viernes, 24 de mayo de 2013

Tornados. Impresionante tornado sobre una Central Nuclear Rusa.

En Rusia Central ha comenzado una verdadera temporada de tornados. Este pasó por el territorio de la planta de energía nuclear de Obninsk. El viento arrancó árboles, que cayeron sobre los vehículos estacionados. Según algunas estimaciones, los fuertes vientos se dirigen hacia la región de Moscú.

Este gesto si que es amor en estado puro.


Daniel y María compartieron nueve meses en la panza de su mamá y, de alguna manera, quisieron también salir al mundo acompañados. Así, minutos después de nacer, se tomaron de la mano en la planta de neonatos de un Hospital de Barcelona y una cámara congeló ese momento para siempre.

"Es un gesto precioso para recordar. Se trata de un reflejo para sobrevivir", señaló una de las doctoras del centro de salud donde nacieron los pequeños".

Una clase magistral de la Doctora en Física Cuántica, Sonia Fernández Vidal, sobre la magia de la Física Cuántica.

La inteligencia artificial finalmente se está haciendo inteligente.

Cuando en julio del año pasado Ray Kurzweil se reunió con el director general de Google, Larry Page, no estaba buscando trabajo. Kurzweil es un inventor respetado que se ha convertido en un futurista de la inteligencia de máquinas, y quería hablar de su próximo libro, How to Create a Mind. Le comentó a Page, quien había leído un primer borrador, que quería crear una empresa para desarrollar sus ideas sobre cómo construir un ordenador verdaderamente inteligente: uno que pudiera entender el lenguaje para después hacer inferencias y decisiones por sí mismo.
 
Pronto se hizo evidente que este esfuerzo requeriría nada menos que la escala de datos y potencia de cómputo que Google puede ofrecer. "Podría intentar darte algún tipo de acceso a todo ello", Page respondió a Kurzweil. "Pero para una empresa independiente, va a ser muy difícil hacerlo". Así que Page sugirió que Kurzweil, que nunca había tenido un trabajo excepto en sus propias compañías, se uniera a Google. 

 Kurzweil no tardó mucho tiempo en tomar una decisión: en enero comenzó a trabajar para Google como director de ingeniería. "Esta es la culminación de literalmente 50 años centrado en la inteligencia artificial", señala.

Kurzweil no solo se sintió atraído por los recursos informáticos de Google, sino también por el sorprendente progreso que la compañía ha hecho en una rama de la IA denominada aprendizaje profundo. El software de aprendizaje profundo intenta imitar la actividad de las distintas capas de neuronas en la corteza cerebral, el arrugado 80 por ciento del cerebro donde se produce el pensamiento. El software aprende, en un sentido muy real, a reconocer patrones en representaciones digitales de sonidos, imágenes y otros datos.
La idea de base, es decir, que el software pueda simular la gran variedad de neuronas del neocórtex en una 'red neuronal' artificial, tiene décadas de antigüedad, y ha dado lugar a tantas decepciones como avances. Sin embargo, debido a las mejoras en las fórmulas matemáticas y al uso de ordenadores cada vez más potentes, los científicos informáticos pueden hoy día modelar muchas más capas de neuronas virtuales que antes.

Gracias a esta mayor profundidad, se están produciendo avances notables en el reconocimiento del habla e imágenes. En junio pasado, un sistema de aprendizaje profundo de Google, al que se le habían mostrado 10 millones de imágenes de vídeos de YouTube, logró ser casi dos veces mejor que cualquier esfuerzo de reconocimiento de imagen anterior a la hora de identificar objetos como por ejemplo gatos. Google también ha utilizado la tecnología para reducir la tasa de errores en el reconocimiento de voz en su último software Android para teléfonos móviles. En octubre, el director de investigación de Microsoft, Rick Rashid, cautivó a los asistentes a una conferencia en China con una demostración de software de voz que transcribió sus palabras habladas a texto en inglés con una tasa de error del 7 por ciento, después lo tradujo a texto en chino, y más tarde simuló su propia voz para pronunciar el texto en mandarín. Ese mismo mes, un equipo de tres estudiantes de posgrado y dos profesores ganó un concurso realizado por Merck para identificar moléculas que pudieran conducir a nuevos fármacos. El grupo utilizó el aprendizaje profundo para centrarse en aquellas moléculas más propensas a unirse a sus objetivos.

