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jueves, 16 de mayo de 2013

Meditar con los ojos abiertos.

 

Puede parecer raro poner en una misma frase “meditación” y “ojos abiertos”, pero se trata de una práctica que puede resultarte muy productiva. La meditación se suele hacer con los ojos cerrados por una buena razón: es más fácil no distraerse. No obstante, meditar con los ojos abiertos te permitirá desarrollar la capacidad de relajarte en cualquier situación, al tiempo que aprecias cualquier circunstancia que estés experimentando.

Instrucciones

1.- Inicia la práctica con la intención de meditar con los ojos abiertos de forma regular. Al principio, puedes elegir un lugar y una hora donde estés relativamente libre de distracciones; aunque también podrías descubrir que una práctica más espontánea te funciona mejor. Cuando te sientas preparado, traslada el ejercicio a las experiencias cotidianas -practícalo, por ejemplo, mientras esperas el autobús o cuando estés preparando la cena-.

2.- Elige un objeto en el que concentrarte durante la meditación. No es imprescindible, pero averigua si te es de utilidad. Puede ser algo que tenga algún significado para ti o un objeto sencillo, como una cuchara o un cepillo de dientes.

3.- Comienza sentándote o tendiéndote en una posición cómoda que puedas mantener durante unos 15 minutos. No tienes que meditar todo ese tiempo, pero puedes hacerlo en el caso de que estés disfrutando realmente. Meditar con los ojos abiertos promueve la plena consciencia que sobreviene tras prestar atención a tus sensaciones, así que modifica la postura si es necesario.

4.- Concéntrate en tu respiración. Percibe la inhalación, la exhalación y el pequeño intervalo entre ambas. Continúa sintiendo en tu interior tu respiración y presta atención a lo más profundo de tu organismo. Imagina tu respiración extendiéndose más allá de tu cuerpo y nota la conexión entre tú y lo que te rodea.

5.- Percibe cualquier sensación que te llegue. Advierte lo que piensas y lo que sientes. No es necesario que cambies lo que percibes; simplemente, percíbelo. Puede resultar difícil, así que continúa sintiendo tu respiración y concentrándote en ella para eliminar la conexión con cualquier distracción que surja. Al concentrarte en tu respiración, podrás permanecer en contacto con tu cuerpo, lo que te permitirá continuar con la meditación y profundizar en tu consciencia.

6.- Dirige tu mirada a lo que te rodea. Advierte todas las evaluaciones que hagas. Trátalas como si estuvieras en el cielo y fueran nubes que van flotando. Continúa centrando tu atención en la respiración.

7.- Mientras permaneces inmóvil, conduce tu atención hacia tus manos. Aquí comienza tu intento de sentir tu energía vital. Puedes notar hormigueo, calor, frescor o una sensación de amplitud en partes de tu cuerpo mientras diriges tu atención a tu alrededor. Sigue subiendo hasta los brazos, el cuello y la cabeza, y luego baja hacia el pecho, el abdomen, las piernas y los pies. Si te distraes, simplemente concéntrate en tu respiración, utilizando incluso las palabras “dentro” y “fuera” si te son de utilidad.

8.- Experimenta con la meditación mientras te mueves, hablas o escribes. Así averiguarás que meditar mientras haces cosas puede mejorar tu experiencia vital.

9.- Prepárate para terminar la meditación. Tómate un momento para notar cómo te sientes y darte las gracias a ti mismo por haber participado en el ejercicio. La meditación con los ojos abiertos te ofrece la oportunidad de relajarte sea cual sea el entorno (el cuarto de baño, la oficina, o incluso una tienda). Lleva contigo esa sensación de relajación mientras sigues con tu jornada.

Fuente:  http://www.ehowenespanol.com

lunes, 15 de abril de 2013

La ciencia nos da la razón. El parasitismo y/o vampirismo bioenergético es una realidad. Hay de Positivo pero también de Negativo.

A petición de un lector de Sabiens, republicamos un tema sobre las energías que NO se ven y si existen.


Científicos comprueban que un ser vivo puede extraer energía de otro.

Investigadores comprobaron que las plantas se utilizan mutuamente como reservas alter-energéticas; el intercambio de energía entre seres vivos podría convertirse en un próximo y fascinante tópico científico.

