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jueves, 7 de noviembre de 2013

Encuentran en las selvas de Ecuador la "Ciudad Perdida de los Gigantes".

Un equipo de investigadores descubrió un antiguo complejo de pirámides en una parte remota de la selva amazónica ecuatoriana, desconocido incluso para los residentes locales. Los científicos creen que es la ‘Ciudad Perdida de los Gigantes’.

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En el lugar del hallazgo se descubrió una estructura piramidal de tamaño grande que mide unos 80 metros cuadrados de base y 80 metros de altura. La estructura está compuesta por grandes bloques de piedra tallada de diversas formas, cada uno de los cuales pesa alrededor de dos toneladas, y muchos cientos de estos bloques componen las paredes del edificio.

Mortero hallado entre las ruinas.
Mortero hallado entre las ruinas

La parte superior es una zona plana y se supone que se utilizaba para algunas ceremonias religiosas. Alrededor de las pirámides se encontraron muchos artefactos de piedra tallada y objetos de cerámica. 

Los expertos opinan que estas herramientas de piedra se usaban para la minería y el refinamiento de algunos minerales metálicos. Los expertos coincidieron en que se trata de la ‘Ciudad Perdida de los Gigantes’ tras descubrir objetos de tamaño extremadamente grande que una persona normal no sería capaz de utilizar. 

Según las leyendas locales, en estas zonas habitaban seres humanos gigantes. Cabe mencionar que en las cuevas de esa región y en otras partes de Ecuador anteriormente se encontraron restos de personas gigantes. El estilo de los edificios y los objetos indica que aquí existió una cultura pre-inca desconocida. Bruce Fenton, el investigador que estudió la zona, indica que para llegar a conclusiones más precisas al respecto se necesitan más estudios y captar la atención de la comunidad científica internacional, por lo que planean seguir explorando la zona.

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Fenton, quien se encuentra liderando la investigación de forma extraoficial, ha declarado que si bien el hallazgo ya ha sido reportado al gobierno ecuatoriano e invitado a arqueólogos al área, por el momento han rechazado la propuesta debido a lo peligroso de la región selvática en la que se hallarían las misteriosas estructuras. Tampoco se han liberado nombres de los “expertos” que hasta ahora dieron su veredicto sobre estas supuestas ruinas ancestrales, mucho de ello porque, a pesar de lo registrado hasta ahora, aún queda por confirmar qué es lo que realmente yace en las profundidades de la selva ecuatoriana. 

Unión de piedras de la estructura piramidal que denotan una manufactura artificial.

La evidente carencia de fuentes fidedignas y nombres que soporten el hallazgo hace poner una enorme bandera roja a este descubrimiento hasta que sea confirmado y verificado por otros investigadores.



martes, 1 de octubre de 2013

¿Quienes fueron los Nefilim? ¿Quienes fueron los Annunaki?


הַנְּפִלִים הָיוּ בָאָרֶץ בַּיָּמִים הָהֵם וְגַם אַחֲרֵי־כֵן אֲשֶׁר יָבֹאוּ בְּנֵי הָאֱלֹהִים אֶל־בְּנֹות הָאָדָם וְיָלְדוּ לָהֶם הֵמָּה הַגִּבֹּרִים אֲשֶׁר מֵעֹולָם אַנְשֵׁי הַשֵּׁם׃ פ

 
Antiguamente, Habitaron Gigantes en la Tierra!

Si, efectivamente así fue, y todo eso que a menudo oímos decir e interpretar respecto a que no fue así---por indoctos o falsos maestros infiltrados entre los llamados de Yahweh---contradice lo que la Palabra de Yahweh claramente revela sobre este tema!