Google, en particular, se ha convertido en un imán para todos los profesionales del aprendizaje profundo y la IA. En marzo, la compañía compró una start-up cofundada por Geoffrey Hinton, profesor de ciencias informáticas de la Universidad de Toronto (Canadá), que fue parte del equipo que ganó el concurso de Merck. Hinton, que dividirá su tiempo entre la universidad y Google, señala que planea "sacar ideas de este campo y aplicarlas a problemas reales", como el reconocimiento de imágenes, las búsquedas y la comprensión de lenguaje natural, asegura.

Todo esto hace que los investigadores dedicados a la IA, que normalmente son bastante cautelosos, tengan la esperanza de que las máquinas inteligentes puedan, finalmente, ir más allá de las páginas de ciencia ficción. De hecho, la inteligencia artificial está empezando a transformarlo todo, desde las comunicaciones y la informática hasta la medicina, la industria manufacturera y el transporte. Las posibilidades resultan evidentes en casos como el ordenador Watson de IBM, ganador del concurso americano de preguntas y repuestas Jeopardy!, que utiliza algunas técnicas de aprendizaje profundo y hoy día está siendo entrenado para ayudar a los médicos a tomar mejores decisiones. Microsoft ha incorporado el aprendizaje profundo a su teléfono Windows y la búsqueda por voz de Bing.

Extender el aprendizaje profundo a aplicaciones más allá del reconocimiento del habla e imágenes requerirá más avances conceptuales y de software, por no hablar de muchos más avances en potencia de procesamiento. Y es probable que no contemos con máquinas que todos consideremos capaces de poder pensar por sí mismas durante años, quizá décadas, si es que alguna vez logran crearse. Pero por ahora, según Peter Lee, director de Microsoft Research EE.UU., el "aprendizaje profundo ha reavivado algunos de los grandes retos de la inteligencia artificial".

La construcción de un cerebro
Se han dado muchos enfoques opuestos para superar esos desafíos. Uno de ellos ha consistido en aportar a los ordenadores información y reglas sobre el mundo, lo cual ha exigido a los programadores escribir laboriosamente un tipo de software que estuviera familiarizado con los atributos de, por ejemplo, un borde o un sonido. Eso ha llevado muchísimo tiempo y aún así los sistemas no pueden hacer frente a datos ambiguos. Se limitan a aplicaciones de corto alcance y controladas, como por ejemplo sistemas de menú de teléfono que te pidan que hagas consultas diciendo palabras específicas.

Las redes neuronales, desarrolladas en la década de los 50 poco después de los albores de la investigación en IA, parecía prometedora puesto que trataba de simular la forma en que el cerebro funcionaba, aunque de modo muy simplificado. Un programa traza un conjunto de neuronas virtuales y asigna valores numéricos aleatorios, o 'pesos', a las conexiones entre ellas. Estos pesos determinan cómo responde cada neurona simulada, con una salida matemática entre 0 y 1, ante una característica digitalizada, como por ejemplo un borde o un tono de azul en una imagen, o a un nivel de energía en una frecuencia particular de un fonema, la unidad individual de sonido en sílabas habladas.

Algunas de las redes neuronales artificiales de hoy día pueden ser entrenadas para reconocer patrones complejos.

Los programadores podrían formar una red neuronal para detectar un objeto o un fonema mediante el bombardeo de la red con versiones digitalizadas de imágenes que contengan esos objetos u ondas sonoras que contengan los fonemas. Si la red no reconoce con precisión un patrón particular, un algoritmo ajustaría los pesos. El objetivo final de este entrenamiento era conseguir que la red reconociera de forma consistente patrones de discurso o conjuntos de imágenes que nosotros los humanos conocemos como, por ejemplo, el fonema 'd' o la imagen de un perro. Esto se parece mucho a la forma en que un niño aprende qué es un perro mediante la observación de los detalles de la forma de la cabeza, el comportamiento y otras características en animales peludos y que ladran, conocidos por las personas como perros.

