lunes, 31 de octubre de 2016

¿Ser quedaría sol@ en una habitación con SOPHIA?. ¿Escuchen que dice...?

La Máquina Súper-Inteligente.

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El Dios Máquina (Deux ex Machina) quizás acaba de llegar, en un plazo de tan solo 16 años podrá pensar como cualquiera de nosotros y dentro de 50 años, superará al ser humano en todos los campos posibles, ¿Qué consecuencias y beneficios puede traer una máquina así?, ¿Qué dicen sus creadores? ¿Quién controla esa máquina? ¿Seremos esclavos de estos súper ordenadores?, quizás la ciencia ficción comienza nuevamente a cobrar un peligroso realismo en el campo de las computadoras de que tanto dependemos hoy en día.

El audio corresponde al programa Sabines, dirigido y presentado por Ferran Prat, en el que intervienen Jose Luis Camacho, de Mundo Desconocido y Artur Homs.



fuente/mundodesconocido.es

Desentierran la tumba de Cristo por primera vez en siglos.

Los restauradores que trabajan en la Iglesia del Santo Sepulcro de Israel dejarán al descubierto una losa de piedra venerada como el lugar donde Jesucristo fue enterrado definitivamente.

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Trabajadores remueven el desgastado mármol que ha recubierto la plataforma original del sepulcro por siglos, exponiendo una capa de material de relleno.
Los investigadores han encontrado una gran cantidad de material de relleno bajo un revestimiento de mármol instalado en 1555 en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, según informa la revista National Geographic.

«Se llevará a cabo un prolongado análisis científico, pero finalmente podremos ver una superficie de la roca original donde, según la tradición, fue puesto el cuerpo de Cristo», ha explicado el arqueólogo de la Sociedad Nacional Geográfica Fredrik Hiebert.

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  El santuario que alberga el tradicional sepulcro de Jesucristo está siendo restaurado.

La alegada plataforma funeraria se localiza actualmente en el Edículo, una pequeña capilla de mármol. El Edículo actual fue reconstruido entre 1809 y 1810 según el proyecto de un arquitecto griego. Los trabajos de restauración los realiza un equipo encabezado por Antonia Moropoulou, una experta de la Universidad Técnica Nacional de Atenas.

Según creen los científicos, el acceso a la tumba permitirá explicar por qué Helena, la madre del emperador romano Constantino, decidió que esta tumba era la última morada de Jesucristo tras identificarla durante unas excavaciones en el año 326.

fuente/MysteryPlanet.com.ar

Científicos descubren cómo funciona el efecto placebo.

La tecnología de resonancia magnética desarrollada especialmente para el estudio puede marcar el comienzo de una era de la terapia del dolor individualizada.

Científicos han identificado por primera vez la zona del cerebro en la circunvolución frontal responsable por el 'efecto placebo' en el alivio del dolor, de acuerdo con el reciente estudio del Instituto de Rehabilitación de Chicago publicado en la revista 'PLOS', según informa 'Science Daily'. En la ciencia, por 'efecto placebo', se entiende la reducción de dolor que se produce en enfermos que reciben tratamientos con sustancias inocuas, mientras los pacientes creen que son fármacos verdaderos con un efecto terapéutico.

La localización de la zona de activación del efecto placebo, que se encarga de la eliminación del dolor, puede desarrollar un tratamiento más personalizado para millones de pacientes con dolor crónico. La tecnología de resonancia magnética diseñada especialmente para el estudio puede marcar el comienzo de una era de terapia del dolor individualizada, gracias a la posibilidad de identificar cómo el cerebro de una persona responde a un fármaco.

"La nueva tecnología permitirá a los médicos ver qué parte del cerebro se activa durante el dolor y elegir el medicamento específico para esta zona", dijo Vania Apkarian, uno de los autores del estudio.

Los científicos afirman que el descubrimiento "proporcionará más datos basados en la evidencia sobre el dolor. Los médicos podrán saber en qué medida la zona del dolor se encuentra afectada por los medicamentos".

fuente/RT

sábado, 29 de octubre de 2016

En os próximos meses y años el tema planetario será noticia. ¿Tienes idea de los que hay ahí afuera?

Comparativas de tamaño de planetas y estrellas gigantes que dejan helado...Comparación de planetas y que pueden llegar a tener un diámetro de 4 horas luz. 


Documental

El infierno de Dante y el secreto del hombre.