La Palabra de Yahweh se interpreta a sí misma, y la sana doctrina que compone ese maravilloso y profundo "todo" que Yahweh llama "Su Verdad"---y que debemos de hacer parte de nuestra emunaj y templos kodesh---muy a menudo se encuentra NO EN UN SOLO LUGAR DE LA TORAH, SINO DISPERSA por toda la Escritura; y como ya bien sabemos, "línea sobre línea, renglón sobre renglón... un poquito aquí, otro poquito allá, etc." La Escritura dice: "TODA Tu Palabra es Verdad," y esto es en todos los sentidos. Por lo tanto en la Verdadera Asamblea o Kejilah de Yahushua todos nosotros nos dejamos guiar por el Ruaj Ja Kodesh y por Yahweh. Podemos especular, pero no podemos hacer doctrina de nuestra especulación si no corre paralela con la prueba hallada en la Escritura.

Los Nefilim o Nephilim (en hebreo הנּפלים, nefilim, "derribadores") son, en la Torah y otros escritos religiosos judíos y cristianos tempranos, un pueblo de gigantes o titanes que se mencionan en el Génesis 6:4 y en el Libro de los Números 13:33. Originalmente en hebreo nefilim significaba "caídos" o "derribados" pero mas tarde se empezó a traducir como "gigantes."

De manera que no podemos llegar a la Verdad sin antes haber escudriñado cabalmente la Palabra Kodesh y considerado todos los pasajes pertinentes! Echemos un vistazo a lo que dice la propia Palabra de Yahweh, para que sea El quien nos revele la Verdad en torno a este aparentemente desconcertante asunto de los "gigantes" en la Tierra!


Gén 6:4 "Y había nefilim (titanes) en la tierra en aquellos días también, después que se unieron los hijos de Elojim a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los héroes (valientes) que en la antigüedad fueron varones de renombre."

Aquí vemos que estos no eran hombres normales, primeramente eran gigantes, es decir, eran hombres de una altura descomunal. En segundo lugar, eran terresteres, pues arriba dice que habitaban la Tierra. Algunas personas dicen que estos "gigantes" (ó los "hijos de Elojim") mencionado ahí eran "seres humanos comunes y corrientes"--como Ustedes y como yo. Si asi fuera, ¿qué de particular tendría este suceso para que Moshé lo hubiera relatado en el Tanakj con tanto énfasis? Veamos lo absurdo que sería ese pasaje si insertáramos allí las palabras "hombres normales":

"Y había hombres normales en la tierra en aquellos días también, después que se unieron los hombres normales de Elojim a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los héroes (valientes) que en la antigüedad fueron varones de renombre."

TOTALMENTE RIDICULO Y ABSURDO. ¿Había "hombres normales en la tierra en aquellos días también"? ¿Aparte de cuales otros...?

¿Aparte de hombres normales, había también "hombres normales"? Las personas que creen que Moshe no estaba en sus cabales cuando escribió esto, son las que NO ESTAN EN SUS CABALES! Pero vayamos al siguiente pasaje para ver que mas nos revela.


Núm. 13:33 "Vimos allí también a los gigantes (los hijos de Anac ( Annunaki) son parte de la raza de los gigantes); y a nosotros nos pareció que éramos como langostas; y así parecíamos [también] ante los ojos de ellos."

Aquí se habla que son una RAZA. Por lo tanto no son seres humanos normales, sino otra RAZA de seres: una raza de hombres GIGANTES! No se refiere a "gigantes figurados" sino LITERALES. Se puede comprobar porque el que lo relata afirma que se sentía "como una langosta" (un insecto bastante pequeño), y que así mismo los gigantes lo conceptuaban a él y los suyos. Y esto se debe a la obvia diferencia de estatura entre un gigante y un hombre normal. Independientemente de si estaban allí o no realmente, en la mente de todos no había dudas que había gigantes en algunas partes de la tierra.

Deut. 2:20 "Por tierra de gigantes fue también ella tenida; habitaron en ella gigantes en otro tiempo, a los cuales los amonitas llamaban zomzomeos..."

Aqui arriba tenemos otro pasaje testigo y vemos que estos titanes / gigantes invadían distintos territorios de la Tierra en aquellos tiempos. No eran seres espirituales, porque habitaban en la Tierra y tenían cuerpos gigantes obviamente de carne y hueso. A continuación en Deuteronomio se nos dan mas detalles, y se refiere a ellos como un pueblo humano (raza) de seres grandes y altos, muy poderosos y difíciles de resistir.

