jueves, 24 de agosto de 2017

Cristo, el último Dios Solar.

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El nacimiento de Jesucristo ha sido por milenios sujeto de debate y discusión, apenas centurias atrás era innegable que hace cerca de dos mil años nació un niño al que pusieron Jesús en la ciudad de Belén, incluso en mi infancia no se nos permitía cuestionar aquello, la primera verdad que nos enseñaban era ésa, el nacimiento de Jesús un 25 de diciembre, no lugar a cuestionamientos.
Es ahora, en esta era de la investigación donde se ha puesto en tela de duda no solo el nacimiento de un niño llamado Jesús un 25 de Diciembre, sino, incluso la existencia de alguien llamado Jesús que cumpla con todas las características del mito judeocristiano. Llegamos de aceptar algo como una verdad absoluta a dudar por completo de su existencia.
A partir de la duda naciente por este personaje muchas teorías se han vertido, muchas, demasiadas, pero las que más aceptación ha tenido en los últimos años es la teoría del “Jesús Solar”; esta teoría clama que la vida de Jesús de Nazareth no es más que una alegoría astronómica presente en todas las culturas de la humanidad y existente hace milenios. La teoría nos habla del ‘Sol Invictus’
Sol Invictus fue un título religioso dado a tres divinidades solares en la era del Imperio Romano: Mithra (Persia), Sol [Helios], El-Gabal (Siria), en el intento de varios emperadores por darle al Imperio un solo dios al que pudieran adorar todas las culturas y civilizaciones conquistadas. Lo más lógico, por supuesto, era darle el título de único y verdadero dios a un dios solar, al estilo de los Egipcios. Las celebraciones de este Sol Invictus tomaban forma en El Festival del Nacimiento del Sol Inconquistado (Dies Natalis Solis Invicti) que se celebraba cuando la luz del día aumentaba después del solsticio de invierno, en alusión al “renacimiento” del sol. Este Festival corría desde el 22 al 25 de diciembre. (wiki)
Junto al Sol Invictus se celebraban Las Saturnalias, fiestas en honor al dios Saturno (Cronos) se celebraban del 17 al 23 de diciembre, en honor al fin del período más oscuro del año y el nacimiento del nuevo período de luz (Sol Invictus), el 25 de diciembre, coincidiendo con la entrada del Sol en el signo de Capricornio (solsticio de invierno). Estas Saturnalias eran la gran celebración del año, no se celebraba simplemente el fin de las cosechas también se celebraba la igualdad; durante estas fiestas, se suspendía el poder de los amos sobre sus esclavos, y éstos tenían derecho a hablar y actuar con total libertad. No se respiraba más que placer y alegría: los tribunales y las escuelas cerraban, no estaba permitida la guerra ni la ejecución de criminales, ni ejercer otro arte más que el de la cocina, se intercambiaban regalos y se daban suntuosas comidas. Además, todos los habitantes de la ciudad dejaban de trabajar: ¿Les suena familiar algunas de éstas?, como podrán adivinar el Festival del Sol Invictus y las Saturnalias más tarde se conocerían como Navidad.
‘Pero, pero, las escrituras claramente dicen que Jesús nació un 25 de diciembre en la ciudad de Belén’ Falso, querido, amigo, como ya es de conocimiento público La Biblia jamás menciona hechos concretos sobre Jesús, y mucho peor la fecha exacta de su nacimiento. Se adoptó el 25 de Diciembre como la fecha de su nacimiento 300 años después de su muerte, cuando el emperador Constantino permitió el cristianismo en el Imperio romano, después de haber sido perseguido por el Imperio desde tiempos de Nerón. Y se adoptó aquella fecha porque se trataba de una fecha pagana popular, y si se deseaba hacer popular al cristianismo debía iniciarse por reemplazar los festivales más populares, y qué mejor que poner el nacimiento de Jesús en la misma fecha que el nacimiento del Sol Invictus, fue una movida maestra.
Paulatinamente fueron reemplazando las fechas de celebraciones “paganas” con cristianas hasta eclipsarlas completamente en el Siglo V después de Cristo.
Ahora bien, siguiendo la lógica astronómica y astrológica de la celebración del Sol Invictus, qué pasaría si adecuamos toda la vida de Jesús a diferentes eventos astronómicos que cada cultura consideraba relevante. He aquí la vida de Jesús como una alegoría astrológica.
Antes un pequeño paréntesis sobre el origen de las constelaciones y el zodiaco. El origen de nuestro zodiaco occidental se remonta a la antigua Sumeria. Este pueblo dividió al cielo en 12 segmentos (12 número del cosmos, del orden: 4 elementos, 3 modalidades, 6 polaridades)  basados en el número de ciclos lunares relevantes en el año, marcados por los solsticios y equinoccios, es decir, nuestro zodiaco -llamado zodiaco tropical- corresponde a las estaciones y no al espacio sideral (por eso nuestro zodiaco jamás podría tener un décimo tercer signo como Ofiuco, pero ésa es otra historia).
Esta correlación entre nuestro zodiaco y las estaciones vemos que el Sol entra en Aries cuando el sol cruza el ecuador celestial en marzo; es decir, en el equinoccio de primavera.
El sol entra en Cáncer el momento que el sol alcanza el trópico de Cáncer en Julio; es decir, en el solsticio de verano.
El sol entra en Libra el momento en que el sol cruza el ecuador celestial en Septiembre; equinoccio de otoño.
