jueves, 9 de abril de 2015
MIsterios del desierto. Y, no es Petra.
En medio de la gran, dorado desierto del norte de Arabia Saudita, un castillo se levanta de la arena, que emerge de una enorme piedra. Su fachada es de todas las líneas limpias y los ángulos rectos, en contraste con la superficie natural de la piedra, y la estructura es instantáneamente llamativo. Al verla, no puede dejar de preguntarse: ¿Quién lo construyó? ¿Por qué? ¿Cuánto tiempo ha estado aquí, mirando hacia el desierto vacío? La estructura es conocida como Qasr al-Farid, que significa "solitario castillo", y fue construido en el siglo I, durante el reino preislámica nabateo. Se encuentra ubicado en Almaden Saleh, también conocido como Al-Hiyr o Hegra, y es uno de más de un centenar de monumentos similares en la zona. Si usted recuerda la ciudad tallada de Petra en la actual Jordania, lo que debería. Petra fue la capital del reino nabateo. Mada'in Saleh fue la segunda ciudad más grande y fue un importante centro de comercio. Qasr al-Farid no es en realidad un castillo, sin embargo; es una tumba. Es sin terminar, y en su estado inacabado, que nos permite echar un vistazo a cómo los nabateos construyeron sus edificios de piedra maciza. Les gustaba usar piezas únicas de la piedra arenisca, tallado y de arriba hacia abajo. También pidieron prestado elementos decorativos de Egipto, helenístico, y estilos asirios. El tamaño de la tumba indica el estatus social de la persona. Qasr al-Farid es la más grande de las 131 tumbas en la zona. A pesar de haber enfrentado a los elementos de 1.900 años, Qasr al-Farid se encuentra en muy buen estado gracias al clima seco.
fuente/disclose.tv
El Secreto de los Mudras.
Milenariamente conocidos y al mismo tiempo desconocidos, los mudras o gestos manuales, representaron en sus orígenes símbolos de poder y magia con los que se atraían la fortuna, la felicidad y… la desdicha, también utilizados para llamar a entidades y fuerzas de otras realidades, los Mudras, en la actualidad se utilizan sin conocimiento real de su original significado.
Para hablar de los mudras, entablaremos debate entre Javier Pérez Nieto y Jose Luis (JL) quienes explicarán el significado de sus símbolos.
miércoles, 8 de abril de 2015
Los misteriosos ‘círculos de hadas’ de Namibia se distribuyen como células de la piel.
Científicos de Japón encuentran un patrón de organización espacial casi idéntico en ambos sistemas.
Organización de las células de la piel y de los círculos de hadas. Fuente: OIST. |
El misterio de los “círculos de hadas” del desierto de Namibia sigue aumentando. Estas superficies circulares desprovistas de vegetación, pero rodeadas de anillos de pasto perennes, han sido objeto de estudio en los últimos años, para tratar de determinar su origen. Ahora, científicos de Japón han descubierto que se organizan sobre la tierra del mismo modo que las células en la piel. La similitud podría tener importantes implicaciones para la biología y para la astrobiología. Por Yaiza Martínez.
el desierto de Namibia, en África, se cuentan por miles unos extraños “círculos de hadas”; unas superficies circulares desprovistas de vegetación, pero rodeadas de anillos de pasto perennes.
En 2012, una investigación estableció que estos círculos siguen una especie de "ciclo vital" que los hace aparecer y desaparecer con regularidad. En 2013, por otra parte, un estudio señaló que el origen de estos anillos está en la acción de las termitas, que retiran la vegetación del interior del círculo para su aprovechamiento. Y otra investigación más, de 2014, señaló que los círculos de hadas serían fruto de un crecimiento vegetal autoorganizado.
Ahora, investigadores del Okinawa Institute of Science and Technology Graduate University (OIST) de Japón han hecho un descubrimiento, no sobre el origen de estos círculos, sino sobre su distribución en el espacio del desierto: han encontrado que esta es sorprendentemente similar a la de las células en la piel.
Ausencia de azar
La distribución de los círculos de hadas por el desierto puede parecer azarosa, explican los investigadores en un comunicado del OIST, pero resulta que sigue un patrón que coincide mucho con el patrón de distribución de las células de la piel.
Un patrón que abarque escalas de tamaño tan drásticamente distintas - células de la piel microscópicas y el paisaje del desierto - es prácticamente desconocido en la naturaleza, afirman.
“Es completamente sorprendente”, señala por su parte Robert Sinclair, director de la Unidad de Biología Matemática del OIST. "Este hecho sugiere que este tipo de patrones podría cubrir escalas de tamaño muy diferentes".
Contando círculos y células
Para realizar su análisis, Sinclair y su colaborador, Haozhe Zhang, compararon el número de células y de círculos de hadas adyacentes a otras células de la piel y a otros círculos de hadas, respectivamente.
