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jueves, 25 de junio de 2015

¿Podemos influenciar eventos futuros con tan sólo pensarlos?

LA CONSCIENCIA COLECTIVA ES UNA DE LAS FORMAS DE LA TELEPATÍA INVOLUNTARIA. CIENTÍFICOS DE DISTINTAS ÉPOCAS HAN TRATADO DE ELUCIDAR CÓMO ES QUE FUNCIONA LA TELEPATÍA Y, SI ES QUE EXISTE, QUÉ IMPLICACIONES TEMPORALES (COMO LA PRECOGNICIÓN), PODRÍA TENER.

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El término “consciencia colectiva” tiene mucho en común con lo que llamamos “percepción extrasensorial” o “telepatía”. Es usado por científicos para describir la práctica humana y animal de compartir comportamientos e ideas con otros por medios puramente mentales. Ya desde el año 1983, Durkheim relacionó este fenómeno con la moral y las normas sociales compartidas por los hombres, y en 1970 se lanzó la teoría de los cien monos.
Esta última, arrojada por el zoólogo sudafricano Lyall Watson y su colega Lawrence Blair, utilizó a los monos macacos de Japón para avalar su teoría. Durante los años cincuenta, los macacos de la isla de Koshima aprendieron a lavar camotes y explícitamente le enseñaron a las generaciones más jóvenes a hacer lo mismo. Este comportamiento después se expandió inexplicablemente hacia islas vecinas, entre grupos de macacos que nunca habían tenido contacto entre sí.
Pero recientemente, en el año 2010, el profesor Daryl Bem, un físico de la Universidad de Cornell, se empeñó en demostrar lo mismo en los humanos. Algo definitivamente complicado tomando en cuenta lo elusivo y poco cuantificable que puede ser un fenómeno extrasensorial.
En una de sus pruebas se les dieron a estudiantes algunas palabras para memorizar. Después se les pidió que recordaran las más posibles, y finalmente se les dio una selección de estas para que las escribieran.
Como era de esperase, casi todos los participantes recordaron las mismas palabras, pero estas palabras, también, tendieron a ser las que después se les pediría que escribirán. Esto sugiere que un evento futuro había afectado su habilidad para recordar.
En otro experimento, se les mostró a los estudiantes la imagen de dos cortinas en la pantalla de una computadora y se les dijo que una de ellas escondía una fotografía erótica. Los estudiantes escogieron la que escondía la foto más a menudo de lo que podía explicarse mediante el azar. Lo importante es que la posición de la fotografía fue asignada aleatoriamente por una computadora que no tomaba su decisión hasta después de que el voluntario escogiera una cortina o la otra.
Para los creyentes en lo paranormal, esto sugirió que los estudiantes estaban, de hecho, influenciando eventos futuros. El profesor Bem llevó a cabo nueve experimentos distintos, todos los cuales tuvieron resultados parecidos.
A todos nos ha pasado alguna vez que antes de que suene el teléfono sabemos quién es; o soñamos con alguien y lo vemos muy pronto; o soñamos con algo que luego pasa en el plano de la vigilia. Pero es difícil saber si estos fenómenos (¿aleatorios?) son una predicción del futuro o más bien un conjuro para que sucedan. En el año 2012, investigadores de la Universidad de Edimburgo quisieron poner a prueba las afirmaciones de Bem y repitieron los mismos experimentos de manera exactamente igual.
No pudieron repetir los resultados; no encontraron nada. El profesor Bem declaró que el escepticismo de los investigadores pudo haber influenciado los resultados. Los investigadores, por supuesto, negaron esto.

fuente/Pijamasurf

jueves, 16 de octubre de 2014

Las diez predicciones sobre cómo será el mundo dentro de una década.

¿Cómo cambiarán la ciencia y la tecnología nuestras vidas en 10 años?.

Los analistas de Thompson Reuters se atreven a imaginar ese futuro, que incluye la teletransportación, la digitalización universal, el fin del hambre, nuevas fuentes de energía verde, la prevención de la diabetes, etc. Acceda a la nueva edición de la revista especializada elEconomista Tecnología.

1. Teletranspórtate. Esta vez prometemos que va en serio. En diez años podremos teletransportarnos de un lugar a otro dejando atrás los atascos, el gasto de gasolina, los controles de seguridad en los aeropuertos… El famoso bosón de Higgs es la clave porque, según parece, a raíz de ese gran descubrimiento, en el acelerador de partículas (Cern) van a seguir investigando sobre las partículas elementales, sobre sus compuestos y sus fuerzas asociadas. Y esto abre nuevas vías a esa teletransportación cuántica. Bueno, reconocemos que el ser humano tendrá difícil eso de teletransportarse, pero sí podría estar disponible para otras formas de materia. De hecho, nuevas técnicas de cinemática avanzan hacia ese nuevo mundo de posibilidades.

2. Todo será digital. El mundo digital tal y como lo conocemos hoy será cosa de niños en el año 2025. Si pensamos que estamos ya muy conectados, esto no es nada para lo que nos espera en 10 años. Gracias a la mejora de los semiconductores, los nanotubos de carbono, el grafeno y la tecnología 5G, las comunicaciones inalámbricas dominarán todo. No habrá vivienda, vehículo u objeto que no tenga su propio cerebrito, capaz de relacionarse con el resto de elementos, incluso de tomar sus propias decisiones. “Todos vamos a estar dirigidos de forma digital”, señalan desde Thompson Reuters. Según los expertos consultados, también en 2025 África estará conectada. Viviremos en un mundo ultradigital, donde la reciente tendencia conocida como el Internet de las cosas crecerá y crecerá hasta conocer una nueva dimensión y dominarlo todo.

3. La energía solar reinará. No será solamente una cuestión de sensibilidad con el medio ambiente y el cambio climático. La energía solar se convertirá en la dominante pues las técnicas para capturarla, almacenarla y aprovecharla serán tan eficientes que permitirán dejar atrás las fuentes de energía dependientes del carbono, así como sus obligadas emisiones de CO2 a la atmósfera. Gracias a las mejoras en la tecnología fotovoltaica, el enlace químico, los fotocatalizadores y las heterouniones nanoescala tridimensionales, será posible hablar del sol como la principal fuente de energía. ¿Qué pasará cuando Lorenzo se esconda tras las nubes y no quiera dar la cara? También habrá solución para eso pues un proceso de fotosíntesis artificial a través de enlaces químicos permitirá generar energía solar siempre que sea necesario.