Deut. 9:2 "...un pueblo grande y alto, los hijos de los anaceos, a quienes conoces y de quienes has oído decir: ``¿Quién puede resistir ante los hijos de Anac?' "

1 Sam. 17:51 "Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo, y tomando el cuchillo de él, sacándola de su vaina, lo mató, y le cortó con él la cabeza. Y cuando los filisteos vieron su gigante muerto, huyeron."

En la historia antigua se mencionan a distintos pueblos que tenían a estos seres gigantes como gobernantes o dioses, debido a su enorme estatura y fuerza. Los filisteos eran uno de esos pueblos. Goliat era un hombre gigante, literalmente. También los antiguos sumerios, griegos y egipcios figuran en la historia como pueblos que en un tiempo tuvieron a hombres poderosos y gigantes rigiéndolos o dominándolos. Abajo hay otro pasaje donde aparecen estos hombres gigantes mencionados en el contexto de la Torah y el Pueblo de Israel.

2 Sam. 21:22 "Estos cuatro le habían nacido al gigante en Gat, los cuales cayeron por la mano de David, y por la mano de sus siervos."


"Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anac. Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas. Porque únicamente Og rey de Basán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre." (Deuteronomio 2:10, 2:11, 3:11)

"¿Acaso, siendo joven (David), no mató a un gigante y extirpó el oprobio del pueblo, cuando lanzó una piedra con la honda y abatió la arrogancia de Goliat?" (Eclesiástico. 47:4)

El filisteo Goliat, habría sido refaíta y medía seis codos y un palmo de estatura (cerca 2,09 m), su hermano fue un gigante que se llamó Lahmi ("de pan" o bien "de Lahmu").


Había de estos gigantes regados "por toda la Tierra" en un momento dado, y estos eran los héroes y valientes varones de renombre de la antiguedad. Pero la Torah es un libro mayormente centrado en los hombres de Yahweh y Su Pueblo escogido, y no es un libro de la historia de las naciones antiguas como para ponerse a detallarla. Los nefilim son solo una pequeñísima parte de la historia central de este libro---no son su parte central! Debido a esto, no vamos a encontrar la historia completa de los nefilim en las páginas de la Torah...

La Torah habla de las naciones y sus habitantes en su relación y contexto con el Pueblo de Israel o la Ley de Yahweh. Debibo a esto, las menciones que la Torah hace de los nefilim se limitan a lo referente a la desobediencia de los malakjim/ángeles, al diluvio y el tiempo de Noe, a la lucha con Dawid, etc., y no a la importancia, trasfondo e influencia que éstos podían tener entre la gente de las naciones.

En la mitología griega, los Titanes se mencionan (en griego antiguo Τιτάν, plural Τιτᾶνες) de forma muy frecuente como una raza de poderosos dioses mitad-celestiales y mitad humanos que gobernaron durante la legendaria edad de oro. Wikipedia publica al respecto la siguinete información encontrada en las principales enciclopedias del mundo:

Los doce Titanes de la primera generación fueron liderados por el más joven, Crono, quien derrocó a su padre Urano (‘Cielo’) a instancias de su madre, Gea (‘Tierra’). Posteriormente los Titanes engendraron una segunda generación, destacando los hijos de Hiperión (Helios, Eos y Selene), las hijas de Ceo (Leto y Asteria) y los hijos de Jápeto (Prometeo, Epimeteo, Atlas y Menecio).

Algunos nombres de titanes de segunda generación son los siguientes: Poseidon, Atlas, Hercules, Helios, Perseus, Prometeo, Titanius, Colossus, etc. En el estrecho de Gibraltar, antiguamente, había dos gigantescas columnas a nada lado de la costa, curiosamente llamadas "los pilares de Hércules." Las mismas fueron destruídas tras un fuerte terremoto y tsunamis.

En los cinco continentes, se han descubierto restos arqueológicos de esqueletos humanos que demuestran que en la Tierra habitaron seres gigantescos. Además de desorientar a la comunidad científica, estos restos avalan lo que la escritura dice sobre “los gigantes” con el paso del tiempo.

viernes, 1 de marzo de 2013

El Misterio de Baalbek.