El conteo de círculos de hadas vecinos se hizo a partir de imágenes satelitales de estas formaciones. Usando un ordenador, se dibujaron además líneas a medio camino entre cada par de círculos, con el fin de designar límites invisibles entre ellos, similares a los de las paredes celulares. Finalmente, la computadora contó y determinó el número de círculos de hadas vecinos que rodean a cada una de estas estructuras.
En investigaciones previas, de hace varios años, ya se había calculado el número de células de la piel vecinas que tiene cada célula de la piel individual.
En 2012, una investigación estableció que estos círculos siguen una especie de "ciclo vital" que los hace aparecer y desaparecer con regularidad. En 2013, por otra parte, un estudio señaló que el origen de estos anillos está en la acción de las termitas, que retiran la vegetación del interior del círculo para su aprovechamiento. Y otra investigación más, de 2014, señaló que los círculos de hadas serían fruto de un crecimiento vegetal autoorganizado.
Ahora, investigadores del Okinawa Institute of Science and Technology Graduate University (OIST) de Japón han hecho un descubrimiento, no sobre el origen de estos círculos, sino sobre su distribución en el espacio del desierto: han encontrado que esta es sorprendentemente similar a la de las células en la piel.
Ausencia de azar
La distribución de los círculos de hadas por el desierto puede parecer azarosa, explican los investigadores en un comunicado del OIST, pero resulta que sigue un patrón que coincide mucho con el patrón de distribución de las células de la piel.
Un patrón que abarque escalas de tamaño tan drásticamente distintas - células de la piel microscópicas y el paisaje del desierto - es prácticamente desconocido en la naturaleza, afirman.
“Es completamente sorprendente”, señala por su parte Robert Sinclair, director de la Unidad de Biología Matemática del OIST. "Este hecho sugiere que este tipo de patrones podría cubrir escalas de tamaño muy diferentes".
Contando círculos y células
Para realizar su análisis, Sinclair y su colaborador, Haozhe Zhang, compararon el número de células y de círculos de hadas adyacentes a otras células de la piel y a otros círculos de hadas, respectivamente.
El conteo de círculos de hadas vecinos se hizo a partir de imágenes satelitales de estas formaciones. Usando un ordenador, se dibujaron además líneas a medio camino entre cada par de círculos, con el fin de designar límites invisibles entre ellos, similares a los de las paredes celulares. Finalmente, la computadora contó y determinó el número de círculos de hadas vecinos que rodean a cada una de estas estructuras.
En investigaciones previas, de hace varios años, ya se había calculado el número de células de la piel vecinas que tiene cada célula de la piel individual.
atrones casi idénticos
Los resultados obtenidos en ambos casos resultaron ser casi idénticos: tanto la mayoría de los círculos de hadas como la mayoría de las células de la piel tienen seis “vecinos” de su clase.
Pero la semejanza es aún más específica, pues el porcentaje de los círculos de hadas con cuatro, cinco, seis, siete, ocho y nueve círculos de hadas adyacentes resultó ser esencialmente el mismo que el de las células de la piel.
Los científicos no esperaban que ambos sistemas se parecieran tanto, por lo que “pasamos mucho tiempo comprobando; realmente nos parecía demasiada coincidencia”, afirma Sinclair.
Implicaciones para la biología y la astrobiología
Los investigadores sospechan que esta similitud de patrones podría deberse a que tanto las células de la piel como los círculos de hadas luchan por el espacio.
Si esto fuera cierto, apuntan, podrían aprovecharse estos patrones para recopilar información sobre determinados sistemas. Por ejemplo, podrían detectarse, a partir de ellos, signos de vida en otros planetas o lunas, de los que los únicos datos que se tienen son imágenes.
Por otro lado, conocer estos patrones podría beneficiar a la ecología y a la biología en general, ya que la comprensión de determinados procesos a una escala serviría para iluminar lo que está sucediendo en el otro extremo del espectro.
En cuanto a la comprensión de cómo se forman los círculos de hadas de Namibia, los científicos del OIST consideran que, dado que en la actualidad se están desarrollando modelos matemáticos para intentar explicar el fenómeno, estos deberían incorporar los nuevos resultados.
Las matemáticas muestran otras correspondencias
En las últimas décadas, las matemáticas han mostrado otras correspondencias entre sistemas aparentemente no relacionados. Por ejemplo, la llamada Ley de Zipf reveló en la década de 1940 que sistemas como las lenguas o las ciudades no se organizan de manera completamente aleatoria, sino siguiendo un patrón similar.
