sábado, 16 de noviembre de 2013

La misteriosa desaparición de Oliver Thomas.¿Ave gigante o monstruo de otra dimensión?


Hubo casos de desapariciones que deja conternacion y asombro, porque desaparecen de una forma inexplicable o como es el dicho popular, se lo tragó la tierra.
El caso que vamos a narrar a continuación, es un caso de desaparición inexplicable y misterioso. El implicado es un niño, Oliver Thomas, que desapareció de una forma misteriosa.

El misterio comenzó en la noche del 24 de Diciembre de 1909. En la granja de Owen Thomas, a corta distancia del pueblo de Brecon, en el país de Gales, se había reunido la familia y unos amigos para celebrar la Nochebuena. Poco antes de la medianoche, la señora Thomas encargó a su hijo Oliver, de once años, que acudiese al pozo en busca de agua. Comienza la pesadilla…

Gritos de socorro

La velada fue avanzando en medio de una conversación agradable. El cabeza de familia, Owen Thomas, era un excelente anfitrión, como había demostrado en anteriores ocasiones, y de su hospitalidad disfrutaban esa noche el comisario del pueblo, el veterinario y el pastor de una localidad vecina, todos acompañados de sus familias. En total eran quince personas. La fiesta avanzaba y la señora Thomas se percató de que se estaba acabando el agua. No había problema, a apenas unos metros de distancia de la casa tenían un pozo y solo había que ir con un cubo a sacar un poco de agua. Como los mayores estaban en medio de una agradable charla, decidió pedir a su hijo Oliver que saliese un momento a buscar agua al pozo. 

Una decisión que la pobre mujer lamentaría toda su vida. Oliver tenía once años, había ido en multitud de ocasiones a por agua al pozo y no le importaba demasiado dejar durante unos instantes el cálido ambiente que proporcionaba el hogar encendido. Afuera hacía frío, pero había acabado de nevar y se veían ya las primeras estrellas. El niño se calzó unas pesadas botas y, protegido con una bufanda que amorosamente le había colocado su madre, salió resuelto con un balde en la mano. Solo habían pasado unos instantes –después dirían los que se quedaron en la casa que apenas fueron diez segundos– cuando todos se estremecieron al oír un alarido del pequeño. Fue un grito penetrante, más que nada de sorpresa, que inmediatamente después fue seguido por llamadas de auxilio.

“¡Socorro, se me llevan!”, llegó a decir Oliver. Todos los presentes salieron corriendo hacia la puerta. Owen Thomas cogió su fusil, que colgaba de la chimenea, mientras exclamaba: “¡Un lobo!”. ¿Era posible que ese gran depredador hubiese atacado al muchacho? El veterinario, el pastor, otro granjero invitado… todos salieron portando armas, palos y una linterna. Pero en el exterior no estaba el pequeño, no había nadie. Pudieron seguir el rastro que el niño había dejado en la nieve: unas pisadas que se interrumpían bruscamente, como si hubiese desaparecido sin dejar rastro o algo lo hubiese alzado para llevárselo volando. 

Durante unos segundos, que parecieron eternos, cundió el desconcierto, pero aún quedaba algo que les helaría la sangre. Todos pudieron escuchar claramente de nuevo los gritos de Oliver, que, para sorpresa general, venían de encima de sus cabezas: “¡Socorro, me han cogido! ¡Socorro!”, le oyeron gritar. Todos los que lo estaban buscando quedaron anonadados. Miraban hacia el negro cielo, pero no eran capaces de ver nada. Ninguna pista, ningún indicio que les mostrase dónde se encontraba el niño y qué era lo que le estaba llevando hacia el cielo. Pidieron al chico que les indicase dónde estaba, pero el pequeño Oliver ya no dijo nada coherente, solo chillaba. Unos gritos de terror que pudieron oír durante casi un minuto los desesperados familiares y amigos, un tiempo eterno de impotencia en el que, para su desconsuelo, la voz del pequeño se fue volviendo cada vez más tenue, como si fuese subiendo y estuviese cada vez más lejos. Algo incomprensible había sucedido. Alguien había arrancado a Oliver del suelo y se lo había llevado volando. 