Baalbek (o Balbek) se encuentra en el este del Líbano, en el famoso valle de Beqa’a, entre los ríos Litani y Asi. Se localiza en el cruce de dos rutas comerciales de importancia histórica, una entre el Mediterráneo y la Siria Interior, y la otra entre el norte de Siria y el Norte de Palestina.

Los orígenes de Baalbek son un misterio. Se ha supuesto que inicialmente fue una ciudad fenicia, centro del culto al dios babilónico Baal-Hadad, y su nombre significaría “Ciudad de Baal”; posteriormente, los griegos asimilarían esta deidad a Helios, de ahí que pasara a llamarse Heliópolis. 
 
Sin embargo, no existe ninguna evidencia arqueológica de ese supuesto asentamiento fenicio inicial, y dada la ausencia de referencias en las fuentes históricas de un asentamiento semejante, lo más probable es que éste haya sido o de muy escasa importancia o, mucho más probablemente, inexistente. 
 
El nombre “Baalbek” no denota una inconmensurable antigüedad. Ni se usó durante la época romana, ni existe evidencia de que se haya utilizado alguna vez con anterioridad a ésta. No parece muy probable que el sitio comenzara a llamarse “Baalbek” en honor a un Baal cualquiera en tiempos posteriores, pues para entonces la región ya se había cristianizado, para ser más tarde sometida por el Islam.

La famosa terraza de Baalbek es una de las principales bazas de los defensores de la hipótesis de los “Antiguos Astronautas“, según la cual, en un pasado lejano, habitantes de otros mundos habrían visitado la Tierra. Esos navegantes de los espacios interestelares habrían dejado como prueba de su paso mitos dispersos y edificios inexplicables.

La Gran Terraza es una plataforma construida con las mayores piedras talladas conocidas, bloques megalíticos que fueron cortados con gran precisión y colocados para formar unos fundamentos de 460.000 metros cuadrados de superficie. 
 
En esta plataforma se encuentran los tres colosales bloques conocidos como el Trilithon, cada uno de los cuales mide casi 20 metros de largo, con una altura de aproximadamente 4 metros y un ancho de 3. El peso de cada uno de esos monolitos monstruosos se ha estimado entre mil y dos mil toneladas; son de granito rojo, y fueron extraídos de la cantera a más de un kilómetro de distancia, valle abajo respecto a la construcción.


Aún es más extraordinario el hecho de que en la cantera haya quedado un bloque aún mayor, conocido por los árabes como Hajar el Gouble, o Piedra del Sur.
En 1851, el estudioso francés Louis Felicien de Saulcy, quien más tarde realizaría una de las primeras excavaciones sistemáticas de Jerusalén, permaneció en Baalbek dos días, del 16 al 18 de mayo, y se convenció de que el basamento de la Gran Terraza eran los restos de un templo prerromano; dejó sentada esta opinión en su libro “Voyage autour de la Mer Morte” (“Viaje alrededor del Mar Muerto”) que data de 1864.

La hipótesis del origen extraterrestre de la terraza de Baalbek aún tardaría en llegar. El primero en exponerla fue el físico bielorruso Matest M. Agrest, en 1959. Agrest es considerado como el primer científico en avanzar la hipótesis de que la Tierra fue visitada en tiempos prehistóricos por inteligencias venidas del espacio exterior; su famoso artículo “Astronautas de la Antigüedad” (Kosmonauty Drevnosty) se publicó en 1961. 
 
En sus hipótesis, Agrest le da una gran importancia a la historia bíblica de Enoch , y a la oscura referencia del Génesis que habla de los Nefilin . Propuso, asimismo, que las tectitas son prueba de esas visitas extraterrestres y que lo que realmente ocurrió en Sodoma y Gomorra fue una explosión nuclear. 
 