Sin embargo, las redes neuronales iniciales solo podían simular un número muy limitado de neuronas al mismo tiempo, por lo que no podían reconocer patrones de gran complejidad. Acabaron languideciendo a lo largo de la década de los 70.

A mediados de la década de los 80, Hinton y otros expertos contribuyeron a un renacimiento del interés en las redes neuronales con los llamados modelos 'profundos', que hacían un mejor uso de varias capas de neuronas de software. Sin embargo, la técnica todavía requería una gran cantidad de intervención humana: los programadores tenían que etiquetar los datos antes de dárselos a la red. Y el reconocimiento del habla o imágenes complejas requería más potencia informática de la que entonces estaba disponible.

Finalmente, sin embargo, en la última década Hinton y otros investigadores hicieron algunos avances conceptuales fundamentales. En 2006, Hinton desarrolló una forma más eficiente de entrenar a las capas individuales de neuronas. La primera capa aprende características primitivas, como un borde en una imagen o la unidad más pequeña de sonido del habla. Lo hace buscando combinaciones de píxeles digitales u ondas de sonido que se produzcan con más frecuencia de lo que deberían por casualidad. Una vez que esa capa reconoce con precisión esas características, son enviadas a la capa siguiente, que se entrena a sí misma para reconocer características más complejas, como una esquina o una combinación de sonidos del habla. El proceso se repite en capas sucesivas hasta que el sistema puede reconocer con seguridad fonemas u objetos.

Un ejemplo son los gatos. En junio pasado, Google hizo una demostración de una de las mayores redes neuronales creadas hasta ahora, con más de mil millones de conexiones. Un equipo dirigido por el profesor de informática de Stanford Andrew Ng y el Miembro de Google Jeff Dean mostró al sistema imágenes de 10 millones de videos de YouTube elegidos al azar. Una neurona simulada en el modelo de software se centró en las imágenes de gatos. Otras se centraron en rostros humanos, flores amarillas y otros objetos. Y gracias a la potencia del aprendizaje profundo, el sistema identificó estos objetos discretos a pesar de que ningún humano jamás los había definido o etiquetado.

Lo que sorprendió a algunos expertos de IA, sin embargo, fue la magnitud de la mejora en el reconocimiento de imágenes. El sistema clasificó correctamente los objetos y temas de las imágenes de YouTube el 16 por ciento de las veces. Esto quizá no suene demasiado impresionante, pero resultó ser un 70 por ciento mejor que los métodos anteriores. Además, Dean señala que se podía elegir entre 22.000 categorías. Asignar de forma correcta los objetos en algunas de ellas requería, por ejemplo, distinguir entre dos variedades similares de pez raya. Eso habría sido difícil incluso para la mayoría de los seres humanos. Cuando se le pidió al sistema clasificar las imágenes en 1000 categorías más generales, la tasa de precisión subió por encima del 50 por ciento.

Una gran cantidad de datos
El entrenamiento de las numerosas capas de neuronas virtuales en el experimento requirió 16.000 procesadores, el tipo de infraestructura de computación que Google ha desarrollado para su motor de búsqueda y otros servicios. Al menos el 80 por ciento de los recientes avances en IA se pueden atribuir a la disponibilidad de más potencia informática, estima Dileep George, cofundador de la start-up de aprendizaje de máquinas Vicarious.

Sin embargo, se requiere algo más aparte del enorme tamaño de los centros de datos de Google. El aprendizaje profundo también se ha beneficiado del método de división de las tareas de computación entre muchas máquinas, para así poder efectuarlas con mayor rapidez. Esa es una tecnología que Dean ayudó a desarrollar con anterioridad, a lo largo de su carrera de 14 años en Google. Acelera enormemente el entrenamiento de las redes neuronales de aprendizaje profundo, permitiendo a Google trabajar con redes más grandes y usar muchos más datos con ellas.