Aun después de la desaparición, y en medio del desconcierto, varios de los asistentes siguieron buscando con la lámpara alguna pista. Pudieron constatar que las huellas del muchacho sobre la nieve parecían normales, pero se interrumpían bruscamente a unos 20 m de la casa. A 2 m de las últimas huellas se encontraba el cubo, como si el niño lo hubiese soltado desde una cierta altura. El resto de la noche siguieron dando vueltas, llamándolo, intentando descubrir entre las tinieblas alguna pista que explicase el suceso.

Hipótesis descartadas

Al amanecer llegaron unos policías de Brecon, que registraron con detalle toda la casa, los alrededores y el pozo, al que bajaron. Pero no encontraron ninguna pista, nada que pudiese explicar qué le había pasado al pequeño y, sobre todo, dónde estaba. La única explicación que parecía plausible era que algo se lo había llevado volando. 

Pero ¿qué ave hay en el País de Gales capaz de levantar el vuelo con un niño de 11 años entre sus garras? Ninguna, ni la mayor águila podría hacerlo. Los aviones también quedan descartados, pues en 1909 la aviación todavía estaba poco desarrollada y, sobre todo, el ruido del motor sería claramente reconocible. Un silencioso planeador tampoco parece ser la solución, pues la ausencia de un sonido que le delatase no evitaría la posibilidad de maniobrar para capturar al niño y levantar el vuelo permaneciendo casi un minuto encima de la casa. Un globo habría sido difícil de maniobrar y, además, habría sido visto a la luz de las estrellas que brillaban en el firmamento.

El caso del pequeño Oliver, secuestrado por algo que bajó del cielo en la Nochebuena, quedó finalmente archivado como pendiente de solución. Es uno más de los que están a la espera de ser resueltos, algo en lo que casi un siglo después muy pocos confían. 

La gran cantidad de testigos, entre los que se encontraban personas de reconocida reputación, permite descartar que la extraña historia de la desaparición del niño fuese algún tipo de engaño, una mentira urdida para ocultar tal vez algún crimen. La falta de una solución al misterio de la desaparición de Oliver Thomas no evitó que en los años siguientes los niños de aquella zona viviesen la víspera de la Navidad con una mezcla de sentimientos contrapuestos. Era una fiesta de alegría, con regalos para los pequeños, pero sabían que algo inexplicable se había llevado volando al pobre Oliver.

Tal vez algo había bajado del cielo, pero en lugar de traerle regalos se lo había llevado para nunca volver a ser visto. “Santa Claus es bueno y trae regalos, pero ¿existe algún ser malo que viene volando en la Nochebuena para llevarse a niños?”, preguntaban los pequeños de la zona a sus padres. “No, hijo –les respondían estos–, solo hay un anciano bondadoso que llega con regalos en un trineo tirado por renos mágicos.” Pero por las noches, sobre todo durante la víspera de la Navidad, los padres que pronunciaban estas tranquilizadoras palabras no perdían de vista a sus hijos en ningún momento. Sabían que si algo inexplicable se había dado cita una Nochebuena, podría volver a por otro niño.

Ave gigante o monstruo de otra dimensión

Durante casi cien años han sido muchos los intentos de explicar lo que le ocurrió a Oliver Thomas. Desde un primer momento se barajó la posibilidad de que lo capturase algún tipo de pájaro. En 1977 muchos se acordaron de este misterioso caso después de que se conociese el ataque de dos misteriosas aves negras a un niño de diez años llamado Marlon Lowe. El suceso tuvo lugar en Michigan (EE.UU) y no acabó trágicamente porque su madre intervino rápidamente y arrebató a su hijo de las garras de los animales cuando ya se estaban llevando por el aire al pequeño.

Casos similares han ocurrido en diversos lugares del mundo y en buena parte continúan siendo un misterio, pues según los testigos no se trata de aves conocidas. En ocasiones se ha especulado que podría tratarse de algún superviviente de los teratórnidos, unos parientes del cóndor de los Andes que vivieron hasta hace unos 10.000 años en Norteamérica. Pero esas especies no se conocen en Europa. A veces las descripciones de las criaturas son aún mas extrañas, pues parecen reptiles alados como los que vivían en la época de los dinosaurios.

Otra hipótesis recuerda que, según diversas tradiciones, durante momentos determinados del año, como la víspera de Navidad, de Todos los Santos o de San Juan, los límites de nuestro mundo parecen quedar mas difusos, siendo posible que salten hasta nuestra realidad entidades que normalmente no viven entre nosotros. Entidades que forman parte del mundo de monstruos como el chupacabras, el diablo de Jersey o el demonio de Dover y que han sido vistas en diversas ocasiones y lugares.

http://elapocalipsisvaallegar.blogspot.com/

Sin comentarios.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Si quieres saber más sobre tu nombre en otros sistemas de escritura, clica la imágen.

clica aquí..