El sol entra en Capricornio cuando el sol alcanza el Trópico de Capricornio en Diciembre; solsticio de Invierno
Aclarar también que los nombres de nuestras doce constelaciones tienen relación directa con la acción o elemento relevante de cada temporada, es así como cada cultura ha identificado sus constelaciones con nombres diferentes de acuerdo a las necesidades o acción clave que cada estación representaba. Tomemos por ejemplo a la constelación de Acuario, no se parece en nada al buen Ganímedes y su vasija de agua, pero la imaginación es grande, y el factor principal de bautizar a aquella constelación con ‘el aguador’ se debe a que cada año, cuando esas estrellas que conforman esta constelación están justo por encima del horizonte, siempre llueve. Por lo tanto la población comenzó a identificar ese sistema de estrellas con la lluvia, y eventualmente las personificaron esas como un individuo que vierte una jarra de agua sobre la tierra.
Ya que estamos en éstas pues pongamos en claro de una vez el significado estacionario que le dieron los habitantes del hemisferio norte a nuestro zodiaco, el origen de las 12 constelaciones;
  • Aries es representado como el Ram / Cordero porque marzo / abril es la época del año en que nacen los corderos.
  • Tauro es el Toro porque abril / mayo es el tiempo para arar y cultivar.
  • Géminis son los gemelos, llamados por Castor y Pollux, las estrellas gemelas en su constelación, así como porque mayo / junio es el momento del “aumento” o “duplicación” del sol, cuando alcanza su mayor fuerza.
  • Después de que el sol alcanza su fuerza en el solsticio de verano y comienza a disminuir en Cáncer (junio / julio), las estrellas eran comparadas al Cangrejo ya que “retroceden”.
  • Leo es el León porque, durante el calor de julio / agosto, los leones en Egipto salían del desierto caluroso.
  • Virgo, originalmente la Gran Madre Tierra, es la “Virgen que sostiene una vaina de trigo”, simboliza agosto / septiembre, el tiempo de la cosecha.
  • Libra (septiembre / octubre) es el equilibrio, refleja el equinoccio de otoño, cuando los días y la noche son iguales en duración.
  • Escorpio es el Escorpión porque en las zonas desérticas las feroces tormentas de octubre / noviembre se las llamaba “escorpiones” y porque estas tormentas parecían producidas por el aleteo incesante de aves gigantes, de ahí que el signo de Escorpio también sea simbolizado por el Águila y el Fénix. Es en esta época el sol empieza a menguar.
  • Sagitario es el “arquero vengativo” que hiere lateralmente y debilita el sol durante su acercamiento en noviembre / diciembre hacia el solsticio de invierno.
  • En Capricornio, el sol debilitado se encuentra con la cabra que embiste y arrastra a nuestro sol en diciembre / enero permaneciendo por debajo de su cenit.
  • Acuario, como ya se explicó es el Aguador porque enero / febrero es la época de las lluvias de invierno.
  • Piscis es representado por los Peces porque Febrero / Marzo es el momento en que se rompe el hielo de los lagos y ríos, e inicia la época precisa para la pesca.
Dispensen por favor este largo paréntesis pero valía la pena aclarar ciertos puntos además que aproveché para discurrir este tema de las constelaciones que tanto deseaba compartir.
Ahora pasemos a revisar algunas de las características que Jesús comparte con el resto de ‘dioses solares’ o simplemente con El Sol y todos sus avatars que el hombre se ha encargado de popularizar;
  • El sol “muere” durante tres días en el solsticio de invierno, para nacer de nuevo o resucitar el 25 de diciembre.
  • El sol de Dios es “nacido de una virgen”, se refiere a la luna nueva o “virgen”, la constelación de Virgo.
  • El “nacimiento” del sol es asistido por la “estrella brillante”, ya sea Sirius / Sothis o el planeta Venus, y por los “Tres Reyes”, que representan las tres estrellas en el cinturón de Orión.
  • El sol en su cenit, o al mediodía, está en la casa o templo celestial del “Altísimo”; Así, “él” comienza “la obra de su Padre” a la edad de doce años. Maxwell relata: “En ese momento, a lo largo de la historia, todo Egipto ofrecía oraciones al Dios Altísimo, el dios por sobre todos los dioses.
  • El sol entra en cada signo del zodíaco a 30° (30 años de Jesús)… el Sol de los cielos visibles se ha movido hacia el norte a 30 ° y se encuentra en la puerta de Acuario, el Portador de Agua o Juan el Bautista del planisferio místico.
  • El sol es el “carpintero” que construye sus “casas” diarias o 12 divisiones de dos horas.
  • Los “seguidores” del sol o “discípulos” son los 12 signos del zodíaco, a través de los cuales el sol debe pasar.
  • *El sol es “ungido” cuando sus rayos se sumergen en el mar.
    El sol “cambia el agua en vino” creando lluvia, madurando la uva en la vid y fermentando el jugo de uva.
  • El sol “camina sobre el agua”, refiriéndose a su reflejo.
    El sol “calma el mar” mientras él descansa en el “bote del cielo”. (Mt. 8: 237)
  • Cuando el sol es anual y mensualmente renacido, trae vida a la “momia solar”, su yo anterior, levantándola de entre los muertos.