El aprendizaje profundo ya ha logrado mejorar la búsqueda por voz en los teléfonos inteligentes. Hasta el año pasado, el software Android de Google utilizaba un método que entendía mal muchas palabras. Sin embargo, durante la preparación de una nueva versión de Android en julio pasado, Dean y su equipo ayudaron a reemplazar parte del sistema de voz por uno basado en el aprendizaje profundo. Puesto que las múltiples capas de neuronas permiten un entrenamiento más preciso basado en las múltiples variantes de un sonido, el sistema puede reconocer fragmentos de sonido de forma más fiable, especialmente en entornos ruidosos como una plataforma de metro. Y puesto que es más probable que entienda lo que realmente se ha pronunciado, es más probable que el resultado que devuelva sea también preciso. En muy poco tiempo, el número de errores se redujo hasta en un 25 por ciento, y los resultados son tan buenos que muchos críticos consideran actualmente que la búsqueda de voz de Android es más inteligente que la del famoso asistente de voz Siri de Apple.

A pesar de todos los avances, no todo el mundo cree que el aprendizaje profundo pueda llevar la inteligencia artificial hasta un punto en que rivalice con la inteligencia humana. Algunos críticos señalan que el aprendizaje profundo y la IA en general ignora gran parte de la biología del cerebro en favor de la fuerza bruta de computación.

Uno de estos críticos es Jeff Hawkins, fundador de Palm Computing, cuya última empresa, Numenta, está desarrollando un sistema de aprendizaje automático que se inspira en la biología, pero no utiliza el aprendizaje profundo. El sistema de Numenta puede ayudar a predecir los patrones de consumo de energía y la probabilidad de que una máquina, como por ejemplo una turbina eólica, esté a punto de fallar. Hawkins, autor del libro On Intelligence en 2004, que trata sobre el funcionamiento del cerebro y la forma en que podría proporcionar una guía para la construcción de máquinas inteligentes, señala que el aprendizaje profundo no tiene en cuenta el concepto de tiempo. Los cerebros procesan flujos de datos sensoriales, asegura, y el aprendizaje humano depende de nuestra capacidad para recordar secuencias de patrones: cuando ves un vídeo de un gato haciendo algo divertido, lo que importa es el movimiento, y no una serie de imágenes fijas como las que Google utilizó en su experimento. "Para Google, usar una gran cantidad de datos lo compensa todo", afirma Hawkins.

Pero incluso si no lo compensa todo, los recursos informáticos que una empresa como Google ha dedicado a estos problemas no pueden ser ignorados. Son cruciales, afirman los defensores del aprendizaje profundo, ya que el cerebro es aún mucho más complejo que cualquiera de las redes neuronales actuales. "Se necesitan muchísimos recursos computacionales para que las ideas funcionen", afirma Hinton.

¿Qué es lo próximo?
Aunque Google da muy pocos detalles sobre aplicaciones futuras, las perspectivas son muy interesantes. Está claro que por ejemplo una mejor búsqueda de imágenes ayudaría a YouTube. Y Dean señala que los modelos de aprendizaje profundo pueden utilizar datos de fonemas en inglés para entrenar rápidamente a los sistemas y que reconozcan sonidos hablados en otros idiomas. También es probable que el uso de un reconocimiento de imagen más sofisticado pueda hacer que los coches autoconducidos de Google mejoren notablemente. Además están las búsquedas y los anuncios relacionados con todo ello. Ambas cosas podrían mejorar enormemente gracias a cualquier tecnología que sea mejor y más rápida a la hora de reconocer lo que la gente realmente esté buscando, tal vez incluso antes de que se den cuenta.

Sergey Brin ha dicho que quiere construir una versión benigna de HAL en 2001: Una odisea del espacio.