Airbus prueba con éxito un detector de nubes de cenizas volcánicas.

El A400M sembrando la nube
El A400M sembrando la nubeAirbus/ P. Masclet


En abril de 2010 la nube de cenizas provocada por erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull obligó a cerrar durante varios días al tráfico aéreo buena parte de Europa, creando un verdadero caos en cuanto al transporte de pasajeros y mercancías.

El problema fundamental es que aunque al principio esas nubes son muy visibles luego las cenizas se dispersan en la atmósfera y se vuelven invisibles, aunque no por ello menos perjudiciales para los aviones, que en algunos casos llegaron a ver cómo se paraban sus motores en pleno vuelo por meterse en una de estas nubes.

Un radar para las cenizas
Airbus, trabajando junto con la empresa noruega Nicarnica Aviation y Easyjet, uno de sus mayores clientes en cuanto a número de aviones en uso, acaba de probar con éxito un sistema capaz de detectar estas nubes de ceniza, lo que de cara a futuras erupciones serviría para evitar tener que cerrar el espacio aéreo, o al menos sólo para cerrar las zonas realmente afectadas.

AVOID, de Airborne Volcanic Object Imaging Detector, Detector Aerotrasportando de Objetos Volcánicos mediante Imágenes, es un dispositivo similar a los radares pero que usa infrarrojos para detectar las partículas de origen volcánico.

Diseñado por el ingeniero Fred Prata de Nicarnica, el primer prototipo operativo voló montado en el exterior de un Airbus A340 que el fabricante tiene para pruebas, y detectó y midió correctamente la concentración de una nube de cenizas creada artificialmente desde más de 60 kilómetros de distancia.

La nube, formada por una tonelada de cenizas traídas de Islandia, fue lanzada sobre el golfo de Vizcaya por un Airbus A400M en un corredor aéreo restringido, y una avioneta Diamond DA42 de la Universidad de Dusseldorf de Ciencias Aplicadas voló en ella para medir in situ su concentración y así poder comparar los datos con los proporcionados por el sistema AVOID.

Pruebas en aviones de línea
Tras el éxito de estas pruebas el paso siguiente es incorporar estos detectores a algunos de los A320 de Easyjet a finales de 2014 para hacer pruebas en vuelo, con la idea de que en un futuro no muy lejano este tipo de equipos pueda incorporarse como una opción más en los aviones.

fuente/RTVE

El Cometa ISON ha Explotado. Por José Luís Camacho de mUndo Desconocido.es

El Misterioso cometa ISON ha sufrido una explosión que por causas desconocidas lo ha fragmentado y posiblemente se destruya en su transito solar cercano.

A mediados de Octubre, nos indican unas fuentes que posiblemente el cometa ISON será bombardeado con un artefacto atómico por consigna de un programa paralelo que las agencias del espacio mantienen de manera secreta, nosotros mantenemos silencio al respecto pero se produce la actual circunstancia que parecía haber sido predicha por las fuentes mencionadas.

Asimismo, se ha descubierto una tercera cola en dicho cometa que parece ser generada por algún artefacto que sigue a este objeto espacial.

De todo esto hablamos en el siguiente vídeo, esperamos que os guste.

Extraña forma No Identificada filmada sobre el cielo de Tennessee (EEUU)


La física cuántica demuestra que hay vida después de la muerte.

Hay vida después de la muerte, y la muerte es una ilusión creada por nuestra conciencia. Un científico estadounidense ha encontrado pruebas de esta teoría en la física cuántica. 

afterlife

“Creemos que la vida es solo la actividad del carbono y una mezcla de moléculas; vivimos un tiempo y después nos pudrimos bajo tierra”, dijo el doctor en medicina Robert Lanza’.

Este profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte argumentó que los humanos creemos en la muerte porque “nos han enseñado a creer que morimos”; es decir, nuestra conciencia asocia la vida con el cuerpo, y sabemos que el cuerpo muere. Su teoría, denominada ‘biocentrismo’ o ‘universo de la biocéntrica’, explica que la muerte no puede ser tan terminal como creemos. 