Desde hace tiempo se maneja coloquialmente la posibilidad de que una persona pueda extraer energía de otra. Tal vez te resuenen anécdotas sobre vampirismo ‘bioenergético’, interacciones en las que alguien toma de otra persona, y generalmente sin su consentimiento, energía vital. Por otro lado existe un probable fenómeno en el que una persona, o un grupo, cede voluntaria aunque inconcientemente su energía a favor de alguien. Esto último, en caso de realmente existir, podría relacionarse con lo que sucede alrededor de las celebridades quienes, por ejemplo, en un concierto, reciben una monumental descarga de energía por parte de sus fans . Posteriormente, una vez terminada su carrera, caen en severas depresiones o estados decadentes ante la falta de ese flujo de ingreso. También podríamos mencionar lo que ocurre con una mujer particularmente linda, a quien decenas de tipos van nutriendo cotidianamente, cediéndole energía, lo cual provoca que ella sea cada vez más hermosa –o al menos está es una de las hipótesis que podrían explicar el singular fenómeno–.

En fin, más allá de especulaciones en torno a las posibilidades de extracción energética entre seres humanos, las cuales por cierto forman parte del arco narrativo de múltiples teorías conspiracionales, un reciente hallazgo científico sugiere que efectivamente podrían estarse gestando intercambios energéticos entre personas. Investigadores de la Universidad de Bielefeld, en Alemania, comprobaron que una planta puede utilizar al resto como fuente alternativa de energía. El equipo, encabezado por el Dr. Olaf Kruse, confirmó que un tipo de alga, la Chlamydomonas reinhardtii, no solo es capaz de operar procesos fotosintéticos, sino que intercambia energía con otras plantas, aprovechándolas como alternativas de energía. El descubrimiento fue publicado en el diario Nature Communications, suplemento de la prestigiada publicación científica Nature.

El equipo de Kruse cultivó esta microscópica alga y observo que, ante la falta de energía, estas plantas unicelulares podían extraer energía de la celulosa vegetal ubicada junto a ellas. El alga secreta enzimas que digieren la celulosa, fragmentándola en pequeños componentes de azúcar que son transportados al interior de la célula y traducidos en energía. Lo anterior le permite al alga continuar con su crecimiento. “Esta es la primera vez que se confirma este tipo de comportamiento en un organismo vegetal. Que el alga pueda digerir celulosa contradice lo expuesto anteriormente en cualquier libro de texto. Hasta cierto punto lo que estamos presenciando es una planta comiendo otra planta.” afirma Kruse.



De acuerdo con una perspectiva un tanto más new agera, pero que a la vez le da coherencia a diversos fenómenos que apreciamos de manera cotidiana, este descubrimiento podría desencadenar una eventual prueba científica de que lo mismo, un intercambio fáctico de energía, sucede entre el resto de seres vivos, incluidos obviamente los seres humanos. “Cuando en los próximos años los estudios sobre la energía sean más avanzados, veremos que esto mismo se traduce en las personas. El organismo humano es muy similar al de una planta, toma energía para alimentar estados emocionales, lo cual básicamente puede nutrir células o incrementar los niveles de cortisol (hormona esteroidea) y activar un catabolismo celular dependiendo del detonante emocional.” advierte la Dra. Olivia Bader-Lee, psicóloga especializada en ‘sanación energética’.

Por ahora solo resta que Kruse y su equipo continúen con experimentos similares, replicando el proceso pero con otras plantas, para ampliar el entendimiento sobre como funciona la transmisión de energía entre seres vivos. Investigación que eventualmente tendría que incluir a animales y personas.

Más allá de que la posibilidad de un intercambio energético real entre personas es un tema fértil para la imaginación desbordada y la confabulación psicótica, lo cierto es que este descubrimiento bien podría incluirse dentro de una reciente tendencia dentro de la cual la vanguardia científica comienza a confirmar la existencia de diversos fenómenos que hasta entonces eran concebidos, exclusivamente, dentro de una arena relativamente esotérica –por ejemplo, la existencia de universos paralelos, la transmisión informativa sin necesidad de coincidir en tiempo/espacio, o la presencia de facultades psíquicas–.

Supongo que solo me resta compartir que en lo personal me parece que el intercambio energético de personas, entre ellas, e incluso respecto a espacios físicos y a otros seres vivos, es un fenómeno relativamente explícito, que sucede de manera cotidiana y que define una parte importante de los flujos emocionales, mentales, y físicos de toda persona. Aunque tampoco descarto que esta percepción sea solo producto de una auto-sugestión –como cualquier otra posible verdad dentro de mi vida–.


* Lo importante no es parasitar energéticamente sino todo lo contrario, compartir tu energía positiva y curativa con los más débiles.



Twitter del autor: @paradoxeparadis//Pijamasurf

jueves, 11 de abril de 2013

Zazen, es el secreto del Zen.




¿Qué es el zen?