4. Vuelos eléctricos. Nuevas baterías con mayor duración y potencia así como materiales más ligeros permitirán despegar a los primeros aviones totalmente eléctricos. Ir del punto A al punto B no será lo mismo en 2025. Sí, ya existen vehículos terrestres que no necesitan de carburantes fósiles. La mejora de las baterías de ion litio así como las opciones de almacenamiento de hidrógeno reversible, nanomateriales en pilas de combustible y baterías de película delgada harán posible ese avance. Esas baterías tendrán la capacidad de cargarse 10 veces más rápido a como lo hacen en la actualidad y también almacenarán mucha más energía. Incluso se dice que como estos aviones más ligeros serán capaces de despegar y aterrizar en pistas mucho más cortas, podría popularizarse contar con una licencia de piloto.

5. Envases 100% naturales. El petróleo no solo quedará desterrado como fuente de energía, sino que tampoco será usado para los embalajes o para los envases de cualquier producto. Lo que viene de la naturaleza volverá a la naturaleza, pues gracias a la bionanotecnología, esos productos estarán fabricados a partir de nanobiocompuestos basados a su vez en nanocelulosa. Aclaramos que los envases mantendrán su tamaño -no serán nano- y esos componentes les darán la propiedad de ser 100% biodegradables. Ese pseudoplástico procederá de biomasa u otra materia vegetal. Este componente también jugará un papel destacado en aquellos elementos quirúrgicos que deben introducirse en nuestro cuerpo y permanecer en él durante un tiempo para determinadas pruebas diagnósticas: al proceder de materiales naturales, una vez cumplida su función, podrán expulsarse del organismo como un alimento más.

6 Alimentos para todos. La escasez de alimentos y las fluctuaciones de los precios de estos bienes indispensables serán cosa del pasado. Ya hemos apuntado en el punto dos que África estaría digitalizada en 2025. Ese objetivo carecería de sentido si antes no se erradicara el hambre. Para entonces, se prevé que habrá 8.000 millones de bocas que alimentar en todo el mundo y, en contra de lo que muchos agoreros vaticinan, por supuesto que habrá alimentos para todos. La unión de las ciencias agrícolas, la genética y la tecnología será clave en la elaboración de medios de producción de nuevos cultivos. En 2025, esos alimentos modificados genéticamente se cultivarán rápidamente y de forma segura en espacios interiores, con luz durante todo el día, incluso con LED de bajo consumo que emitirán longitudes de onda específicas para mejorar el crecimiento. No será un cultivo todo lo biológico que muchos desearían, pero al menos garantizaría contar con alimentos para todos, que no es poca cosa.

7. El ADN, con el nombre. Nacer y disponer de un análisis de todo el ADN para evitar cualquier riesgo y enfermedades futuras será lo más lógico del mundo . Al mismo tiempo que recibe un nombre, el bebé tendrá también un informe exhaustivo sobre todo lo que puede dañarle a lo largo de su vida. De esta manera, no será necesario esperar a detectar que tal alimento o medicamento le provoca determinados efectos para saber que es alérgico a ese componente, sino que en ese mapeo del ADN aparecerá todo para saber a qué atenernos en cualquier circunstancia. Incluso incluirá las enfermedades a las que será más propenso durante toda su existencia. En sincronía con herramientas de proceso de la información de big data, los procedimientos médicos de detección y prevención de dolencias conocerán una nueva era.

8. Terapias menos agresivas. Para el año 2025 se habrán mejorado aún más los tratamientos para enfermos de cáncer y otras patologías crónicas. Seguirán reduciéndose al mínimo la toxicidad y los efectos secundarios de esos fármacos y también serán cada vez más eficaces. Los analistas de Thompson Reuters entienden que igual que el big data va a permitir ofrecer a los clientes experiencias mucho más personalizadas, en el campo de las ciencias de la vida también ocurrirá lo mismo, con fármacos adaptados al perfil de cada paciente. La comunidad científica está librando una batalla diaria para lograr terapias dirigidas a moléculas específicas, apoyándose para ello en la biotecnología. Desde sus laboratorios, de forma callada trabajan empeñados en plantar cara a cada una de las posibles formas específicas que adopta una misma enfermedad. Y se lo agradecemos desde aquí.

9. Prevenir la diabetes I. Los genes son una lotería. Siempre lo han sido, pero quizá en 2025 la cosa cambie porque cada vez seremos más capaces de alterar esa herencia. En el caso de enfermedades como la diabetes tipo I, una plataforma de ingeniería del genoma humano abriría la posibilidad de modificar los genes causantes de la enfermedad. De la misma manera, también se ocuparía de ayudar a prevenir otras enfermedades metabólicas. También la distrofia muscular podría prevenirse dentro de 10 años y no precisamente cambiando la dieta y haciendo más ejercicio. Bastaría con ir a la raíz del problema y modificar la parte de ADN que nos juega malas pasadas. Las moléculas biológicas que rigen la vida -ARN, ADN, proteínas…- así como los papeles que desempeñan se comprenderán mucho mejor, abriendo nuevas posibilidades de curación en estos pacientes.

10. Guerra a la demencia. Finalizamos esta serie de barruntos de lo que mejorará nuestra vida en 2025 que nos ofrecen los chicos de Thompson Reuters con un nuevo canto al optimismo. Según indican, para entonces habrá tal conocimiento de las enfermedades neurodegenerativas, que seremos capaces de prevenir la aparición de dolencias dramáticas como el Alzheimer o la demencia. Con una población cada vez más envejecida, se estrechará el cerco a estas enfermedades asociadas a la edad. En estos momentos, la investigación de esas enfermedades se centra en la identificación de los cromosomas patógenos que influyen en su aparición. Es un trabajo vital para entender las variaciones genéticas humanas y que permitirá a los científicos corregir disfunciones como las que afectan a pacientes con demencia. De hecho, ya han sido capaces de aislar cromosomas específicos que causan la demencia frontotemporal autosómica dominante (FTD) y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), entre otros. Para 2025, los estudios de las mutaciones genéticas permitirá reducir el número de personas que se ven afectadas por estas enfermedades.


fuente/elEconomista.es

sábado, 26 de julio de 2014

ROBÓTICA. En el futuro, la gente amará los robots y se casarán con ellos




El experto en inteligencia artificial David Levy, cree que estas relaciones serán posibles gracias a la tendencia a construir robots cada vez más humanizados. Ellos, dice, lograrán satisfacer nuestras necesidades sexuales y afectivas. Serán el remedio de solitarios, feos, violadores, pederastas e inconformistas del sexo. A priori parece fácil rebatirle, pero Levy aporta estudios y cifras. Levy, promotor desde hace años de este tipo de relaciones futurísticas, nos muestra el porque de sus afirmaciones en una entrevista que no tiene desperdicios. ¿Cree usted que estas relaciones serán posibles?. Juzgue usted mismo.