Según esta teoría, la biología y la vida originan la realidad y el universo, y no a la inversa. De eso se desprende que la conciencia determina la forma y el tamaño de los objetos del universo. Para dar un ejemplo, Lanza se centra en cómo percibimos el mundo que nos rodea. Una persona ve el cielo azul y le dicen que ese color es el ‘azul’, “pero se pueden cambiar las células de su cerebro para que vea el cielo de color verde o rojo”. 

Nuestra conciencia da sentido al mundo y puede ser alterada para cambiar nuestra interpretación. Desde el punto de vista de la biocéntrica, el espacio y el tiempo no se comportan de manera tan rígida ni tan rápida como nos presenta nuestra conciencia. Si aceptamos la teoría de que el espacio y el tiempo simplemente son ’herramientas de nuestra mente’, entonces la muerte y la idea de la inmortalidad existen en un mundo sin límites espaciales ni lineales. 

Los físicos teóricos creen que hay una cantidad infinita de universos en los que diversas variaciones de personas y situaciones existen y ocurren simultáneamente. Lanza afirma que todo lo que puede suceder sucede en algún momento en todos estos ‘multiversos’ (los múltiples universos posibles), lo que significa que la muerte no puede existir “en un sentido real”. 

Según Lanza, que participó en los primeros experimentos de clonación, cuando morimos nuestra vida se convierte en una “flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso”. Para corroborar su teoría, el científico citó un experimento conocido como ‘experimento de la doble rendija’, que demuestra que la percepción humana participa en el comportamiento de la materia y la energía.

fuente/www.mysteryplanet.com.ar

Obesógenos: las sustancias que nos están haciendo engordar sin darnos cuenta.

Los obesógenos están continuamente presentes en el ambiente. (Corbis)
Corbis
Todo el mundo sabe que cada vez estamos más gordos. Y casi todo el mundo cree que el aumento de la ingesta calórica y el sedentarismo en las sociedades desarrolladas son los principales culpables de la epidemia de obesidad. El problema es que, ni los cambios en la dieta, ni el sedentarismo, son suficientes para explicar por qué ha crecido la obesidad en todas las poblaciones.

El ejemplo más claro de esto hay que buscarlo en el reino animal. La Encuesta Nacional de Obesidad de las Mascotas de EEUU ha constatado que el 50% de los gatos y perros estadounidenses sufren de sobrepeso. También los animales de laboratorio y de los zoológicos, que han tenido la misma dieta y estilo de vida durante décadas, están cada vez más gordos.

En 2010, un grupo internacional de científicos publicó un estudio en la revistaProceedings of The Royal Society, en el que se analizaba la evolución de 12 poblaciones de animales que viven en ambientes de influencia humana: todas habían engordado. Los chimpancés, la especie genéticamente más cercana a los humanos, habían experimentado un aumento de peso de entre el 33,2% y el 37,2% en el periodo comprendido entre 1985 y 2005. Bien es cierto que parte de este aumento podría deberse a que también los chimpancés comen más y hacen menos ejercicio, pero los investigadores aseguran que los chimpancés estudiados, al menos durante la última época, vivían en un ambiente muy controlado, con una dieta constante y unos hábitos de vida inalterables. ¿Por qué entonces continuaban engordando? ¿Puede ser la señal de que estamos pasando algo por alto?

"Los obesógenos son en su gran mayoría xenobióticos, esto es, compuestos cuya estructura química es inexistente o poco frecuente en la naturaleza"

Las sustancias que alteran nuestras hormonas
Dado que la dieta y sedentarismo no parecen explicar por sí solos el aumento de la obesidad, los científicos exploran la posibilidad de que existan otros factores que jueguen un papel complementario, y que afecten por igual a humanos y animales.

En 2002, Paula Baille-Hamilton, profesora de la Universidad de Stirling (Escocia) especialista en toxicología y metabolismo humano, firmó una polémica investigación en la revista Journal of Alternative and Complementary Medicine (que, pese a su sospechoso nombre, está muy bien valorada en losrankings) en la que aseguraba que existía una relación causal entre el aumento de los agentes químicos ambientales y el aumento de la frecuencia de la obesidad en la población. Poco después se acuñó el términoobesógenos para nombrar a estas sustancias químicas que polucionan el medio ambiente y que, incorporadas al organismo, pueden interferir con la regulación y conservación de la energía.

