viernes, 31 de julio de 2015

Expertos franceses investigarán si los restos hallados en la Reunión corresponden al MH370

La compañía de cazatesoros Ocean X ha localizado un submarino ruso hundido en 1916.

Un bólido fué filmado en Argentina

Fue visible desde Soriano, Rivera, Río Negro, Paysandú, Flores, Durazno y Salto.
Santiago Roland, licenciado en Astronomía y coordinador del Observatorio Los Molinos, dijo a Subrayado que se trata de “un bólido espectacular, de gran duración”.



Pirámides vistas desde un Drone que fueron construidas por la civilización Nubia hace 3.000 años

El impresionante reptiliano gris que se vio en Valencia en 1968. (Por Ufopolis)

humanoide reptiliano_Fotor
El ser reptiliano impresionaba por sus ojos rojos

En ocasiones hemos escuchado voces y testimonios sobre humanoides de todo tipo y pelaje, incluyendo estos seres del tipo reptil que tanto furor hacen en las redes. Existen casos de lo más complejo a este respecto, pero ninguno como el avistamiento del cazador Mateo Chóver en Yesa, Valencia, en 1968. 

Cogemos la máquina del tiempo y nos plantamos a las 16,00 horas del sábado 31 de agosto de aquel año. Aquí tenemos a tres cazadores de Liria (Valencia) que rondaban los 50 años de edad, haciendo un descanso para prepararse una “torrá” de carne en las proximidades de un barranco situado a unos 5 km al este de la pequeña localidad montañosa de La Yesa (Valencia). Iban a comer y se les notaba relajados. Pero aquella torrá de carne venía acompañada de una sorpresa. Algo les llamó la atención. Una especie de”flash” en el cielo. Qué era eso.


Segundos después, uno de los cazadores, Mateo Chóver, dejó la escopeta y el zurrón en el suelo y se acercó al borde del barranco para orinar un poco ajeno a la luz, sorprendiéndose al observar, al otro lado del citado barranco por el que discurría un riachuelo y a unos cien o ciento cincuenta metros de distancia, la figura de un ser de tipo humanoide que presentaba unas características increíbles: complexión atlética, cabeza de lagarto (sin casco) con dos ojos rojos, manos como garras (en una de ellas sujetaba un casco transparente con visera blanca) y rabo de estilo gato que llegaba a tocar el suelo. Así como suena.

Estas tres partes visibles del ser aparecían desnudas y eran de color gris; el resto de su cuerpo aparecía cubierto por un mono blanco, que bajaba desde el cuello, cubriendo las muñecas y terminando en unas botas blancas. Adosada a su espalda, se distinguía una mochila metálica o caja rectangular de color “aluminio”, de medio metro de altura, que brillaba rematada por una antena negra.

El ente, ofrecía la impresión de estar “esperando a algo o a alguien”, conforme lo manifestado por Chóver y aunque el testigo no estaba seguro del todo debido a la distancia, creyó que el humanoide sacaba de vez en cuando por la boca una lengua bífida.

El humanoide reptiliano parecía no haberse percatado de la presencia de Mateo, quien, agachado entre unos romeros, se giró y avisó mediante señas a sus compañeros para que se acercaran en silencio. Habría que haber visto sus caras. De esa guisa los tres amigos lo vigilaron durante “unos 3 minutos”, hasta que recibieron un susto tremendo al aparecer instantáneamente sobre el algarrobo, a unos diez metros de la copa, un cilindro de aspecto metálico y color negro “que reflejaba el Sol en sus esquinas”.

Le calcularon unos treinta metros de longitud por diez más o menos de grosor. Se hallaba completamente estático, en posición horizontal, paralelo al suelo, en sentido noreste-suroeste. No se escuchó ruido alguno. Ahí sí que tuvieron miedo. ¿Y si les llevaban?