Así, el segundo elemento más reiterado de un idioma suele repetirse con una frecuencia de 1/2 con respecto al primero; y el tercer elemento con una frecuencia de 1/3… etc. En las ciudades sucedería algo parecido: si la ciudad más grande de Estados Unidos, por ejemplo, tiene una población de ocho millones de personas; la segunda ciudad más grande tendrá una población de cuatro millones (8/2); y la tercera tendrá una población de 8/3 millones, etc.
Por otra parte, el pasado mes de enero, investigadores del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (EEUU) descubrieron, gracias a un nuevo modelo matemático, un paralelismo notable entre la manera en que los humanos levantan sus ciudades y la manera en que se forman las galaxias en el cosmos. Ambos procesos, señalaron los científicos, son matemáticamente equivalentes, es decir, funcionan bajo un mismo “principio unificador”.
Los resultados obtenidos en ambos casos resultaron ser casi idénticos: tanto la mayoría de los círculos de hadas como la mayoría de las células de la piel tienen seis “vecinos” de su clase.
Pero la semejanza es aún más específica, pues el porcentaje de los círculos de hadas con cuatro, cinco, seis, siete, ocho y nueve círculos de hadas adyacentes resultó ser esencialmente el mismo que el de las células de la piel.
Los científicos no esperaban que ambos sistemas se parecieran tanto, por lo que “pasamos mucho tiempo comprobando; realmente nos parecía demasiada coincidencia”, afirma Sinclair.
Implicaciones para la biología y la astrobiología
Los investigadores sospechan que esta similitud de patrones podría deberse a que tanto las células de la piel como los círculos de hadas luchan por el espacio.
Si esto fuera cierto, apuntan, podrían aprovecharse estos patrones para recopilar información sobre determinados sistemas. Por ejemplo, podrían detectarse, a partir de ellos, signos de vida en otros planetas o lunas, de los que los únicos datos que se tienen son imágenes.
Por otro lado, conocer estos patrones podría beneficiar a la ecología y a la biología en general, ya que la comprensión de determinados procesos a una escala serviría para iluminar lo que está sucediendo en el otro extremo del espectro.
En cuanto a la comprensión de cómo se forman los círculos de hadas de Namibia, los científicos del OIST consideran que, dado que en la actualidad se están desarrollando modelos matemáticos para intentar explicar el fenómeno, estos deberían incorporar los nuevos resultados.
Las matemáticas muestran otras correspondencias
En las últimas décadas, las matemáticas han mostrado otras correspondencias entre sistemas aparentemente no relacionados. Por ejemplo, la llamada Ley de Zipf reveló en la década de 1940 que sistemas como las lenguas o las ciudades no se organizan de manera completamente aleatoria, sino siguiendo un patrón similar.
Así, el segundo elemento más reiterado de un idioma suele repetirse con una frecuencia de 1/2 con respecto al primero; y el tercer elemento con una frecuencia de 1/3… etc. En las ciudades sucedería algo parecido: si la ciudad más grande de Estados Unidos, por ejemplo, tiene una población de ocho millones de personas; la segunda ciudad más grande tendrá una población de cuatro millones (8/2); y la tercera tendrá una población de 8/3 millones, etc.
Por otra parte, el pasado mes de enero, investigadores del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (EEUU) descubrieron, gracias a un nuevo modelo matemático, un paralelismo notable entre la manera en que los humanos levantan sus ciudades y la manera en que se forman las galaxias en el cosmos. Ambos procesos, señalaron los científicos, son matemáticamente equivalentes, es decir, funcionan bajo un mismo “principio unificador”.
Referencia bibliográfica:
Haozhe Zhang, Robert Sinclair. Namibian fairy circles and epithelial cells share emergent geometric order.Ecological Complexity (2015). DOI: 10.1016/j.ecocom.2015.02.001.
Haozhe Zhang, Robert Sinclair. Namibian fairy circles and epithelial cells share emergent geometric order.Ecological Complexity (2015). DOI: 10.1016/j.ecocom.2015.02.001.
fuente/ Tendencias21
Monje Budista enseña a no sufrir por la opiniones ajenas.

La mayoría de las personas se guían por las presiones sociales: somos animales políticos y el colectivo resuena en nuestro interior. Esto es algo natural, siendo parte de una especie cableada para buscar la aprobación y la seguridad que brindan los signos de confort social: las sonrisas, los asentimientos, los gestos de simpatía. Sin embargo, esto a veces nos puede llevar a un infierno interno o a una parálisis enajenante en la que nuestros actos y pensamientos son determinados por nuestra preocupación por cómo serán recibidos por los demás.