Para Agrest, la Gran Terraza habría sido una pista de aterrizaje para los cosmonautas de la antigüedad. Curiosamente, la única fuente de información de Agrest respecto a Baalbek parece haber sido un indefinido libro publicado en París en 1898.

La hipótesis de Agrest respecto a Baalbek en particular, y a los “antiguos astronautas” en general, hizo escuela. Zacharia Sitchin y Däniken siguen también esta misma línea. Las innumerables toneladas de los bloques de Baalbek parecen ser tan fascinantes que existen autores que no se resisten a mencionarlas, aunque no tengan nada que ver con el tema del que están tratando; por ejemplo, Charles Berlitz, quien en medio de un catálogo de maravillas que aparece en su magna obra “El Triángulo de las Bermudas” menciona “las enormes piedras de las fundaciones del templo de Júpiter, en Baalbek, Siria, emplazadas allí mucho antes de la construcción del templo y una de las cuales pesa 2.000 toneladas”. Por cierto, en la actualidad Baalbek no queda en Siria, sino en el Líbano, pero pasémosle por alto este pequeño lapsus.

Es de hacer notar que las especulaciones que atribuyen la Terraza de Baalbek a la acción de los “antiguos astronautas” parten de dos supuestos básicos: que la plataforma fue construida en un pasado muy remoto, mucho antes de los templos que la coronan, que el peso de los grandes bloques supera la capacidad de transporte de la tecnología humana de la época en que se levantó la plataforma (¡y aún en el día de hoy!). Pero ¿son ciertas estas suposiciones? Si seguimos al pie de la letra la leyenda, tal y como se repite una y otra vez, sólo podemos concluir que las ruinas de Baalbek son simplemente imposibles e inexplicables, un misterio sin solución humana.

En los años 1904 – 1905 una expedición alemana realizó la primera excavación sistemática en las ruinas de Baalbek. Los arqueólogos alemanes excavaron a través de la plataforma y realizaron hallazgos muy interesantes. La aparentemente sólida terraza está construida de sólidos megalitos únicamente en sus muros externos. En el interior, bajo el foro, encontraron un laberinto de cámaras rellenas de escombros compactados, con paredes de ladrillo en la típica forma romana de panal; debajo de todo esto, el lecho de roca sólida. En resumen, sólo albañilería y restos romanos. Los cimientos de los templos están fundamentados en el lecho de rocas para poder soportar su peso, ya que la plataforma simplemente se hundiría si descansaran sobre ella. Las paredes megalíticas son en realidad un muro de contención en declive.

Del supuesto asentamiento fenicio previo no se encontraron restos, ni tampoco de ningún otro de una inconmensurable antigüedad. Mucho menos, restos de equipos de láser, pilas de fusión atómica o motores de plasma.

Uno de los recursos más efectivos e impresionantes de los que se sirvieron los ingenieros y arquitectos romanos fue la creación de masivas plataformas en terrazas para soportar grandes edificios o grupos de ellos. 
 
Esta idea venía de Grecia, pero fueron los romanos quienes lograron desarrollar todas las ventajas estructurales de construir masivas subestructuras para explotar el potencial funcional de lugares geográficamente accidentados. Ejemplos de estas terrazas se han encontrado en Tiddis (África del Norte), Terracina (Italia), Praeneste (Palestina), y muchos otros sitios.

La conclusión, por extraño que parezca, es que, de acuerdo a los datos disponibles, el emplazamiento es de origen romano. Ni fenicio, ni extraterrestre. Y en cualquier caso, como pista de aterrizaje hubiera resultado francamente deficiente, pues cualquier nave espacial de regular peso hubiera hundido el pavimento.

¿Y los bloques del famoso Trilithon? ¿Cómo es posible que hayan sido desplazados desde la cantera hasta su posición final en la plataforma, por los romanos o por quien fuera?