Los obesógenos son parte de los famosos disruptores endocrinos: las sustancias químicas que interfieren con nuestro sistema hormonal, causando alteraciones a todos los niveles de nuestro metabolismo. Su estudio es muy complejo, lo que explica por qué, más de una década después de la publicación del trabajo de Baille-Hamilton, muy poca gente conoce su existencia fuera de los círculos académicos. Al fin y al cabo, los obesógenos son en su gran mayoría xenobióticos, esto es, compuestos cuya estructura química es inexistente o poco frecuente en la naturaleza ya que han sido sintetizados por el hombre en el laboratorio. La mayoría han aparecido en el medio ambiente durante los últimos 100 años, por lo que su influencia sobre este está aún lejos de conocerse por completo.

Pese a esto, numerosos estudios in vitro, sobre animales de laboratorio y en humanos realizados en la pasada década evidenciaron que muchas de estas sustancias presentes en el medio ambiente o en la dieta pueden interferir con el complejo mecanismo de señalización neuroendocrina produciendo efectos adversos: entre otros, probablemente, la obesidad.

"La influencia de los obesógenos se está agravando debido a que nuestra comida tiene cada vez menos vitaminas y minerales"

Un campo de estudio complejo y con pocos apoyos
El doctor Ricardo García-Mayor, especialista en endocrinología y nutrición e investigador de la Universidad de Vigo, es uno de los pocos médicos españoles que ha estudiado en profundidad el complejo mundo de los obesógenos. En su revisión de estudios Disruptores endocrinos y obesidad: obesógenos, publicada en 2011 en la revista Endocrionología y nutrición,recopiló todas las evidencias científicas que tenemos hasta la fecha sobre estas sustancias. Su conclusión es clara: existen evidencias del efecto obesógeno de estas sustancias en estudios en animales de experimentación, tanto in vitro como in vivo, pero muy pocas en humanos.
Según ha explicado García-Mayor a El Confidencial, tenemos suficiente evidencia en animales para afirmar que los tóxicos ambientales pueden ser la causa del aumento de la prevalecía de obesidad en estos, pero no se ha logrado demostrar si ocurre lo mismo en humanos, porque “los diseños experimentales son más difíciles por motivos obvios”. Es cierto que el metabolismo de animales es diferente al humano, pero también es difícil creer que, entre todos los posibles obesógenos catalogados, ninguno vaya a afectarnos de una forma u otra.

Baillie-Hamilton, que desde que publicó su investigación no ha dejado de estudiar la relación entre los disruptores endocrinos y obesidad, sigue convencida de que su hipótesis es cierta, y los obesógenos están jugando un papel decisivo en el aumento de la obesidad. Según explicó a The Ecologist en 2012, “los químicos a los que estamos expuestos están envenenando nuestros sistemas de control de peso, lo que daña nuestra habilidad para perderlo”. Una situación que, asegura, se está agravando debido a que nuestra comida tiene cada vez menos vitaminas y minerales (algo que explica debido a la pérdida de calidad de nuestro suelo, que cada vez tiene menos nutrientes).

Cuando Baillie-Hamilton publicó su estudio se encontró con una gran reticencia de parte de la comunidad científica, que no se tomó en serio sus teorías –entre otras cosas porque cuando publicó su investigación ni siquiera estaba adscrita a una institución académica–, pero con el tiempo numerosos estudios han ido mostrando que, al menos, algo de razón llevaba. Este mismo verano dos artículos publicados en la revista Pediatrics han evidenciado que los niños expuestos a dos compuestos químicos utilizados en el envasado de alimentos, el bisfenol A y los ftalatos, son más propensos a ser obesos o presentar resistencia a la insulina que dé lugar a diabetes. Y es sólo un ejemplo.

Un breve catálogo de obesógenos
La investigación avanza lentamente, y no cabe duda de que es difícil encontrar financiación cuando tus estudios van en contra de la industria química, gran parte de la industria agroalimentaria, y las convenciones de la mayoría de nutricionistas. Pese a esto, después de una década se han alcanzado algunas conclusiones, y, tal como recoge la revisión de García-Mayor, estas son las sustancias sobre las que se dirigen todas las miradas.

Genisteína
Es una isoflavona con propiedades antioxidantes, que se ha utilizado como antihelmíntico, para tratar la infestación por lombrices. Se encuentra de forma abundante en la soja. Los científicos han comprobado que la sustancia, en dosis similares a las que podría consumir cualquier humano que incluya la soja en su dieta (es decir, casi todos los orientales, y cada vez más occidentales), resulta obesogénica en ratones. Otros estudios han comprobado que la sustancia altera la distribución de la grasa corporal en mujeres postmenopaúsicas.