El zen - Dhyana en sánscrito - remonta a la experiencia de Buda Shakyamuni, quien realizó el despertar en la postura de zazen en el siglo VI DC. Esa experiencia se transmitió sin interrupción de maestro a discípulo, formando así la línea zen.

Su aspecto cultural y folclorico se conoce en occidente desde el principio del siglo viente, a través de diferentes prácticas como los artes marciales, la ceremonia de té, el arte floral o los famosos jardines japoneses etc. Pero incluso si la profundidad de su filosofía y la pureza de su estética atrajeron mucho a artistas, escritores y los filósofos, eso nunca dejó nacer una verdadera práctica, porque son solamente las frutas de una semilla plantada en la tierra japonesa algunos siglos atrás.

Pero ¿cuál es esta semilla? ¿Cuál es la fuente creativa de todas estas frutos?

ZAZEN ES EL SECRETO DEL ZEN

¿Qué es el zazen?

Es la meditación sentada en la postura tradicional del loto, practicada por el ser humano desde la prehistoria. Zazen no es una teoría, ni una idea, ni un conocimiento que se puede percibir con el cerebro. Es unicamente una práctica que cambia nuestro propio espíritu de manera radical. Significa fundirse con el universo entero. El maestro Taisen Deshimaru, discípulo y sucesor del gran maestro Kodo Sawaki, trajo la práctica de ese zazen a Europa, plantando así la semilla original en una tierra nueva.

Zazen y Budismo

El Budismo mismo es un fruto del zazen. La leyenda dice que antes del Buda Shakyamuni ya había siete Budas, el Budismo se refiere entonces a un tiempo anterior a él mismo.En efecto, la postura de zazen remonta a los tiempos antiguos, como atestiguan numerosos vestigios arqueológicos (consulte zen y prehistoria), ella es un tesoro fundamental de la humanidad. El Budismo histórico nació a partir del zazen del Buda hace 2500 años y se transmitió de maestros a discípulos desde ese tiempo, a través del mundo, sin interrupción.

ZEN Y OCCIDENTE

Hoy en día el zen existe en occidente, aunque se puede constatar que todavía no ha sido realmente apropiado por esta cultura. Seguimos viéndolo como algo exótico y un poco folclorístico,creemos que es solamente una imagen con estilo japonés o chino. Pero ¿qué hay de la integración a nuestra cultura e incluso a la nueva cultura mundial? ¿Cuáles serán los frutos que surgirán de esto?

viernes, 14 de diciembre de 2012

Algo está cambiando. Ahora en las cárceles.

Las cárceles de Brasil tienen fama de violentas, pero al menos en un centro penitenciario de Río de Janeiro los reclusos buscan la paz interior a través del yoga.


lunes, 10 de diciembre de 2012

Meditación produce grandes cambios emocionales en el cerebro.




Neurólogos de los Estados Unidos descubrieron recientemente que ocho semanas de meditación en compasión pueden producir cambios cerebrales a largo término y desarrollar rasgos positivos en la personalidad.

"La meditación mejora la estabilidad emocional y la respuesta al estrés alterando la actividad de la amígdala".

El equipo encontró que la meditación mejora la estabilidad emocional y la respuesta al estrés alterando la actividad de la amígdala-una región cerebral involucrada en regular las emociones y la atención.

“Este estudio contribuye a un creciente cuerpo cada vez mayor de la evidencia de estudios científicos, que la práctica de la meditación afecta al cuerpo y el cerebro de maneras mensurables”, afirmó la doctora Dr. Gaëlle Desbordes, del Hospital General de Massachusetts, a La Gran Época vía email.

Para estudiar los efectos de la meditación, participantes adultos fueron entrenados durante ocho semanas en la meditación compasiva o meditación consciente (para desarrollar la conciencia de la respiración, del pensamiento y las emociones). A un tercer grupo de control se les impartió educación de la salud.

Tres semanas antes y después del entrenamiento, los cerebros de los participantes fueron escaneados mientras observaban una serie de imágenes con distinto contenido emocional.

El grupo de meditación consciente mostró una reducción en la activación de la amígdala cerebral a todos los estímulos emocionales.

Esto sugiere que el entrenamiento de la meditación consciente redujo la reactividad emocional, el cual es consistente con la hipótesis general de que la práctica de meditación reduce el estrés percibido y mejora la estabilidad emocional”, dijo Desbordes a La Gran Época.

Científicos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, se manifestaron “desconcertados” por los grandes beneficios de la meditación en el cerebro del ser humano, en cuanto a favorecer el desarrollo de personas felices y en el beneficio en enfermedades como autismo y esquizofrenia. Un completo informe de sus investigaciones se envió el 21 de noviembre a las actas de la Revista de Ciencias.