Arrastrándose por el suelo y temiendo por sus vidas ya que nunca antes habían visto cosa parecida (pensaron que seres de otro mundo estaban invadiendo España) , los asustados testigos retrocedieron hasta refugiarse con sus escopetas entre unos zarzales, para pasar desapercibidos, llegando a perder Chóver su gorra de caza por el estrés.

Así se mantuvieron, sudando, durante “un rato largo”, pero cuando llevaban escondidos un par de minutos escucharon, procedente del barranco, “un fuerte ruido como de engranajes o maquinaria en funcionamiento, que paró enseguida“. De nuevo les llamó la atención una especie de “flash” en el cielo. En ello , uno de los cazadores de nombre o apellido Guillém, dijo “Será que se han ido…”, mientras que otro, Rafa Llopis, “temblaba de miedo como un conejo” (sic). Al final salieron con precaución del refugio, comprobando que tanto el ovni como el misterioso humanoide habían desaparecido.

Algo más serenos, bebieron agua de sus cantimploras, atravesaron el barranco y se pusieron a investigar el suelo con las escopetas cargadas hasta los topes alrededor del algarrobo, cuyas ramas y hojas más altas aparecían ahora como “quemadas o tiznadas de carbonilla”. El lugar olía a azufre, elemento que no nos cansamos de ver en la casuística ovni. La tierra estaba reseca y hallaron varias huellas de pisadas uniformes de bota de suela lisa, sin tacón, sin hendiduras, escoriaciones o marca alguna. Estimaron una talla 50 de pie y comparando el hundimiento de ellas con los de sus botines de caza, los testigos calcularon que el individuo que las había dejado debería pesar al menos 150 kilos. Un humanoide era una mole, literalmente.


Por contraste con el tamaño del árbol, el humanoide debía medir unos dos metros y veinte centímetros o algo más, pues “casi tocaba con la cabeza las ramas bajas”. Guiados por la intuición se dirigieron después hacia una cueva que sabían que existía en la ladera de un monte cercano, pensando quizás que el humanoide había podido salir de allí, “por si se hubiera dejado algo raro dentro de la cueva”. Y allí fueron. Al llegar advirtieron que era imposible meterse en la caverna por lo tupido de la espinosa maleza que cubría la entrada. Conmocionados, optaron por dejar la “torrá” para otro día, abandonaron la caza de tórtolas y regresaron andando hacia el lugar donde habían estacionado sus motocicletas. Durante el trayecto, se encontraron con una pareja de la Guardia Civil, a quienes informaron de lo ocurrido. Los guardias, que no tomaron nota, tras escucharles respondieron “Por estas tierras eso es normal; los ha visto más gente.” Surrealismo al cuadrado.

Al llegar a sus casa, los testigos comentaron que habían visto “algo que no era de este mundo” a sus familiares más allegados y amigos íntimos, pero el suceso no trascendió a la opinión pública jamás. Poco más se sabe de esta interesantísima visión de un humanoide del tipo reptil y un ovni alargado. Destaca el detalle de la escafandra y la tonalidad grisácea de su piel. ¿Qué era aquello? ¿Creéis que tras el fenómeno ovni se esconde más de una inteligencia? ¿Pudo mostrarse de esa guisa cogiendo algo del subconsciente de los testigos y plasmándolo en la experiencia? Os esperamos en los comentarios y os dejamos con este vídeo en donde exponemos avistamientos de este tipo, pero con la capacidad de volar. Esperamos que tanto el artículo como este vídeo sean de su agrado.



fuente/Ufopolis

Cronestesia: nuestra mente navega a través del tiempo.

CIENTÍFICOS CONFIRMAN LA HABILIDAD DE NUESTRA MENTE PARA VIAJAR A TRAVÉS DEL TIEMPO, RETOMANDO EL PASADO Y PROYECTÁNDOSE HACIA EL FUTURO PARA CREAR UNA PERCEPCIÓN CONTINUA.

