martes, 8 de julio de 2014

URGENTE se necesitan LÍDERES



Me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. (Nehemias 2:2-5)

El mundo hoy en día necesita un Liderazgo BUENO y FUERTE, ya que nada sucede hasta que alguien proporcione liderazgo: “Todo se edifica o se derrumba según sea el liderazgo”. Liderazgo es INFLUENCIA. La prueba del liderazgo es ésta: ¿Alguien te está siguiendo?: Si no estás influyendo sobre nadie, NO ERES LÍDER.

Nuestros niños y nuestros jóvenes necesitan tener buenos líderes que los guíen a cumplir el propósito de Dios en sus vidas. En nuestros trabajos, familias y congregaciones necesitamos de un liderazgo bueno y fuerte a quien seguir. Pero un líder debe depender de la oración para influir en los demás. ¿Cuándo debe orar un líder?: Antes de hacer ninguna otra cosa, los líderes deben orar. ¿Por qué debe orar el líder?: Porque así demuestra que depende de Dios, porque la oración aligera la carga, porque ésta libera el poder de Dios.

¿Cómo debe orar el líder?
Nehemías basaba su oración en el carácter de Dios (v. 5), confesaba el pecado que había en su vida (v. 6 y 7), reclamaba las promesas de Dios (v. 8 y 9) y era específico (v. 10 y 11). Cuando un líder se enfrenta a un reto lo primero que debe hacer es orar; después, planificar. Hay muchas razones por las cuales la planificación es adecuada, algunas de ellas son: Dios lo hace (1ª Corintios 14:33), Dios lo ordena (1ª Corintios 14:40), es señal de buena mayordomía (Efesios 5:15 – 17). Un líder lo piensa todo detalladamente (dónde estoy, dónde quiero estar, cómo puedo llegar ahí).

Los líderes, además, se preparan para las oportunidades (No planificar es lo mismo que planificar un fracaso) y se fijan una meta (qué quiero ser, qué quiero hacer y qué quiero tener). Sobre todo, se fijan fechas límite (sin una fecha límite una meta no es meta, sólo es un deseo) y se prevén los problemas (¿Qué me podría detener?, ¿Qué podría salir mal?). También hay que calcular el precio (Lucas 14:28), estar dispuestos a pedirle ayuda a otros y prepararse para el éxito en lugar de preocuparse por el fracaso.

¿Qué planes has hecho para tu crecimiento espiritual? ¿Acostumbras orar antes de hacer cualquier cosa o tomar una decisión? ¿Tu vida ejerce influencia en otros? ¿Cuántas personas te siguen? Este mundo necesita líderes…

¿Aceptas el Reto?



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