Aquí son necesarias algunas precisiones. La primera: los bloques no son tan pesados como suelen afirmar los divulgadores de la hipótesis de los “antiguos astronautas”. Ya vimos que von Daeniken les atribuye “casi 2.000 toneladas” y “20 metros de lado”; esto último hace pensar de inmediato en un monstruoso cubo, pero en realidad se trata de “aproximadamente 20 metros de largo”, ya que cada megalito tiene forma de paralelogramo. Berlitz sigue a von Daeniken en el dislate, y habla también de “2.000 toneladas”. Puestos a fantasear, no falta quien les atribuya “millones de toneladas”. Todo esto hace sospechar que existe mucha gente que habla del tema sin molestarse en hacer algunas comprobaciones elementales, para las cuales no es necesario viajar a Baalbek ni excavar en la plataforma. Todo lo que se requiere es conocer la densidad del granito, las dimensiones de los bloques y una modesta calculadora de mano.

La densidad del granito, dependiendo de su tipo, varía entre 2,63 y 2,75 g/cm3. Respecto a las dimensiones de los bloques, no hay dos fuentes que den las mismas medidas; sin embargo, todas coinciden en que ninguno llega a los 20 metros de largo. Según parece, el mayor de los megalitos del Trilithon mide 19,80 por 4 por 3,6 metros. Esto daría un volumen de 285,12 m3. Asumiendo que la densidad de la piedra es de 2,75 g/cm3, el peso del bloque sería de 784,08 toneladas. Por debajo de las 800 toneladas y muy lejos de las 2.000 que Daeniken y Berlitz citan tan alegremente. Por supuesto, en este cálculo casero pueden haberse filtrado varios errores: las piedras pueden tener unas dimensiones reales un poco mayores (¡o menores!) que las mencionadas; la densidad del granito puede ser menor que 2,75 g/cm3 (intencionalmente he usado el valor mayor que he encontrado y no el menor); en la conversión de pies a metros siempre se pierden algunos decimales. De hecho, existen estimaciones aún más moderadas y probablemente más precisas, en torno a las 600 toneladas, y en todo caso, siempre por debajo de las 800.


En cuanto a la piedra más pesada, la llamada “Piedra del Sur” (otras fuentes le dan el nombre de “Piedra de la Mujer Preñada”), esta sí pesa más de 1.000 toneladas. Mide nada menos que 21,31 metros de largo, por 4,08 por 4,72, para un volumen de algo más de 410 m3. Diversas estimaciones le atribuyen un peso entre 1.050 y 1.200 toneladas (mi cálculo casero da aproximadamente 1.127 toneladas). Aunque estamos aún muy lejos de las “2.000 toneladas”, de todas formas resulta impresionante. Salvo por un detalle, que siempre se menciona de pasada y sin darle mayor importancia: este fenomenal pedrusco no llegó a salir de la cantera, por lo que de ningún modo se puede hacer un misterio de su transporte, ya que simplemente no fue transportado a ninguna parte. ¿Por qué dejaron los ingenieros romanos este monstruo en la cantera? A este respecto, y a falta de documentos, sólo se pueden aventurar hipótesis: quizás cometieron un error de cálculo y se encontraron con que habían tallado un bloque demasiado grande y que luego les fue imposible mover, o quizás modificaron el proyecto de la obra, o… En cualquier caso, la misma pregunta habría que hacérsela a los que le atribuyen el bloque a la tecnología alienígena.

Sigamos con las precisiones. La cantera de donde se extrajeron los famosos bloques no se encuentra “valle abajo” respecto a la construcción; se encuentra entre 10 y 15 metros por encima de ella. La cantera está a 1.160 metros de altura y el templo a unos 1.145. Indudablemente siempre resultará más fácil transportar una gran masa cuesta abajo que cuesta arriba. Por otra parte, la cantera se encuentra a sólo 600 metros de la plataforma, aunque al tener que sortear una zanja, la distancia a recorrer se alarga hasta unos 1.100 metros.

Sin embargo, podría parecer que aunque algo minimizado, el misterio aún persiste. ¿Tenían los romanos la capacidad técnica para movilizar bloques de semejante peso, aunque fuera en una distancia relativamente corta?