Nuestro cerebro es una especie de jardín secreto que guarda un sinfín de flores neurológicas. Su capacidad resulta, paradójicamente, casi imposible de concebir aún para nuestra propia mente (¿Puede nuestro cerebro autopercibirse?) y en este sentido nos remite a la paradoja que cuestiona desde una perspectiva filosófica la perfección de Dios: si dios es perfecto puede crear una piedra tan pesada que ni el mismo pueda mover, si no la puede crear, entonces no es perfecto. Si la crea y no la puede mover… tampoco.
Pero más allá de estas neuro divagaciones lo cierto es que el diseño del cerebro humano es, a pesar del escepticismo filosófico, una manifestación perfecta, incluso divina. Y por más que las neurociencias lo estudien, lo incentiven, y lo catalicen, siempre mantendrá secretos que sorprenderán a la mente que, aparentemente, lo controla.
Por lo pronto un grupo de investigadores han descubierto una nueva cualidad impresa en distintas regiones de nuestro cerebro que le permiten viajar a través del tiempo: la cronestesia. Esto se refiere a la habilidad de percibir el pasado, presente, y futuro, y de trasladarse mentalmente a través del tiempo subjetivo.
La capacidad de recordar eventos pasados o imaginar sucesos futuros influye de manera determinante en la acción de elegir, en las decisiones que un individuo adoptará a lo largo de su vida. Apoyados en imagenología de resonancia magnética, científicos han detectado regiones específicas de nuestra corteza cerebral que permiten, a través de mecanismos de neurocorrelación, el viajar mentalmente a través del tiempo.
Investigadores de las universidades de Umea (Suecia) del Sur de Illinois, y de Toronto, han publicado los resultados de su investigación sobre las aptitudes cronestésicas del cerebro humano en el diario Proceedings of The National Academy of Science. “El viajar a través del tiempo con la mente consiste en dos series independientes de procesos: unos son los que determinan el contenido de cualquier acto o “viaje” como qué es lo que ocurre, quiénes son los actores, dónde ocurre la acción; es algo parecido al contenido en una película –todo aquello que ves en la pantalla-; y en segundo lugar están aquellos que determinan el momento subjetivo en el tiempo, dentro del cual ocurren las acciones –pasado, presente, y futuro-. Afirma Endel Tulving de la Universidad de Toronto en entrevista con Physorg.
“Dentro de la ciencia neurocognitiva, sabemos bastante sobre el espacio percibido, recordado, conocido, e imaginado. Pero esencialmente desconocemos todo sobre el tiempo percibido, recordado, conocido, e imaginado. Cuando recuerdas algo que hiciste la noche anterior estás conciente no solo de que el suceso ocurrió y de que tu estabas “ahí”, como un observador o participante activo (¿memoria episódica?), pero también sabes que sucedió ayer, es decir, en un tiempo que ya no es más. La pregunta que estamos haciendo es ¿Cómo sabes que ocurrió en un momento que no es el ahora?”
El punto del estudio es develar cual es, específicamente, la habilidad que tiene nuestro cerebro para navegar a través del tiempo subjetivo sin perder la brújula temporal. Y al parecer la respuesta esta en su capacidad cronestésica. Cuando transmitimos información a través de neuroconexiones esto se hace de manera indistinta, hablando desde un punto de vista totalitariamente objetivo. Pero entonces ¿Cómo es nuestro cerebro capaz de percibir y posteriormente indicarnos que esa escena o sensación que estamos proyectando es parte de un episodio pasado, presente, o futuro? ¿Cómo dilucida en un fascinante proceso automatizado si se trata de una percepción impresa en el ahora, o si por el contrario es un recuerdo archivado o una proyección futura? La respuesta, según este grupo de investigadores es relativamente sencilla: nuestra mente puede viajar en el tiempo y regresar al “ahora” para compartirnos la información que recabó en otros puntos de la dimensión temporal… todos somos crononautas!
fuente/pijamasurf.com


jueves, 30 de julio de 2015

Impactante forma No Identificada Aérea en Philadelphia (Pennsylvania).

