sobre antiguas costumbres llevará en su seno el motivo de vuestros sufrimientos. El Amor es movimiento, y por lo tanto es el antioxidante que pueden esperar todos los corazones.
Como colofón a esta verdad, sabed que la era que se abre no se contentará con palabras. La espiritualidad que la caracteriza en comparación con la anterior no se parecerá a un arte oratorio ni a un ejercicio del intelecto que considera en serio sus propias profundidades.
Se anuncia ya como un arte de vivir, de redescubrir lo sagrado en todas las cosas. Por lo tanto, tenéis que poneros en camino perdiendo de vista al menos la palabra "utilitario". En cuanto se ha comprendido el sentido del avance de los mundos, nada es utilitario, porque todo vive y, por esta razón TODO tiene derecho a la belleza y al respeto. Algunos pueblos antiguos, entre ellos el de los egipcios, se habían dado muy bien cuenta de ello, y sabían que, por sus formas y su materia, cada objeto creado puede ser espejo de lo Divino. La espiritualidad que debéis concebir desde ahora noes esa "vida de inferior calidad", como entre paréntesis, que permitís que se desarrolle junto a la "otra" porque, al fin y al cabo, "sois algo más que material". Es la Vida en su conjunto, la aventura de su redescubrimiento.
Si la Era de Acuario florece ya en vuestro espíritu, entonces la veréis llegar hacia vosotros con toda seguridad, aun cuando desaparecieran territorios enteros. ¡En cualquier caso, os pido que os instaléis en ella desde ahora, ya que tendrá lugar!. Que vuestra mente la acepte y la espere o que, por el contrario, se rebele. Se acerca a grandes pasos hacia vosotros. En efecto, es un resultado de la progresión lógica de los mundos, y no únicamente de vuestro planeta. Sois vosotros quienes vais a fundiros en su propuesta de vida, y no a la inversa, ya que es una parte de vosotros mismos que ya ha cubierto el trayecto y vuelve a buscaros.
Dado que no podréis evitarla porque uno no se escabulle eternamente de sí mismo, tomad conciencia de que la manera en que estéis en ella determinará la belleza de las posibilidades que encontraréis. Concebid su llegada entre una oleada de masacres y de cataclismos, y seréis un artesano multiplicador de tales plagas. Tenéis incluso ese poder... ¿Por qué utilizar entonces vuestra capacidad de concebir en un único sentido?. ¡Si cada hoja de un arbol se pusiera a imaginar el otoño en sus nervios, toda la savia se retiraría de las ramas y después del tronco!.
Por el advenimiento de la Nueva Era, desde este mismo instante debéis dejar de ser máquinas reproductoras de disonancias, y abrir vuestras ventanas a la Vida, paladear su sabor más auténtico. Para que así sea, aceptad mover los pies, ya que, cuando se entra en una morada, es necesario franquear su umbral.
En su seno -en la Nueva Era- pensad que vuestros títulos ya no tendrán más valor que la hoja de papel tirada en una esquina de la calle, que vuestro dinero se parecerá al cubito de hielo expuesto a los fuegos del sol, que vuestra cultura no podrá pretender ser más que un saber en conserva, desprovisto de vida, y que tendráis que desnudar vuestra personalidad, no la pequeña, la que os hace jugar a buenos y malos según sea el caso, ni la que os hace elegir el color de vuestra corbata o la tela de vuestro vestido, sino la de Verdad, la que dice a que aspira vuestro corazón. Os aparecerá, amigos, cuando vuestros artificios os demuestren que era sólo eso: ¡un poco de polvo esperando a que pasaráis el plumero!. Hace milenios que esa gran limpieza merecía ser acometida. Quizá no sea perfecta, porque todavía hay rincones donde la escoba penetra mal..., pero poned en ella todo vuestro ardor".
"¿Queréis saber a "qué" se va a parecer ese Cristo en quien ponéis todas vuestras esperanzas?. ¡A todo lo que no podéis imaginar!. ¡A todo lo que vuestros ojos aún no consiguen circunscribir!. A todo lo que nunca sabrán delimitar. A toda Luz, salvo a la que es propiedad de una iglesia particular...
Dejadme deciros que primero aparecerá entre vosotros uno, y luego dos, y luego tres y más aún que se levantarán gritando: "Es a mí a quien esperáis". Y habrá hombres lo bastante sordos para escucharlos. Por fin, surgirá otro, más hábil, que no se nombrará sino que se hará designar, un hombre con palabras teñidas de paz y de gran poder, un ser capaz de subyugar y al que escucharán los gobiernos..., ¡y al que quizá también vosotros escucharéis!. Sin duda, hipnóticamente sacará de vosotros algo que se parece mucho al amor, ya que sabrá llevar a los hombres y mujeres hasta cierto punto..., pero, ¿os llevará, los llevará hasta el Encuentro?.