Esto es lo que intriga a Kurzweil, de 65 años, que desde hace mucho tiempo tiene su propia visión sobre las máquinas inteligentes. En la escuela secundaria, escribió un programa que permitió a un ordenador crear música original en varios estilos clásicos, y del que hizo una demostración en 1965 en el programa estadounidense de televisión I've Got a Secret. Desde entonces, entre sus inventos se encuentran varias primicias: una máquina de lectura de impresión a voz, un software capaz de escanear y digitalizar textos impresos en cualquier tipo de letra, sintetizadores de música para recrear el sonido de los instrumentos de una orquesta, y un sistema de reconocimiento de voz con un amplio vocabulario.

Actualmente tiene en mente un 'amigo cibernético' que escuche nuestras conversaciones telefónicas, lea el correo electrónico y realice un seguimiento de todos nuestros movimientos, si se lo permitimos, por supuesto, para que nos pueda decir cosas que queramos saber, incluso antes de preguntarlas. Este no es su objetivo inmediato en Google, pero coincide con el del cofundador de la empresa, Sergey Brin, quien afirmó durante los primeros días de la compañía que quería construir el equivalente al ordenador HAL en 2001: Una odisea del espacio, con la salvedad de que este no mataría a nadie.

Por ahora, Kurzweil tiene como objetivo ayudar a los ordenadores a entender e incluso hablar en lenguaje natural. "Mi misión es dar a los ordenadores suficiente comprensión del lenguaje natural para hacer cosas útiles: mejorar búsquedas, mejorar la respuesta a preguntas", señala. Esencialmente, espera crear una versión más flexible del ordenador Watson de IBM, que admira por su capacidad de entender frases de Jeopardy! tan singulares como "un largo y tedioso discurso pronunciado por un pastel de espuma batida". (La respuesta correcta de Watson: "¿Qué es una arenga merengue?")

Kurzweil no se centra exclusivamente en el aprendizaje profundo, aunque señala que su enfoque para el reconocimiento de voz se basa en teorías similares acerca del funcionamiento del cerebro. Quiere modelar el significado real de las palabras, frases y oraciones, incluyendo ambigüedades con las que suelan tropezar los ordenadores. "Tengo una idea sobre un modo gráfico de representar el significado semántico de la lengua", asegura.

A su vez, esto requerirá crear gráficos de la sintaxis de las oraciones de una forma más integral. Google ya está utilizando este tipo de análisis para mejorar la gramática en las traducciones. La comprensión de lenguaje natural también requerirá que los ordenadores entiendan lo que los humanos piensan como significado de sentido común. Para ello, Kurzweil hará uso del Gráfico del Conocimiento, el catálogo de Google sobre unos 700 millones de temas, lugares, personas y más datos, además de miles de millones de relaciones entre ellos. Se presentó el año pasado como forma de proporcionar a los buscadores respuestas a sus consultas, y no solo enlaces.

Por último, Kurzweil tiene previsto aplicar algoritmos de aprendizaje profundo para ayudar a los ordenadores a hacer frente a los "límites y ambigüedades del lenguaje". Si todo esto suena desalentador, es porque lo es. "La comprensión del lenguaje natural no es un objetivo que se alcance en algún momento dado, y lo mismo ocurre con las búsquedas", afirma. "No es un proyecto que creo que vaya a acabar jamás".

Aunque la visión de Kurzweil está todavía a años de convertirse en una realidad, es probable que el aprendizaje profundo impulse otras aplicaciones más allá del reconocimiento del habla y las imágenes a más corto plazo. Por un lado, está el descubrimiento de fármacos. La victoria por sorpresa del grupo de Hinton en el concurso de Merck demostró claramente la utilidad del aprendizaje profundo en un campo en el que muy poca gente esperaba que lograse crear algún tipo de impacto.