P.- Usted dice que en unos años tendremos sexo con robots y nos casaremos con ellos. ¿En qué se basa?

R.- No es una opinión superficial sino el producto de años de investigación y del cotejo de fuentes muy variadas. Se lo explicaré brevemente. La inteligencia artificial progresa cada vez más rápido. Mucho más rápido que hace 20 años. Y progresará todavía más rápido en el futuro. En apenas 30 o 40 años los ordenadores serán mucho más poderosos y los científicos podrán crear robots muy similares a las personas. Programas con emociones artificiales que se asemejen a las de los seres humanos. No hay nada que nosotros podamos hacer que un robot no pueda hacer dentro de 30 años.

P.- Explíquese.

R.- Hoy ni siquiera los ordenadores más poderosos son tan poderosos como el cerebro humano. Según diversos expertos, en unos 12 años los científicos podrán crear un ordenador con el mismo poder que el cerebro humano. Y tardarán unos 10 años más en crear uno cuya capacidad sea 10.000 veces mayor. Esa es la esencia de mi tesis. A partir de 2040, todo lo que hace de alguien una persona atractiva se podrá reproducir artificialmente, y esto abre la puerta a un futuro incierto.

P.- ¿Un futuro que conduce inexorablemente al sexo con robots?

R.- Yo no diría inexorablemente, pero no tengo duda de que habrá robots que se parezcan más y más a los seres humanos. Fíjese usted en esta mujer [abre un libro de robótica y aparece una hermosa presentadora]. Lo que usted ve es un robot japonés. Es una réplica exacta de una periodista de la televisión nipona. Sus creadores reconocen que la perfección de la réplica es relativa y cifran en 10 segundos el tiempo que una persona tarda en darse cuenta de que no es una persona sino un robot. Pues bien, los mismos expertos dicen que dentro de unos años ese tiempo de reacción habrá crecido hasta los 10 minutos. Y poco a poco, cada vez más hasta que las diferencias sean imperceptibles.

El experto en inteligencia artificial David Levy, autor del libro 'Love and Sex with Robots' (Sexo y amor con robots).


P.- Vayamos por partes. Una cosa es que se pueda crear un robot idéntico a un ser humano y otra que ese robot tenga unas emociones, una ideología y una visión del mundo.

R.- Ocurrirá. Cuando uno habla de estos asuntos, mucha gente esgrime que los robots no pueden tener emociones. Yo estoy seguro de que las podrán tener. O al menos se comportarán como si las tuvieran. Los robots llorarán, se enfadarán, se pondrán contentos, se emocionarán… según estén o no programados para ello. No serán libres para tener esas emociones pero los efectos serán los mismos. Apenas crucen esa línea, la gente dejará de verlos como robots y la cuestión entonces será como tratarlos.

P.- Está bien. Entiendo su razonamiento, pero usted no se frena aquí. Asegura que llegará un día en que los robots formen parte de nuestra vida sexual e incluso de nuestra vida en pareja y de nuestra familia. ¿De verdad cree que los seres humanos preferirán un robot a un cónyuge humano?

R.- Veamos, lo primero que hay que apuntar es que las actitudes de la gente sobre el amor y el sexo han cambiado mucho en los últimos años. Dentro de unas décadas, los robots podrán ser más inteligentes, más hermosos, más nobles que los seres humanos. ¿De verdad cree usted que no acabaremos enamorándonos de ellos? No tengo duda de que acabará habiendo matrimonios con robots. Y me permito apuntar que se legalizarán primero en el Estado de Massachusetts.

P.- ¿En Massachusetts? ¿Por qué?

R.- Es lógico. Son un Estado avanzado en lo moral y en lo tecnológico.

P.- ¿Está diciendo que llegará un día en que los robots sientan emociones reales?

R.- No exactamente. Los robots no tendrán emociones pero actuarán como si las tuvieran. Lo realmente importante no son las emociones en sí sino sus consecuencias. No la causa del llanto sino el llanto en sí. Si un robot se comporta como si le amara, será tan convincente que a usted no le importará.

P.- ¿En serio se cree lo que está diciendo?

R.- Por supuesto. No pasará de un día para otro, pero la gente se acostumbrará, como se ha acostumbrado a otros avances tecnológicos. Los niños se han educado con internet, rodeados de pantallas y cachivaches. Cuando tengan robots que se comporten como personas, esa generación los acabará aceptando.





P.- En el fondo sabrán que no son reales…

R.- Habrá algo en la mente al principio que te dirá «es sólo un robot», pero estoy seguro de que ese algo desaparecerá. Los veremos como personas de otro país. Como inmigrantes. Habrá al principio un cierto rechazo pero no los percibiremos como diferentes.

P.- Pero esa diferencia persistirá. Y es una diferencia cualitativa. Los robots serán siempre entes distintos de las personas.

R.- No estoy tan seguro. Un pequeño porcentaje de la gente quizá piense como dice usted, pero la mayoría los aceptará como semejantes. Quizá los únicos insumisos sean paradójicamente los que más saben de tecnología. Esos quizá sean los últimos resabiados y digan: «Yo sé cómo funciona».

P.- ¿Y cómo será un robot en 30 años?

R.- Pues como un ser humano. Terriblemente convincente en cada aspecto, en cada detalle.

P.- Eso quiere decir que un robot podrá ser perfecto en cada detalle. Más listo, más bello o más tierno que un ser humano.

R.- Desde luego.

P.- Esto puede crear algunos problemas…

R.- Sí. Y problemas muy serios. Para un hombre, por ejemplo, será terrible saber que su esposa ha disfrutado de un sexo fantástico con un robot. Sentirá una cierta ansiedad por no estar a la altura.

P.- Por otra parte, si el futuro es como usted lo define, será una esperanza para muchas personas que hoy por hoy no pueden encontrar pareja.

R.- En mi opinión, esto es lo mejor de todo, sí. Aquellos que no tienen nadie a quien amar y nadie que les ame. Gente solitaria y miserable. Personas que no encuentran a nadie porque son tímidos, gordos, odiosos. Su vida puede cambiar de la mano de los robots.

P.- ¿Y no cree que se los señalará como gente de segunda división?

R.- ¿En qué sentido?

P.- La gente puede decir: «Mira fulano, se ha agenciado un robot porque no ha podido encontrar alguien de carne y hueso».