Os dejo a vosotros el trabajo de responder. El Encuentro es el que se tiene con uno mismo. ¡Trivialidad, diréis, todos los libros lo dicen y los gurúes más mecanizados también lo proclaman!. Lo repito precisamente porque se trata de una trivialidad, porque ya no es hora de que se perpetúe semejante vulgarización. El empobrecimiento de las verdades ya no es soportable para los seres de corazón.
Os lo digo: en ese caso, lo que llamáis el "encuentro con uno mismo" será el encuentro con el falsificador. Entonces, os incitarán a colocaros tras él como tras un jefe de tropa. Existen treinta y seis mil maneras de reclutar ejércitos. El problema será que cada uno sepa en conciencia si realmente es importante reclutar un ejército, es decir, abrir la puerta a un nuevo condicionamiento. ¡Condicionar a los hombres a estar sin condicionamientos!. ¡La maxima trampa!. Cuando el claroscuro se pone a adoptar el lenguaje de la Luz pura, hace falta algo más que vocabulario para no entrar en el callejón sin salida. Hace falta silencio, un poco de paciencia y mucha confianza. Sin embargo, siempre llega la hora en que el claroscuro cansa los ojos... Entonces, no se puede sino mirar en su propio interior.
Para que así sea, no esperéis los síntomas de agotamiento, no esperéis un error más, como un violento bastonazo para devolveros al buen camino. Tomad la delantera.
¡En realidad, amigos, Aquel que viene realmente ha tomado la delantera porque ya está aquí!. ¿No podéis distinguir su rostro?. ¡No importa!. Él conoce el vuestro hasta en sus menores arrugas. Simplemente sonreirá cuando "aquel que se hará designar" haya terminado su trabajo. Entonces, podréis devolverle la Luz que Él difundía en vosotros como en un pozo aparentemente sin fondo.
¿Quiere decir eso que nunca veréis la silueta de un ser con el resplandor de cristo?. ¿Quiere decir que sólo recibiréis energía?. Pero, ¿qué significa ese "sólo energía"?. También vosotros no sois más que energía. De hecho, sois sólo eso, es decir Todo eso, Todo...
¿Acaso quiero deciros que no debéis basar vuestra demanda y vuestra esperanza en este encuentro con una persona física que encarne a Cristo?. El trabajo que tenéis que acometer en vuestro ser lo debéis hacer en función de vosotros mismos y de las múltiples e infinitas manifestaciones de la vida. Poned fin al condiconamiento de la recompensa, la de "ver un día a alguien". Es cierto que mi hermano Cristo tomará un hábito de carne y que millones de vosotros Lo reconocerán. Pero eso no se producirá hasta que la propia carne, por la mutación de la conciencia que la anima, HAYA ELEVADO EN UN GRADO SU REALIDAD VIBRATORIA. Es decir, que sois vosotros, individual y colectivamente, quienes tenéis que abrir la puerta de la Tierra de los Hombres al Ser Cristo, al Cristo de la Historia de vuestro planeta, a aquel que, en definitiva, se ha hecho cargo de la instrucción de la Humanidad.
Cuando los pies de un Ser así hollan un suelo como el vuestro, es señal de que algo se ha purificado hasta en la materia y que la Obra de la oscuridad se acaba en ella".
FUENTE:// Esto, es sólo una pequeña parte de un largo y fascinante mensaje transmitido por un Gran Ser, también conocido en otras esferas como, el Gran Instructor, el Maestro de Maestros. El mensaje fue trasmitido hace no muchos años, también, a dos grandes seres, sencillos y honestos -"vestidos de saco..." Apoc.11;3-, de reputación intachable que desde hace más de treinta años vienen llevando a cabo una encomiable labor de divulgación y concienciación sobre..., "otras realidades": Anne Givaudan y Daniel Meurois. ¡Los "dos olivos"...!. Ellos fueron -y no por el método channeling- los receptores y, posteriormente, los transcriptores del mensaje, palabra por palabra y punto por punto, tal y como les fue entregado. Para ello, tuvieron que revivir el contacto mediante varias lecturas en los Anales Akásicos, para transcribir con precisión el mensaje tal y como les fue transmitido. Todo el mensaje, el mensaje íntegro, está recogido en un pequeño pero maravilloso libro: "Por el Espíritu del Sol". ¡Buscad y -el resto- encontraréis..., fue dicho y escrito!.
¡Ha llegado el momento en el que "la Sombra tomará la apariencia de la más luminosa de las luces"!. Nadie ya podrá decir: ¡yo, no sabía!.
Autor/ Mario Z.G