Tras investigar respuestas cerebrales en meditadores, expertos descubrieron que la meditación actúa directamente en las áreas asociadas a soñar despierto, trastornos psiquiátricos, autismo y esquizofrenia.

Una buena capacidad de meditación también resultó directamente asociada a un alto nivel de felicidad, explica el Doctor Judson A.Brewer, profesor asistente en psiquiatría y autor principal del estudio.

"La meditación ha demostrado que ayuda en una variedad de problemas de salud, tales como el tabaquismo, el cáncer, e incluso puede prevenir la psoriasis”, agregó el Dr. Brewwer.

Tanto a experimentados a como novatos de tres diferentes prácticas de meditación y a los no meditadores, se les efectuó una resonancia magnética en el cerebro.

En la imagen del cerebro reportada por la resonancia se reveló una menor actividad cerebral en los meditadores, en las zonas sombreadas en azul.

Esta notoria disminución de la actividad en el cerebro corresponde a las áreas de la “red de acción predeterminada”, que se encuentra en la corteza frontal y posterior medial, esto fue notable en los meditadores con experiencia.

Según el informe, ellos son capaces de desconectarse o bajar la actividad de las áreas implicadas con trastornos de atención, déficit de atención con ansiedad, trastornos de hiperactividad e incluso de las área donde se registran las acumulaciones de las placas beta amieloides que ocurren en la enfermedad de Alzheimer.

“Meditadores experimentados parecen desconectar áreas del cerebro asociadas con pensamientos errantes, la ansiedad y algunos trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia”, señala el informe.

Se registró además la actividad cerebral en los momentos de descanso y se constató que los que habitualmente practican la meditación tienen mayor actividad en el área del presente conocimiento y menos en el “yo” centrado, según describen los psiquiatras.

"La capacidad de la meditación para ayudar a las personas a mantenerse, ha sido parte de las prácticas filosóficas y contemplativas desde hace miles de años", dijo el Doctor Brewer.

Por el contrario, explica el doctor, las características de muchas formas de enfermedad mental son una preocupación centrada en los pensamientos, donde una buena meditación puede actuar en su beneficio.

“Esto nos da algunas pistas de cómo funcionan los mecanismos neurales y la forma en que podrían estar trabajando clínicamente”, agrega el médico psiquiatra.

Prácticas de meditación del oriente como Yoga y Falun Dafa (conocida también como Falun Gong) son difundidas por sus beneficios en la salud.

“El cuerpo humano no debe tener enfermedades, las enfermedades pertenecen a estados incorrectos...”. “Por lo tanto, para regresar a aquel estado original sin enfermedades es necesario descartar los apegos que atan al ser humano a cosas negativas”, afirma Li Hongzhi, maestro de Falun Dafa, práctica milenaria conocida en oriente como Falun Gong.

Esta disciplina es transmitida gratuitamente tanto en oriente como occidente e incluye como uno de sus ejercicios diarios la meditación 15 minutos, media hora, una hora o más, según la experiencia y el tiempo del practicante.

Falun Dafa recibió durante todos los años que se presentó en su país de origen, en la importante Feria de Salud de China, el primer premio de honor por sus comprobados beneficios.

En el grupo de meditación compasiva, el contenido emocional positivo llevaba a resultados de escaneo cerebral similar, pero los participantes que meditaban más, reportaron un incremento de actividad en la amígdala en respuesta a imágenes de personas en varias situaciones de sufrimiento.

"Creemos que estas dos formas de meditación cultivan distintos aspectos de la mente", dijo Desbordes en un comunicado de prensa. ”Ya que la meditación compasiva esta diseñada para aumentar sentimientos de compasión, tiene sentido que pueda incrementar la respuesta de la amígdala al ver gente sufriendo”.

"El aumento de la actividad de la amígdala también estaba correlacionada con las puntuaciones de depresión disminuyentes en el grupo de meditación compasiva, que sugiere que entre mas compasión se tiene hacia los demás también puede ser beneficioso para uno mismo”, agregó ella.

No se observó ningún efecto en el tercer grupo de control.

“En general, estos resultados son consistentes con la hipótesis general de que la meditación puede provocar cambios duraderos y beneficiosos en la función cerebral, especialmente en el área de procesamiento emocional”, dijo ella en el comunicado.

Los investigadores concluyeron que la meditación impacta el proceso emocional durante la vida diaria, no solo durante la práctica de la misma y que puede resultar en el desarrollo de ciertos hábitos positivos a largo plazo.

fuente del texto/ La Gran Época