Imágenes de la “Divina Comedia” de Dante Alighieri de finales del s. XIV, con una reflexión de Emmanuel d’Hooghvorst en la que interpreta el viaje al Infierno. Edición de R. Arola

blancLa Divina Comedia de Dante con ilustraciones realizadas en Génova, a finales del s. XIV. (Bodleian Library, University of Oxford, MS. Holkham misc. 48)
1. Dante quiere ascender hacia la cima de la montaña pero tres animales se lo impiden
2. Dante encuentra a Virgilio
3. Dante y Virgilio ante las puertas del Infierno
4. Virgilio impide que Dante dirija su mirada a las tres Furias
5. Dante y Virgilio ante el lugar de los condenados
6. Dante y Virgilio en el fondo del infierno
7. Dante y Virgilio salen hacia la luz por la senda misteriosa
Reflexión de Emmanuel d’Hooghvorst: “Esoterismo y dédalo iniciático”
Actualmente existen pocos términos más imprecisos que los de “iniciación” y “esoterismo”, a pesar de la abundante literatura dedicada a estos temas. El buscador que trata de abordar esta cues­tión, se encuentra confrontado a una acumulación de nociones con­fusas y a veces contradictorias de las que se desprenden las ideas de conocimientos transmitidospoderes adquiridos, sobre cuya naturaleza se interroga, pero que en cualquier caso le sugieren un secreto guardado.
Ante la profusión de libros, sectas, sociedades se­cretas, que solicitan su adhesión con los términos más seductores, el buscador se ve obligado, cual viajero extraviado desprovisto de brújula, a fiarse de su instinto, muchas veces falaz, a ceder a una seducción del espíritu y del corazón. Y así, uno puede perderse du­rante años en experiencias vanas o poco provechosas. Recorrer estos dédalos ya constituye una primera prueba, según dicen. Indudable­mente, pero, ¡hay muchos dédalos muertos, de los que ningún Ícaro ha conseguido salir nunca!
“No hay ningún secreto”, “la iniciación es una mentira”, inclu­so habrá quienes digan: “¡es una fábula diabólica!”; así es como a menudo nos han contestado, pero las más de las veces, nos han dado a entender la respuesta por medio de un silencio elocuente. Se trata en realidad de un instinto de conservación puramente animal. Muchos creyentes regimentados, por ejemplo, prefieren negar el problema y reposar en la promesa de la salvación, otros, en cambio, en los descubrimientos de la ciencia. Sin embargo, todos llevamos dentro nuestro propio secreto ¿quién de nosotros no lo ha presentido nun­ca? Aquí es donde interviene una aptitud natural, una calificación dada al principio, sin la cual un tal presentimiento no engendra nada más que aquel instinto de conservación animal del que acabamos de hablar.
Quizá hallemos aquí una de las explicaciones de la palabra evangélica: “Se dará al que ya tiene”. Presentir este secreto es pre­sentir el infierno, pues el infierno es el secreto del hombre. ¿Quién osará y quién conseguirá sin perjuicios, como Dante, penetrar en este “secreto del mundo”?
Dante era un verdadero poeta, queremos decir un poeta con sen­tido, como los de la Antigüedad, guiados por una musa. La Divina Comedia suele considerarse como la expresión más completa del esoterismo cristiano. Si deseamos saber algo de ello, leamos a Dante no por su belleza sino por su verdad.
En el primer canto, el poeta se extravía queriendo alcanzar di­rectamente la cima por la “pendiente árida” que había emprendido. El paso le fue cerrado por una bestia “que nunca ha dejado pasar a nadie, sino que acosa al hombre hasta devorarlo” y que “se acopla a numerosos machos” (Infierno, I, 95-96 y 100). Así pues, para reencontrar la vía tiene que hallar a un guía, Virgilio, maestro del bello lenguaje: “Eres mi maes­tro” –exclamó Dante– “y mi autor, eres el único de quien he podido adoptar el noble estilo a quien debo el honor” (I, 85-87). Notemos este após­trofe, pues nada ha sido escrito inútilmente. Este guía era un maestro del noble estilo, llamado también en aquella época lenguaje cerra­do. Pero Dante no hubiera podido realizar este encuentro sin la intervención de tres damas: la virgen María, Beatriz y Lucía.
“Deberás seguir otra vía”, dice Virgilio, “si quieres salvarte. […] creo y pienso, pues, que para ti lo mejor consiste en seguirme. Y seré tu guía para sacarte de aquí hacia un lugar eterno, donde podrás oír los gritos desesperados, donde verás el duelo de las almas anti­guas que gimen por la segunda muerte. Más allá, verás a aquellos que están contentos incluso en pleno fuego y que esperan alcanzar un día el coro de los bienaventurados” (I, 91 y 112-120).