Extraño Fenómeno en Lago de Costa Rica.


Según el autor del vídeo el hecho habría sido causado por la presencia de un OVNI que se encontraría muy cerca al lugar. El incidente ocurrió el pasado 29 de Julio (2015) en Costa Rica donde un testigo advierte una extraña y anormal formación circular muy marcada en la superficie del agua. Así mismo se nota a un pequeño objeto que al parecer estaría suspendido en el aire (!). ¿Algún tipo de Crop Circle o Agrograma acuático?




fuente/ultimosavistamientosextraterrestres.blogspot.com

¿Debería honrarse a Irena Sendler como Santa?. Irena Sendler: El ángel de Varsovia.



En 1999, un grupo de estudiantes de Kansas que realizaban un estudio sobre el Holocausto judío se toparon por casualidad con el nombre de una mujer polaca y un dato junto al mismo: Irena Sendler, que así se llamaba, había salvado ni más ni menos que a 2500 niños del gueto de Varsovia durante la ocupación nazi. Salía a la luz, más de medio siglo después, la imagen de una ancianita a la que muchos de aquellos niños, ahora convertidos en adultos, reconocieron en los medios de comunicación. La historia de Irena Sendler fue la historia de una mujer valiente y con unos valores puros. Al margen de ideales políticos y religiosos, Irena se jugó de la vida para salvar a seres inocentes de una muerte segura.


Irena Sendler nació el 15 de febrero de 1910 en Otwock, Varsovia, en el seno de una familia católica. Desde bien pequeña, Irena convivió con la solidaridad y el amor y respeto a los demás. Valores que aprendió de su padre, Stanisław Krzyżanowski, un médico que falleció cuando ella sólo tenía siete años al contagiarse del tifus que sufrían sus pacientes y a quienes muchos de sus colegas no habían querido atender por miedo a contagiarse.

Irena decidió dedicar su vida a los demás y se hizo enfermera. En 1939, cuando Alemania invadía Polonía, Irena, que trabajaba en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, trabajaba duro en los comedores comunitarios de la ciudad. 



Tres años después, la situación se volvió aún más complicada con la creación del gueto de Varsovia. A pesar de que Irena se había educado en la fe católica, igual que su padre, tuvo siempre simpatía por los judíos a los que no dudó en ayudar, a pesar del peligro que aquello podía conllevar para su propia vida.

Irena se unió entonces al Consejo para la Ayuda de Judíos, conocido como Zegota, como miembro del cuerpo sanitario para encargarse de paliar los casos de enfermedades contagiosas. Ante la amenaza de una epidemia de tifus, los nazis fueron permisivos con las personas que entraban en el gueto para intentar frenar la enfermedad.

Además de ayudar a otras enfermeras no judías a introducirse en el gueto, Irena pronto vio se dio cuenta de que aquel espacio controlado y vigilado sólo podía ofrecer un futuro oscuro para sus habitantes. Así que decidió buscar la manera de sacar del gueto al menos a los más pequeños. Era una decisión terrible para las madres que debían desprenderse de sus hijos pero en muchas ocasiones era la única manera de salvar sus vidas. Muchos de sus padres terminarían falleciendo en los campos de concentración a los que los judíos del gueto de Varsovia fueron trasladados.

La manera más sencilla de sacar a los niños del gueto era mediante las ambulancias que trasladaban a los más graves a los hospitales de fuera del espacio controlado. Pero pronto tuvo que buscar otros métodos para hacerlo. Desde colocarlos dentro de bolsas de basura hasta en ataúdes, cualquier idea era bienvenida.