Eso no es todo. Peter Lee desde Microsoft afirma que las primeras investigaciones sobre los usos potenciales del aprendizaje profundo en la visión de máquinas son prometedoras. Estas tecnologías usan imágenes para aplicaciones tales como la inspección industrial y la guía de robots. También prevé la creación de sensores personales que las redes neuronales profundas podrían utilizar para predecir problemas médicos. Y sensores en toda la ciudad que enviarían datos a sistemas de aprendizaje profundos que podrían, por ejemplo, predecir dónde van a producirse atascos.

En un campo que trata de algo tan profundo como el modelado del cerebro humano, es inevitable que una técnica no vaya a resolver todos los problemas. Pero por ahora, esta está liderando el camino dentro de la inteligencia artificial. "El aprendizaje profundo", señala Dean, "es una metáfora muy potente para aprender sobre el mundo".

fuente/La Flecha
Vía/ TECHNOLOGYREVIEW.COM

jueves, 23 de mayo de 2013

El canal de TV abc10 informa de un avistamiento OVNI.

La fotografía que se presenta, con su ampliación fue tomada el 20 de mayo 2013 por Ellen Henry investigador de la Sociedad Histórica de Santee (SHS). 

El mismo Henry dijo que después de tomar la foto de la granja, durante la revisión de las imágenes, en una de ellas apareció un pequeño objeto en forma de disco. Dice que escuchó un ruido extraño y muchas veces han notado anomalías electromagnéticas en la zona. A menudo la gente ve cosas muy extrañas.

 

fuente/ Ovnis ültima Hora 2

OVNI "controla" a helicóptero anti incendios en Rusia.

El espectacular vídeo que se presenta proviene de Rusia y se refiere a la grabación hecha por un testigo que presenció el avistamiento de un OVNI volando junto a un helicóptero de rescate de bomberos. Las imágenes hablan por sí solas, no es un "drone".... el UFO asoma alrededor del helicóptero, realizando las maniobras increíbles que van en contra de todas las leyes de la física moderna, alejándose y acercándose al helicóptero con la velocidad y los movimientos bruscos y en zig-zag.



fuente/ovnis última hora 2

La impresión 3D avanza a un ritmo frenético e imparable.Atención a la notícia: imprimen el primer coche en 3D

 

Se trata del modelo Urbee 2, un híbrido de 3 ruedas, robusto, ligero y ecológico. compuesto según informa Wired. Su creador Jim Kor quiere cambiar la forma en la que se construyen los coches, haciendo máxima la filosofía de su empresa Kor Ecologic: "usar el mínimo de energía posible por cada kilómetro y contaminar lo menos posible en el proceso de fabricación, funcionamiento y posterior reciclado del coche".

l proceso de fabricación del Urbee tiene lugar por completo en RedEye, unas instalaciones de impresión en 3D que también fueron utilizadas para imprimir la primera moto 3D en 2008. Para Jim Kor, la tecnología 3D simplifica mucho el proceso de fabricación y ensamblaje del vehículo, y además las piezas creadas tienen la flexibilidad que no puede aportar una hoja de acero. En vez de fabricar muchas piezas para montarlas luego, con las impresoras 3D se esculpe una sola pieza. Es tan sencillo como cargar en la impresora los modelos de cada una de las partes y 2.500 horas más tarde, ya está todas las piezas de plástico que se necesitan para empezar el montaje.

El modelo obviamente no está hecho entero de plástico, tanto el motor como el chasis son de acero. Sin embargo, pueden surgir dudas sobre lo seguro que puede ser conducir el Urbee 2 en carretera. Kor ya ha aclarado su intención de que "el coche pase las inspecciones tecnológicas que piden en Le Mans". La impresión en 3D está cerca de convertirse en algo mainstream. Cada vez, se imprimen más cosas en 3D y hay más fabricantes que acercan esta posibilidad al consumidor medio. Al alcance de todos los públicos.

Desde años, esta tecnología se viene utilizando sobre todo por grandes corporaciones, gobiernos y sectores profesionales como la medicina o la arquitectura, para crear prototipos en 3D de cualquier cosa imaginable. Por ejemplo, hace un año se logró trasplantar una mandíbula de titanio creada con una impresora 3D, y el mes pasado se empezaron a crear células madre vivas en una impresora 3D para regenerar tejidos. Pero es desde hace poco, que estas impresoras han empezado a bajar el precio para poder ajustarse a las necesidades de las pequeñas empresas.