En una conferencia con el monje budista vietnamita Thich Nhat Hanh, una niña se atrevió a preguntarle sobre la enorme influencia que los demás ejercen en nuestra vida psíquica. “Cuando alguien habla bien de mí me siento feliz, cuando alguien habla mal de mí me siento infeliz”. Esto es problemático porque nos deja como veletas de las opiniones externas y nos hace completamente dependientes de factores que no podemos controlar.
hich Nhat Hanh, quien también es poeta, explica que para escapar de esta tiranía de los juicios ajenos, es importante explorar profundamente la propia conciencia y encontrar una epifanía (“insight”), esa medula de certidumbre, (que tal vez alguien identificaría con el alma) Y desde esa profundidad moverse.

Ten fe en ti misma. Si vemos las cosas profundamente, las entenderemos… y [así] encuentras ese insight, lo que te da confianza en ti misma–encuentras la paz respirando y crees en ello… practicas respiración consciente y sabes, por tu propia experiencia, que eso te ayuda, así que las opiniones de las otras personas no te hacen abandonar esa creencia… te das cuenta también que la noción de la belleza difiere entre cada persona… son sólo nociones y opiniones, cada quien piensa distinto… pero sabes que eres una flor en el jardín de la humanidad, perteneces al reino de dios como cualquier cosa… eres la continuación de esta belleza y las opiniones de los demás no te afectan… Puedes así cultivar la semilla de la compasión en ti y saber que tienes un valor.
El monje vietnamita, le cuenta una historia sobre lo que le ocurrió en la guerra, cuando en su pueblo decidieron no tomar partido entre los bandos en conflicto:
Pensaban que éramos estúpidos porque no tomamos un partido, si tomas algún partido al menos te protegerá uno de ellos, pero si crees que tu camino es la compasión, sigues adelante… muchos pensaban que éramos comunistas, otros pensaron que éramos proamericanos, pero de todas maneras continuamos con nuestro camino, porque creímos en nuestros valores.. si continuas así serás como una montaña que no puede ser asaltada por las opiniones, así que buena suerte.
En otras palabras, Thich Nhat Hanh señala que la clave es creer en ti mismo y practicar la compasión, habiendo descubierto la belleza del mundo del que somos parte.
fuente/astillasderealidad.blogspot.co.uk
martes, 7 de abril de 2015
Aprenden más rápido aquellos que “desconectan” ciertas áreas cerebrales.
Un estudio arroja luz sobre el porqué de las diferencias individuales en la velocidad de aprendizaje
¿Por qué algunas personas son capaces de dominar una nueva habilidad rápidamente, mientras otras requieren de más tiempo? Científicos estadounidenses han descubierto una de las claves de esta diferencia. Según su estudio, aprenden más rápidamente aquellos capaces de “desconectar” las áreas cerebrales responsables de la llamada “función ejecutiva”. Esta función, aunque necesaria para el desempeño de tareas complejas, puede ser un obstáculo para el dominio de las tareas simples, explican los investigadores. Por Marta Lorenzo.
Fuerza de las conexiones entre áreas cerebrales de la superficie cortical. Los colores cálidos indican gran fuerza y los fríos lo contrario. Fuente: UC Santa Barbara. |
¿ Por qué algunas personas son capaces de dominar una nueva habilidad rápidamente, mientras otras requieren de más tiempo o de más práctica? Esta es la pregunta que han tratado de responder científicos de la Universidad de California en Santa Barbara, de la Universidad de Pennsylvania y de la Universidad Johns Hopkins, todas ellas en EEUU.
Para encontrar una respuesta, los investigadores diseñaron un estudio que les permitió medir las conexiones entre las diferentes regiones del cerebro de una serie de participantes, mientras estos aprendían a jugar un sencillo juego, que consistió en reproducir secuencias de notas, codificadas por colores, presionando el botón correspondiente a cada una de ellas en un controlador manual.
Seis secuencias predeterminadas de 10 notas cada una les fueron mostradas a los voluntarios varias veces. Mientras se escaneaban sus cerebros, a todos se les indicó que reprodujeran dichas secuencias (en los botones) tan rápidamente como pudieran, en respuesta a una serie de claves que iban apareciendo en una pantalla.
El experimento continuó fuera del laboratorio, porque los participantes siguieron practicando en casa. Todos ellos regresaron al centro del estudio a las dos, cuatro y seis semanas, para comprobar sus avances en la práctica de la tarea, y para someterse a nuevos escáneres.
Algunos de ellos aprendieron las secuencias musicales inmediatamente, mientras que otros lo hicieron de manera gradual. Los resultados de los análisis cerebrales constataron que la actividad neuronal de los primeros fue diferente que la de los segundos, informa la UC Santa Barbara en un comunicado.
Un proceso neuronal en red
Dichos análisis se centraron en los patrones de activación neuronal de un total de 112 regiones anatómicas del cerebro. También consistieron en determinar, con algoritmos, el grado de intercomunicación que se establecía entre esas regiones.
Es decir, el equipo investigó el proceso cerebral de aprendizaje como el funcionamiento de una red compleja, dinámica, en la que diversas regiones del cerebro (o “nodos”) se involucraban simultáneamente.
