sábado, 19 de julio de 2014

Una mirada a las profecías apocalípticas de Isaac Newton y Jesús.

En el Evangelio de Lucas, las profecías de Jesús sobre “el retorno del Hijo del Hombre", se refieren a los signos que aparecerán en el firmamento: “Habrá señales en el Sol, la Luna y las estrellas..."


Isaac Newton se interesaba por las profecías bíblicas buscando modelos y tratando de desarrollar un código para descifrarlos. Calculó que el fin de los tiempos podría llegar en 2060. JS Helios, autor del libro, El final de la cuenta atrás: lo que Isaac Newton no descubrió, dijo que sería en el año 2016, y no en el 2060.

Durante una entrevista en la publicación brasileña Jornal do Brasil en mayo, Helios razonó el por qué: “En uno de sus cálculos, Newton utilizó un período de 1290 años, que menciona el capítulo 12 de Daniel, a partir del año 609 d.C. Sin embargo, no sucedió nada importante en ese año para justificar que fuese el comienzo de la profecía. Investigando el Libro de Daniel (12:11-12), descubrió que el período de la profecía es en realidad el año 2625 (1290+1335), y que el principio de la profecía no era 609 d.C. como pensaba Newton, sino 609 a.C., entonces, 2625 años (d.C.) después de 609 a.C. corresponde al año 2016”.

El año 609 a.C. fue la fecha en que los judíos perdieron el Reino de Judá ante los egipcios en la batalla de Megido. Ese acontecimiento tan significativo en la historia judía fue el inicio de una cadena de acontecimientos que durarían miles de años, impidiendo a los judíos ser una nación independiente.

Jesús y el retorno del Hijo del Hombre

En el Evangelio de Lucas, las profecías de Jesús sobre “el retorno del Hijo del Hombre", se refieren a los signos que aparecerán en el firmamento: “Habrá señales en el Sol, la Luna y las estrellas. En la Tierra, las naciones estarán angustiadas y perplejas por el bramido y la agitación del mar. La gente se desvanecerá, temerosa de lo que pueda sucederle al mundo, porque los cuerpos celestes temblarán”.

En el Evangelio de Marcos (13:14), Jesús se refiere a la aberración “estar donde no corresponde”, señaló Helios. Éste se pregunta si la profecía puede referirse al planetoide Sedna. El astrónomo Mike Brown, quien lo descubrió en 2003, describió en su página web cómo Sedna no estaba donde supuestamente debía estar.

“Ese pequeño detalle, de estar mucho más distante de lo que se suponía que era el borde del sistema solar, fue un hecho cierto. Eso fue Sedna”, escribió Brown. Describió la órbita del planetoide como “algo extraño sin precedentes”. En su correo electrónico, escrito siete años después del descubrimiento, dijo que todavía no sabía cómo poder ubicar a Sedna en su lugar. El planetoide sigue siendo un misterio, y puede ser el primer signo visual de la nube Oort, una nube de algunos billones de años o cuerpos helados que se cree orbitan alrededor de nuestro Sol.

Helios pide un control más detallado de Sedna, aunque su trayectoria prevista no parece indicar peligro alguno.

La órbita de Sedna es de aproximadamente 11.000 años, lo que lleva a Helios a preguntarse si podría haber tenido algo que ver con el final de la última era glacial, hace unos 11.000 años. El último paso de Sedna cerca de la Tierra pudo tener algún efecto, dijo.

Según la NASA, Sedna estará en su máximo acercamiento a la Tierra en unos 72 años, pero incluso para entonces estará más lejos que Plutón. Brown argumentó según un informe de la NASA: “La última vez que Sedna fue visto cerca del Sol, la Tierra estaba apenas saliendo de la última edad de hielo. La próxima vez que regrese, el mundo tal vez vuelva a ser un lugar completamente diferente”.

Helios es consciente de que sus propias ideas son de naturaleza especulativa, el reino de la profecía nunca es muy transparente, después de todo, siempre está abierto a la interpretación, pero dijo, que su deber es advertir al mundo de cualquier peligro potencial.

“Incluso si tengo dudas, creo que mi deber es revelar lo que descubrí. Yo no soy ni un vidente ni un profeta. Estudié las profecías y los códigos secretos de la Biblia que advierten de una catástrofe mayor, referida en el libro sagrado como la ira de Dios o el Día del Señor”, dijo Helios al Jornal do Brasil.

fuente/ La Gran Época

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios irrelevantes e irrespetuosos serán omitidos.