Los ingenieros romanos fueron expertos en la movilización de bloques pétreos de gran tamaño, incluso en condiciones mucho más difíciles que las que pudieran haberse dado en Baalbek, donde la cantera se encontraba relativamente próxima. Durante la época imperial, muchos obeliscos egipcios fueron transportados desde sus emplazamientos de origen hasta la península itálica; al menos una docena de éstos fueron erigidos de nuevo en Roma misma. Entre éstos el que actualmente se encuentra en la plaza de San Juan de Letrán, erigido inicialmente por Tutmosis III en Karnak, hacia el siglo XV a.C. Su altura es de 32 metros, los lados de la base miden 2,70 y los de la cúspide 1,88.

Durante el reinado de Teodosio I (379-395), otro obelisco procedente de Karnak fue colocado en la “spina” del hipódromo de Constantinopla. Los detalles al respecto se conocen a través de la obra del historiador bizantino Marcelino Comes (siglo VI d.C.) y por las inscripciones en el plinto de mármol de seis metros de alto sobre el que fue erigido. Este obelisco mide 19,59 metros de altura. Los relieves de la cara norte del plinto muestran escenas de la erección del monumento, bajo la vigilancia atenta del Emperador. Estos relieves son un valioso registro de las técnicas de la época.

El obelisco tuvo que ser trasladado una distancia de alrededor de tres kilómetros en subida desde el nivel del mar hasta su emplazamiento final en el hipódromo, mientras que en Baalbek la distancia fue bastante menor y cuesta abajo. Para realizar el trabajo, los romanos no dependían de la pura fuerza bruta de un ejército de esclavos tirando al unísono a una orden del capataz, sino que empleaban máquinas diseñadas ex profeso. Una de las novedades tecnológicas introducidas por los ingenieros romanos fue el amplio uso del movimiento rotatorio; por ejemplo, el uso de grúas potenciadas por norias. Para el traslado de bloques de gran peso, utilizaban malacates, en los que el movimiento rotatorio se transformaba en tracción.


El transporte del obelisco de Teodosio se logró al parecer con doce malacates, manejado cada uno por veinticuatro hombres.

Los malacates eran colocados en postes enterrados en el suelo a los lados de la vía de transporte, en dos hileras paralelas, a ambos lados del bloque a desplazar; cada malacate se ubicaba a cinco metros del siguiente. Cada una de las parejas de malacates de cada lado tenían un ángulo diferente para halar el peso. Cuando el ángulo de dos de los malacates era impracticable, los malacates se desmontaban y se colocaban más adelante. Por supuesto, el transporte era lento (se ha estimado en unos 30 metros diarios), por la necesidad de desmontar y volver a montar las máquinas cada pocos metros para aprovechar mejor la fuerza. Sin embargo, en vista de que en Baalbek se movieron varios bloques, es posible que los malacates se hayan armado en forma de callejón sin llegar a desmontarlos, para utilizarlos con los bloques sucesivos. El traslado de cada bloque hubiera sido así algo más rápido.

Sin la menor duda, la construcción de Baalbek fue una verdadera hazaña. Pero una hazaña humana, no el producto de alguna privilegiada mente extraterrestre. Si bien no ha alcanzado aún, ni quizás alcance nunca, la fama de la Gran Pirámide, Baalbek sigue siendo una referencia ineludible a la hora de especular sobre viajeros procedentes del espacio exterior. En rigor, su misterio ni siquiera debiera haber nacido, pues ya en 1905 no era misterio. Y sin embargo, la misma historia sigue repitiéndos.

fuente/Mundos Paralelos

lunes, 25 de febrero de 2013

¿ Por qué se esconden los esqueletos de seres que habitaron la Tierra cuyas dimensiones hacer pensar que fueron de " otros mundos"?

En pleno siglo XXI aún se nos esconde otra realidad de la historia que prefieren que se oculte a que salga a la luz. En Wisconsin de los Estados Unidos de América concretamente en un montículo cercano al Lago Delavan se encontraron 18 esqueletos anormalmente altos de una raza que aún a día bien poco se sabe.

Giant skeleton of an ancient mound builder

Recopilamos artículos de prensa de principios del siglo XX que ha pasado desapercibidos y que hacen mención al descubrimiento de descomunales esqueletos. Miren las fechas de publicación.