  • El sol triunfalmente “monta un asno y su potro” en la “Ciudad de la Paz” cuando entra en el signo de Cáncer, que contiene dos estrellas llamadas “asnos pequeños”, y alcanza su plenitud.
  • El sol es el “León” cuando en Leo, la época más calurosa del año, se llama el “trono del Señor”.
  • El sol es “traicionado” por la constelación del Escorpión, la época del año en que el sol pierde su fuerza.
  • El sol es “crucificado” entre los dos ladrones de Sagitario y Capricornio.
  • El sol está colgado en una cruz, que representa su paso a través de los equinoccios, el equinoccio de primavera es la Pascua.
  • El sol se oscurece cuando “muere”: “El dios solar como el sol de la tarde o del otoño fue el sol agonizante, moribundo, o el sol muerto enterrado en el mundo inferior”.
  • El sol hace un paso dudoso en el solsticio de invierno, sin saber si volver a la vida o “resucitar”.
  • El sol está con nosotros “siempre, hasta el fin del mundo” (Mt. 28:20), refiriéndose a las edades de la precesión de los equinoccios.
  • El sol es la “Luz del Mundo”, y “viene sobre las nubes, y todo ojo lo verá”.
  • El sol que se levanta por la mañana, es el “Salvador de la humanidad”.
  • El sol lleva una corona, “corona de espinas” o halo.
  • El Sol fue llamado “Hijo del Cielo (Dios)”, “El que todo lo ve”, “Consolador”, “Sanador”, “Salvador”, “Creador”, “Preservador”, “Gobernador del Mundo” “Dador de Vida Diaria”.
  • El sol es la Palabra o Logos de Dios.
  • El sol que todo lo ve, u “ojo de Dios” era considerado el juez de los vivos y muertos, aquel que regresará a la Tierra “sobre un caballo blanco”.
Muchas de estas características ya han sido mencionadas en documentales, libros y demás, y podríamos ir por toda la vida “conocida” de Jesucristo y darle un significado astronómico.
Veamos más adelante cómo el mito solar fue trasladado al mito cristiano- Para ello, también estaremos siguiendo los movimientos anuales del sol a través del zodíaco;
  • Según la leyenda, Jesús nació en un establo entre un caballo y una cabra, símbolos de Sagitario y Capricornio.
  • Fue bautizado en Acuario (Juan Bautista), el Portador de Agua.
  • Él eligió a sus primeros discípulos, pescadores, en Piscis, el signo de los peces.
  • Se convirtió en el Buen Pastor y el Cordero en Aries, el Ram.
    Jesús contó las parábolas de la siembra y labranza de los campos en Tauro, el Toro.
  • En Cáncer, “el mar celestial de Galilea”, calmó la tormenta y las aguas, habló de retrocesores (el Cangrejo), y montó el asno y el potro en triunfo en la Ciudad de la Paz, Jerusalén.
  • Jesús era el León en Leo.
  • En Libra, Cristo era la vid verdadera en el Jardín de Getsemaní, el “lagar”, ya que este es el tiempo de la vendimia (recolección de uva).
  • Jesús fue traicionado por Judas, el “difamador”, asociado con Escorpio por el ataque con su cola ponzoñosa ‘a traición’.
  • En Sagitario, Jesús fue herido en el costado por el centauro.
    Fue crucificado en el solsticio de invierno entre los “dos ladrones” de Sagitario y Capricornio, que minaron su fuerza.
Todo nos indica que Jesucristo; el mito -luego analizaremos Jesucristo: el hombre- no es más que el último avatar del dios sol, la última encarnación de aquel viaje estelar que llevamos observando por milenios y milenios. ¿Y por qué es el último avatar? Porque Jesucristo encarna la era de Piscis, la era zodiacal actual (año 0 – 2150 dc), por eso la simbología del Pez está muy ligada a Jesús, no tan solo por aquello de ‘pescador de hombres’ (Ichthys, el pescador).
Tomemos por ejemplo otro dios solar: Horus, y hagamos un repaso por sus encarnaciones dependiendo de la era zodiacal en la que se encontraba inicia como el Renovador, el Niño Eterno que había nacido como León en Leo; nace como un Escarabajo en Cáncer; como uno de los Gemelos en Géminis; como un becerro en el Signo del Toro; y, un Cordero en el Signo de Aries, estaba destinado a manifestarse como el Pez, en el Signo de los Peces si es que el imperio egipcio no decaía y su religión persistía.
Sin embargo algunos consideran a Jesús un avatar de Horus y lo llaman AtumHorus, encarnando en esta era como el pez Iusaas (Jesús), su nacimiento fue astronómicamente fechado para ocurrir en BethLechem – la casa del pan (Virgo) – alrededor de 255 AC, en el momento en que el equinoccio de Pascua entró en el signo de Piscis,
Por lo tanto, Jesús es el dios solar Pisciano, Estableciendo el pez como alegoría del alimento (conocimiento) de comunión de la nueva era.  Incluso los primeros cristianos fueron llamados “Pisciculi”: “peces pequeños”.
En Mateo 28:20 Jesús nos da una pista muy interesante sobre su origen real que lamentablemente debido a malas traducciones se ha perdido, el versículo reza así: ‘Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos’. El error está en la palabra ‘tiempos’, ya que originalmente reza Era; ‘estaré con ustedes hasta el final de la era’.
Y es precisamente ahora que estamos a puertas del fin de la Era de Piscis, para dar la bienvenida a la Era de Acuario, aquella “segunda venida” proclamada no vendría a ser más que un ‘cambio de guardia’, la segunda venida de Jesús es la milésima de Horus encarnando en un nuevo avatar para la nueva era.
De momento llegaremos hasta ahí ya que se ha extendido mucho el post. Volverá este artículo con una segunda parte.