Dante replicó: “Condúceme allí donde acabas de decirme, a fin de que pueda ver la puerta de san Pedro y a aquellos tan afligidos de los que me has hablado” (I, 132-135). Siguiendo a su guía paso a paso Dante penetra en el secreto: “En­tonces partió y seguí sus pasos” (I, 136). Así termina el primer canto. Así comienza el camino: initium, ‘comienzo’, Dante emprendió de esta forma la vía iniciática.
A modo de conclusión de este primer canto de la Divina Come­dia, observemos, ante todo, que la vía iniciática indicada aquí aparece muy distinta de la mística habitual. Empleamos este término en su acepción actual, de realización espiritual obtenida mediante una ascesis. Además, parece que la confusión entre iniciación y mística es casi universal hoy en día. La mística se esfuerza por al­canzar directamente la cima, y es aquí donde Dante confiesa haberse extraviado en la pendiente árida. Los poderes de los ascetas, los hechos maravillosos que a menudo acompañan una gran santidad, atestiguan sin duda alguna una realización que no está al alcance de los hombres vulgares. No obstante, está muy alejada del verdadero saber y de las operaciones del Arte. A veces, la han comparado con el carácter ilusorio que incita a las moscas a estrellarse y a morir contra el cristal, sin alcanzar jamás el aire libre. Hay aquí una trampa para el buscador y esta trampa es sutil.
Una sentencia musulmana atribuida al Profeta reza: “Un sólo gnóstico es más cruel para Sata­nás que veinte mil místicos”. La mística separa el cielo de la tierra, en lugar de unirlos; no se trata, pues, de una realización humana propiamente dicha, puesto que el hombre está compuesto de espíritu y cuerpo. Incluso cuando el místico utiliza ciertas técnicas, como el yoga hindú, técnicas de purificación y de dominio, el cuerpo sólo es considerado como un soporte pasajero cuyo espíritu debe tender a desprenderse.
Ciertas sociedades “iniciáticas” se esfuerzan por conseguir la “iluminación” espiritual, o bien inculcando a sus miembros la práctica de una ascesis generalmente de inspiración hindú, o bien mediante la práctica de ciertos ritos minuciosos que supuestamente hacen “bajar” una fuerza o una “potencia” que provoca la ilumi­nación de los participantes, o bien les hacen subir los escalones de una escalera de Jacob puramente imaginaria. Cuando el fenómeno anunciado no se produce, es muy fácil explicar que no se ha llevado a cabo el rito adecuadamente, que los participantes estaban mal pre­parados y que es cuestión de entrenamiento… Cuando por otra parte algo se produce, se trata siempre de un fenómeno impermanente, que se disuelve rápidamente y que deja al operador en el mismo estado en que se encontraba antes.
De todas formas, el carácter transitorio de este tipo de ex­periencias les sustrae toda su eficacia verdadera y permite pensar que se trata de una superstición o de una reminiscencia de la verdadera regeneración cuyas llaves habrían sido perdidas. En este campo, la pureza de la intención no es una garantía para los que emprenden una vía que tiene el mismo parecido con el hermetismo tradicional que el sueño con la realidad.
El tema del descenso a los infiernos es célebre en la literatura clásica. Era el tema dominante en las iniciaciones de Eleusis. Pero no hay que malinterpretar el significado de esta katabasis. No sólo tiene un valor de enseñanza. En hebreo la palabra cheol, ‘infierno’, procede de una raíz que significa ‘pedir’. El cheol está representa­do por unas fauces siempre abiertas de una avidez insaciable y no devuelve lo que ha cogido. Cuando el viviente baja al cheol, es para quitarle algo muy preciado, es para liberar su secreto, el secreto del hombre. Dicho secreto no se encuentra en el cielo de los místicos, incluso cuando se unen aunque sea por un instante, según dicen, con el gran Todo. Este secreto se encuentra en el infierno con los conde­nados, es el de la Palabra perdida. El ignorante busca en sueños.
Dante no podía explorar estos misterios sin la ayuda de un maestro del Noble Estilo. Este descenso a los infiernos es cier­tamente una realidad, aunque figurada por los poetas cabalistas.
(Traducción: J. Lohest-Hooghvorst)
fuente/arsgravis.com