Este enfoque permitió, por un lado, medir hasta qué punto era común que dos nodos permanecieran en el mismo grupo, mientras los sujetos practicaban y aprendían las secuencias musicales. Por otro, hizo posible establecer las tendencias globales de trabajo conjunto de diversas regiones del cerebro, responsables de diferentes funciones.
Regiones cerebrales inicialmente conectadas
Los investigadores descubrieron varias cosas. Por una parte, que las regiones de procesamiento visual y motor presentaron una alta conectividad durante los primeros ensayos. Sin embargo, a medida que avanzaba el experimento y los participantes iban aprendiendo las secuencias, ambas zonas se fueron volviendo esencialmente autónomas.
Por ejemplo, la parte del cerebro que controla el movimiento de los dedos y la parte que procesa el estímulo visual ya no interactuaban al final del experimento, aunque sí lo hicieran al principio, cuando los participantes comenzaban a “aprender” las secuencias.
Para encontrar una respuesta, los investigadores diseñaron un estudio que les permitió medir las conexiones entre las diferentes regiones del cerebro de una serie de participantes, mientras estos aprendían a jugar un sencillo juego, que consistió en reproducir secuencias de notas, codificadas por colores, presionando el botón correspondiente a cada una de ellas en un controlador manual.
Seis secuencias predeterminadas de 10 notas cada una les fueron mostradas a los voluntarios varias veces. Mientras se escaneaban sus cerebros, a todos se les indicó que reprodujeran dichas secuencias (en los botones) tan rápidamente como pudieran, en respuesta a una serie de claves que iban apareciendo en una pantalla.
El experimento continuó fuera del laboratorio, porque los participantes siguieron practicando en casa. Todos ellos regresaron al centro del estudio a las dos, cuatro y seis semanas, para comprobar sus avances en la práctica de la tarea, y para someterse a nuevos escáneres.
Algunos de ellos aprendieron las secuencias musicales inmediatamente, mientras que otros lo hicieron de manera gradual. Los resultados de los análisis cerebrales constataron que la actividad neuronal de los primeros fue diferente que la de los segundos, informa la UC Santa Barbara en un comunicado.
Un proceso neuronal en red
Dichos análisis se centraron en los patrones de activación neuronal de un total de 112 regiones anatómicas del cerebro. También consistieron en determinar, con algoritmos, el grado de intercomunicación que se establecía entre esas regiones.
Es decir, el equipo investigó el proceso cerebral de aprendizaje como el funcionamiento de una red compleja, dinámica, en la que diversas regiones del cerebro (o “nodos”) se involucraban simultáneamente.
Este enfoque permitió, por un lado, medir hasta qué punto era común que dos nodos permanecieran en el mismo grupo, mientras los sujetos practicaban y aprendían las secuencias musicales. Por otro, hizo posible establecer las tendencias globales de trabajo conjunto de diversas regiones del cerebro, responsables de diferentes funciones.
Regiones cerebrales inicialmente conectadas
Los investigadores descubrieron varias cosas. Por una parte, que las regiones de procesamiento visual y motor presentaron una alta conectividad durante los primeros ensayos. Sin embargo, a medida que avanzaba el experimento y los participantes iban aprendiendo las secuencias, ambas zonas se fueron volviendo esencialmente autónomas.
Por ejemplo, la parte del cerebro que controla el movimiento de los dedos y la parte que procesa el estímulo visual ya no interactuaban al final del experimento, aunque sí lo hicieran al principio, cuando los participantes comenzaban a “aprender” las secuencias.
Menor actividad neuronal en los más rápidos
En cuanto a las diferencias entre aquellos que aprendieron más rápido y los que aprendieron más lento, se constató que los primeros mostraron (en comparación con los segundos) una disminución de la actividad neuronal en áreas no directamente relacionadas con la identificación de claves (en la pantalla) o con el hecho de tocar las notas: en la corteza frontal y en la corteza cingulada anterior.
Estos centros de control cognitivo se han vinculado a lo que se conoce como función ejecutiva ; un concepto que define habilidades cognitivas que permiten la anticipación y el establecimiento de metas, la formación de planes y programas, el inicio de las actividades y operaciones mentales, la autorregulación de las tareas y la habilidad de llevarlas a cabo eficientemente.
Sin embargo, aunque “una buena función ejecutiva es necesaria para el desempeño de tareas complejas, en realidad también puede ser un obstáculo para el dominio de los tareas simples", explica Scott Grafton, uno de los autores de la investigación. Por eso, su desconexión puede ayudar a aprender este tipo de tareas.