Las impresoras ZPrinter 150 y ZPrinter 250 (desde 15.000 dólares) salieron en 2010 haciendo asequible la impresión en 3D. En la web de crowdfunding Kickstarter, se consiguió recaudar hasta 2,9 millones de dólares para crear Form1, una impresora en 3D de calidad profesional a bajo coste. Por su parte, MakerBot persigue el mismo objetivo llevando la impresión en 3D a la casa de cualquier usuario.

 fuente/laflecha.net/canales/blackhats/noticias/imprimen-el-primer-coche-en-3d

Rara fusión de grandes galaxias forma una gigantesca elíptica.

Después de estudiar con varios telescopios se concluyó que se trataba de dos grandes galaxias con formación de estrellas que con el tiempo se entrelazaron.

 Gigantesca  elíptica emerge tra s la fusión de dos grandes galaxias (ESA / NASA
Gigantesca elíptica emerge tras la fusión de dos grandes galaxias (ESA / NASA / JPL-Caltech / UC Irvine / STScI / Keck / NRAO / SAO)

El Observatorio Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) registró imágenes de una rara fusión de dos gigantescas lejanas galaxias que dieron lugar a una gran elíptica en épocas muy tempranas del Universo actual.

Después de estudiar las galaxias con varios telescopios se concluyó que se trataba de dos grandes galaxias con formación de estrellas que con el tiempo se entrelazaron formando una galaxia elíptica súper gigante,  informaron el 22 de mayo las agencias espaciales ESA y NASA, que colaboraron en el estudio.

Los astrónomos clasifican las galaxias en dos tipos: las espirales, como nuestra Vía Láctea, llenas de gas y con numerosas estrellas azules en formación, o las elípticas, pobres de gas y pobladas principalmente de viejas y frías estrellas rojas.

Hasta ahora surgían dudas de cómo se forman las gigantescas galaxias elípticas en el Universo temprano. Se creía que lo hacían graduablemente, a través de la adquisición de numerosas pequeñas galaxias enanas y sus estrellas, las cuales con el tiempo iban perdiendo su energía, para transformarse en las estrellas rojas, informa el equipo de ESA.

Los últimos estudios permiten concluir que su formación sería el resultado de la fusión de galaxias masivas. Sin embargo, se debió aclarar uno de los grandes enigmas. En las últimas décadas se descubrieron algunas de ellas existiendo en épocas tempranas del Universo, poco después del Big Bang, con sólo tres a cuatro mil millones de años de historia.

Los astrónomos quedaron sorprendidos de cómo en tan poco tiempo se habrían organizado estas galaxias y cómo la energía de las estrellas ya se había apagado.

“De alguna manera, en escalas de tiempo cosmológicas cortas, estas galaxias habían reunido con rapidez grandes cantidades de estrellas y éstas se 'apagaron”, destaca ESA.

La  explicación que surge ahora, es que dos grandes galaxias espirales pueden colisionar y combinarse para producir una gran galaxia elíptica, y fruto de esta colisión, se produce en su interior una explosión masiva de formación de estrellas, lo que les agota rápidamente el depósito de gas, informa la agencia espacial.
En la imagen de Herschel, los astrónomos capturaron el inicio de este proceso entre dos galaxias masivas, cuando el Universo tenía sólo tres mil millones de años.

Herschel las había identificado como una sola fuente luminosa, llamada HXMM01, pero con el estudio de múltiples telescopios, incluyendo el Telescopio Espacial Hubble y el telescopio Spitzer de la NASA, se mostró que son dos galaxias, cada una, con una masa estelar de unos 100 mil millones de soles y una cantidad equivalente de gas. El puente de gas entre ellas indica que se están fusionando.