fuente/hefaustorocksyeah.wordpress.com

Conoce los 22 arquetipos del camino espiritual del Tarot.

El Tarot, no es solo un método adivinatorio, el Tarot es un camino iniciático en el que sus 22 arcanos mayores son arquetípicos de cada etapa del camino, quizá sea la herramienta que andabas buscando, cuando menos te proporcionara una nueva información sobre lo que esconde cada una de estas 22 cartas.

Los 22 arquetipos del camino espiritual del Tarot

El Loco (Arcano 0): se lanza hacia lo desconocido,  no tiene miedo sino la impaciencia típica de un niño. Representa el camino de aprendizaje que todo humano debe realizar para su evolución espiritual en el mundo de la materia.
El Mago (Arcano I): Cuando iniciamos nuestro viaje espiritual, al encarnar, nos son dadas una serie de herramientas, de talentos.  Será nuestro trabajo descubrirlos y aprender a emplearlos. El Mago, cual alquimista, trabaja con elementos materiales para convertirlos en espiritualidad.
La Sacerdotisa (Arcano II): se nos presenta como una misteriosa mujer. Ha adquirido todos los conocimientos que se requieren, gestadora de proyectos, madre virginal, su sabiduría no es terrenal.
La Emperatriz (Arcano III): representa el don de crear. Es la parte femenina más expansiva, un fuego en su interior consigue dar forma a todo lo que toca, la inteligencia guía sus pasos.
El Emperador (Arcano IV): fuerte y seguro de sí mismo, representa el orden y la materia, las leyes, la masculinidad.
El Sumo Sacerdote (Arcano V): es un mediador entre lo divino y lo humano y nos aporta el ideal de alcanzar una nueva dimensión. Arquetipo de mentores, profesores…
Los Enamorados (Arcano VI): nos marcan una nueva enseñanza, elegir siempre el camino que tenga corazón, y la cooperación entre semejantes.
El Carro (Arcano VII): a estas alturas del camino, el ser, aunque joven, ya conoce la sabiduría necesaria para emprender una vida con sentido, le sobra ímpetu pero le falta experiencia, aún no ha aprendido a dominar sus pasiones.
La Fuerza (Arcano VIII): nos recuerda que nuestra fortaleza interior es siempre más poderosa que nuestros vicios, que podemos domarlos, controlarlos, canalizarlos.
El Ermitaño (Arcano IX): ¿Qué sería de un camino espiritual sin crisis existenciales? ¿Sin la noche oscura del alma? A lo largo de la vida necesitamos momentos de soledad para averiguar hacia dónde nos encaminamos.
La Rueda de la Fortuna (Arcano X): nos recuerda lo cíclico de la vida. Nos enseña a no aferrarnos a circunstancias porque estas volverán a cambiar.
La Justicia (Arcano XI): nos recuerda que cada uno de nuestros actos tiene sus consecuencias.
El Colgado (Arcano XII): nos invita a examinar aquello que aún no hemos decidido soltar, aquello que nos pesa tanto que no nos permite seguir avanzando.
La Muerte (Arcano XIII): llega el momento de renunciar a aquello que creías que eras, a aquello que construiste, sólo así podrás renacer de nuevo, sólo así podrás encontrar tu propio camino.
La Templanza (Arcano XIV): El nuevo ser emerge más maduro, más sabio. Opta por el camino del medio, el de la amabilidad, el del equilibrio, lejos de las respuestas automáticas del ego.
El Diablo (Arcano XV):  en cualquier camino que se precie, tiene que aparecer la tentación, es la prueba que debemos superar para saber si realmente hemos superado las trampas del ego,
La Torre (Arcano XVI): llega como un gran estallido de energía que produce cambio drástico en nuestras vidas. Proyectos que se desvanecen porque no son lo que pensábamos que eran, una prueba y una oportunidad más de sacar de nuestra vida lo que no es VERDAD
La Estrella (Arcano XVII): aparecerá para mostrarnos nuevas oportunidades, ilusiones y proyectos que se pueden cumplir pronto, representa a la suerte, a lo no planeado y sin embargo perfecto para nosotros en ese momento.
La Luna (Arcano XVIII): es la voz de nuestra intuición, de nuestro inconsciente, nos invita a revisar de forma profunda y sincera lo que está sucediendo en nuestra vida.
El Sol (Arcano XIX): su energía opuesta, nos ilumina y nos da calor para que obtengamos la realización en cualquier ámbito. Nos invita al disfrute del éxito generado y merecido para continuar nuestro camino con energías renovadas.
El Juicio (Arcano XX): última llamada, último cuestionamiento, ¿estamos desarrollando nuestra misión personal? Es el momento de demostrarlo, es el momento de SER quienes hemos venido a SER
El Mundo (Arcano XXI), simboliza la culminación de este camino espiritual, un final  que disfrutar en plenitud, en propósito….



miércoles, 23 de agosto de 2017

Qué es este muro subterráneo?

Entre 2 Realidades. Por el Dr. Fernando Jiménez del Oso. Caso Real de Ufología.

México. OVNI cilíndrico filmado en 1987.

Documento afirma que un OVNI convirtió en PIEDRA a 23 soldados ucranianos

En 1991, la KGB fue disuelta por Mikhail Gorbachov. En su disolución, varios documentos secretos de la administración fueron filtrados por parte de espías estadounidenses y llegaron a la propia CIA. 

En estos documentos se relata el extraño ataque de un ovni a 23 soldados ucranianos, convirtiéndolos en roca literalmente. ¿Será verdad lo relatado en el informe o estamos ante la desinformación de los documentos que desclasifican a interés los gobiernos?





fuente/MysteryPlanet.com.ar

martes, 22 de agosto de 2017

Coronel Fawcett y la ciudad perdida.


¿ Qué pasó con el Coronel Fawcett?

Mato Grosso, Brasil. Mayo de 1925. Desde el campamento bautizado “Caballo Muerto”, localizado a 11º 43’ Sur y 54º 35’ Oeste, tres hombres envían las últimas cartas a sus familiares y se internan en plena jungla. A partir de entonces: silencio. Jamás se supo de ellos. Desaparecieron mientras iban tras una supuesta ciudad perdida. El coronel Percy H. Fawcett, su hijo Jack y un amigo de éste, Raleigh Rimmell, entraron a formar parte de las estadísticas.