De los 2500 niños a los que pudo salvar de una muerte segura, Elzbieta Ficowska fue uno de los casos más conocidos. En aquel terrible 1942, era solamente un bebé de escasos meses cuando se le fue administrado un narcótico y la colocaron en una caja con agujeros que pusieron escondido en un cargamento de ladrillos. Sus padres murieron en el gueto y la pequeña Elzbieta fue criada por Stanislawa Bussoldowa, una conocida de Irena. Una cuchara de plata con la fecha de su nacimiento y su apodo, Elzunia, grabados fue el pequeño objeto que mantuvo a Elzbieta unida a sus raíces. Y es que Irena siempre quiso que los niños a los que salvó no perdieran nunca sus orígenes y su verdadera identidad. Para eso llevó un exhaustivo registro que enterró en el jardín de una vecina por si ella fallecía.

El 20 de octubre de 1943 las cosas se complicaron para Jolanta, nombre en clave de Irena, quien fue detenida por la Gestapo. En la prisión de Pawiak fue sometida a terribles torturas con las que los nazis no consiguieron sonsacarle el paradero de los niños a los que había estado ayudando a escapar del gueto.

Condenada a muerte, Irena pudo escapar de la prisión gracias a un soldado quien la ayudó a escapar y su nombre fue apuntado en la lista de ejecutados. Hasta el fin de la guerra, continuó con su labor bajo un nombre falso.

Una vez terminada la guerra, Irena desenterró las listas con los nombres de los niños y la entregó al Comité de salvamento de los judíos supervivientes.

Irena Sendler se casó y tuvo tres hijos y aun tuvo problemas con el régimen socialista que se instauró en Polonia.

Tras décadas de vida anónima, cuando su fotografía fue publicada en los periódicos fueron muchos los hombres y mujeres que reconocieron en aquella mujer a la enfermera que salvó sus vidas durante la ocupación nazi de Polonia.

La Orden del Águila Blanca de Polonia, título de Justa entre las Naciones de organización Yad Vashem de Jerusalén o su candidatura al Premio Nobel de la Paz fueron algunos de los reconocimientos a una mujer quien nunca pensó que su labor humanitaria descubierta muchos años después levantara tanto revuelo. Para ella fue lo que tenía que hacer.

Irena Sendler falleció en Varsovia, el 12 de mayo de 2008. Tenía 98 años.

miércoles, 29 de julio de 2015

Cristal de Aquaman. Científicos daneses inventan un sistema que permite respirar casi eternamente debajo del agua.

¿Te imaginas poder respirar debajo del agua sin necesidad de utilizar bombonas o cualquier otro aparato?. Pues según unos científicos de Dinamarca ese sueño ya es una realidad.
Gracias a un material cristalino denominado “Cristal de Aquaman” es posible extraer oxigeno del agua en tiempo real, sin consumo de otros recursos, incluyendo el propio cristal, que es necesario en cantidades mínimas para el proceso.
El artefacto funciona con cobalto, que actúa como un filtro para las partículas de agua, separando el oxígeno del hidrógeno. Además de eso, su capacidad de almacenamiento es gigantesca, en especial bajo altas presiones como en el fondo de la mar.
A pesar del tamaño, también por la alta concentración de oxígeno, una cucharadita de esos cristales sería equivalente al contenido de 3 bombonas presurizadas, o lo suficiente para chupar todo el oxígeno de una habitación.
Además de su utilización para deportes y actividades de recreo, también facilita un uso medicinal que permitirá a asmáticos y personas con problemas de respiración salir de casa sin necesidad de cargar un tanque y una máscara.
Según Christine McKemzie, del equipo de investigadores, “Este mecanismo es bastante conocido por todas las criaturas terrestres que respiran. Los humanos y otras especies utilizan hierro, mientras que los crustáceos, arañas y otros pequeños animales utilizan cobre. Pequeñas cantidades de metales son esenciales para la absorción de oxígeno, por lo que no es tan sorprendente ver ese efecto en nuestro nuevo material”.
fuente/bakio.com