“Es la gente puede apagar la comunicación de estas partes de sus cerebros más rápidamente la que presentan tiempos de aprendizaje más cortos”, afirman los investigadores. Estudios adicionales deberán establecer por qué algunas personas son mejores que otras apagando dichas conexiones cerebrales, concluyen.
Grafton señala asimismo que la corteza frontal y la corteza cingulada anterior se encuentran entre las regiones del cerebro que tardan más en desarrollarse completamente en el ser humano, lo cual podría explicar por qué los niños son capaces de adquirir nuevas habilidades rápidamente, en comparación con los adultos.
El aprendizaje se puede acelerar artificialmente
Aunque aún no se comprende bien de qué depende, a nivel cerebral, la velocidad de aprendizaje, otro estudio reciente llevado a cabo por investigadores de la Universidad Vanderbilt (EEUU) también ha arrojado cierta luz sobre esta cuestión.
En él se constató que es posible manipular la velocidad de aprendizaje, para aprender más rápido o lo contrario, aplicando una corriente eléctrica leve en el cerebro; en concreto en la llamada corteza frontal media del cerebro.
Esta área forma parte de una red de regiones cerebrales conocida como Default Mode Network, vinculada a funciones de introspección. Se cree además que esta región es la que nos permite darnos cuenta de que nos hemos equivocado en algo.
Tras 20 minutos de estimulación con dicha corriente eléctrica leve en el cerebro, se pidió a un grupo de voluntarios que realizaran una tarea de aprendizaje que implicaba averiguar, mediante prueba y error, si las teclas de un controlador de juegos se correspondían con colores específicos mostrados en una pantalla. Se constató así que al aplicar corriente anódica o positiva, el pico de actividad electrofisiológica en la corteza frontal media era casi dos veces mayor como media, y significativamente mayor en la mayoría de los participantes (aproximadamente del 75%). Consecuencia: los voluntarios cometieron menos errores y aprendieron de sus errores más rápidamente de lo que lo hicieron tras otro estímulo, simulado o falso.
En cambio, cuando se les aplicó a los participantes una corriente catódica, se observó el resultado opuesto: el pico de dicha actividad electrofisiológica fue significativamente menor y los sujetos cometieron más errores y tardaron más tiempo en aprender la tarea.
En cuanto a las diferencias entre aquellos que aprendieron más rápido y los que aprendieron más lento, se constató que los primeros mostraron (en comparación con los segundos) una disminución de la actividad neuronal en áreas no directamente relacionadas con la identificación de claves (en la pantalla) o con el hecho de tocar las notas: en la corteza frontal y en la corteza cingulada anterior.
Estos centros de control cognitivo se han vinculado a lo que se conoce como función ejecutiva ; un concepto que define habilidades cognitivas que permiten la anticipación y el establecimiento de metas, la formación de planes y programas, el inicio de las actividades y operaciones mentales, la autorregulación de las tareas y la habilidad de llevarlas a cabo eficientemente.
Sin embargo, aunque “una buena función ejecutiva es necesaria para el desempeño de tareas complejas, en realidad también puede ser un obstáculo para el dominio de los tareas simples", explica Scott Grafton, uno de los autores de la investigación. Por eso, su desconexión puede ayudar a aprender este tipo de tareas.
“Es la gente puede apagar la comunicación de estas partes de sus cerebros más rápidamente la que presentan tiempos de aprendizaje más cortos”, afirman los investigadores. Estudios adicionales deberán establecer por qué algunas personas son mejores que otras apagando dichas conexiones cerebrales, concluyen.
Grafton señala asimismo que la corteza frontal y la corteza cingulada anterior se encuentran entre las regiones del cerebro que tardan más en desarrollarse completamente en el ser humano, lo cual podría explicar por qué los niños son capaces de adquirir nuevas habilidades rápidamente, en comparación con los adultos.
El aprendizaje se puede acelerar artificialmente
Aunque aún no se comprende bien de qué depende, a nivel cerebral, la velocidad de aprendizaje, otro estudio reciente llevado a cabo por investigadores de la Universidad Vanderbilt (EEUU) también ha arrojado cierta luz sobre esta cuestión.
En él se constató que es posible manipular la velocidad de aprendizaje, para aprender más rápido o lo contrario, aplicando una corriente eléctrica leve en el cerebro; en concreto en la llamada corteza frontal media del cerebro.
Esta área forma parte de una red de regiones cerebrales conocida como Default Mode Network, vinculada a funciones de introspección. Se cree además que esta región es la que nos permite darnos cuenta de que nos hemos equivocado en algo.
Tras 20 minutos de estimulación con dicha corriente eléctrica leve en el cerebro, se pidió a un grupo de voluntarios que realizaran una tarea de aprendizaje que implicaba averiguar, mediante prueba y error, si las teclas de un controlador de juegos se correspondían con colores específicos mostrados en una pantalla. Se constató así que al aplicar corriente anódica o positiva, el pico de actividad electrofisiológica en la corteza frontal media era casi dos veces mayor como media, y significativamente mayor en la mayoría de los participantes (aproximadamente del 75%). Consecuencia: los voluntarios cometieron menos errores y aprendieron de sus errores más rápidamente de lo que lo hicieron tras otro estímulo, simulado o falso.