A partir de ese momento se desató desde Inglaterra y otros países, una verdadera fiebre por encontrar a Fawcett y los suyos. A la misteriosa desaparición se le sumó un nuevo incentivo, casi deportivo: el de la búsqueda. Hallar al militar británico podría significar encontrar también la evanescente ciudad “Z”, y en pos de ambos se organizaron, a lo largo de casi veintiséis años, costosas expediciones de rescate, muchas de ellas financiadas por periódicos, que supieron detectar la enorme veta comercial que despertaba la estampa del explorador perdido.

En 1927, comenzaron a circular rumores sobre un anciano blanco, y aparentemente loco, que deambulaba solo por las selvas amazónicas. La bola de nieve no dejó jamás de crecer y la imagen del europeo asalvajado por la jungla impactó fuertemente en la imaginación de lectores y viajeros. Personas respetables contaban historias fantásticas sobre el malogrado explorador. Por ejemplo, un ingeniero francés dijo haber visto a Fawcett en la región Minas Gerais, dos años después de su desaparición. Era como si la antigua aventura de Henry Stanley, en su búsqueda de Livingstone, volviera a reeditarse.

En 1928, la North American Newspaper Alliance (NANA) colocó al comandante George Dyott al frente de una expedición en la que se pretendía averiguar la suerte corrida por Fawcett. Tras internarse en la selva y alcanzar una aldea de indios Anaqua, Dyott llegó a la penosa conclusión de que el coronel británico y su hijo habían sido asesinados por una tribu vecina, los Kalapalos. Como era de prever, la familia del militar se negó a aceptar tal contundente y pesimista hipótesis. Rechazaron las conclusiones de Dyott y continuaron proponiendo las más románticas explicaciones acerca de la suerte corrida por su esfumado pariente. Según éstas, Fawcett aún conservaba la vida en alguna parte de la selva, sugiriendo posibilidades que iban más allá de todo sentido común.

En 1930, el periodista Albert de Winton siguió los pasos de Dyott hasta alcanzar la propia aldea de los Kalapalos. En el sitio, Winton confirmó la opinión de su predecesor, quedando convencido de que Fawcett había sido muerto por los aborígenes de la región. Por desgracia, jamás pudo debatir con los testarudos familiares del coronel inglés: Winton no volvió a aparecer con vida. También a él la selva se lo tragó para siempre.

Dos años más tarde, en 1932, un suizo llamado Stefan Rattin regresó del Matto Grosso diciendo que había encontrado a Fawcett prisionero de una tribu, al norte del río Bamfin. Juró haber hablado con él y, para poder probar que sus dichos eran ciertos, organizó una expedición a fin de ubicar definitivamente al inglés perdido. Ingresó en la selva y nunca más volvió a salir de ella. Las desapariciones se acumulaban (Fawcett, Dyott, Rattin…) y junto con ellas la fascinación por la región aumentó. El Matto Grosso se tragaba a la gente. Eso era noticia. Y los periódicos colaboraron en hacer más grande el misterio, o directamente en construirlo. Se llegó a sostener que los tres exploradores estaban prisioneros de ciertas tribus amazónicas pero impedidos de abandonar esas aldeas. Brian Fawcett, hijo sobreviviente del coronel, escribió: “He oído decir que los indios salvajes gustan de mantener cautivo a un hombre blanco. Esto aumenta su prestigio ante los ojos de las tribus vecinas y el prisionero, generalmente bien tratado pero estrechamente vigilado, ocupa una posición similar a la de una mascota” .El mundo al revés. Así es la selva. En ella, hasta el más insigne representante del Imperio Británico podía llegar a convertirse en un simple trofeo de guerra o un objeto de diversión de seres humanos que encarnaban el salvajismo más primitivo.

Occidente creaba un nuevo mártir, un héroe detrás de las “líneas enemigas”; un símbolo de fortaleza y no-resignación que, aún diez años después de su desaparición, seguía siendo imaginado con vida y enviando crípticos mensajes desde la espesura. Mensajes que sólo podían ser descifrados por la “inteligencia blanca” y en los que se indicaban los caminos a seguir para el descubrimiento de la civilización perdida que lo retenía. Así, cualquier objeto que se encontrara pudriéndose en la humedad de la jungla era una pista. Brújulas, valijas o teodolitos oxidados abrían puertas inesperadas tras los pasos de Fawcett. En 1933 ya se hablaba de indios blancos descendientes de Jack, y en 1935 se pusieron en marcha dos fracasadas expediciones que terminaron divulgando informes sobre esqueletos y cabezas reducidas. Pero ninguna de estas exóticas noticias nunca fueron confirmadas. En 1951 un tal Orlando Vila Boas sostuvo haber escuchado de boca de un cacique kalapalo que él había asesinado a Fawcett y sus compañeros. Incluso encontró los que podían llegar a ser sus huesos. Pero guiados por un esperanzado romanticismo, la esposa del coronel y su hijo, siguieron negando los hechos…

fuente/veritasboss.com

¿Que el Libro de Urantia?


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En 1953 un extraño texto se editó en los EE.UU. Sus afirmaciones calaron hondo en una sociedad que buscaba respuestas a lo desconocido, desde los misterios de la aparición de la vida humana y su relación con el universo, a la mismísima estructura de la Creación. Aquel libro de más de 2,000 páginas (impreso en papel biblia) parecía responderlo todo. Lo inquietante, en todo caso, no era la gran cantidad de información allí reunida.