R.- No lo creo. Habrá más diferencia entre distintos grupos humanos que entre los hombres y los robots. Imagínese una cena en la que la mitad de los comensales son de Boston y la mitad de Luisiana, la mitad robots y la mitad seres humanos. ¿Quiénes tendrán más en común? ¿Los seres humanos de Boston con los de Luisiana o los robots y los seres humanos de Boston? Para mí la respuesta es evidente.


En un futuro crearemos robots capaces de percibir nuestro estado de humor y comportarse de acuerdo con él.

P.- Se me ocurre un problema de tamaño. ¿Es posible hoy por hoy construir circuitos lo suficientemente pequeños y poderosos como para ajustarse al tamaño de un ser humano?

R.- Es un problema de ingeniería que se resolverá muy pronto. Al principio será muy caro. Los primeros humanoides tendrán precios prohibitivos, pero luego serán más baratos.

P.- ¿Cuándo calcula que estarán al alcance de todos los bolsillos?

R.- No lo sé. Sí tengo una idea aproximada de cuando serán completamente verosímiles. Dentro de 40 años. Pero entretanto habrá fenómenos interesantes. Por ejemplo, el de las muñecas hinchables. Hoy son guiñapos de silicona que no hacen nada. En un futuro muy próximo esas muñecas darán poco a poco pasos hacia la robótica.

P.- ¿De qué manera?

R.- Se les añadirán circuitos electrónicos. Partes que vibren, una voz sexy, un mecanismo que haga los ruidos correctos. Cosas que harán de ellas un producto mucho más atractivo. Serán un artículo de lujo pero no tanto como un coche de lujo. Hay Ferraris que cuestan más.

P.- Pero seamos serios: ¿de verdad cree que un millonario va a pagar una cifra astronómica por una muñeca hinchable cuando puede pagarse una prostituta de lujo?

R.- Estoy seguro. Yo veo dos razones: curiosidad y prestigio.

P.- Dejemos las muñecas hinchables y volvamos a los robots. Usted dice que serán mejores que las personas. ¿Cree que su irrupción terminará con el amor entre seres humanos?

R.- No. Mi olfato me dice que siempre habrá personas que prefieran a las personas. Los robots serán muy buenos en la cama y en otras cosas, pero habrá una porción de la población que no tragará.

P.- Si los robots se podrán casar, ¿quiere eso decir que tendrán derechos?

R.- Es una cuestión muy compleja y suscitará en el futuro una discusión apasionante. La ética de la robótica está todavía en pañales pero en un futuro se debatirá. La primera pregunta que debe responder es ésta: ¿es ético construir robots para un propósito espurio?


Los robots se volverán más humanos en la apariencia, funciones y personalidad que mucha gente se enamorará de ellos.




Dentro de 40 años estas máquinas serán capaces de emitir “sonidos agradables” cuando los humanos acaricien sus “zonas erógenas”. La gente tendrá sexo con ellos y hasta se casará con ellos.


P.- ¿Robots programados para la guerra?

R.- Por ejemplo para la guerra, sí. Es el mismo dilema de los científicos que crean bombas y aviones de combate. De todas formas, la siguiente pregunta ética que suscita el desarrollo de la robótica es más interesante: ¿cómo tratar a los robots? ¿Qué derechos tienen? Yo acabo de publicar un trabajo científico sobre la consciencia de los robots, que en mi opinión es el punto clave.

P.- ¿Qué quiere decir?

R.- Quiero decir que hay mucha gente que ve en la consciencia la línea divisoria y por eso deja a los robots fuera de los márgenes de la ética. Lo que no sabe esta gente es que los científicos ya están investigando cómo crear robots que sean conscientes de sí mismos.

P.- ¿En qué sentido?

R.- Hay muchos científicos que ya dicen que los robots tendrán consciencia artificial. Esto no quiere decir que tengan capacidad de elegir ni libre albedrío pero tendrán sentimientos o al menos mostrarán de un modo verosímil sentimientos humanos como el miedo, el amor, la angustia… Y entonces, cuando crucen esa línea, la gente empezará a preguntarse cómo tratarlos.

P.- Usted dice que las personas se enamorarán de ellos. ¿Podrán ellos enamorarse de las personas?

R.- Sólo si están programados para ello. Mi impresión es que serán programados para enamorarse de sus dueños sólo si sus dueños lo quieren así. Cuando compres un robot, podrás elegir si quieres un robot que te haga compañía o uno que te dé sexo o uno con el que puedas tener una relación amorosa.

P.- Pero no serán organismos libres.

R.- No. Como mucho podrían estar programados para funcionar al azar. Esa sería su máxima libertad. Pero eso no es ser libre y ésa es desde luego una diferencia, probablemente la única que no desaparecerá. La gente podrá seguir diciendo: un robot actúa de esta o de otra manera porque está programado. Pero no creo que a la mayoría de la gente eso le importe mucho.

P.- ¿Y no se cansará la gente de tener a la vera robots que sean perfectos?

R.- No. Y si prefiere robots imperfectos también podrá encargarlos. Si quiere usted un robot que discuta con usted una vez a la semana, lo podrá programar. Todo será programable. Hay dos tipos del University College de London que han detectado las reacciones químicas cerebrales que se producen cuando nos enamoramos. Ningún otro fenómeno crea la misma reacción. Pues bien, yo estoy seguro de que en el futuro los robots detectarán esa reacción y sabrán producirla.


Será necesario reflexionar acerca de nuestra relación con las máquinas en un futuro potencial, donde se utilice la tecnología robótica en la reproducción humana y el cuidado infantil, cuya investigación actual en el área de la robótica lleva avances bien marcados en el desarrollo tanto en los EE.UU. como en Asia oriental.


El "niño-robot con cuerpo biomimético" o CB2, se ve en un laboratorio en la Universidad de Osaka. El CB2 poco a poco desarrollará habilidades sociales mediante la interacción con los seres humanos siendo capaz de no solo interactuar con ellos sino también aprender. Sus expresiones faciales, imitan una relación madre-bebé.


P.- Usted apunta en su libro que los robots podrían ser una solución para los pederastas.

R.- Es cierto. Podríamos diseñar robots con forma de niños para que se desfogaran.

P.- También para los violadores…

R.- También. Podríamos fabricar robots a los que le guste que les violen.

P.- Oiga. Y si vamos a tener robots más inteligentes y habilidosos que nosotros, ¿a qué se van a dedicar entonces los seres humanos?

R.- La sociedad cambiará. Encontraremos otras cosas que hacer. Tendremos más tiempo de ocio.