Bisfenol A
Es de largo el obesógeno más estudiado, sobre el que recaen más evidencias científicas y, además, el que afecta en mayor medida a la población, dado su amplio uso en productos industriales y de consumo. En cultivos de adipocitos humanos se ha observado que el BPA inhibe la liberación de la adiponectina, un protector del organismo sobre muchos de los componentes del llamado síndrome metabólico. Otros estudios han demostrado que los niños expuestos a esta sustancia son más propensos a ser obesos. Su efecto, no obstante, podría ser más limitado en los adultos. Según demostró una investigación de 2011 el Bisfenol A se absorbe y elimina rápidamente por el organismo, por lo que no tendría el efecto tóxico observado en los animales de experimentación.

Compuestos órgano-estáñicos
El tributil-estaño (TBT), monobutil-estaño (MBT) y tifenilestaño (TPT) son agentes orgánicos que de forma continua polucionan el medio ambiente. Se utilizan en el revestimiento de embarcaciones, en la industria de la madera, en sistemas conductores de agua, y como fungicida en alimentos.

Según una investigación de la Universidad de California, publicada en 2006, estas sustancias activan unos receptores nucleares que juegan un decisivo papel en la adipogénesis. En opinión de García-Mayor, es necesario realizar más estudios epidemiológicos, pero dado el contacto amplio y frecuente de estas sustancias con un segmento importante de la población general, estos agentes son posibles obesógenos en humanos.

Ftalatos
Los ftalatos son compuestos orgánicos sintéticos derivados del ácido tálico.Están amplia y continuamente en contacto con la población al ser constituyentes de plásticos, productos de cosmética, juguetes, lubricantes, etc. Se comprobó su efecto adipogénico en ratones prenatales y este verano un estudio comprobó que los niveles urinarios de un tipo particular de ftalatos, conocidos como di-2-etilhexil (DEHP), que se utiliza para suavizar las botellas de plástico, están estrechamente ligados a las probabilidades de tener resistencia a la insulina, un precursor de la diabetes. Además, otro estudio epidemiológico en humanos varones observó una correlación positiva entre la concentración de ftalatos en orina y el perímetro de la cintura.

fuente/www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-11-05/obesogenos-las-sustancias-que-nos-estan-haciendo-engordar-sin-darnos-cuenta_45073/

jueves, 14 de noviembre de 2013

La hipótesis OVNI de la misteriosa explosión en La Plata que nadie sabe explicar.

El pasado lunes, alrededor de las 23 horas se escuchó en La Plata y alrededores un fuerte estruendo que hasta sacudió ventanas y puertas y provocó una leve ventisca. Muchos vecinos se preguntaron qué fue lo que pasó. 

Al día siguiente, las autoridades oficiales del municipio y otras voces dijeron desconocer el origen del fenómeno: ni Defensa Civil, ni YPF, ni el Observatorio, ni Edelap, ni los Bomberos, ni la municipalidad de Ensenada pudieron explicar lo sucedido. Por eso, ante tanta incertidumbre, estudiosos del fenómeno ovni tomaron protagonismo al relacionar la explosión con un extraño objeto que sobrevoló la zona de Quilmes, aproximadamente 40 minutos antes de lo que pasó en la capital provincial. “Por descarte, uno va llegando a la conclusión que hay una sucesión muy grande entre lo de Quilmes y La Plata. Además hay antecedentes”, le dijo aLetra P el titular de la Fundación Argentina de Ovnilogía, Luis Burgos, en el marco de lo que hasta ahora es un misterio.

¿Qué originó la misteriosa explosión en La Plata?

“Mi hija estaba durmiendo y de repente saltó asustada de la cama”; “retumbó muy fuerte y temblaron las ventanas”; “hubo un ruido muy fuerte, y nadie nos dice qué pasó. Es como si hubiese sido un trueno”; “cuando pasó eso estaba en City Bell, pero hablando con personas de Gonnet me enteré que también escucharon el ruido”, son algunos de los testimonios que recabó el Diario El Día, de vecinos de todo el gran La Plata. Horas después, nadie supo dar explicaciones.