El misterio se hallaba en los autores de esta obra: no eran humanos.


Un libro “de otro mundo”


Corría el año 1934. A orillas del lago Michigan, en Chicago, tres personas, dos hombres y una mujer, empezaron a recibir a través de la telepatía y escritura automática una serie de capítulos que profundizaban la historia cósmica de la Tierra. Estas revelaciones eran “dictadas” por entidades no humanas —quizá extraterrestres— que se identificaban en los mensajes como “Portador de Vida”, “Censor Universal”, “Consejero Divino”, “Perfeccionador de Sabiduría”, entre otros nombres.


Con el transcurrir de los años, se recibió una gran cantidad de información. Pero no se divulgó abiertamente.

El grueso manuscrito que reunía las enseñanzas de aquellos seres terminó encerrado en una caja fuerte de un banco de Chicago. Y allí permaneció hasta 1950, cuando fue sacado a la luz por un grupo interesado en sus revelaciones. Unas cincuenta personas, todas ellas con profesiones importantes —médicos, psiquiatras, banqueros— crearon en torno al manuscrito una fundación que protegiera su conocimiento y promoviera su estudio.

Se autodenominaron “Fundación Urantia”. 


Urantia es el nombre que los supuestos seres de otros mundos le otorgan a la Tierra.

“El Libro de Urantia”, como hoy en día se le conoce mundialmente, es probablemente el libro canalizado en tiempos modernos más importante. 

Sus revelaciones, se dice, ha “inspirado” a diversos grupos de contacto extraterrestre y “canalizadores”, e inclusive a investigadores y reconocidos escritores como el periodista español Juan José Benítez, de quien se afirma empleó párrafos enteros de Urantia en sus libros “Caballo de Troya” y “La Rebelión de Lucifer”.

Como fuere, el misterioso texto, que cuenta con un sinnúmero de ediciones y traducciones a varios idiomas, se resume en cuatro grandes capítulos que detallan la estructura del cosmos, la vida inteligente en el espacio, la Tierra y su historia, y aspectos desconocidos de la misión de Jesús.


He aquí su contenido:
I PARTE

El Universo central y los superuniversos
El universo de los universos

II PARTE
El Universo local 
Nuestro sector de la galaxia

III PARTE
La historia de Urantia 
Urantia es el nombre de nuestro planeta

IV PARTE
La vida y las enseñanzas de Jesús
El Hijo del Hombre y el Hijo de Dios
Pero, ¿es posible que un libro “dictado” por seres de otros mundos y dimensiones, pueda ser “real” y al mismo tiempo profundo?





Las revelaciones de Urantia

Desde el Prefacio que antecede las revelaciones del libro, uno se percata que la lectura de “Urantia” requerirá una buena dosis de mente abierta y, al mismo tiempo, una amplia vocación de estudio para profundizar sus afirmaciones.

La introducción de esta impresionante obra, como no podía ser de otra forma, fue “dictada” por un “Consejero Divino”, una entidad de gran jerarquía espiritual que coordina a otros seres para suministrar las grandes revelaciones en Urantia. En realidad, como mencionaba líneas arriba, nos encontraremos con un colectivo de seres a lo largo del texto, todos ellos con distintas funciones y rangos, abarcando distintos temas con una profundidad estremecedora, imposibles de resumir en este artículo.


Pero al menos, para situar al lector en el “escenario” donde se encuentra Urantia —recordemos, el presunto nombre de nuestro planeta en el Universo— citaré textualmente las palabras que emplea la entidad para explicar la ubicación de nuestro mundo en la Creación:
“Vuestro mundo, Urantia, es uno de muchos planetas habitados similares que juntos comprenden el universo local de Nebadón. Este Universo, juntamente con otras creaciones similares, forma el super-universo de Orvontón, desde cuya capital, Uversa, proviene nuestra comisión.

Orvontón es uno de los siete super-universos evolucionarios del tiempo y del espacio que rodean la creación de la perfección divina que no posee ni principio ni fin: el universo central de Havona. En el corazón de este universo central y eterno está la Isla estacionaria del Paraíso, el centro geográfico de la infinidad y la morada del dios eterno.


Nos referimos comúnmente a los siete super-universos en evolución asociados con el universo central y divino con el nombre de gran universo; éstos constituyen ahora creaciones organizadas y habitadas. Todos ellos son parte del universo maestro, que comprende también los universos del espacio exterior no habitados, pero en movilización”.
El texto continúa con disertaciones sobre Dios, sobre la “realidad” —que de acuerdo a ellos, los seres finitos la comprenden como algo parcial, relativo y nebuloso—, la “energía”, y otros aspectos relacionados a lo divino.

Adelantándose varias décadas a lo que más tarde afirmarían varios grupos de contacto con seres extraterrestres, Urantia explica cómo se sembró la vida en la Tierra obedeciendo a un plan superior; detalla la denominada “rebelión de Lucifer” en el universo, y diferencia a esta entidad de Satanás, ambos personajes piezas importantes de un rompecabezas cósmico cuyo desenlace final aún está por conocerse. El libro, además, habla de Jesús y la programación de su misión, de su relación con “Micael” y la diferencia entre ser un Hijo de Dios y un Hijo de Hombre.

En suma, el “corazón” del hoy denominado “Plan Cósmico”, se da a conocer por primera vez en el “Libro de Urantia”.


Veamos puntualmente algunas revelaciones del libro que están entroncadas con otras informaciones relacionadas al contacto extraterrestre:


Los Venticuatro Ancianos


Ya mencionados en el Apocalipsis Bíblico, diversos grupos de contacto sostienen que aquellas entidades conforman un “Consejo” que actúa como ente regulador y regente de esta región del Universo.