En cambio, cuando se les aplicó a los participantes una corriente catódica, se observó el resultado opuesto: el pico de dicha actividad electrofisiológica fue significativamente menor y los sujetos cometieron más errores y tardaron más tiempo en aprender la tarea.
fuente/ Tendencias21
Fast & Furious 7.Emotiva canción le rinde homenaje a Paul Walker.
Créditos: Facebook: Vin Diesel
Vin Diesel, gran amigo de Paul Walker, compartió en Facebook el video oficial de 'See You Again', la canción con el que se despide al fallecido actor en la cinta
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"Rápidos y furiosos 7" es, quizás, la película más emotiva de toda la saga. Quienes ya hayan visto la última entrega del taquillero film, saben que la escena final llega cargada de emociones y nostalgia por el homenaje que se realiza al desaparecido Paul Walker.
La canción que acompaña el adiós de Walker se llama "See You Again" ("Verte otra vez") y es cantada por el rapero Wiz Khalifa y el cantante Charlie Puth. Su videoclip oficial, que muestra algunas emotivas imágenes de la película, fue compartido en la página de Facebook de Vin Diesel, quien quiso rendir un último homenaje a su gran amigo.
El Enigma de Masada.
La dominación de los romanos sobre los judíos rutinariamente estuvo marcada por episodios de resistencia y conflicto. El proceso de ocupación, que comenzó en el 63 a.C., fue así constituido por diversas rebeliones donde los judíos intentaron heroicamente oponerse contra la superioridad militar y bélica de los ejércitos romanos. A partir del 66 d.C., esos conflictos pasaron a ser todavía más intensos, lo que acabó obligando a las fuerzas romanas a realizar un gran cerco contra la ciudad de Jerusalén en el 70 d.C.
La embestida militar romana fue extremadamente exitosa y obligó a la gran mayoría de la población judía a retirarse de la región de Palestina. Sin embargo, cerca de mil judíos pertenecientes a la secta de los zelotes no se rindieron a las fuerzas romanas al formar un punto de resistencia en la fortaleza de Masada. Esa fortaleza, situada en la región oriental del desierto de Judá, que fue tomada por un brote de insurrectos que se inspiraban en la heroica figura del patriarca Moisés para luchar contra los ejércitos romanos.
El período exacto de la construcción de la fortaleza todavía está rodeado de pequeñas controversias por varios expertos en el tema. Sin embargo, varios indicios conducen a creer que esta fortificación fue construida por Herodes el Grande. Después de la muerte del administrador, una legión de soldados romanos habría sido enviada por los romanos para apoderarse de esa región. En el año 66 d.C., los judíos fueron capaces de controlar la fortificación.
Después de conquistar la fortaleza, la región habría sido dominada por fanáticos durante el apogeo de los conflictos entre judíos y romanos. Con la destrucción total de Jerusalén en el 70 d.C., un grupo de refugiados todavía resistió el asedio romano dentro de ese edificio. Para limpiar el foco de la resistencia, el general romano Flavio Silva fue acusado con el uso de los hombres de la Décima Legión para que, finalmente, la presencia judía fuese desterrada en dominios romanos.
Sabiendo que los zelotes tenían suficientes provisiones para resistir el asedio romano, Flavio Silva decidió construir un plan para el asalto que atacaría sorprendentemente la fortaleza. Incluso arrojando piedras pesadas contra las guarniciones romanas, los fanáticos pudieron evitar el avance enemigo. Con el uso de un potente ariete y antorchas, los romanos lograron derribar una pared interna construida para proteger a las puertas de entrada de la fortaleza de Masada.
Con el derrocamiento de este bloqueo, los fanáticos no parecen tener ninguna otra forma de resistir contra las tropas romanas. Después de destruir la barrera, las tropas romanas decidieron retirarse y aplicar la confrontación final a la mañana siguiente. Sin embargo, Eleazar ben Jair, uno de los líderes zelotas convenció a la población a escoger la muerte antes que someterse a las humillaciones y torturas que los romanos les reservaban.
De esta manera, un suicidio en masa fue realizado en aquella fatídica noche. Los jefes de cada familia fueron responsables de matar a sus mujeres e hijos. Después de eso, diez miembros de la comunidad fueron sorteados para matar cada uno de los hombres que todavía estaban vivos. De los últimos diez supervivientes, uno fue escogido para matar a los otros nueve, incendiar la construcción y, sólo después, cometer suicidio. En la mañana siguiente, los soldados vieron las puertas de Masada y se extrañaron ante el silencio del lugar.