"Este sistema monstruo de las galaxias interactuantes es la fábrica de formación estelar más eficiente que se ha encontrado en el Universo en un momento en que tenía sólo tres mil millones de años", dice Hai Fu de la Universidad de California, Irvine, EE.UU., según cita ESA.

"El sistema HXMM01 es inusual, no sólo debido a su gran masa y la intensa actividad de formación estelar, sino también porque expone un paso crucial, intermedio en el proceso de fusión, proporcionando valiosa información ", añade el coautor Asantha Cooray, también de la Universidad de California, Irvine.
En su estudio, el equipo observó que la fusión de galaxias estaba generando la formación de unas 2000 estrellas por año. En comparación, los astrónomos destacan que en nuestra vía Láctea se observa la formación de una sola estrella como el Sol, al año.

Artículo original de lagranepoca.com


Última Hora. Un maremoto de 7,4 y dos seísmos, uno de 4,7 y 4,8. Uno próximo a la isla de Creta y otro en Grecia a 295 km de Atenas

Un maremoto de 7,4 grados de magnitud en la escala de Richter ha sacudido la costa suroeste del archipiélago de Tonga (Oceanía). El epicentro del sismo se ubicó en el Pacífico a 282 kilómetros al suroeste de la ciudad de Vaini y a una profundidad de 171 kilómetros, según informa el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés). 

Por el momento los especialistas descartan la posibilidad de un tsunami.

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La nueva visión de alcance de la metodología neurocientífica: La dimensión cuántica de la mente.

"La conciencia humana enlaza con la dimensión de la física cuántica y no con la neurociencia"


Por primera vez de forma sistematizada, la comunidad científica conviene en señalar que la conciencia humana enlaza con la dimensión de la física cuántica y no con la neurociencia, tal y como hasta ahora tradicionalmente se venía entendiendo.

La cuestión estrictamente biofísica ha sido ampliamente debatida sin obtener respuestas, que curiosamente sí se encuentran en los nuevos conceptos de la teoría de supercuerdas y especialmente de la supersimetría.

La cuestión de base genera una inquietud creciente en la comunidad neurocientífica, ya que a medida que profundizan en el campo de la ciencia de la conciencia, los hallazgos son cada vez más contundentes. Conceptos como los biofotones, la meditación, las Resonancias Schumann, ponen de relieve que los procesos neurofisiológicos son consecuencias de una transdimensionalidad y no causa en sí misma de una estricta explicación anatómica, o química. Ni siquiera las sinapsis por sí solan explicarían la curiosa relación existente entre procesos emocionales y señales coherentes en los EEG y ECG.

Desde que recientemente Raymond Tallis expuso en la Academia Británica que no podemos asumir de forma científica un reduccionismo de la conciencia humana a la simple actividad cerebral. En Aping Mankind expone los argumentos más contundentes hasta ahora vistos en la comunidad científica ortodoxa.
La experiencia empírica no siempre es racional, y por tanto, tenemos que entender que la dimensión mental es infinitamente más sofisticada que la mera actividad neuronal.

Simplemente la creatividad y/o el descubrimiento del sentimiento de “amor”, muestran procesos complejos que van más allá de la conexión entre neuronas o la producción de sustancias.

Definitivamente el ser humano es mucho más que un cerebro.
Incluso para el distinguido psicólogo Robin Dunbar, la cuestión requiere buscar nuevas formas holísticas de entender la cuestión, más allá de la neurociencia. Este planteamiento constituye un hito en los planteamientos tradicionales de la Academia Británica, caracterizada por su “ortodoxia” racionalista.

En la revista Cell press, en el mismo sentido que Tallis, se publicó un paper en agosto de 2008 en el que ya se exponían las nuevas tendencias del estudio de la conciencia en el ámbito de la neurociencia. El estudio fue publicado por : Anil K. Seth, Zoltan Dienes, Axel Cleeremans, Morten Overgaard y Luiz Pessoa, y lleva por título: Midiendo la Conciencia: Aproximaciones desde la neurofisiología.


fuente del texto/ Fundación Etikotaku