Urantia ya afirmaba que estos seres formaban parte de ese “concilio asesor del planeta”, y que ciertamente estaba integrado por criaturas de elevada sabiduría, cuyos nombres, inclusive, se revelan en el libro, como “Onagar”, “Mansant”, “Onamonalontón”, “Orlandof”, entre otros.


La descripción de sus funciones dentro de aquel Plan Mayor no difiere de las afirmaciones recibidas décadas más tarde por testigos de contacto.



La siembra de vida en la Tierra

Grupos de contacto extraterrestre concuerdan en que la vida fue sembrada por civilizaciones avanzadas en nuestro mundo. Algunos de ellos añaden que el caso de la Tierra fue especial, pues se trata de un planeta “UR”, donde uno de cada diez planetas es elegido en un sistema solar de estas características.

Urantia dice textualmente:

“La mayoría de los mundos habitados se pueblan de acuerdo con técnicas establecidas; en tales esferas a los Portadores de Vida se les da poca libertad de acción en planear la implantación de la vida. Sin embargo, aproximadamente un mundo de cada diez se designa como planeta decimal y se asigna a un registro especial de los Portadores de Vida; y en tales planetas se nos permite emprender ciertos experimentos de vida para modificar o posiblemente mejorar los tipos comunes de seres vivientes en el universo”.


La misión de Abraham

También es una constante en canalizadores modernos y grupos de contacto hablar de Abraham como un individuo clave dentro de aquel “Plan Superior”, un designio de lo alto que prepara el advenimiento de Jesús.


En la información que se maneja se afirma que más que un pueblo elegido —el hebreo— todo partió de un individuo “seleccionado” por sus condiciones sensitivas y de liderazgo, y que fue colocado estratégicamente en Palestina para afectar con su mensaje a los viajeros de diversas culturas que por allí transitaban.


Urantia sostiene que ciertamente Abraham fue elegido por esas capacidades, e incluso brinda detalles del por qué de su ubicación geográfica:

“La misión de Melquisedec en Palestina y la subsiguiente aparición de Micael entre el pueblo hebreo fueron determinados en gran medida por la geografía, por el hecho de que Palestina tenía una ubicación central respecto al comercio, las vías de comunicación y la civilización del mundo de aquel entonces…”
Y añade:
“Por algún tiempo los síndicos Melquisedec habían estado observando a los antepasados de Abraham, y anticipaban confiadamente la aparición en cierta generación de vástagos que se caracterizarían por su inteligencia, iniciativa, sagacidad y sinceridad”.
Podría citar muchísimos más casos, especialmente distintos episodios que corresponden a la vida de Jesús, sus años perdidos, y el “auto-otorgamiento” de la poderosa entidad espiritual —un “Arcángel” e “Hijo de Dios” llamado Micael— en su persona, tal y como muchos grupos de contacto lo consideran actualmente. Estas similitudes podrían obedecer a un conocimiento universal que está siendo “percibido” por diversas personas en el mundo, una historia que podría brindarnos mayores luces sobre nuestra identidad, destino y misión.

Aunque, debo decirlo, algunos estudiosos argumentarían que en estas coincidencias planea el fantasma del plagio o, al menos, de una poderosa influencia de este libro que lleva más de 50 años en circulación.


Como fuere, ni el más duro de los escépticos puede negar la importancia de las revelaciones de Urantia. Es como si las supuestas entidades de otros mundos y dimensiones estuvieran deseosas de que el hombre conozca aspectos desconocidos de su historia, como si en ella reposara una clave o señal que podría abrir una nueva etapa.


Una etapa en donde “ellos” y nosotros viviríamos en plena conciencia de nuestro origen cósmico.




Los textos revelados 

Existen otros apartes sobre la historia del Libro de Urantia y las personas que lo canalizaron, presuntamente vinculadas a una iglesia cristiana conservadora. De todo ello se desprendería la orientación “religiosa” del texto al referirse a Jesús y su misión. Lo cierto es que el texto ha tenido un impacto tremendo por sus afirmaciones.
Y es sencillo notar su “influencia” en las canalizaciones modernas, como las de Bárbara Marciniak, los textos de Ramtha y Kryon, entre otros.


Leí el libro por primera vez en 1999. Fue una odisea por su volumen y los datos que ofrece —de hecho exige varias pausas y una honda reflexión en su contenido—; pero aunque no disponemos de pruebas fehacientes de su origen sobrenatural, debo confesar que “algo” se moviliza en el interior cuando uno explora sus páginas.


Es como una intuición que te dice “podría ser…” No obstante, independientemente de ello, es saludable equilibrar todo esto con el discernimiento, pues estas informaciones no pueden tomarse a la ligera, por más inspiradas que fuesen.


Todos sabemos que, al final, las cosas caen por su propio peso.

He redactado este pequeño artículo para reflexionar que la información es una sola, y que “viaja” y se “revela” cada cierto tiempo para que tomemos conciencia de nuestro rol en el planeta y el Universo.

Es curioso observar cómo una determinada verdad o revelación adquiere tintes distintos de acuerdo al grupo o individuo que las canaliza e interpreta. Humanos somos, y por ello es imperante estudiar todas las fuentes disponibles sin apasionamiento y extractar de ellas su esencia y real aporte.

Existe una gran cantidad de información disponible. Pero no en la misma medida su análisis y reflexión.


He allí el mensaje de estas líneas.

fuente/biblioteca pleyades


lunes, 21 de agosto de 2017

El futuro puede tal vez cambiar el pasado.