P.- Pero habrá gente que quiera trabajar. Y si mi director puede encontrar un robot que sea mejor periodista que yo, ¿para qué me va a tener en plantilla?

R.- El mercado de trabajo cambiará. De todas formas, siempre podrá usted dedicarse a otras cosas.

P.- ¿Cómo se metió en esto de la robótica?

R.- Muy tarde. De niño mi obsesión era el ajedrez. Fui campeón de Escocia en dos ocasiones y soy maestro internacional. Luego fui a la universidad y me metí a fondo en problemas de programación de las máquinas de ajedrez. Es un campo que en cierto modo tiene relación con la inteligencia artificial.


No tengo duda de que habrá robots que se parezcan más y más a los seres humanos.

P.- ¿Cómo se interesó por el sexo de los robots?

R.- Fue leyendo un libro de una profesora americana, The Second Self de Sherry Turkle. Ella fue la primera persona en escribir sobre el efecto de las relaciones entre robots y seres humanos. Había una entrevista en el libro que me llamó la atención. Un tipo que trabajaba en el MIT decía: «He tenido alguna que otra novia pero prefiero la relación que tengo con mi ordenador». ¡Decía eso! Al principio no podía creerlo. Luego pensé que debía de haber por ahí más personas así. Ahora pienso que es una posición lógica. Con los seres humanos uno no puede estar del todo seguro. Con las máquinas sí. En el fondo habrá gente que ame a los robots para evitarse la incertidumbre.

P.- Usted pinta un futuro que plantea una cascada de problemas éticos.

R.- Desde luego. Y tienen que discutirlos los expertos en Etica y Derecho. Lo más peliagudo es decidir qué derechos tendrán los robots. ¿Deben tener por ejemplo derecho a voto?

P.- ¿Usted qué cree?

R.- Pues no lo sé. Lo que sí sé es que un robot tendrá muchos más elementos de juicio que la mayoría de los seres humanos.

P.- O sea, que no sólo deberían votar sino poder ser elegidos…

R.- Desde luego. Seguro que lo hacían mejor que Gordon Brown en el Reino Unido.

P.- ¿Cree usted que podrían ser padres?

R.- Eso es algo que no tengo tan claro. Nunca había pensado en ello. Quizá sí. Hay tantos malos padres por ahí sueltos…

P.- ¿Podrán los robots ser programados para crear robots que sean como ellos mismos?

R.- Es un tema que he estudiado durante años. Ya hay ejemplos de robots que no sólo pueden hacer eso sino además crear réplicas mejoradas de sí mismos.



TOPIO 3.0 - Su nombre real es "TOSY Ping Pong Playing Robot", es un robot humanoide bípedo diseñado para jugar al tenis de mesa contra un ser humano. Desarrollado desde 2005 por TOSY, una empresa de robótica en Vietnam. Mostrado al público en el Tokyo International Robot Exhibition (IREX) el 28 de noviembre de 2007. Mide aproximadamente 1,88 m de altura y pesa 120 kg. Cada Topio utiliza un avanzado sistema de inteligencia que le permite aprender y mejorar continuamente su nivel de destreza, aprendiendo de sus errores.

P.- ¿Quiere decir que podrán ser autosuficientes y crecer fuera de control?

R.- Quizá. Yo pienso por ejemplo en una persona que tiene un robot al que le gusta su voz y su personalidad. Ese robot va a una fábrica y crea una criatura igual que tú. Ese nuevo robot será una especie de hijo para los dos. No veo ninguna razón para que esto no pase.

P.- ¿Y si ese proceso de creación se nos escapa de las manos?

R.- Se dictarán leyes para que no ocurra, pero siempre habrá terroristas y estados gamberros. Hay escenarios terribles. Escenarios que es casi mejor no imaginar.

P.- Su tesis es que un día habrá matrimonios entre robots y seres humanos. ¿Cuál es según usted el Rubicón a partir del cual empezaremos a considerarlos no como aparatos sino como semejantes?

R.- Quizá cuando creemos robots capaces de percibir nuestro estado de humor y comportarse de acuerdo con él. Cuando usted va al hospital, le ponen unos sensores que miden su presión arterial o el pulso cardiaco… Son aparatos hoy por hoy muy grandes, pero la ciencia los creará mucho más pequeños. Sensores que puedan evaluar nuestro estado de humor. Hoy ya existen aparatos que pueden evaluarlo con un 70% de acierto pero piense en el futuro. Cuando estos dispositivos sean más precisos y se puedan implantar dentro de un robot, éste podrá decir si estás enfadado o feliz. Y si estás enfadado, tratará de averiguar el motivo y de cambiar tu estado de humor. Si lo logra por ejemplo con un abrazo, aprenderá de la experiencia y hará lo mismo la próxima vez. Serán más agradables que las personas.

Fuente: El Mundo

Ejemplar del libro 'Love and Sex with Robots' (Sexo y amor con robots) del experto en inteligencia artificial David Levy.

Quantum opina:

Los científicos trabajan en materia de personalidad artificial, emoción y conciencia, y algunos robots parecen ya como si estuviesen vivos. Sin embargo llegar a relaciones amorosas es completamente diferente, y uno de los asuntos más difíciles de todas es la conversación. Los estudiosos de la ética y la moral afirman y creen que aunque un robot esté programado para que tenga la habilidad de poder “reflexionar” con las personas y poder entablar una comunicación “casi humana”, no puede o no podrá asumir una relación afectiva con un ser humano porque esa capacidad es propia de un ser humano, y no de una máquina que solamente esta programada para cumplir estrictamente las instrucciones con las que fueron programadas.

En 'Love and Sex with Robots' (Sexo y amor con robots), título de su último libro, Levy predice que "los robots se volverán más humanos en la apariencia, funciones y personalidad que mucha gente se enamorará de ellos, tendrá sexo con ellos y hasta se casará con ellos. Dentro de 40 años estas máquinas serán capaces de emitir “sonidos agradables” cuando los humanos acaricien sus “zonas erógenas”. Mi predicción es que alrededor del 2050, el estado de Massachussets será el primero en legalizar los matrimonios con robots", dijo David Levy.

Frente a estas afirmaciones, a Levy le han salido detractores, como el roboticista Ronald Arkin del Instituto de Tecnología de Georgia, quien afirma "si tú me preguntas si los humanos querrán casarse con un robot, mi respuesta sería probablemente no. Pero habrá gente para todo. Hay personas que ahora mismo se casarían con algún juguete sexual", decía Arkin al portal 'Livescience.com'.

fuente/www.quantum-rd.com

jueves, 8 de mayo de 2014

Retrocausalidad: ¿influye el futuro en eventos pasados?





El tiempo visto dese el punto de vista de la información podría ser un camino de ida y vuelta en la comunicación entre dos partículas que alguna vez estuvieron unidas y cuya influencia mutua no se interrumpe.

Fidel Castro acuñó la famosa frase “la Historia me absolverá”, la cual, desde un punto de vista de la física cuántica, puede ser una posibilidad plausible. La retrocausalidad es la flecha de dos puntas que conectaría, según algunos, dos partículas situadas en puntos del tiempo que no dejan de separarse, sin que la influencia de una sobre otra se interrumpa. En sentido social, la frase de Castro no alberga mayor complejidad que la del revisionismo político sobre el pasado; desde el punto de vista científico, abre un espacio insospechado para la especulación.

El vocero de la retrocausalidad es Huw Price, filósofo de la universidad de Cambridge especializado en la física del tiempo. Según él, “la respuesta a la pregunta ‘¿podría el mundo ser de tal modo que nosotros tengamos una cierta cantidad de control sobre el pasado?’, es sí.”

El concepto de implicación, proveniente de la mecánica cuántica, es de vital importancia para comprender, al menos en teoría, cómo podría funcionar la retrocausalidad. Para George Musser, autor de The Quantum Mechanics of Fate, la implicación consistiría “en algún tipo de comunicación instantánea ocurriendo entre dos partículas. Cualquier comunicación entre ellas debería haber viajado en la distancia que las separa de manera instantánea —esto es, infinitamente rápido. Eso es simplemente más rápido que la luz, una velocidad de comunicación prohibida por la teoría de la relatividad.”

¿Puede un evento futuro intervenir instantáneamente en un evento pasado?

Según Musser, lo que Price y otros investigadores de la retrocausalidad nos piden es simplemente considerar por un momento lo imposible: considerar que al hacerle algo a una partícula, todas las partículas implicadas con ésta en el pasado sufrirán sus efectos en aquel punto del pasado donde tales partículas interactuaron.

“En ese punto”, afirma Musser, “la información del futuro es intercambiada, cada partícula altera el comportamiento de su compañera, y estos efectos luego vuelven hacia el futuro nuevamente. No hay necesidad de comunicación instantánea y no hay violaciones a la relatividad”.

Esta teoría —sus autores son los primeros en reconocerlo— se mantiene por lo pronto en el campo de lo especulativo. Sin embargo, considerar que tenemos cierta posibilidad de agencia sobre el pasado (más o menos como el trabajo de reelaboración narrativa que lleva a cabo el psicoanálisis) no deja de producir hipótesis que valdría la pena desarrollar. ¿La retrocausalidad explicaría, por ejemplo, las corazonadas o presentimientos que tenemos, esas teorías del instinto, como la interacción de una partícula futura comunicándose instantáneamente con el pasado? ¿Y qué hay de los déja vu?

fuente del texto /pijamasurf.com
 

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El cuerpo es capaz de percibir eventos futuros, sin pistas previas.

Una investigación sugiere que existen respuestas fisiológicas que se anticipan a la conciencia.


Los resultados de la revisión de 26 estudios sobre la respuesta fisiológica a eventos aún no ocurridos sugieren que el cuerpo es capaz de percibir el “futuro”, sin pistas previas. Según los autores de la investigación, esta “actividad anticipatoria anómala” es real, pero permanece aún sin explicación. 

Asimismo señalan que la biología cuántica, una rama de la ciencia que estudia el efecto de las partículas subatómicas en los organismos vivos, podría darle sentido. 

Resultaría fantástico –y muy útil- que nuestros cuerpos nos preparasen para eventos futuros que pudieran resultar importantes para nosotros, incluso en ausencia de clave o referencia alguna a dichos eventos.

¿Pero es posible tener este tipo de presentimientos? Según investigadores de la Northwestern University de Estados Unidos: sí. Los científicos han llegado a esta conclusión a partir de la revisión de los resultados de 26 estudios realizados a este respecto, y publicados entre los años 1978 y 2010.

Según informa la Northwestern University en un comunicado, ya se sabía que nuestra mente subconsciente a veces sabe más que nuestra mente consciente. Por ejemplo, en mediciones fisiológicas se ha demostrado que el organismo presenta respuestas inconscientes antes de que cierta información llegue a nuestra conciencia.

En lo que respecta en concreto a situaciones de peligro, en 2005 un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington reveló que existe una zona del cerebro que actúa como un sistema de alerta en caso de riesgo, que es capaz de advertirnos, y también de aprender a detectar nuevos peligros.

Sin pista alguna

Lo que no había quedado claro hasta ahora, sin embargo, es “si los seres humanos tienen la capacidad de predecir eventos importantes futuros, incluso sin ningún tipo de pista sobre lo que va a suceder", explica Julia Mossbridge, autora principal del estudio e investigadora del Laboratorio de Neurociencia de la Northwestern.

Por ejemplo, se supone que una persona que esté jugando a un videojuego en el trabajo, con los auriculares puestos, no podrá oír a su jefe cuando este se encuentre a la vuelta de la esquina.

"Sin embargo, nuestro análisis sugiere que si estuviera en sintonía con su propio cuerpo, esa persona sería capaz de detectar estos cambios anticipatorios entre dos y 10 segundos antes (de que el jefe llegue) y cerrar el videojuego a tiempo", asegura Mossbridge.

La investigadora añade que ese individuo tendría incluso la posibilidad “de abrir la hoja de cálculo en la que se suponía que estaba trabajando. Y, con suerte, hacerlo todo antes de que el jefe entre en la oficina".

Actividad anticipatoria anómala

Esta capacidad ha sido tradicionalmente denominada “presentimiento” o “premonición", pero Mossbridge y sus colaboradores no están seguros de que la gente sienta realmente el futuro. Ella prefiere llamar a este fenómeno “actividad anticipatoria anómala”.

Mossbridge añade que “el fenómeno no es normal, según argumentan algunos científicos, porque no puede explicarse desde nuestra comprensión actual sobre el funcionamiento de la biología, pero otras explicaciones vinculadas a hallazgos sobre biología cuántica (sobre cómo afecta el comportamiento de las partículas subatómicas al mundo vivo) podrían hacer que todo esto cobre un sentido”.

Este fenómeno “es anticipatorio porque parece predecir modificaciones fisiológicas futuras en respuesta a un hecho importante sin claves conocidas, y es actividad porque consiste en cambios en los sistemas nervioso y cardiopulmonar, así como en la piel”, concluye la científico, que está especializada en psicología, neurociencia y psicología cognitiva.

Los resultados de esta investigación han aparecido detallados en la revista Frontiers in Percepction Science.

Otros vínculos entre lo vivo y lo cuántico

En los últimos 30 años ha ido madurando en biología un cuerpo de teorías y de investigaciones empíricas hacia el conocimiento de los fundamentos cuánticos de la materia viviente.

Dentro de este campo, se ha llegado a sugerir que la naturaleza de la física de partículas podría explicar fenómenos como la telepatía o ciertos mecanismos de la conciencia humana.

Asimismo, en 2010, un equipo de físicos del Institut für Theoretische Physik, de la Universidad de Innsbruck, en Austria, consiguió establecer una relación entre la orientación animal y la física cuántica, en concreto, entre la orientación y el llamado “entrelazamiento cuántico”.

Esta relación explicaría que las vacas y otras muchas especies animales puedan orientarse en el espacio siguiendo los campos magnéticos terrestres, es decir, tengan una extraña capacidad conocida como “magnetorrecepción”.

En los últimos años, otros investigadores han establecido asimismo relaciones entre la física cuántica y la orientación de los pájaros, de las tortugas e, incluso, de las moscas de la fruta. Además, hay quien ha señalado que la cuántica podría explicar la fotosíntesis.

En definitiva, numerosos biólogos con conocimientos en física cuántica se preguntan actualmente si el desarrollo de los organismos vivos, desde que existen hace 4.500 millones de años, no se ha beneficiado de una u otra forma de la interacción entre el mundo cuántico, llamado microscópico, y el mundo macroscópico.

Referencia bibliográfica:

Julia Mossbridge, Patrizio Tressoldi y Jessica Utts, Predictive physiological anticipation preceding seemingly unpredictable stimuli: a meta-analysis. Frontiers in Percepction Science, 17 de octubre de 2012.

Por Yaiza Martínez.
fuente/ tendencias21

martes, 19 de marzo de 2013

Documental: 2057

El documental viaja al futuro basándose en las investigaciones de reconocidos expertos. En ella participan científicos del Instituto tecnológico de Massachussets (MIT), del instituto Max Planck, del laboratorio nacional de Los Álamos, de la universidad Brown también en EEUU, del Fraunhofer Gesselshaft, en Alemania, etc. Cuenta además con los testimonios de expertos de la NASA, de científicos de Honda, Audi, Siemens, etc.

miércoles, 30 de enero de 2013

¿Qué pasaría si pudiera ver el futuro?

La BBC lanza un concurso en el que le invita a crear una imagen única sobre el futuro de la vida en nuestro planeta.

De momento, les pedimos a seis artistas de reconocido prestigio -y de disciplinas diversas: animación, fotografía, ilustración...- que compartieran con nosotros su visión personal del futuro para que sus obras sirvan de inspiración a los concursantes.

Pueden ver sus trabajos en este video.



fuente/BBC

jueves, 10 de enero de 2013

¿El humano puede predecir el futuro?

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Las personas predecimos las cosas que van a ocurrir y lo hacemos todo el tiempo. Esto es de conocimiento general, pero lo que tal vez no lo sea es que tenemos un grado muy alto de aciertos, entre 80% a 90%.

Un grupo de científicos de la Universidad de Washington St. Louis han explicado por qué la gente puede predecir el futuro, por lo menos en un rango corto de tiempo. Estudiando la parte del cerebro que emite señales al resto del mismo cuando eventos inesperados ocurren, fue la clave para esta investigación.

Este espacio en el cerebro se llama mid-brain dopamine system (MDS), que en el español tendría un nombre como Sistema de Dopamina Intracerebral.

Predicciones básicas

Es claro que los humanos predecimos acontecimientos todos los días y todo el tiempo. Por ejemplo, tenemos una idea de la hora en que vivimos sin haber visto un reloj. Podemos saber cuándo la tostadora va a lanzar la tostada mientras prestamos atención a otra cosa, o podemos darnos cuenta cuándo está por terminar el microondas sin haber contado los segundos.

Existen muchas predicciones que se hacen de manera inconsciente. La mayoría tienen su fuente en la experiencia. Sabemos desde que altura un vaso se va a romper si cae, y desde que altura no va a romperse. Esto es una suerte de predicción.
El estudio

Se hizo un estudio con un grupo de participantes donde se les mostraba un video con situaciones de la vida cotidiana, en cierto momento el video era detenido, y los participantes debían decir qué ocurriría en los siguientes segundos. Los aciertos rondaron entre un 80% y un 90% dependiendo del momento en el que se detenía el video.

Jeffrey Zacks

Jeffrey Zacks es el líder de esta investigación. Zacks afirmó que predecir el futuro cercano es una actividad vital para el aprendizaje, el comportamiento y la percepción. Este tipo de investigaciones pueden ayudar a personas con enfermedades neuronales como el Alzheimer, el Parkinson o la Esquizofrenia.

Muchas de las actividades neuronales que se vieron durante la investigación suelen faltar en los pacientes con ese tipo de enfermedades.

Predicciones erróneas

Nuestro cerebro aprende de nuestras predicciones erróneas. La memoria no olvida, y cuando hacemos una mala predicción nuestro cerebro lo recuerda. De esta manera cada vez somos más certeros con los aciertos.

Por ejemplo: cuando vemos caer un vaso de una mesa creemos que se va a romper. Si no lo hace esto queda en nuestra memoria, y sabremos para la próxima vez que la predicción será que el vaso no se romperá.

Prueben ustedes mismos cuantas predicciones hacemos por día. Son seguramente muchas más de las que creen. Predecir es algo que nos ayuda en la vida, es una herramienta de supervivencia, y la usamos día a día en cada momento.(Ojo Científico)

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Riesgos del futuro. Sería posible una rebelión de los Robots al estilo de la película " Yo Robot" o " Terminator"?. Buscamos respuestas.

Científicos de Cambridge estudian el riesgo de una rebelión robot contra los humanos
Los expertos aseguran que la seriedad de los riesgos es "difícil de evaluar", pero en sí misma "parece una causa de preocupación".

El Centro de Estudio de Riesgo Existencial, perteneciente a la Universidad de Cambridge, tiene previsto estudiar los riesgos de que la tecnología acabe con el ser humano en un futuro.

En concreto, el CSER va a investigar los peligros que suponen para el hombre nuevos campos como la biotecnología, la vida artificial, la nanotecnología y el cambio climático como resultado de la actividad del ser humano. "Muchos científicos están preocupados porque los desarrollos de la tecnología humana podrían suponer pronto nuevos peligros de extinción de toda nuestra especie", explican.

La seriedad que implica todos estos riesgos es "difícil de evaluar", pero en sí misma "parece una causa de preocupación" debido a "lo mucho que está en juego", asegura uno de los científicos. Además, creen que requieren más investigaciones de las que actualmente reciben. Por este motivo, se han unido un filósofo (Huw Price, profesor de Filosofía), un científico (Martin Rees, profesor emérito de Comsología y Astrofísica) y un emprendedor del campo del software (Jaan Tallin, uno de los fundadores de Skype). A ellos se les suman siete asesores de Cambridge y otros seis ajenos a la institución.

La idea es establecer un centro de investigación multidisciplinar en la Universidad en el que se puedan estudiar y mitigar este tipo de riesgos.
En el caso de la inteligencia artificial, algo visto en obras de ciencia ficción como Yo, Robot, 2001: Una odisea en el espacio o Terminator, considerna que "parece una predicción razonable que en algún momento de este siglo o el próximo la inteligencia escapará de las limitaciones de la biología", según declaró Price a AP. Y, cuando eso ocurra, "ya no seremos las cosas más inteligentes del lugar", lo que nos pondría a merced de máquinas que, si bien "no son maliciosas", "no nos incluyen" entre sus intereses. Por ello, aunque parezca un riesgo lejano, Price, Rees y Tallin han preferido estar preparados desde el primer momento para saber cómo enfrentarse al momento en el que las máquinas comiencen a destinar los recursos del mundo a sus propios fines y necesidades.

fuente del texto/La Vanguardia

Trailer de la película Terminator Salvation.


sábado, 24 de noviembre de 2012

Predecir el futuro con el "Oráculo de Delfos y los algoritmos" en las quinielas futbolistas.


Un grupo de alumnos y profesores universitarios de Madrid, liderados por Josué Bustarviejo, estudiante de último año de ingeniería de telecomunicación en la Carlos III, ha impulsado un proyecto, 'El oráculo de Delfos y los algoritmos', para crear un sistema con el que acertar los resultados de la Quiniela de fútbol mediante el uso de algoritmos matemáticos. 

 Apoyados por la empresa Injoinet, dicho grupo dice que está intentando predecir el futuro mediante criterios de decisión social sobre el juego de la Quiniela. "Necesitamos recoger, semanalmente, los pronósticos de los usuarios de cara a los próximos partidos. Jugando con la estadística de estos pronósticos, y con la ayuda de datos auxiliares, elaboraremos un algoritmo que nos dé un resultado final. Con este resultado haremos una apuesta semanal", comentó Bustarviejo. 

 Con los posibles beneficios de dicha apuesta, se mejoraría el proceso matemático que predice el resultado ganador, pero también se premiaría a los usuarios que han colaborado en el proyecto. Asimismo, los creadores de esta iniciativa buscan financiación para sufragar un par de becas para alumnos de la universidad para que puedan continuar sus estudios y financiar la continuidad del proyecto, caso de la página web, gastos de gestión o las apuestas. (fuente del texto/EP)

Ciencia NO Ficción. Atención. Año 1982 estreno película Blade Runner y habla de lo que habrá en el 2019. Año 2012 lean la novedad del salón del Automóbil de Los Ángeles.

El coche de policía que 'jubilará' a Superman: los vehículos-drone patrullarán en 2025 BMW presenta su apuesta para el coche patrulla en EE.UU., un modelo futurista basado en tecnología de aviación.

El coche de policía que 'jubilará' a Superman: los vehículos-drone patrullarán en 2025
Los agentes del orden hacen cola en Estados Unidos para ser las primeros en utilizar aviones no tripulados.
El Salón del Automóvil de Los Ángeles ha organizado un concurso para diseñar el coche patrulla del futuro, que para el año 2025 podría constar de drones incorporados.

En las últimas semanas en California, Texas y Washington los oficiales de policía han intensificado sus demandas de aviones no tripulados de vigilancia, un complemento necesario, según afirman, para su arsenal de herramientas en su lucha contra la delincuencia. Con la vista puesta en elegir el mejor diseño de vehículo patrulla para el año 2025, el 30 de noviembre arranca la novena edición del Salón del Automóvil de Los Ángeles, que reta a las marcas automóviles a que presenten su visión del futuro coche policial.

Para hacer frente a este desafío todos los participantes deben reunir una serie de requisitos: el coche de policía del futuro tiene que ser tecnológicamente avanzado, rápido, ágil a la hora de sortear el tráfico y respetuoso con el medio ambiente. El BMW ePatrol, en cabeza de parrilla Los expertos apuestan por el equipo de diseño de BMW, que parte de la idea de que para 2025 el tráfico habrá aumentado bastante y los automóviles serán más rápidos. Por ello ha decidido aplicar a su BMW ePatrol la misma tecnología que usan los aviones no tripulados.

El prototipo presentado por BMW consta de una estructura modular compuesta por tres 'drones' o vehículos independientes que facilitarán la persecución de los 'malos'. El primero de ellos, el volador, está situado sobre la estructura principal. Los otros dos, de una sola rueda, están anclados a la parte trasera. Durante una persecución policial en un área de mucho atasco, uno de los dos agentes sentados en la estructura principal podría desplegar a partir de ella uno de los tres vehículos autónomos disponibles, que además incorporarán tecnología diseñada para a paralizar a otros vehículos.

 El interior del BMW ePatrol, inspirado en una estructura de aluminio y fibra de carbon, estará completamente digitalizado. Todos los controles se activarán por medio de pantallas táctiles. Para protección de los agentes, el vehículo no dispone de ventanas, mientras que el salpicadero será reemplazado por un gran pantalla que transmitirá información del exterior. Aparte de BMW, el concurso contará con las propuestas de Mercedes, Subaru y Honda, esta última con dos proyectos diferentes, uno desarrollado en EE.UU. y otro en Japón.

fuente/actualidad.rt.com/actualidad/view/79314-policia-drone-ultima-generacion-arsenal-clave-perseguir-malos

Ahora miren atentamente el trailer d ela película Blade Runner estrenada el año 1982 y que hablaba del año 2019. Blade Runner es una película de 1982 la ciencia estadounidense ficción dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Harrison Ford, Rutger Hauer, y Sean Young. 

El guión, escrito por los visionarios del futuro, Hampton Fancher y David Peoples parecen anticiparse a lo que dentro de pocos años patrullará por los cielos de las ciudades.