El tema quedó en la nada, hasta que un grupo de estudiosos de fenómenos que muchos no pueden explicar, se puso al tanto, y no tardó en arrojar las primeras conclusiones. Así, la hipótesis ovni cobra mucha fuerza, teniendo en cuenta un episodio registrado también por varios testigos, a 40 kilómetros de distancia de la ciudad de las diagonales, en Quilmes.

“Esta gente, que está en dos zonas diferentes de Quilmes, observó un objeto con forma de boomerang. Se trata de un objeto que no es la primera vez que aparece; tenemos muchos reportes que hablan de una especie de triángulo oscuro con tres luces, que pasa a gran velocidad y anda merodeando por varios lugares de la provincia de Buenos Aires”, comenzó relatando Burgos.

Así, quien además es coordinador de la Red Argentina de Investigación Ovni (RADIO), explicó que “todas esas observaciones son previas a la explosión que se escuchó en La Plata y por esto estamos recabando información y chequeando todos los datos que tenemos. Es que por analogía, nosotros tuvimos muchas veces este tipo de casos en nuestro país. Un objeto avistado, y que inmediatamente después se produce algún tipo de fenómeno de estrépito o estruendo en las alturas”.

El especialista puso la lupa principalmente en lo que declararon las voces oficiales del gobierno platense y los distintos organismos. “Lo más importante es la parte oficial. Todos se lavaron las manos. Se hablaron de cosas insólitas: desde una acumulación de gases en el Ceamse, pasando por la destilería de YPF, petroquímica y demás”, se asombró, poniendo especial énfasis en la versión del Observatorio platense, ya que para Burgos, “en el Observatorio están los más acérrimos enemigos del fenómeno ovni; los tipos están esperando que uno diga la palabra ´ovni´ para salir inmediatamente a desmentir. Y ahora ellos mismos descartaron la posibilidad de un meteorito”.

Pero ¿cuáles son las restantes hipótesis? “Puede tratarse de un ´boom sónico´ protagonizado por una lluvia de meteoritos que cuando al entrar a la atmósfera se produce un estrépito. No sé. Vamos a suponer que se trató de un avión que rompió la barrera del sonido… bueno, eso ya fue desmentido este jueves por la Fuerza Aérea”, ejemplificó. “Por descarte, uno va llegando a la conclusión que hay una sucesión muy grande entre lo visto minutos antes en Quilmes con la explosión. Además hay antecedentes”, insistió.

“Lo de La Plata ha sido algo muy grande. Hay centenares de testigos, desde Villa Elisa hasta Villa Elvira y desde el Río de la Plata hasta Olmos. Nosotros vemos que hay una sucesión en tiempo y espacio: el objeto que se vio en Quilmes vino de norte a sur. A mí en ese momento me llaman por teléfono y me dicen que viene para La Plata. Después se esfumó o desapareció, y cuarenta minutos después, pasa esto (la explosión). Pero no sería la primera vez que pasa esto”, continuó Burgos.

Además, hasta descalificó al responsable de la Agencia Hidrometeorológica de Pablo Bruera, el meteorólogo Mauricio Saldivar. “Me pareció medio ridículo lo que opinó el meteorólogo Saldivar. Él habló de lo que pasó en Monte Grande hace unos años, diciendo que había pasado algo similar y que después se dijo que fue una garrafa… Pará, primero investigalo. Si el tipo llega a relacionar esto de La Plata con una garrafa, hace el ridículo del año”, disparó el especialista.

“Nosotros ya pedimos que cualquier tipo de información referida a este tema nos sea proporcionada. En Esteban Echeverría se vio caer algo en la zona del cementerio, y estamos trabajando para ver si tiene relación con lo de La Plata. Además estoy chequeando un trazo meteórico –restos de un meteorito- que cayó en Sierra de los Padres, provocando un manchón en el terreno de 1 metro y medio”, continuó.

“Lo de Quilmes es un ovni, no hay ningún tipo de duda. Pero ojo, al hablar de ovni no estamos hablando de una nave con marcianos verdes necesariamente, eh. También es factible que sea un aparato, un prototipo americano que esté haciendo de las suyas en Argentina”, ejemplificó, y concluyó con un interrogante que alimenta aún más el misterio: “para hacer semejante estruendo tiene que haber sido algo muy, muy fuerte. Si las voces oficiales dicen que no fue un meteorito, que no hubo ninguna entrada de chatarra espacial ni tampoco ningún avión. Entonces ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué lo provocó?”.

fuente/Letrap.com.ar

Bienvenidos a la onceava dimensión. La teoría de cuerdas.