Sospechosos, comenzaron a gritar con el fin de atraer a algún soldado enemigo. En su lugar, encontraron a dos mujeres y cinco niños que se escondieron en las cuevas subterráneas. Con eso, la presencia judía fue totalmente prohibida de la región en el año 73 d.C.
Durante muchos años ese episodio fue considerado inverosímil hasta que un grupo de arqueólogos consiguió formar las ruinas de la fortaleza. Actualmente, ese acontecimiento simboliza el heroísmo de los judíos contra sus enemigos.
Fuente original: Escuelapedia.com
ENIGMAS. Una tribu de pastores trajo a Europa la rueda hace 4.500 años en una migración desconocida.
- Un equipo de genetistas de Harvard ha encontrado los vestigios de una importante migración en Europa por parte de una población desconocida.
- El ADN de los pastores de la estepa en el oeste de Rusia hace unos 5.000 años resultó muy parecido al de los individuos de 4.500 años de edad de Alemania.
- También importaron al menos parte de la familia de lenguas indoeuropeas a Europa, según sostienen los investigadores.
Un equipo dirigido por David Reich, genetista evolutivo y de la población en la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts, ha analizado el ADN nuclear de los cuerpos de 69 personas que vivieron en Europa hace entre 8000 y 3000 años. También examinaron los datos del genoma de otros 25 antiguos europeos y los de Ötzi, el hombre de hielo de 5.300 años que fue descubierto en la frontera entre Italia y Austria.
Su objetivo es rastrear el origen de un desconocido grupo de seres humanos que irrumpió desde el este en Europa occidental hace 4.500 años, con tecnologías tales como la rueda y un lenguaje antepasado de muchas lenguas modernas. Existen vestigios de estos emigrados orientales en los genomas de casi todos los europeos contemporáneos, según investigadores que analizaron los datos del genoma de casi 100 antiguos europeos. Los primeros Homo sapiens en colonizar Europa eran cazadores-recolectores que llegaron de África, a través de Oriente Medio, hace unos 45.000 años. Los neandertales y otras especies humanas arcaicas habían comenzado la itinerancia continente mucho antes. La arqueología y el ADN antiguo sugieren que los agricultores del Medio Oriente comenzaron su flujo hacia Europa hace 8.000 años, en sustitución de los cazadores-recolectores en algunas áreas y mezclándose con ellos en otras. Pero el año pasado, un estudio de los genomas de antiguos y contemporáneos europeos encontró eco no sólo de estas dos ondas procedentes de Oriente Medio, sino también de un tercer grupo enigmático que podría venir de más al este.
La herencia de los Yamnaya
El análisis realizado por los genetistas de Harvard confirmó la llegada de los agricultores del Medio Oriente a Europa hace entre 8.000 y 7.000 años y también halló otra una migración previa y desconocida, que se produjo varios miles de años más tarde.
El ADN recuperado de los pastores de la estepa que vivían en el oeste de Rusia hace unos 5.000 años resultó muy parecido al de los individuos de 4.500 años de edad, procedentes de Alemania, que eran parte de un grupo conocido como la cultura de la cerámica cordada. Los pastores, llamados los Yamnaya, vivían en la actual Rusia y Ucrania y representan "una migración masiva en el corazón de Europa desde su periferia oriental", afirman Reich y su equipo en un artículo publicado en el servidor de preimpresión bioRxiv el 10 febrero, informa Nature. Los ancestros de los Yamnaya sobreviven en diversos grados en los genomas de los europeos contemporáneos, con los grupos del norte, como noruegos, escoceses y lituanos como vínculo más fuerte. La extensión geográfica de la migración Yamnaya no está clara, ni su naturaleza. Pero el equipo de Reich dice que es posible que los inmigrantes orientales sustituyeron totalmente a las poblaciones existentes en Alemania.
Origen de las leguas europeas.
Los Yamnaya importaron al menos parte de la familia de lenguas indoeuropeas a Europa, según sostienen los investigadores. El origen de estas lenguas —que incluyen las lenguas eslavas, romances y germánicas—, así como muchas de las lenguas que se hablan en el subcontinente de Asia meridional, está envuelto en polémica. Algunos investigadores dicen que estas lenguas se extendieron a través de los agricultores de Oriente Medio hace unos 8.500 años. Pero Reich y su equipo dicen que sus datos son más consistentes con la "hipótesis de la estepa" favorecida por otros investigadores, según la cual los pastores que vivieron alrededor de los mares Negro y Caspio propagaron los idiomas alrededor de 6.000 años atrás, después de la domesticación del caballo y la invención de la rueda, que les permitió comenzar a viajar grandes distancias.
fuente del texto /20minutos.es
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