Esqueletos gigantes encontrados en Maple Creek, WI


Esqueletos gigantes descubiertos en Lake Delavan, WI



Una vez más hay evidencias y pruebas que en la Tierra hubo "otra historia" que no nos han contado. No sabemos si eran Nephilims u otros seres venidos de otros mundos, y que por lo que fuere, fallecieron y fueron enterrados discretamente en Wisconsin.





viernes, 8 de febrero de 2013

Genética. En busca del gen del «gigante irlandés» del siglo XVIII.

Científicos de la universidad de Belfast investigan si los genes de Charles Byrne, de 2,28 metros de estatura, se manifiestan entre la población actual de la zona en la que vivió.

En busca del gen del «gigante irlandés» del siglo XVIII
El esqueleto del «gigante irlandés», en el museo del Colegio de Cirujanos de Londres.


Charles Byrne era tan alto que encendía su pipa en las lámparas de la calle. Sus 2,28 metros de estatura (más que los 2,15 de Pau Gasol) hacían de él, en el siglo XVIII, una criatura asombrosamente extraña que despertaba la atención de curiosos transeúntes dispuestos a disfrutar de su desorbitante altura como una atracción de circo. El gigante irlandés, como se le conocía popularmente, se ganó el día a día exhibiéndose como una rareza. En vida nunca le importó hacer negocio con su condición de “hombre interminable”, pero al morir su deseo era precisamente el contrario. No quería estar expuesto y pidió a unos amigos que hundieran su cuerpo en el mar. Su voluntad fue ignorada y su esqueleto acabó exhibiéndose en las vitrinas del museo del Colegio de Cirujanos de Londres.

El gigante nació en un pueblo de Tyrone, en Irlanda de Norte. Ahora, tres siglos después, científicos de la universidad de Belfast se han desplazado hasta allí, para averiguar si los genes de Charles Byrnese manifiestan ente la población actual que reside en la zona donde él vivió y nació.

Patrick Morrison, un genetista de la Universidad de Queens, está contactando con aquellas personas cuyas familias son originarias de los condados del este de Tyrone y Londonderry para someterlas a una prueba de gigantismo. El test dura apenas 10 minutos y consiste en escupir en un tubo de ensayo. Posteriormente se examina su ADN en busca de un gen alterado, que produce muchas hormonas del crecimiento. Con este estudio se pretende identificara los portadores, para que se puedan someter a pruebas y prevenir posibles problemas de la salud.


Gigantismo heredado.
"El gen mutante que buscamos se llama AIP, que causa un crecimiento anormal de la glándula pituitaria. Primero fue identificado en 2011 en pacientes que viven con acromegalia familiar, una forma hereditaria de acromegalia o gigantismo", expuso Morrison.

Este gen es el elemento clave del estudio, ya que sofisticados cálculos genéticos identificaron que tanto Byrne como los pacientes vivos que llevan el gen tienen un ancestro común, y que la mutación tiene unos 1.500 años.

Aparentemente, esta secuencia de ADN está muy presente en las zonas del sur de Londonderry y el este de Tyrone. Marta Korbonits, profesora de endocrinología de la Escuela de Medicina de Londres Queen Mary, ha estudiado la acromegalia, detectando en el sur de Irlanda del Norte, donde nació Charles Byrne, más casos que en otras zonas geográficas. La media apunta a que una de cada 10.000 personas está afectada por algún tipo de crecimiento óseo desmesurado.

Resulta paradójico que se presente como ardua la tarea de buscar gigantes, pero no siempre las personas que portan este gen son altas. La mayoría de ellas no experimenta ningún problema de salud aunque puede ocasionar acromegalia, condición en la que un alargamiento benigno de la glándula pituitaria causa un crecimiento excesivo de los músculos, cartílago y huesos. Este crecimiento excesivo puede llevar a otras complicaciones, incluyendo pérdida de la visión y alteraciones hormonales.

fuente/ABC

Más imágenes del esqueleto del gigante Charles Byrne.