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Una nueva teoría física señala que la retrocausalidad explica lo que ocurre con el entrelazamiento cuántico

Una nueva teoría física sugiere que el futuro puede cambiar el pasado y que la retrocausalidad explica el entrelazamiento cuántico. Señala que las partículas entrelazadas se influyen recíprocamente porque el proceso ocurre en tiempos diferentes. No tiene nada que ver la distancia que las separa.

Dos físicos, uno de Estados Unidos y otro de Canadá, han revisado algunas de las hipótesis fundamentales de la física cuántica y sugerido, en un artículo publicado en Proceedings of The Royal Society, que las medidas efectuadas sobre una partícula elemental podrían afectar al pasado de esa partícula.

Eso significa que, cuando un experimentador elige el modo con el que medir una partícula, esa decisión puede influir en las propiedades de esa partícula (o de otra partícula) en el pasado, incluso antes de que el experimentador haga su elección sobre el sistema de medición.

En otras palabras, una decisión tomada en el presente puede influir en algo en el pasado. La sugerencia, sólidamente documentada, actualiza un viejo debate de la física cuántica y señala que la causalidad puede remontar el tiempo en dirección al pasado. Este proceso hipotético se llama retrocausalidad, un concepto filosófico según el cual un efecto puede preceder a su causa.

Aunque la física actual generalmente no contempla la retrocausalidad, algunas teorías señalan que las partículas viajan hacia atrás en el tiempo, rompiendo la linealidad de los procesos tal como los conocemos en el mundo ordinario, que sólo avanzan del pasado al presente y del presente al futuro.

Los investigadores Matthew S. Leifer, de la Universidad Chapman en Californie, y Matthew F. Pusey, del Instituto de Física Teórica de Ontario, profundizan en esta línea de investigación para determinar si realmente el tiempo es diferente en el mundo cuántico, explica al respecto Phys.org.

Para ello han aplicado su nuevo modelo teórico al Teorema de Bell, presentado en 1964 por el científico norirlandés John S. Bell y considerado como "el más profundo de la ciencia”. Su teorema trata de explicar el extraño comportamiento de las partículas elementales, que atribuye a la aleatoriedad del universo.

Un mundo de probabilidades

Según la mecánica cuántica, las partículas no actúan como bolas de billar sólidas rodando por una mesa, sino como una nube de posibilidades que se mueven a toda velocidad por el espacio. Los valores de una partícula (como los referidos a su posición) no están determinados hasta que se miden. Como esto es así, significa que la física no predice el resultado de un experimento, sino sus probabilidades.

Einstein pensaba sin embargo que la indeterminación cuántica se debe a que la física no ofrece una completa descripción de la realidad y que la teoría cuántica no tiene en cuenta lo que llamó “variables ocultas” que, por ser desconocidas por la ciencia, impiden predecir con toda seguridad el resultado de un experimento. Otros físicos, como Niels Borh, señalaron que en realidad la indeterminación cuántica no era un fallo de la teoría, sino lo único que podíamos conocer del mundo físico.

John Stewart Bell propuso entonces llevar el debate al laboratorio y comprobar si existían realmente las variables ocultas que impiden conocer con exactitud el mundo cuántico. Para ello recurrió al efecto conocido como entrelazamiento cuántico y demostró que la idea de variables ocultas no tenía ningún fundamento, algo que otros físicos como Alain Aspect confirmaron años después.

Explicación del entrelazamiento

El entrelazamiento cuántico es por tanto una realidad y no una explicación insuficiente porque no tenemos la información contenida en supuestas variables ocultas. Mediante el entrelazamiento, dos partículas que han estado unidas, registra cada una de ellas instantáneamente lo que le ocurre a la otra, aunque estén separadas entre sí. Y esto se debe a la aleatoriedad del universo, según Bell e investigaciones posteriores.

Matthew S. Leifer y Matthew F. Pusey avanzan un poco más en este debate planteando que el entrelazamiento cuántico puede explicarse con la retrocausalidad. Plantean que, tal vez, lo que ocurre en una partícula entrelazada, situada a años luz de un sistema, puede influir en la nube de probabilidades que caracteriza el comportamiento de un sistema cuántico, sin necesidad de verlo ni tocarlo.

Si la causalidad puede remontar el tiempo, eso significaría que una partícula puede literalmente llevar su medición a través del tiempo hasta el momento del entrelazamiento y afectar así a la partícula entrelazada.

Para validar esta hipótesis, han desarrollado un modelo basado en el Teorema de Bell en el que el espacio es reemplazado por el tiempo. Según sus estimaciones, las mediciones hechas a una partícula podrían reflejarse tanto ahora como en el futuro.

Eso significa, según estos autores, que la acción que ocurre durante el entrelazamiento cuántico puede producirse en otro momento, ocurrir en el futuro para influir en el pasado. Si aceptamos la retrocausalidad, podemos explicar por qué lo que ocurre en una partícula entrelazada se reproduce instantáneamente en la otra partícula, independientemente de la distancia que las separa. Es porque el proceso ocurre en tiempos diferentes. No tiene nada que ver la distancia que las separa, eso que Einstein llamaba “acción fantasma a distancia”.

Estos investigadores aclaran que la retrocausalidad no significa que la información que podamos incluir en una partícula pueda ser enviada desde el futuro hasta el pasado, sino que el entrelazamiento cuántico constituye hipotéticamente la prueba de la existencia de la retrocausalidad.

Referencia

Is a time symmetric interpretation of quantum theory possible without retrocausality? Proceedings of The Royal Society. DOI: 10.1098/rspa.2016.0607

fuente del texto/tendencias21

OVNI-UFO en el Edificio del Capitolio Washington: