Habían perdido todas las esperanzas.
Pete Benda estaba subido en la parte alta de un escenario arreglando las luces, cuando de pronto perdió el equilibrio y cayó 10 metros y se golpeó con fuerza la cabeza
y su cabeza impactó con fuerza contra el suelo. Después de eso, su familia comenzó a ver todo negro. Lo habían dado por perdido, su cráneo estaba destrozado y los doctores no tenían buenos pronósticos. Lo único que se podía esperar era que pasara el resto de su vida en un estado de parálisis moderada, pero él les dio a todos una sorpresa.
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